El 2012 en un kanji

Ha llegado ese momento en el que describo cómo fue mi año usando un kanji.

Este año hice propósitos. En lo personal, creo que los cumplí, aunque no en el nivel que quisiera. Al menos sí subió mi nivel en Tekken, e hice lo posible por escribir al menos 2 posts por mes. Pero entre los logros más importantes de este año hay 2 que destacan:

Por supuesto que otro sueño se cumplió este año 😀

El balance en general fue mucho mejor de lo que yo pensaba; la situación hace un año estaba realmente mal y buscaba desesperadamente una salida. Gracias a los acontecimientos acaecidos, para agosto/septiembre de este año ya tenía decidido qué kanji escogería para reflejar cómo me fue:

 

El kanji tienes las lecturas よみがえ(yomigae) y そ(so). El significado es “resucitar”, “volver a la vida”, “resurgir”. El verbo completo es 蘇る(よみがえる, yomigaeru).

Hasta el año pasado, se habían repetido kanji que expresaban que me había ido mal. Ciertamente este año también tuvo sus altibajos, pero el balance general fue, como ya lo he expresado, mucho mejor de lo que pude haber imaginado. Y en lo que respecta a los sinsabores del año que termina, lo que hay que hacer es tomarlo como experiencia. Como diría un buen amigo panameño: “Todo esto es escuela”.

Por cierto, el kanji de este año en Japón fue (きん,kin). Significa “oro”, “dorado”, “dinero”. Se supone que el kanji refleja el aspecto de la vida de la nación y de lo más importante y relevante ocurrido durante ese año. En 2011 fue 絆, (kizuna, “unión”, “liga”), en relación al sentimiento de todo el país ante el terremoto del 11 de marzo. En 2010 fue 暑, (atsu, sho, “calor”) debido a las altas temperaturas registradas. Entonces, ¿por qué 金?

  • La cantidad de medallas de oro obtenidas por Japón en las olimpiadas de Londres es la más grande en la historia del país. Medalla de oro = メダル
  • El premio nóbel de fisiología o medicina obtenido por Shinya Yamanaka por el descubrimiento de que células maduras pueden ser convertidas a células madre. Un trabajo excepcional que deja resultados sorprendentes se dice 字塔 (kinjitou).
  • El eclipse anular de sol del 20 de mayo. Eclipse anular de sol en japonés es 環日食 (kinkannisshoku).
  • La finalización y apertura del Tokyo Skytree (la torre más alta del mundo), el aumento al impuesto al consumidor (lo que sería el I.V.A en México) y varios acontecimientos mayores que tienen que ver con movimiento de dinero.

La tradición de “el kanji del año” comenzó en 1995. Ésta es la primera vez que un kanji repite, ya que en 2000 también 金 fue elegido. Como agregado cultural, aquí está la lista de kanji que han sido escogidos cada año.

Se acaba el año del dragón (辰年, tatsu-doshi), y está por comenzar el de la serpiente (巳年, mi-doshi). Vendrán cosas mejores, estoy seguro. Por lo pronto: ¡a celebrar la llegada del nuevo año!

 

Esta noche es nochebuena

Miku-chan les desea feliz navidad

24 de diciembre.

Seguramente en México ya están todos listos para celebrar (y algunos quizá ya comenzaron los festejos desde antes) la Navidad de este año; y si se portaron bien, Santa Claus, el niño Dios, los reyes magos, <inserte aquí su personaje típico de navidad> quizá los visiten y les traigan lo que hayan pedido. Después de todo, fueron niños buenos, ¿no es así? 😛

Este año será una navidad diferente para mí. Si de por sí la fecha ya es importante (sin meter mercadotecnia, regalos o similares), la de este año tiene un sabor especial. Cierto es que a todos nos gusta recibir obsequios este día, pero conforme pasan los años, y el dinero ya no te ajusta, valoras mucho más el hecho de estar rodeado de gente que te quiere, te apoya y está ahí para ayudarte cuando lo necesitas.

El año pasado les comentaba el significado de la navidad por estos lares. Justo comentaban en Twitter hace rato que los japoneses en estos momentos andan deseando feliz Navidad a todos pero en año nuevo van a ir a visitar el templo budista/shintoísta. Si le preguntan a los japoneses respecto a eso, la mejor respuesta que van a recibir es que “a los japoneses les gusta festejar lo que sea”, y cualquier situación es buena. Bueno, mientras se la pasen bien (y las parejas mucho mejor esta noche :P) cada quien sus creencias.

Ayer, en una plática que terminó durando poco más de 3 horas, relataba algunos de los sucesos que viví en Navidad cuando estaba chico. Dicen que recordar es vivir, y aunque hay algunos pasajes que no recuerdo con tanta alegría, por lo general todos los años eran especiales, más aún porque siempre las reuniones eran en la casa de mis abuelos maternos (q.e.p.d.) y el árbol que solía adornar la sala en donde mi abuela se sentaba a tejer mientras veía la tele era, en ese entonces, algo majestuoso para mí.

He de confesar que nunca fui afortunado con los regalos. Recuerdo una vez que unos tíos llegaron con un carrote (de juguete) de regalo para uno de mis primos. Tendría yo unos 6 años cuando mucho. Al ver que a él le daban y que yo no recibía nada, solté el llanto. Quién sabe cuánto lloré, que lo siguiente que recuerdo es que alguien le dio dinero a mi mamá para que me llevara a la farmacia cercana (que era el único lugar abierto ese día a esa hora) a comprarme algo para que no me sintiera mal. Ni se diga en los pocos intercambios que hubo. Sí sí: se supone que el sentimiento es lo que cuenta, pero a esa edad cuando das un “sentimiento” que te costó una buena parte de tus mesadas, esperas algo similar a cambio. Sinceramente, le perdí el gusto a los intercambios… tengo mucho que no participo en uno.

Una vez en la secundaria entré, voluntariamente a fuerzas, a un intercambio entre varios grupos. Al niño que me tocó regalarle le compré unos Walkman (obviamente no de marca, pero sí me costaron justo lo de la cantidad estipulada). ¿Qué recibí a cambio? Nada. Se equivocaron en los papeles y pusieron a alguien 2 veces… yo nunca estuve en la lista y los compañeros no eran de lo más generoso que hay en este mundo…

En otra ocasión, ya en uno de mis trabajos formales mientras estaba en la universidad, hubo también intercambio en la oficina (de a wiwi). Si mi memoria no me falla, a la persona que me tocó le compré una mega agenda que casi casi quería para mí, sabiendo de antemano que era algo que esa persona necesitaba y quería comprar. ¿Qué me tocó a mí? Una fantabulosa hebilla. Resulta ser que “le toqué” a un recién ingresado a la oficina, y como buen samaritano, nunca se le ocurrió preguntarle a nadie qué tipo de cosas me gustaban. Una simple pregunta le hubiera generado un montón de respuestas del estilo “videojuegos”. Ya si me hubiera regalado, no sé, el título más malo que había en ese momento, al menos la intención habría contado. Huelga decir que nunca la usé, ni siquiera una vez, y no porque no me gustara, sino porque el tipo de fajo que tenía en ese entonces no era de hebilla intercambiable, y nunca he sido tampoco alguien que le gusta estar comprándose ropa o accesorios cada que tiene oportunidad.

Ya. Me siento más tranquilo habiendo sacado esas “espinitas” 😛

Con todo, sigo con la firme idea de que el sentimiento que se abriga en estas fechas debería estar siempre presente en cada uno de nosotros.

En fin. Mientras las familias japonesas disfrutan su pollo de KFC y su pastel, yo me preparo para ir mañana al trabajo. Unos días más y tendré una semanita de vacaciones, en la cual no saldré a ningún lado, pero tendré un poco de tiempo para ponerme a jugar un par de títulos de PS3 que compré cuando todavía vivía en Fukuoka y todavía ni los toco. ¿El estudio? Sí, ahí está, pero creo que, al menos por una semana, puede esperar.

メリークリスマス!

 

Soineya (ソイネ屋)

Japón nunca me deja de sorprender…

Hace cosa de unos meses, se abrió en Akihabara un establecimiento en donde pagas porque una chica duerma a tu lado… literalmente.

El servicio se llama tal cual Soine-ya (escrito en kanji sería 添い寝屋, pero la tienda pone “Soine” en katakana), que quiere decir exactamente tienda (屋 – ya) para dormir al lado de alguien (添い寝 – soine).

 

¿Erótico? ¿Sugestivo? Por la imagen de la página oficial así parece, pero la realidad es otra… y el servicio es caro con ganas.

Para comenzar, olvídense de poder tocar libremente a la chica que escojan. Prácticamente cualquier contacto tiene un precio, y por lo que puedes hacer, la verdad conviene más ir directamente a un Soap Land que gastar dinero aquí; y no soy el único que lo piensa: la gente en Nico Nico Douga estuvo comentando lo mismo al ver el siguiente video del servicio. Pongo el video directo de Youtube y dejo la liga al original en Nico Nico Douga:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=aL6VXIOcHB4[/youtube]

Video original: http://www.nicovideo.jp/watch/1348848323

Lista de servicios y precios (en yenes): (http://soineya.net/?page_id=14)

  • Membresía: 3000
  • Servicio de 40 minutos (sólo la primera vez): 3000
  • Precios regulares:
  • 20 minutos: 3000
  • 40 minutos: 5000
  • 60 minutos: 6000
  • 120 minutos: 11000
  • 180 minutos: 16000
  • 4 horas: 20000
  • 5 horas: 25000
  • 6 horas: 30000
  • 10 horas: 50000 (incluye el precio de escoger a la chica)

Cuota de designación (escoger a la chica): 1000 yenes (y luego 500 yenes por hora)

Digamos que hasta aquí todo “bien” (si pueden considerar “bien” el hecho de pagar por dormir al lado de una chica sin poderle hacer nada). Ahora viene lo “bueno”:

Opciones:

  • El cliente deja a la chica usar su brazo como almohada (como si la estuviera abrazando) (Ude-makura). 3 minutos: 1000 yenes
  • La chica le da palmaditas en la espalda al cliente. 3 minutos: 1000 yenes
  • El cliente acaricia la cabeza de la chica (estilo “niña buena”). 3 minutos: 1000 yenes
  • Verse a los ojos directamente. 1 minuto: 1000 yenes.
  • La chica se cambia de ropa. Cada cambio: 1000 yenes.
  • La chica hace “Refle” al cliente (posiblemente se refiera a reflexología: masaje dando presión a ciertos puntos de los pies). 3 minutos: 1000 yenes.
  • El cliente hace “Refle” a la chica. 3 minutos: 2000 yenes.
  • El cliente se recuesta en las rodillas de la chica (Hiza-makura). 3 minutos: 1000 yenes
  • La chica se recuesta en las rodillas del ciente. 3 minutos: 2000 yenes.

Se hace la aclaración de que hay chicas con las que no se pueden pedir ciertas opciones.

Estoy viendo que en el menú ya no hay “cachetadas” ni “abrazos”, como muestran en el video de arriba, pero también te cobraban.

El lugar no tiene ni 3 meses que abrió. Al escuchar la noticia, lo primero que pensé es que terminaría quebrando al poco tiempo… Me equivoqué. Según leí, les está yendo muy bien, y ya abrieron una segunda sucursal en Shinjuku.

Cada quien tiene sus gustos y es libre de hacer con su dinero y tiempo lo que mejor le convenga, pero por este tipo de acciones la gente etiqueta como “otaku” por igual a todo aquel que se acerca o disfruta Akihabara.

En lo personal, como ya referí antes: si ya vas a gastar dinero en pasar el rato con una chica, al menos que valga la pena, ¿no? Servicios “sexuales” en Japón sobran (y puedo decir que saldrían más baratos que Soineya)… quizá los clientes de este establecimiento busquen algo más “de fantasía”.

¿Opiniones?

 

Mini paseo

Hace unas semanas estaba medio harto del ajetreo de la ciudad. Me di cuenta de que diario ando corriendo de un lado para otro: para agarrar el tren, para llegar al trabajo, al salir del trabajo, al moverme al lugar donde me haya quedado de ver con alguien. En resumen: siempre a las carreras. Lo malo es que la misma rutina te atrapa y no te das cuenta de ello hasta que tienes un momento para respirar hondo y ver a tu alrededor. Trato de que esos momentos sean muchos, pero con tanta cosa que hacer a veces simplemente se me pasa.

Era sábado. Como siempre, tenía cosas por leer, pendientes de la casa que arreglar, routers que configurar, etc., etc., pero al final la opción lógica ganó: salir de la rutina e ir a conocer algo nuevo. No obstante, no había un destino decidido. No había que pensar en que la opción era la prefectura de Saitama ya que me queda muy cerca, pero tenía que decidir hacia qué lado explorar. Recordé que uno de los trenes que tomo de regreso a casa va con destino a un lugar llamado Hanno. Motivado por la curiosidad, opté por visitarlo.

 

Aunque como todo lugar Hanno también tiene su historia, voy a omitirla aquí, puesto que mi visita al lugar fue motivada nada más por la curiosidad de ver el lugar a donde llega el tren que generalmente tomo de regreso a casa, y por ver algo que me llamó la atención:

Hanno no es una ciudad súper famosa, pero me llamaba la atención que hubiera una estatua de 鉄腕アトム (Tetsuwan Atom, Astroboy). Cierto: está entre los atractivos para visitar, pero muchos de ellos tienen que ver con la naturaleza debido a que Hanno tiene montañas y ríos, y de hecho se menciona el bosque que sirvió como modelo para la película de Totoro.

La estatua no es muy grande, y está en uno de los costados de un parque, a la vista de todos. La placa que ven arriba, donde se muestra el nombre del personaje, contiene también el nombre de su autor, de su puño y letra.

Según lo escrito arriba, la estatua fue creada en 1983 con motivo del décimo aniversario de la asociación de jóvenes de Hanno. Se menciona también que el mismo Osamu Tezuka asistió a la ceremonia realizada cuando se completó la estatua. También dice que es la única estatua de cobre de Atom en todo el mundo.

Este mensaje es el anhelo de muchos. Traducido queda de la siguiente forma:

“Que las personas y personas, las personas y la naturaleza, y las personas y las máquinas siempre sean muy buenos amigos”

Se nota que fui en un día nublado, jeje.

Cuando llegué al lugar, había una familia jugando escondidas usando la estatua como lugar para contar, por lo que tuve que hacer algunos movimientos para poder tomarle las fotos sin que saliera la cabeza de alguno de los niños presentes.

Por lo demás, Hanno se vislumbra como una ciudad tranquila (después de todo, es el campo japonés). Según leo, en estos días se lleva a cabo el festival de la ciudad.

Fue un buen escape del bullicio que a diario me toca vivir en Tokio.

Tokyo Skytree

Convertida ahora en la estructura más alta de Japón y la torre más alta del mundo, cerca del río Sumida se levanta esta impresionante construcción con una altura de 634 metros. Y aunque se abrió al público en mayo de este año, no fue sino hasta hace un par de semanas que emprendí el viaje para subirla.
¿Por qué esperé para ir? Porque durante los primeros dos meses no era posible subir a menos de que se hubiera hecho reservación con tiempo; de hecho, el día de la apertura solamente pudieron entrar personas que hubieran sido escogidas en un sorteo previamente efectuado. Luego, preferí esperar un tiempo para que pasara la fiebre inicial y así hubiera menos gente.
Más que decirles que esta torre sirve principalmente para transmitir radio y televisión digital (ya que ésa y más información al respecto la pueden encontrar en wikipedia), les cuento la experiencia de estar en el observatorio a 350 metros de altura: la vista sorprendente… y listo. En serio, no hay realmente mucho qué decir salvo el panorama que uno puede observar desde esa posición. Además, hay que tomar en cuenta que subir a ese observatorio cuesta 2000 yenes, y si quieres subir al segundo, que está a 450 metros, tienes que pagar otros 1000 yenes ya que estás adentro. En resumen: no es una salida a pasear barata, por lo que hay que tratar de disfrutar todo lo que se pueda si ya pagaste esa cantidad
¿Qué hay arriba? Gente, mucha gente, como era de esperarse; un café en el que sí vale la pena tomarse algo si se quiere disfrutar el paisaje con calma; una tienda de recuerdos algo pequeña; y no podía faltar el clásico negocio de la foto del recuerdo: una parte del staff tiene acondicionado un pequeño lugar para poder tomarse una foto desde ángulo bueno. No te cobran por tomarte una foto con tu cámara (aunque limitan a una sola cámara por grupo), y te toman otra foto con su cámara. Si te gusta, puede ser tuya, acompañada por un marco conmemorativo, por sólo 1200 yenes. Si llegan a ir, les recomiendo que se tomen la foto en el lugar cerca de donde están los elevadores para bajar, ya que ahí está el suelo de cristal, en donde puedes ver que estás parado a cientos de metros de distancia del suelo.

El Skytree se convierte también en otro punto para ver Tokio desde las alturas, entre los que se encuentran también:

  • La torre de Tokio.
  • La torre Mori (que en realidad es un edificio) en Roppongi Hills.
  • El edificio gubernamental de Tokio (Tocho) en Shinjuku.

¿A cuál irle? Mi recomendación es tener un plan para después: en Shinjuku hay mucho que hacer; en Roppongi hay bares, antros y cines, y el agregado es que hay un museo de arte moderno en el mismo piso del observatorio. ¿La torre de Tokio? Bueno, tiene un acuario y un museo de Ripley en la parte de abajo, pero fuera de eso yo la consideré como una trampa para turistas desde la primera vez que fui. Y en el Skytree hay un centro comercial bastante amplio que abrieron junto con la torre; hay mucho que ver en él:

El punto más importante para mí:

Estas hamburguesas están riquísimas. Antes sólo tenían tienda en Odaiba, pero ahora también en el Skytree.

Como nota final, el Skytree también tiene su mascota oficial: Solakara-chan.

Si me preguntan, yo escribiría ese nombre como “Sorakara-chan”, pero al parecer la escritura oficial de su nombre es con “l”, así que ahí ya nada se puede hacer.

Debo confesar que sí siento un poco de nostalgia al estar cerca de Ueno, Asakusa y esos rumbos. Fue el primer lugar donde viví en Tokio, y desde la ventana de la casa se veía el Skytree. Ahora me queda a hora y media de camino, pero si lo pongo en perspectiva, estoy mucho mejor donde estoy ahora.

Luz

Antes de tratar el tema de este escrito, es necesario hacer un par de aclaraciones:

  • Seguramente, esto es lo más largo que he escrito en blog (en un solo “post”). Lo de agarrar palomitas, refresco y ponerse cómodos antes de comenzar la lectura aplica mucho más que las otras veces que lo he sugerido.
  • Todo lo que leerán es una experiencia total y completamente personal. Por tanto, la opinión expresada es también absolutamente personal. Como en todo lo comentado aquí, nada de lo expresado es verdad universal. Quizá a algunos les pueda servir como referencia.

Ahora sí, entremos en materia:

Pensaba hacer una serie de escritos respecto a este tema, pero al final decidí escribirlo todo en uno solo, de esos kilométricos.

Sin temor a equivocarme, puedo decir que hace un par de meses volví a la vida. De agosto de 2011 a junio de 2012 prácticamente estuve ausente de todo, y la situación me afectó de una forma que no pensé que fuera posible.

Muchas personas creen que que he cosechado muchos triunfos. Yo, que no suelo estar satisfecho con lo que hago, no lo creo. Cierto: me ha ido bien en algunas cosas, pero sabemos que en la vida no todo es color de rosa. A veces se gana, otras se pierde, y precisamente considero que perdí durante el lapso de tiempo arriba mencionado. Pero a fin de cuentas ganar o perder es lo de menos; lo que queda es la experiencia ganada.

Aquí relato lo vivido en ese tiempo.

Continue reading “Luz”

Japón: ¿la punta de la tecnología?

Cuando se habla de Japón en el sentido tecnológico, lo primero que imaginamos es un mundo futurista; desde máquinas vendedoras que recomiendan bebidas dependiendo de la persona que esté enfrente hasta trenes sin chofer, el país del sol naciente nos ofrece una visión real de lo que la tecnología puede ofrecernos. Todo es bello,

Sin embargo, por tecnológicamente muy avanzado que Japón pueda ser, resulta realmente increíble el retraso que muchos lugares presentan en el mismo rubro:

  • Aún en esta época donde la conexión ubicua es prácticamente el pan de cada día por acá, el fax es una herramienta ampliamente utilizada por pequeñas y grandes empresas. Incluso en las tiendas de autoservicio se puede enviar fax, por lo que no es necesario tener uno en casa (aunque se siguen vendiendo en las tiendas de electrónicos).
  • Resulta penoso darse cuenta que todavía son muchas empresas, negocios, universidades y dependencias gubernamentales que o todavía no tienen presencia en internet o que la tienen desde hace muchos años y su página se quedó del estilo de geocities, y además con un contenido muy pobre. Basta ver páginas de ayuntamientos, o bien de tratar de encontrar un restaurante y solamente encontrar referencias de él en páginas de recomendaciones, de ésas que los usuarios comentan sobre un lugar y le asignan una puntuación determinada al ambiente, al servicio y a la comida.
  • Mariana, otra mexicana en Japón, labora en una empresa donde la información se guarda en discos de 3 1/2 (y que me late que algunos lectores nunca han usado). Los famosos “diskettes”… ¡Discos de 3 1/2! Poderosísimos 1.44 MB de almacenamiento en la palma de tu mano, y de una caja de 10 era casi un axioma que entre 2 y 4 salieran defectuosos.
  • Me he encontrado negocios (tintorerías, tiendas donde te hacen tu sello, tiendas de recuerdos, entre otras) que para dar notas todavía usan una 486 conectada a un monitor de esos negros con letras verdes, y la impresora es de matriz de puntos.
  • Hasta hace algunos años, el uso de la tarjeta de crédito por acá era limitado. En establecimientos donde en otros países podrías pagar con tarjeta, en Japón no se podía. Esto me consta que ha ido cambiando con el tiempo, pues nunca sufrí tanto para pagar con tarjeta de crédito como me pasó en una tienda de electrónicos de Den Den Town, en Osaka, cuando compré mi primera cámara digital en 2002. Ahora el uso de tarjeta de crédito es más común, y cada vez más establecimientos las aceptan.
  • Los noticieros y programas de variedades en televisión es el colmo de todo esto. Aun teniendo a la mano lo último en tecnología visual, prefieren hacer páneles que los presentadores toman con las manos y que tienen cubierta información con una especie de “post-it”; los presentadores van destapando poco a poco esas parte conforme la noticia se va dando, algo así al más puro estilo de “¿a que no sabían que esto estaba aquí”,  desperdiciando con ello un montón de papel.
Me tardé un buen en encontrar imágenes que ilustraran el punto anterior puesto que no tenía idea de cómo buscarlas. Afortunadamente las encontré acá. Es el blog fotográfico de Tim Arai, al que les recomiendo que se den una vuelta.
Vean bien el panel. La 2 partes inferiores son en realidad “post-it”
¡Ta da!

En serio: existiendo algo tan mísero como Power Point desde hace una eternidad, no me cabe en la cabeza por qué este tipo de paneles se siguen usando. El de arriba es un ejemplo pequeño. Hay paneles de unos 1.5 metros de alto por como 3 de largo. Siempre que los veo pienso en la cantidad de papel que se desperdicia.

Con lo anterior no quiero decir que esté mal usar cosas antiguas que aún sirvan (como las impresoras de matriz de puntos y las 486), pero en el caso de los discos existen infinidad de alternativas más confiables y de mayor capacidad, y en cuanto a los páneles mencionados arriba sinceramente no sé qué pensar. Y de la información en internet y las páginas web de dependencias mencionadas anteriormente de verdad que están para llorar.

Japón podrá ser la meca de la tecnología y para muchos puede parecer un país totalmente futurista. No obstante, existen este tipo de detalles que hacen pensar que una parte de Japón se quedó atrapada en el pasado tecnológico, lo que crea un constraste raro para le gente que ha sido partícipe de la revolución tecnológica de los últimos años.

Japón y el transporte público – Parte 1

Viniendo de México, concretamente de Guadalajara, prácticamente cualquier destello de buen servicio en el transporte público, por pequeño que sea, nos deslumbra (con excepción quizá del tren ligero, que a mi gusto es un buen servicio). Sin embargo, el sistema de Japón realmente es de admirarse, y me gustaría mucho que en un futuro (quizá muy lejano), se viera algo similar en mi rancho.

¿Qué tiene de especial el transporte público en Japón? En esta serie de escritos trataré de analizar con detalle sus características. En este primera entrega mencionaré sobre los autobuses y los trenes. Agarren palomitas y refresco:

 

Autobuses

Antes que otra cosa, quiero aclarar que aunque “autobús” es una palabra que todo mundo entiende, en México les llamamos “camiones”.

Aunque la forma de los autobuses no es realmente cosa del otro mundo, su servicio es muy, pero muy diferente al de México.

Por principios de cuentas, usar el autobús en Japón es realmente seguro, y esto se refleja en el número de personas mayores que lo usan día a día. Y no es para menos: el autobús nunca va a exceso de velocidad (de hecho, bajo nuestros estándares los clasificaríamos como lentos), y los choferes son amables y muy serviciales.

La forma de subirse al autobús depende de la ruta y el tipo de autobús que se piense abordar. Lo más común es que la subida sea por atrás, y la bajada por adelante; y como por lo general la tarifa depende de la distancia que uno viaje, se paga antes de bajar, pero no se le da dinero al chofer, sino que se introduce en una máquina que está al frente de la unidad, y que muestro en la siguiente imagen:

 En esta máquina también se pueden cambiar billetes por monedas, y también es posible  realizar el pago por medio de tarjeta de prepago. Este último método es el más usado y el preferido por mucha gente, ya que te quitas el problema de siempre traer cambio o de andar cambiando billetes justo cuando tienes que bajarte y correr porque llevas prisa. Hablaré sobre las tarjetas de prepago un poco más abajo.

Algo que es bueno mencionar, tanto como por detalle curioso como por cultura general e información para quienes quieran venir de paseo a Japón, es la forma de ver el tablero de tarifas de los autobuses:

La primera vez que me subí a un autobús en Iizuka, estaba completamente perdido: desde subirse por atrás, que el chofer te regañe porque te paras del asiento antes de que el autobús se detenga por completo y no traer cambio… no fue una experiencia grata, pero sí ilustrativa. La imagen anterior muestra lo que hay que pagar de tarifa dependiendo de dónde se haya abordado el autobús. ¿Cómo recordarlo? Al subirse, tomas un boletito (llamado “seiriken” 整理券) en el que viene impreso un número. Ése es el número que tienes que buscar en el tablero, y debajo de él está la tarifa que se debe pagar, la cual, como ya mencioné, va aumentando de acuerdo a la distancia que se viaje.

En este caso, y tomando como base el tablero arriba mostrado, la tarifa que esta persona debe pagar si se baja en este momento es de 1630 yenes (lo que equivale a un viaje muy largo). Dicho sea de paso, la tarifa más barata también depende de la ruta y de la región de Japón, y hay autobuses que recorren en círculo rutas muy cortas y con tarifas fijas (en promedio 100 yenes).

En lo que respecta a viajes largos, el autobús es quizá la forma más barata de viajar en Japón si aguantan asientos estrechos. Por ejemplo, de Fukuoka a Tokio pueden encontrar boletos sencillos desde 5,500 yenes (dependiendo del día de la semana y de la temporada). ¡5,500 yenes! Es un precio sumamente accesible… pero, además de los asientos (que hay a quienes pueden no molestarles), hay otro factor a considerar: el tiempo que tarda el viaje.

Por ley, en Japón los choferes no pueden manejar más de cierto número de horas contínuas, por lo que, aun de noche, se hacen paradas en estaciones de servicio cada 2 o 3 horas durante un lapso de 15 a 30 minutos. De ahí que los viajes se alargan, a mi gusto, demasiado. En el viaje mencionado (Fukuoka – Tokio) se hacen 15 horas de camino. Yo lo más que he aguantado es un viaje de Fukuoka a Kioto, el cual duró poco más de 8 horas: no dormí nada, terminé con dolor de cuello y el siguiente día fue muy pesado (visité los templos en estado zombie).

Claro que si se gasta más dinero, se puede viajar mejor en autobús: los asientos de primera clase son amplios, se hacen cama, tienen TV incluída y hasta WiFi gratis hay, sin contar claro con que las unidades que los tienen son 2 de pisos y los mencionados asientos están en la parte del frente del segundo piso, perfectos para ir viendo el paisaje; lo malo es que solamente hay 4 por autobús y se ocupan rápidamente. ¿El precio? Lo más barato que lo pueden encontrar es a 15,000 yenes, y en temporada alta sube hasta cerca de 20,000. Para quienes gustan de disfrutar un viaje largo pero lleno de comodidades, quizá pueda ser una buena opción.

Como dato adicional: ¿alguna vez han visto que en una parada de autobuses haya una lista con los horarios a los que pasa el camión? Acá eso se da en todas, por pequeñas que sean. Ésta es una característica que me gustaría ver en México. Y hablando de paradas de autobuses, hay de todo tipo: desde muy pequeñas y sin lugar para sentarse, que solamente tienen el símbolo de “parada” y los horarios, hasta mucho más sofisticadas. Pero sin duda, lo más importante es que no importa lo solitaria, remota, escondida y oscura que pueda estar una parada, si en el horario dice que pasa un camión por ahí a las 11 pm, pueden estar seguros que pasará. En Japón no se dan situaciones estilo México, donde el chofer te dice “nomás llego hasta X lugar” cuando abordas en la noche (me pasó incontables veces en Guadalajara).

Trenes

Sin lugar a duda, el sistema de transporte público por excelencia.

Continue reading “Japón y el transporte público – Parte 1”

Encuentra la diferencia – versión Kanji

Hace unos días, me llegó un retweet con lo siguiente:

【間違い探し☆超超超超上級編】 麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈塵麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈麈 解けたらRT!

El punto es encontrar el kanji que es diferente, y al hacerlo, enviar el mensaje en un RT. Según el principio del mensaje, este problema es de nivel súper-súper-súper-súper avanzando.

“Buena forma de pasar el tiempo”, pensé, pero no para resolverlo “a mano”, sino creando un programa que lo hiciera por mí.

Viendo mis opciones, decidí programar el algoritmo en Python, tanto como práctica como para seguir dándome de topes por lo de las string unicode vs byte strings (quienes saben python entienden a lo que me refiero).

En sí, el algoritmo es sencillo, así que no tomó mucho tiempo:

# -*- coding: utf-8 -*-

import sys

def searchDifferentKanji(strseq):
    utf8Str = unicode(strseq,"utf-8")
    difstr = list(set(utf8Str))

    for c in difstr:
        if utf8Str.count(c) == 1:
            return c.encode("utf-8"), utf8Str.index(c) + 1

    return '',-1

if __name__ == "__main__":
    if len(sys.argv) != 2:
        print "Error: Need a string to check"
        exit(1)
    else:
        difchar, pos = searchDifferentKanji(sys.argv[1])
        if pos != -1:
            print "Different char: " + unicode(difchar,"utf-8") + " in position " + str(pos)
        else:
            print "All characters are the same"

Lo que hago es simple: creo un set a partir de la cadena, haciendo con esto que todos los elementos repetidos se esfumen, y lo convierto a lista, la cual contiene exactamente un carácter por cada carácter diferente en la cadena original. Después recorro esa lista buscando en la cadena si el elemento actual aparece una sola vez; de ser así, es el carácter que estoy buscando, por lo que lo regreso, junto con la posición en la que está.

Existen problemas similares que contienen más de una diferencia, es decir: entre un mar de repeticiones del mismo carácter se encuentran varios diferentes. Para resolverlos, el algoritmo arriba expuesto puede ser sencillamente modificado para que no rompa el ciclo con el primer carácter diferente que encuentre, y agregue la tupla de (carácter,posición) a una lista, que sería el valor que la función “searchDifferentKanji” regresaría.

Como nota adicional, el kanji de ese problema es , que se lee 「しゅ」(shu), y conlleva el significado de “ciervo grande”. El kanji diferente es , con varias lecturas, entre ellas las más comúnes 「ちり」 (chiri), que significa “polvo”, “basura” y 「ごみ」(gomi), que también significa “basura”.

Sí: me queda de tarea hacerlo en Haskell.

Office Glico

Ezaki Glico es una compañía japonesa que primordialmente produce dulces, helados, entre otras cosas. Quizá les suene más si menciono que es la compañía que hace los Pocky, una varita de chocolate que en los últimos años misteriosamente se convirtió en la golosina típica de los aficionados de la animación japonesa en México.

Los horarios de oficina en Japón varían dependiendo de las compañías, pero lo que tienen en común es que sólo hay una hora para comer. Dicho sea de paso, en Japón se come al mediodía. Y también dependiendo de la empresa, hay algunas que no permiten que los empleados salgan del lugar de trabajo antes de la hora.

¿Qué pasa cuando los empleados tienen hambre o ganas de comer algún dulce? Glico tuvo una idea: Office Glico.

¿Qué es?

Muy simple: Glico pone esos cajoncitos y el refrigerador, le pone dulces, helados y hasta mascarillas para cubrirte el rostro cuando estás resfriado, cada producto, el que sea, tiene un costo de 100 yenes.

¿Cómo funciona?

Esas partes verdes que se ven en la parte de arriba tienen la figura de una rana. Tomas tu producto y le pones 100 yenes a la rana, la cual se “come” el dinero. Todo se basa en confianza: tomas algo, pagas 100 yenes. Nadie te está vigilando.

¿Es caro?

Algunos productos, como las mascarillas, sí lo son. Los helados y algunas golosinas cuestan unos 85, 90 yenes por fuera, así que en realidad no es mucha la diferencia.

Lo bueno de Office Glico es que no necesitas salir de tu lugar de trabajo para comprar algo para echarle a la panza cuando tienes antojo (o hambre, porque también le ponen ramen instantáneo).

En lo que viví en México nunca me tocó ver algo similar. ¿Ha surgido algo como esto en estos años?