Convertida ahora en la estructura más alta de Japón y la torre más alta del mundo, cerca del río Sumida se levanta esta impresionante construcción con una altura de 634 metros. Y aunque se abrió al público en mayo de este año, no fue sino hasta hace un par de semanas que emprendí el viaje para subirla.
¿Por qué esperé para ir? Porque durante los primeros dos meses no era posible subir a menos de que se hubiera hecho reservación con tiempo; de hecho, el día de la apertura solamente pudieron entrar personas que hubieran sido escogidas en un sorteo previamente efectuado. Luego, preferí esperar un tiempo para que pasara la fiebre inicial y así hubiera menos gente.
Más que decirles que esta torre sirve principalmente para transmitir radio y televisión digital (ya que ésa y más información al respecto la pueden encontrar en
wikipedia), les cuento la experiencia de estar en el observatorio a 350 metros de altura: la vista sorprendente… y listo. En serio, no hay realmente mucho qué decir salvo el panorama que uno puede observar desde esa posición. Además, hay que tomar en cuenta que subir a ese observatorio cuesta 2000 yenes, y si quieres subir al segundo, que está a 450 metros, tienes que pagar otros 1000 yenes ya que estás adentro. En resumen: no es una salida a pasear barata, por lo que hay que tratar de disfrutar todo lo que se pueda si ya pagaste esa cantidad
¿Qué hay arriba? Gente, mucha gente, como era de esperarse; un café en el que sí vale la pena tomarse algo si se quiere disfrutar el paisaje con calma; una tienda de recuerdos algo pequeña; y no podía faltar el clásico negocio de la foto del recuerdo: una parte del staff tiene acondicionado un pequeño lugar para poder tomarse una foto desde ángulo bueno. No te cobran por tomarte una foto con tu cámara (aunque limitan a una sola cámara por grupo), y te toman otra foto con su cámara. Si te gusta, puede ser tuya, acompañada por un marco conmemorativo, por sólo 1200 yenes. Si llegan a ir, les recomiendo que se tomen la foto en el lugar cerca de donde están los elevadores para bajar, ya que ahí está el suelo de cristal, en donde puedes ver que estás parado a cientos de metros de distancia del suelo.
El Skytree se convierte también en otro punto para ver Tokio desde las alturas, entre los que se encuentran también:
- La torre de Tokio.
- La torre Mori (que en realidad es un edificio) en Roppongi Hills.
- El edificio gubernamental de Tokio (Tocho) en Shinjuku.
¿A cuál irle? Mi recomendación es tener un plan para después: en Shinjuku hay mucho que hacer; en Roppongi hay bares, antros y cines, y el agregado es que hay un museo de arte moderno en el mismo piso del observatorio. ¿La torre de Tokio? Bueno, tiene un acuario y un museo de Ripley en la parte de abajo, pero fuera de eso yo la consideré como una trampa para turistas desde la primera vez que fui. Y en el Skytree hay un centro comercial bastante amplio que abrieron junto con la torre; hay mucho que ver en él:
El punto más importante para mí:
Estas hamburguesas están riquísimas. Antes sólo tenían tienda en Odaiba, pero ahora también en el Skytree.
Como nota final, el Skytree también tiene su mascota oficial: Solakara-chan.
Si me preguntan, yo escribiría ese nombre como “Sorakara-chan”, pero al parecer la escritura oficial de su nombre es con “l”, así que ahí ya nada se puede hacer.
Debo confesar que sí siento un poco de nostalgia al estar cerca de Ueno, Asakusa y esos rumbos. Fue el primer lugar donde viví en Tokio, y desde la ventana de la casa se veía el Skytree. Ahora me queda a hora y media de camino, pero si lo pongo en perspectiva, estoy mucho mejor donde estoy ahora.
Que envidia D:, aunque considerando la altura del edificio, creo que sufriría un vértigo fatal si mira hacia abajo, y más si lo hago desde el elevador.
Siento vértigo con la sola foto.