¿Para qué escribo esto?
- Para informar un poco de cómo está el rollo con la educación por acá en lo que al inglés se refiere.
- Para expresar una opinión personal al respecto del cambio que se avecina.
- Para recalcar otra vez que lo del famoso correo del “cambio revolucionario” o “Futoji no henko” es tan real como un billete de 10 centavos de “nuevo” peso con la imagen de Salinas.
Pongo al principio lo que pensaba como conclusiones siguiendo los consejos de varios lectores 🙂
Muchas veces he comentado aquí en el blog que el “coco” de los japoneses es el inglés. Sabemos que no podemos generalizar porque siempre hay honrosas excepciones, pero en general los japoneses se sienten mal de haber estudiado inglés por 6 años (3 en secundaria y 3 en prepa) y no ser capaces de hablarlo fluidamente. Esto se debe principalmente a que las clases de inglés se centran mucho más en gramática y vocabulario en vez de a intentar mejorar la capacidad de comunicación en ese idioma.
No obstante, en Japón el inglés es un recurso muy utilizado para publicidad, o en el caso de las canciones pop, para darles el toque “cool”. En serio: escuchen canciones “del momento” en japonés y verán que, aunque sea mínimo, encontrarán algunas palabras o frases en inglés:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=tIPp1Zhg2gU[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=ysL1DL8au0s[/youtube]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=0Zn8znVHq9I[/youtube]
Por desgracia, cuando se usa el inglés sin saber realmente lo que se está diciendo, nace el famoso “Engrish”, o también casos extremadamente penosos como el de Sasuga Minami, quien conduce un programa infantil y en una edición reciente se vistió con ropa que tenía a la vista mensajes como “I ♥ cock”, “Pussy”, “Love fuck yeah!”, etc. Obviamente tuvo que disculparse días después, alegando que como no sabe inglés, no sabía lo que significaban, pero que no pretendía hacer ningún mal. Y siendo este un país en donde puedes encontrar que los niños en primaria van vestidos con ropa que dice “I don’t give a shit” (ésa no me la contaron: yo la vi personalmente), casos como el de Sasuga realmente no sorprenden tanto, por increíble que parezcan.
Asimismo, aunque Japón se esfuerza en proveer información en inglés para ayudar a los extranjeros, la realidad es que no siempre es tan clara como se piensa, y la falta de pericia en el idioma por parte de las dependencias de gobierno dificulta mucho trámites y avisos tanto a la comunidad extranjera que reside en el país como para los visitantes que vienen a conocer su cultura. Vean la imagen de abajo: piden atención en inglés, pero después no hay nada que diga de qué trata el aviso. Son las reglas de uso de un karaoke.
Ahora bien: desde hace algunos años el gobierno japonés ha intentado introducir el inglés desde la educación primaria, pero los resultados no han sido los esperados por diversos factores. Primero, se intentó delegar la enseñanza del idioma a empresas particulares, las cuales contrataban profesores de inglés para enviarlos a las escuelas a enseñar. Fue así como estuve laborando por un par de años enseñando en primarias. Sin embargo, los problemas eran evidentes: una clase de una hora a la semana o al mes, dependiendo de la escuela; los niños no toman notas; la educación se enfoca mucho más a terminar el programa de estudios en vez de a que los niños realmente aprendan; mala administración, etc. etc. Luego, el gobierno decidió hacer el inglés obligatorio, pero ahora sería impartido por los mismos profesores de las escuelas, y la frecuencia de clases sería de una hora por semana. ¿Resultado? Los mismo profesores expresaban que les costaba mucho trabajo enseñar porque ni ellos sabían bien lo que estaban enseñando (también eso me tocó escucharlo de viva voz). O sea que, por una cosa o por otra, la sociedad japonesa nada más no ha podido con el inglés.
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