Kanji de los años anteriores:
- El 2018 en un kanji
- El 2017 en un kanji
- El 2016 en un kanji
- El 2015 en un kanji
- El 2014 en un kanji
- El 2013 en un kanji
- El 2012 en un kanji
- El 2011 en un kanji
- El 2010 en un kanji
- El 2009 en un kanji
- El 2008 en un kanji
- El 2007 en un kanji
Creo que es tradición mencionar aquí que uno ni cuenta se da cuando es diciembre. No obstante, comparado con el 2018, este año fue muy muy muy diferente. La gente que me vio en persona el año pasado y éste me dice que estoy completamente cambiado; que el año pasado me veía gris, triste, sin mucho ánimo de nada, pero que este año me veía vivo, más alegre y con más ganas de todo.
La razón es obvia: el cambio de trabajo. Si bien la empresa anterior no se acerca ni de chiste a la descrita en Luz, los últimos años ahí fueron desgastantes y tediosos profesionalmente hablando. El nuevo trabajo ha probado ser un gran reto pero un cambio benéfico, y es la base para el kanji que escogí para sintetizar lo acaecido este año.
Este kanji tiene muchos significados, pero por el que lo escogí es “ver claramente”, “brillar intensamente”, “brillante”. Su lectura es “mei”.
Pensé mucho en poner el kanji de “ocupado” (忙) por el poco tiempo que tuve para mis cosas, incluyendo el blog, pero me decidí por éste debido a que una vez que mi ambiente cambió todo fue mucho más claro, y aunque ya tenía mis metas establecidas, ir recobrando la autoconfianza me ha ayudado a expandirlas y a trazar nuevas. No soy alguien nuevo: comienzo a recobrar el yo que era antes, y ¿saben algo? Eso me agrada mucho.
El kanji del año (en todo Japón) fue el que todos se esperaban: 「令」. Hay muchas razones, pero la principal es el cambio de era por el ascenso al trono del nuevo emperador.
El próximo año va a ser divertido porque las olimpiadas se van a celebrar en Tokio, y también porque estoy seguro de que veré algunas caras conocidas por este lado del mundo. Pero lo más importante es que me convertiré en padre por segunda vez y comenzaré de nuevo a escalar la montaña de cuidados de bebé que eso conlleva, aunque creo (y dicen) que será más fácil porque es el segundo. En estos momentos estoy debatiendo conmigo mismo sobre el nombre que le voy a poner.
Como siempre, agradezco mucho a los lectores por su tiempo, por sus comentarios, pero más que nada por su paciencia ante la sequía de publicaciones. El blog no desaparecerá ni está abandonado. Sigo respondiendo mensajes y todavía hay mucho por escribir, aunque ya ande en el cuarto piso.
Deseo que la pasen muy bien lo que resta del año, y que el siguiente esté lleno de éxitos. Reciban todos un fuerte abrazo desde Tokio.
Me he quedado O: al leer que viene el/la segund@.
Muchas felicidades!