Evangelion 3.0: Q

Sin planes de verla el día de su estreno, de pura suerte me tocó ir a ver la nueva película de Evangelion el pasado sábado. Habiendo visto los primeros 6 minutos y medio el día anterior en la TV se me cocían las habas por saber la continuación de la historia a poco más de 3 años de la entrega pasada. Aquí les dejo esos minutos, eso sí, en japonés.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=B0f6cs3OA4k[/youtube]

Quisiera dar mi opinión de la película, pero implicaría revelar un montón de cosas. Cierto es que ya hay un buen de sitios en internet en español que contienen varios rumores, spoilers y teorías formuladas por gente que sólo ha leído esa información. De cualquier forma, no quiero herir suceptibilidades: los párrafos que siguen contienen posibles SPOILERS. No voy a revelar mucho de la trama, pero si no han leído absolutamente nada de ella en ningún otro lado y quieren permanecer así hasta que la puedan ver, ignoren el link de “Leer el resto”. Eso sí: vean de nuevo las primeras 2 películas, puesto que van a necesitar esa información para tratar de comprender la tercera.

Les dejo el video del tema oficial de la película: 桜流し (Sakura Nagashi), interpretado por Utada Hikaru.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=JWLGEU5cfd8[/youtube]

Hechas las advertencias necesarias:

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Soineya (ソイネ屋)

Japón nunca me deja de sorprender…

Hace cosa de unos meses, se abrió en Akihabara un establecimiento en donde pagas porque una chica duerma a tu lado… literalmente.

El servicio se llama tal cual Soine-ya (escrito en kanji sería 添い寝屋, pero la tienda pone “Soine” en katakana), que quiere decir exactamente tienda (屋 – ya) para dormir al lado de alguien (添い寝 – soine).

 

¿Erótico? ¿Sugestivo? Por la imagen de la página oficial así parece, pero la realidad es otra… y el servicio es caro con ganas.

Para comenzar, olvídense de poder tocar libremente a la chica que escojan. Prácticamente cualquier contacto tiene un precio, y por lo que puedes hacer, la verdad conviene más ir directamente a un Soap Land que gastar dinero aquí; y no soy el único que lo piensa: la gente en Nico Nico Douga estuvo comentando lo mismo al ver el siguiente video del servicio. Pongo el video directo de Youtube y dejo la liga al original en Nico Nico Douga:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=aL6VXIOcHB4[/youtube]

Video original: http://www.nicovideo.jp/watch/1348848323

Lista de servicios y precios (en yenes): (http://soineya.net/?page_id=14)

  • Membresía: 3000
  • Servicio de 40 minutos (sólo la primera vez): 3000
  • Precios regulares:
  • 20 minutos: 3000
  • 40 minutos: 5000
  • 60 minutos: 6000
  • 120 minutos: 11000
  • 180 minutos: 16000
  • 4 horas: 20000
  • 5 horas: 25000
  • 6 horas: 30000
  • 10 horas: 50000 (incluye el precio de escoger a la chica)

Cuota de designación (escoger a la chica): 1000 yenes (y luego 500 yenes por hora)

Digamos que hasta aquí todo “bien” (si pueden considerar “bien” el hecho de pagar por dormir al lado de una chica sin poderle hacer nada). Ahora viene lo “bueno”:

Opciones:

  • El cliente deja a la chica usar su brazo como almohada (como si la estuviera abrazando) (Ude-makura). 3 minutos: 1000 yenes
  • La chica le da palmaditas en la espalda al cliente. 3 minutos: 1000 yenes
  • El cliente acaricia la cabeza de la chica (estilo “niña buena”). 3 minutos: 1000 yenes
  • Verse a los ojos directamente. 1 minuto: 1000 yenes.
  • La chica se cambia de ropa. Cada cambio: 1000 yenes.
  • La chica hace “Refle” al cliente (posiblemente se refiera a reflexología: masaje dando presión a ciertos puntos de los pies). 3 minutos: 1000 yenes.
  • El cliente hace “Refle” a la chica. 3 minutos: 2000 yenes.
  • El cliente se recuesta en las rodillas de la chica (Hiza-makura). 3 minutos: 1000 yenes
  • La chica se recuesta en las rodillas del ciente. 3 minutos: 2000 yenes.

Se hace la aclaración de que hay chicas con las que no se pueden pedir ciertas opciones.

Estoy viendo que en el menú ya no hay “cachetadas” ni “abrazos”, como muestran en el video de arriba, pero también te cobraban.

El lugar no tiene ni 3 meses que abrió. Al escuchar la noticia, lo primero que pensé es que terminaría quebrando al poco tiempo… Me equivoqué. Según leí, les está yendo muy bien, y ya abrieron una segunda sucursal en Shinjuku.

Cada quien tiene sus gustos y es libre de hacer con su dinero y tiempo lo que mejor le convenga, pero por este tipo de acciones la gente etiqueta como “otaku” por igual a todo aquel que se acerca o disfruta Akihabara.

En lo personal, como ya referí antes: si ya vas a gastar dinero en pasar el rato con una chica, al menos que valga la pena, ¿no? Servicios “sexuales” en Japón sobran (y puedo decir que saldrían más baratos que Soineya)… quizá los clientes de este establecimiento busquen algo más “de fantasía”.

¿Opiniones?

 

¡Viejos los cerros!

Efectivamente. Todos vamos para allá, pero unos antes que otros (afortunadamente hay quienes van más adelante que yo).

Saquemos cuentas: si llegué a Japón en abril de 2003, quiere decir que… 2+2 son 4… ya. Es mi noveno cumpleaños desde que llegué a este país.

Creo que ni en mis sueños más guajiros me imaginaba en ese entonces que hace 10 años después:

  • Estaría todavía aquí.
  • Viviría en Tokio.
  • Traería el pelo largo (es la segunda vez que me lo dejo crecer. A ver cuánto me dura el gusto).
  • Conocería a toda la gente que conozco.
  • Estaría escribiendo un blog sobre mi perspectiva de la vida por este lado del mundo (recordar que esto comenzó en septiembre de 2004).
  • Vería mucha menos animación y leería mucho menos manga que cuando vivía en México.
  • Vería a mi país con ojos completamente diferentes.

Y muchas otras cuestiones que, de alguna forma u otra, han contribuido a que sea la persona que soy en este momento, y que me encaminan hacia donde quiero llegar.

Uno siempre quiere ser joven (¡y lo soy! Chin chin el que se diga lo contrario (se mancharían muy duro)). Nunca hay que olvidar que la edad es un estado de ánimo, aunque 34 ya suenen muchos (*sniff*).

Por lo pronto, hoy hay que hacer una pausa, respirar profundo, sonreir por lo que tengo y por lo que viene y relajarse aunque sea un instante. Problemas hay siempre, situaciones difíciles también. Hoy, al menos por un día, no existen.

Mal jefe, mal empleado

En repetidas ocasiones me he quejado de lo malos que son algunos jefes que me han tocado, pero no en el sentido de “malos” en cuestiones técnicas, sino más bien en su forma de tratar empleados. Entiendo, o mejor dicho, quiero creer que no es “lo normal”, pero parece que es un estándar en todos lados; incluso leía hace unas semanas en… no recuerdo si fue en Techcrunch, en donde comentaban que grandes figuras de los negocios o de la ciencia por lo general tenían mal carácter y trataban a los demás como basura, y justamente mencionan (entre otros) a Steve Jobs.

No obstante, también me pongo a reflexionar del otro lado de la moneda: ¿cómo soy yo como empleado? Para poder hacer una crítica más constructiva, es necesario ver desde diferentes ángulos; eso nos ayuda a encontrar puntos en los quizá debamos trabajar nosotros también.

La conclusión a la que llegué no difiere mucho a lo que originalmente pensaba, pero sí me ayudó a sacar a la luz detalles que he de tomar en cuenta si realmente quiero ser jefe algún día.

Primero que nada: nunca, en mi vida laboral, he tenido a nadie trabajando o haciendo algo bajo mi supervisión; por tanto, carezco de experiencia en ese sentido. Cierto es que en el trabajo que tuve en Fukuoka yo era el que dirigía al jefe y el que le daba el visto bueno a lo que él hacía, pero nada más. No tenía poder de decisión para planear las cosas.

Segundo: sé respetar la autoridad y no me gusta “brincármela”, pero no me cae cuando el respeto no es recíproco. Es un hecho que no me gusta recibir órdenes, pero también sé que debo acatarlas para llevar la fiesta en paz, y sólo las rompo cuando sé que el resultado final va a ser mejor de lo esperado, aunque eso signifique que me tenga que agarrar del chongo por no haber hecho las cosas como me dijeron. Si yo respeto a la persona a la que le tengo que rendir cuentas y trato de entender que su trabajo también es pesado, es lógico que también espero que la otra persona entienda que soy humano, que razono, y que también siento. Jefes como el que tuve en el trabajo pasado existen simplemente para ser olvidados.

Aclaro algo: nunca me ha parecido, ni me parecerá mal que alguien no sepa. Nadie lo sabe todo. El trato a las personas no se mide por estatus social, título o reconocimiento. Puedes ser la personas más rica y poderosa del barrio, ciudad, pueblo o mundo, pero eso no significa que eres más que los demás. A mí me merece el mismo respeto el presidente de la república que el barrendero de la colonia, y quizá el último me caiga mejor por su actitud y su personalidad. Creo firmemente que cualquier persona puede salir adelante si tiene 1) la oportunidad y 2) las ganas de aprovecharla.

Yo de empleado creo exigir lo mismo que me exigen, pero he de reconocer que, por falta de experiencia, mis ojos no veían más allá del proceso existente entre el jefe y yo; las políticas en un lugar (empresa, universidad) existen por algo, y antes de querer romperlas “por mis desos” es necesario ver las consecuencias que eso traerá. Vamos: saber en qué parte de la maquinaria va tu engrane y como afecta si lo cambias por uno con más o menos dientes. Aunque ya tiene tiempo que me di cuenta de esto, la verdad es que todavía me falta mucho por entender si es que realmente quiero ser el jefe que me hubiera gustado tener (que sí los tuve, pero son contados).

Con todo, seguir reglas y aprender a ver más allá del escritorio personal no significa mecanizarse: superarse significa tomar riesgos, aventurarse a hacer algo diferente, proponer y no ser títere de nadie, pero nunca, nunca dejar de escuchar a los demás. Esas son características que veo que les faltan (o les han faltado) a varios de los líderes o jefes que he tenido, y de no haberme dado cuenta es casi seguro que yo también las tendría porque exigiría de la misma forma que lo hacía cuando era empleado (el día que sea jefe, líder, profesor, etc.).

Tratar de entender las dos caras de la moneda es difícil porque cada una tiene sus conflictos, objetivos y metas. No obstante, pienso que es necesario hacerlo no importando de qué lado estemos, seamos jefes o empleados, o profesor y alumno, o maestro y discípulo. Nos ayudará a entender mejor dónde estamos y qué nos hace falta para poder llegar a donde queremos estar. Y si ya están en donde quieren, ayuda a mantenerse en ese sitio.

Lo anterior es un extracto del post que originalmente pensaba escribir justo después del de “Luz“. Lo que sigue después como que perdió rumbo y mejor lo borré. Nótese que andaba muy pensativo 😛

Mini paseo

Hace unas semanas estaba medio harto del ajetreo de la ciudad. Me di cuenta de que diario ando corriendo de un lado para otro: para agarrar el tren, para llegar al trabajo, al salir del trabajo, al moverme al lugar donde me haya quedado de ver con alguien. En resumen: siempre a las carreras. Lo malo es que la misma rutina te atrapa y no te das cuenta de ello hasta que tienes un momento para respirar hondo y ver a tu alrededor. Trato de que esos momentos sean muchos, pero con tanta cosa que hacer a veces simplemente se me pasa.

Era sábado. Como siempre, tenía cosas por leer, pendientes de la casa que arreglar, routers que configurar, etc., etc., pero al final la opción lógica ganó: salir de la rutina e ir a conocer algo nuevo. No obstante, no había un destino decidido. No había que pensar en que la opción era la prefectura de Saitama ya que me queda muy cerca, pero tenía que decidir hacia qué lado explorar. Recordé que uno de los trenes que tomo de regreso a casa va con destino a un lugar llamado Hanno. Motivado por la curiosidad, opté por visitarlo.

 

Aunque como todo lugar Hanno también tiene su historia, voy a omitirla aquí, puesto que mi visita al lugar fue motivada nada más por la curiosidad de ver el lugar a donde llega el tren que generalmente tomo de regreso a casa, y por ver algo que me llamó la atención:

Hanno no es una ciudad súper famosa, pero me llamaba la atención que hubiera una estatua de 鉄腕アトム (Tetsuwan Atom, Astroboy). Cierto: está entre los atractivos para visitar, pero muchos de ellos tienen que ver con la naturaleza debido a que Hanno tiene montañas y ríos, y de hecho se menciona el bosque que sirvió como modelo para la película de Totoro.

La estatua no es muy grande, y está en uno de los costados de un parque, a la vista de todos. La placa que ven arriba, donde se muestra el nombre del personaje, contiene también el nombre de su autor, de su puño y letra.

Según lo escrito arriba, la estatua fue creada en 1983 con motivo del décimo aniversario de la asociación de jóvenes de Hanno. Se menciona también que el mismo Osamu Tezuka asistió a la ceremonia realizada cuando se completó la estatua. También dice que es la única estatua de cobre de Atom en todo el mundo.

Este mensaje es el anhelo de muchos. Traducido queda de la siguiente forma:

“Que las personas y personas, las personas y la naturaleza, y las personas y las máquinas siempre sean muy buenos amigos”

Se nota que fui en un día nublado, jeje.

Cuando llegué al lugar, había una familia jugando escondidas usando la estatua como lugar para contar, por lo que tuve que hacer algunos movimientos para poder tomarle las fotos sin que saliera la cabeza de alguno de los niños presentes.

Por lo demás, Hanno se vislumbra como una ciudad tranquila (después de todo, es el campo japonés). Según leo, en estos días se lleva a cabo el festival de la ciudad.

Fue un buen escape del bullicio que a diario me toca vivir en Tokio.

Tokyo Skytree

Convertida ahora en la estructura más alta de Japón y la torre más alta del mundo, cerca del río Sumida se levanta esta impresionante construcción con una altura de 634 metros. Y aunque se abrió al público en mayo de este año, no fue sino hasta hace un par de semanas que emprendí el viaje para subirla.
¿Por qué esperé para ir? Porque durante los primeros dos meses no era posible subir a menos de que se hubiera hecho reservación con tiempo; de hecho, el día de la apertura solamente pudieron entrar personas que hubieran sido escogidas en un sorteo previamente efectuado. Luego, preferí esperar un tiempo para que pasara la fiebre inicial y así hubiera menos gente.
Más que decirles que esta torre sirve principalmente para transmitir radio y televisión digital (ya que ésa y más información al respecto la pueden encontrar en wikipedia), les cuento la experiencia de estar en el observatorio a 350 metros de altura: la vista sorprendente… y listo. En serio, no hay realmente mucho qué decir salvo el panorama que uno puede observar desde esa posición. Además, hay que tomar en cuenta que subir a ese observatorio cuesta 2000 yenes, y si quieres subir al segundo, que está a 450 metros, tienes que pagar otros 1000 yenes ya que estás adentro. En resumen: no es una salida a pasear barata, por lo que hay que tratar de disfrutar todo lo que se pueda si ya pagaste esa cantidad
¿Qué hay arriba? Gente, mucha gente, como era de esperarse; un café en el que sí vale la pena tomarse algo si se quiere disfrutar el paisaje con calma; una tienda de recuerdos algo pequeña; y no podía faltar el clásico negocio de la foto del recuerdo: una parte del staff tiene acondicionado un pequeño lugar para poder tomarse una foto desde ángulo bueno. No te cobran por tomarte una foto con tu cámara (aunque limitan a una sola cámara por grupo), y te toman otra foto con su cámara. Si te gusta, puede ser tuya, acompañada por un marco conmemorativo, por sólo 1200 yenes. Si llegan a ir, les recomiendo que se tomen la foto en el lugar cerca de donde están los elevadores para bajar, ya que ahí está el suelo de cristal, en donde puedes ver que estás parado a cientos de metros de distancia del suelo.

El Skytree se convierte también en otro punto para ver Tokio desde las alturas, entre los que se encuentran también:

  • La torre de Tokio.
  • La torre Mori (que en realidad es un edificio) en Roppongi Hills.
  • El edificio gubernamental de Tokio (Tocho) en Shinjuku.

¿A cuál irle? Mi recomendación es tener un plan para después: en Shinjuku hay mucho que hacer; en Roppongi hay bares, antros y cines, y el agregado es que hay un museo de arte moderno en el mismo piso del observatorio. ¿La torre de Tokio? Bueno, tiene un acuario y un museo de Ripley en la parte de abajo, pero fuera de eso yo la consideré como una trampa para turistas desde la primera vez que fui. Y en el Skytree hay un centro comercial bastante amplio que abrieron junto con la torre; hay mucho que ver en él:

El punto más importante para mí:

Estas hamburguesas están riquísimas. Antes sólo tenían tienda en Odaiba, pero ahora también en el Skytree.

Como nota final, el Skytree también tiene su mascota oficial: Solakara-chan.

Si me preguntan, yo escribiría ese nombre como “Sorakara-chan”, pero al parecer la escritura oficial de su nombre es con “l”, así que ahí ya nada se puede hacer.

Debo confesar que sí siento un poco de nostalgia al estar cerca de Ueno, Asakusa y esos rumbos. Fue el primer lugar donde viví en Tokio, y desde la ventana de la casa se veía el Skytree. Ahora me queda a hora y media de camino, pero si lo pongo en perspectiva, estoy mucho mejor donde estoy ahora.

¿Sabías que…? – Parte 15

Aunque supongo que esto es común en muchos otros países, lo comento aquí porque en Japón fue donde lo viví por primera vez.

¿Sabías que mientras llenas el tanque en las gasolineras de Japón los empleados te limpian las ventanas, revisan el aire de las llantas, te preguntan si tienes basura que tirar, y en algunos casos chequean el nivel de aceite y la batería del carro, y todo es totalmente gratis?

  • También es común que te den un trapo para que limpies la parte interna del coche.
  • Como en Japón no existe la cultura de dar propina, los empleados consideran ese servicio como parte de su trabajo.
  • Hay gasolineras de autoservicio, en cuyo caso lo anterior no aplica porque los empleados están solamente para auxiliar en el manejo de las máquinas o en caso de que haya algún problema.
  • El servicio en las gasolineras no termina cuando el cliente prende el carro para seguir su camino: un empleado te guía hacia la salida y te indica cuando puedes salir sin peligro de que venga gente o algún carro. Al arrancar, te da las gracias efusivamente mientras se quita la gorra (que por lo general es parte del uniforme) y hace reverencia hasta que el carro ha avanzado.

Al igual que con el agua, la primera vez que fui a una gasolinera por acá y me dieron todo ese servicio, yo pensé que me lo cobrarían. “¿Y cómo me niego?”, pensé cuando el empleado limpiaba el parabrisas sin haberme pedido permiso. Viniendo de un país en donde una clase de servicio como ésa invariablemente lleva el concepto de “propina”, he de confesar que sí me sentí mal por no dar dinero (que obviamente no te piden).

 

Incluso en los establecimientos más pequeños y remotos, el servicio incluye al menos: limpiar el parabrisas y preguntarte si tienes ceniza (por si fumas) o basura que tirar. Eso lo comprobé en múltiples ocasiones cuando viajaba en carro por Kyushu. Me encontraba con gasolineras pequeñas, de ésas de una sola lámpara en medio de la oscuridad, y siempre estaba un señor, generalmente de edad avanzada, listo para atenderte.

 

Mi pregunta es: ¿han experimentado esta clase de servicio? De ser así, ¿en dónde? ¿Fue gratis o dejaron propina?

 

Luz

Antes de tratar el tema de este escrito, es necesario hacer un par de aclaraciones:

  • Seguramente, esto es lo más largo que he escrito en blog (en un solo “post”). Lo de agarrar palomitas, refresco y ponerse cómodos antes de comenzar la lectura aplica mucho más que las otras veces que lo he sugerido.
  • Todo lo que leerán es una experiencia total y completamente personal. Por tanto, la opinión expresada es también absolutamente personal. Como en todo lo comentado aquí, nada de lo expresado es verdad universal. Quizá a algunos les pueda servir como referencia.

Ahora sí, entremos en materia:

Pensaba hacer una serie de escritos respecto a este tema, pero al final decidí escribirlo todo en uno solo, de esos kilométricos.

Sin temor a equivocarme, puedo decir que hace un par de meses volví a la vida. De agosto de 2011 a junio de 2012 prácticamente estuve ausente de todo, y la situación me afectó de una forma que no pensé que fuera posible.

Muchas personas creen que que he cosechado muchos triunfos. Yo, que no suelo estar satisfecho con lo que hago, no lo creo. Cierto: me ha ido bien en algunas cosas, pero sabemos que en la vida no todo es color de rosa. A veces se gana, otras se pierde, y precisamente considero que perdí durante el lapso de tiempo arriba mencionado. Pero a fin de cuentas ganar o perder es lo de menos; lo que queda es la experiencia ganada.

Aquí relato lo vivido en ese tiempo.

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Y leí el libro de Daigo Umehara

Aunque fue hace ya varios meses, no quería dejar de comentar en el blog mis impresiones sobre el libro que escribió Daigo Umehara.

Seguramente quienes no están metidos en el mundo de los videojuegos ni siquiera han oído hablar de Daigo. Como introducción, vean el siguiente video. Daigo es quien da la voltereta y gana el round.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=kuSMEVhPvTY[/youtube]

Sí, yo sé que éste no es el principio de Daigo, y también estoy consciente de que muchos de ustedes lo vieron y no tienen ni idea de lo que está pasando. Resumiendo: lo que Daigo hace en el video es como el sueño dorado, la meta y el significado que tienen los juegos de pelea, al menos para mí. Ejecutó una jugada maestra arriesgándolo todo y terminó ganando un round y una pelea que estaba prácticamente perdida… en torneo… ¿Todavía no entienden qué onda? Bueno, sólo piensen que hizo algo muy, muy difícil.

Daigo está en el libro de récords Guiness como el jugador profesional de videojuegos que más triunfos ha obtenido en torneos oficiales de Street Fighter, y fue el primer jugador profesional de videojuegos en Japón, ya que antes de él no existía el concepto por acá.

Daigo escribió un libro que fue publicado este año. Portando el título de 勝ち続ける意志力(Kachitsuzukeru ishiryoku) que se traduce como “La fuerza de voluntad para continuar ganando” en él se plasman los acontecimientos que llevaron a Daigo a ser quien es ahora, y su filosofía de cómo ganar y mantenerse siempre en la cima, que todos sabemos que es lo realmente difícil.

Las primeras páginas del libro describen el video de arriba; Daigo narra punto por punto lo que pasó por su mente en ese momento, y quizá lo que a mí me llamó más la atención es que durante esos segundos críticos él no escuchó absolutamente nada, ni siquiera a la multitud que poco a poco comenzaba a celebrar su jugada. Según sus palabras, hasta después de terminada la pelea se dio cuenta de que la multitud se había vuelto loca. Ese nivel de concentración en una situación como esa es, al menos para mí, increíble, y al mismo tiempo un acto loable.

Obviamente, no todo fue miel sobre hojuelas en la vida de Daigo, pero siempre estuvieron presentes los videojuegos, y es ahí donde me sentí identificado. Ya antes he escrito aquí lo que significan para mí los videojuegos, y leer algo similar que viene de un personaje como Umehara fue hasta cierto punto sorprendente.

Daigo hace la separación (hasta cierto punto lógica) entre los que ganan y los que son ganadores. Hay gente que piensa que llegar a ser el número uno es la meta final; se concentran en ganar un evento en específico, o en vencer a alguien en específico, y es una meta totalmente respetable, pero esa gente no llega a ser ganadora.  Menciona también que hay que encontrar un balance entre no ser arrogante al momento de ganar ni tampoco auto-despreciarse al perder.

Algo que sí me sorprendió es que Daigo comenta que no le gusta aprovecharse de las debilidades de sus oponentes, y que no recomienda hacerlo si es que uno quiere hacerse realmente bueno.

En el libro también se cuenta sobre el tiempo que Umehara estuvo retirado de los videojuegos, y lo que hizo en ese entonces: aprender a jugar Mahjong y convertirse en 介護士(kaigoshi, enfermero dedicado al cuidado de gente mayor).

Con todo, quizá el punto en el que más estuve de acuerdo de todo el libro es en 2 puntos:

  1. En vez de concentrarse en ganar un evento, lo que se debe mantener siempre es un propósito, y ése debe ser el seguir creciendo, seguir mejorando, seguir puliendo las técnicas. Después de todo, si uno se centra nada más en llegar a la cima, lo más seguro es que alguien llegue y te destrone. A fin de cuentas, siempre habrá alguien queriendo desafiar y derrotar al campeón.
  2. Daigo expresa que estar en el mundo de los juegos de pelea implica estar aprendiendo siempre. Puedes ser el mejor en un juego, pero cuando salga otro, cuando la comunidad y la competencia se mueva, si no aprendes desde el principio, lo que va a pasar es que vas a perder, y te quedarás pensando “pero si era muy bueno en el juego X”.

El punto 2 anterior es algo que siempre he sentido, y de hecho fue lo que me motivó a comenzar a jugar Tekken, siendo que nunca me habían gustado los juegos de pelea en 3D: cuando iba al centro de juegos y esperaba encontrar reta en algun juego conocido. En 2005, publiqué aquí en el blog el resultado de la primera vez que fui a retar a las arcadias en Iizuka, pero poco a poco esa gente se fue moviendo a otros títulos. Veía que muchos se juntaban en Tekken (en aquel entonces el 5), pero yo me resistía precisamente por no haber practicado nunca. Cuando de plano me animé, me pusieron las arrastradas de mi vida y llegaba a pensar en lo “bueno” que era en otros títulos con los que crecí y a los que me acostumbré durante muchos años. Al aplicar lo que siempre hago en el mundo de la computación y la investigación, de repente la frustración se convirtió en reto… en uno que todavía sigue.

Daigo Umehara, como cualquier persona que se hace famosa, tiene defensores y detractores. Mientras los primeros lo elevan al estatus de dios de los juegos de pelea, los segundos se dedican a celebrar cada una de sus derrotas (como la que sufrió en el pasado EVO 2012 – el torneo de juegos de pelea más importante a nivel mundial). ¿Mi opinión? El hecho de estar presente en torneos y ser constante en el top 8 lo hace admirable. Puede que no gane siempre, y que no haya ganado últimamente algún torneo, pero el temple que muestra al momento de estar en escena es impresionante.

Un día de estos seguro me lo encuentro. Según su libro, siempre está en Shinjuku, desde las 5 pm hasta que cierran, excepto a fin y principio de año. Rara, muy rara vez pido una fotografía o un autógrafo a alguien, pero si lo veo, seguro haré una excepción.

Notas rápidas al trabajar con Access

Ignoremos el hecho de que Access es MALO, pero MALO con ganas. No tengo idea de por qué no hicieron las cosas en Oracle, pero también pasaremos eso por alto.

Una pequeña lista de problemas que me he encontrado al trabajar con esta aberración. Nota: estoy trabajando con Access 2010.

  • Las consultas que usan LIKE necesitan * en vez de %. Ejemplo:
    (Mal) Select nombre from agenda where name like ‘%Medina%’
    (Bien) Select nombre from agenda where name like ‘*Medina*’
  • Lo anterior es FALSO si la consulta se envía desde fuera (en mi caso, C#).
    A fuerzas necesita el %
  • No se puede hacer un join de tablas con campos de tipo “Memo” (no me pregunten por qué tengo que hacer joins con ese tipo de información :S).
    El tipo de datos “Memo” no guarda los datos en la tabla, sino en otro lugar y la tabla contiene solamente un apuntador a esos datos. Como SQL no sabe qué onda con apuntadores, te dice que no es posible hacer el join.
  • Al parecer, al crear una consulta directamente en SQL es necesario guardarla primero antes de ejecutarla si se quiere que Access respete la indentación que le dimos. No he comprobado esto al 100%, pero sí golpeé el monitor cuando abrí una mega consulta que hice y Access me mostró todo por ningún lado, mientras que otras sí las dejaba como las había formateado.
  • No se puede poner comentarios con “–” en el SQL que maneja Access. Horrible, si me permiten el comentario.
  • Access no aguanta hacer subqueries muy pesadas. Una consulta estilo:
    Select id from agenda 
    where nombre in (
        -- Una súper consulta incluyendo más subqueries, union, left outer join, etc.
    )

    hace que Access te diga “esa operación no se puede realizar en subqueries.

    La misma consulta en MySQL y PostgreSql corre sin problemas, por lo que el SQL está correcto.

Sé que soy un completo Noob en esto de Access, por lo que se aceptan sugerencias y correcciones.