Kanji de los años anteriores:
- El 2015 en un kanji
- El 2014 en un kanji
- El 2013 en un kanji
- El 2012 en un kanji
- El 2011 en un kanji
- El 2010 en un kanji
- El 2009 en un kanji
- El 2008 en un kanji
- El 2007 en un kanji
Fiel a la tradición anual, es momento de expresar y resumir lo más significativo para mí en este año que termina.
El 2016 fue una aventura total, en muchos aspectos, pero los más destacados son el familiar y el laboral. Tuve la oportunidad de visitar mi tierra después de más de 4 años de no hacerlo, convivir con mi familia, y entender de nuevo lo que significa un choque cultural (no de mi parte, sino de mi esposa). Pero lo más importante fue el descubrimiento de “nuevas” habilidades, y lo pongo entre comillas porque no son realmente nuevas, sino que por primera vez las aplico yo y no me las aplicaron a mí; me refiero a las habilidades de padre. Por tanto, después de pensar mucho entre dos posibilidades que tenía para el kanji de este año, decidí que ésta era la mejor (y más positiva) opción:
El kanji se lee がく (gaku), y como verbo se lee まなぶ (manabu), y significa “estudiar”. Las razones principales las describo a continuación:
- Como lo mencioné arriba, he tenido que aprender mucho como padre, especialmente estando en una cultura diferente a la mía. Además de lo que vi y experimenté con mi familia en México cuando estaba chico, el hecho de enfrentarme a una serie de tradiciones nuevas de este lado del mundo ha sido toda una experiencia, tanto enriquecedora como retadora. Huelga decir que en más de una ocasión he tenido discusiones con Emi por esas diferencias, pero a fin de cuentas lo dos queremos lo mejor para el niño.
- Finalmente estoy en un proyecto interesante en el trabajo. Lo bueno es que estoy aprendiendo muchísimo algo que tiene un gran valor curricular. Lo malo es que, como siempre, la “impecable” administración japonesa impide que las cosas salgan como deberían (o como uno está consciente de que pueden salir).
- Tiene un poco que ver con el primer punto: reencontrarme con choque cultural y con diferencias culturales, aun después de haber vivido aquí casi 14 años. Vaya que ignoraba mucho de la cultura japonesa en lo que respecta a criar a un niño, y va más allá de las visitas a los templos. Muchas tradiciones y rituales que en su momento contaré.
- Aunque en menor medida, volver a tomar un Street Fighter “en serio”. Sí, sé que SFV ha tenido muchos problemas desde que salió, y que incluso muchos jugadores profesionales han expresado su disgusto por el juego, pero después de prácticamente haber dejado pasar SF4 y concentrarme más en Tekken (que sigo jugando obviamente), volver a agarrar el control en serio, estudiar el frame data, y practicar lo poco que se puede cada que se puede, ha sido refrescante y revigorizante. Apenas soy UItra Gold, no se burlen.
También, como dicta la costumbre, el kanji de este año en Japón fue 金, “kin”, que significa dorado, oro, dinero. Hubo varias razones por las que fue elegido, entre las más importantes:
- La serie de medallas de oro que Japón ganó en las pasadas olimpiadas.
- Problemas financieros que obligaron a renunciar al anterior gobernador de Tokio. En pocas palabras: usó dinero del erario público de manera personal.
- El pelo de Donald Trump. No es broma.
- PPAP. Tampoco es broma.
Documento oficial sobre kanji del 2016 aquí (en japonés).
Se termina otro año. Veamos que es lo que nos depara el nuevo.
2 Replies to “El 2016 en un kanji”