Futoji no Henko (太字の変更): “Cambio revolucionario”

A principios de 2012 apareció (o al menos fue la primera vez que lo vi) un correo cadena que mencionaba que en Japón se está probando un programa piloto en el sistema educativo y que es totalmente revolucionario. Lo pintan como un sistema cerca al ideal, y mucha gente se pregunta si es en realidad cierto o no todo lo que se menciona en él.

Hoy por la mañana, recibí un correo de un amigo y persona que respeto mucho, en el que me anexaba una presentación de Power Point que fue creada con el mismo contenido que el correo ya mencionado, y me preguntó si era verdad lo que ahí se mencionaba. Aunque a él ya le respondí directamente (y aprovecho para mandarle un gran saludo), me tomé la libertad de usar parte de la respuesta para ponerla aquí, y es como sigue:

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Organización y apariencia

Ya tenía escrita una buena parte de esto y el buen Blogsy se encargó de borrarlo. Bien ahí…

Planear… A todos nos dicen que es importante, y en mayor o menor medida lo hacemos día con día, aunque hay que reconocer que no en todo lo aplicamos… bueno, al menos yo. Además, sabemos que algunas cosas salen mejor si no se planean.

¿Qué tal Japón?

La planeación y organización son actividades que se realizan sobremanera por acá. Es como el sello de la casa. Todos los detalles deben ser previstos para poder actuar rápidamente sin importar lo que acaezca. En muchas situaciones esto es, más que deseable, necesario para que cualquier proyecto (de cualquier escala) tome forma y sea llevado a buen puerto. En contraste, existen ocasiones en que eso sale sobrando y termina por afectar más que auxiliar.

Pensemos por ejemplo en una fiesta. Como buenos latinos, siempre que nos dicen que va a haber “pachanga”, nos anotamos, ya que cualquier pretexto es bueno para reunirse con los amigos y pasarla bien. Nos dicen “va a ser de traje” y nosotros felices. Lo último en lo que pensamos es si el lugar va a estar repleto de gente al grado de que no habrá dónde sentarse o si la comida va a ajustar. Para nosotros “hay mucho suelo” y “vamos a comprar bebidas o algo de comer” es totalmente válido y hasta lógico. Sin embargo, para la mayoría de japoneses esos son detalles que también se tienen que cuidar, si no, mejor que no se haga nada.

Hace varios años participé en una actividad para acercar a los japoneses y a los extranjeros. El japonés que estaba en mi mesa había tenido la oportunidad de ir a Bahamas por 2 años, y contaba la experiencia que tuvo con el festival deportivo de la comunidad donde vivía: el primer año, vio que todo era un “desastre” ya que los eventos no tenían un horario fijo, los participantes se decidían en el momento, y, en general, la administración del tiempo hacía que todo durara mucho más de la cuenta. Por tanto, se ofreció como voluntario para organizar y administrar el festival el siguiente año. Así lo hizo: planeó los tiempos de cada evento e hizo que los participantes se registraran con anticipación, creyendo que con eso el evento por fin tomaría forma…

El resultado obtenido no fue el esperado. Cierto: los eventos se llevaban a cabo en el horario establecido, por lo que la duración del festival se redujo notablemente. Pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que nadie se divertía, y que la alegría que reinaba hacía apenas un año brillaba por su ausencia. La gente fue directamente a reclamarle, argumentando que, debido a lo estricto de los tiempos, no había oportunidad de bailar ni de convivir con los demás, objetivos que eran más importantes que el festival en sí. El japonés comprendió por primera vez que no todo era “forma” y “presentación”.

“Diferencia de culturas”, algunos podrán mencionar. Y aunque es un argumento difícil, sino es que imposible, de refutar, lo cierto es que muchos de los japoneses con los que me llevo bien y a quienes les he cuestionado lo anterior refieren que muchas de las veces a ellos tampoco les importa la forma, pero se sienten obligados a cumplir con ella para evitar el “qué dirán”, lo cual los podría aislar del grupo o comunidad al que pertenecen, y eso en Japón es muy grave, ya que aquí todo se trata de ser miembro de una comunidad.

A final de cuentas, creo que todo se resume en: “Nada con exceso, todo con medida”. Actuar por impulso algunas veces trae buenos resultados; algunas veces organizar también trae buenos resultados. Pero dejarse llevar siempre por uno u otro lado definitivamente no es bueno. Quizá lo más difícil es encontrar ese balance, sin importar de qué cultura provengamos.




La tierra en venta en Japón

Oh Japón, nunca dejas de sorprenderme.

Aunque ya es noticia vieja, en octubre del año pasado alguien puso a la tierra en subasta. No leyeron mal: la tierra. No lo había comentado por acá, así que me doy a la tarea de hacerlo.

En esta imagen se muestra que la subasta comenzó el 25 de octubre con un precio de 69 yenes, y al momento de sacar la captura de pantalla iba en 3200; había también posibilidad de comprarla directamente al módico precio de 110,721,919 yenes (una verdadera ganga para lo que contiene el “producto”). Sin embargo, la persona que ganó la subasta se retractó, por lo que el “dueño” decidió volverla a subastar, pero esta vez sin opción de compra inmediata.

Aquí ya iba en 53,000 yenes, faltando 6 días para terminar. Hay que notar también que se presenta a la tierra en estado “usado”, y menciona claramente que no se admiten devoluciones.

¿Cómo es que esta persona se hizo dueña de la tierra? ¡Ah! Pues menciona que un buen día se le apareció “dios” en sus sueños y le dijo que la tierra era de suya. Sin embargo, el pobre hombre andada muy necesitado de dinero, por lo que lamentablemente tuvo que tomar la difícil decisión de vender el planeta al mejor postor.

El dueño amablemente respondió a algunas de las preguntas que los posibles compradores le hicieron:

 

¿No hay ningún problema en la calidad del producto?

R: “Ha sido usada por unos 300 mil millones de años, pero todavía aguanta otros 500 mil millones. Por desgracia, la geografía y el ambiente están cambiando”.

¿Cuánto cuesta el envío hasta Saitama? ¿Se puede usar C.O.D (pagar al recibir)?

R: “El envío no tiene costo, y sí, se puede usar C.O.D.”

¿Es tamaño grande?

R: “No. Es tamaño chico. Todavía hay muchos otros planetas más grandes”.

¿Es posible enviarla hasta Altair?

R:”Gracias por su pregunta. Consulté con el banco, y me dijeron que la confirmación del depósito tomaría unos 17 años luz, por lo que creo que se me olvidaría enviarla. De todas formas, le pido que lo considere, por favor”.

¿Qué hará con el dinero? Si no le molesta la pregunta, me gustaría que la respondiera por favor.

R:”Gracias por su pregunta. Mi sueño es tener casa propia, por lo que usaría el dinero para comprarla.”

 

Al final de la subasta, la tierra alcanzó el precio de 9,999,999,999 yenes, pero lamentablemente nadie la compró.

Al preguntarle al staff de Yahoo Auctions el porqué de permitir este tipo de encuestas, su respuesta fue que aunque es cierto que están al pendiente para evitar fraudes y por lo general cancelan subastas que parecen sospechosas, este tipo de subastas era, a ojos vistas, falsa, y al mismo tiempo divertida, por lo que decidieron dejarla.

¿Ociosidad? ¿Creatividad? ¿La segunda nació de la primera? Quién sabe, pero de algo pueden estar seguros: se perdieron la oportunidad de ser dueños de la tierra 😛




¿Sabías que…? – Parte 16

Estoy seguro que en algún post en el blog ya he mencionado brevemente algo al respecto de lo que hablaré aquí, pero nunca le he dedicado un escrito completo.

Como siempre, me gustaría saber si ustedes saben de algún lugar (en México o en cualquier otro país) donde exista algo similar.

¿Sabías que en Japón existen “tiendas” (entiéndase “lugar donde se vende algo”) en donde no hay nadie cuidando ni atendiendo, y los compradores escogen la mercancía y depositan el costo en una caja?

Este tipo de lugares son quizá la mejor forma de explicar lo seguro que es Japón en comparación con muchos otros países.

Aunque por lo general estas tiendas, llamadas en japonés 無人販売所 (mujin hanbai sho, literalmente “Lugar de venta sin personas”), ofrecen verduras y frutas, también las hay de otros rubros, como artículos varios, tofu y otras clases de comida.

Se podría pensar que estas tiendas se encuentran solamente en el campo, pero también se pueden encontrar algunas en zonas urbanas, especialmente en lugares residenciales; la gente que trabaja los campos cercanos pone a la venta sus cosechas en este tipo de lugares para conveniencia de quienes viven por ahí, ofreciendo productos frescos sin que la gente tenga que ir hasta el súpermercado o directamente al campo para poder adquirirlos.

El procedimiento para comprar es simple, y justamente como lo referí arriba: escoges tu producto, ves el precio y depositas el dinero en la caja destinada para ese fin. Esta caja por lo general está cerrada y solamente tiene una apertura para depositar el dinero, algo así como una alcancía. Aquí, supongo que varios de ustedes se preguntan “¿y qué pasa cuando no tienes cambio?“. Hay 2 respuestas:

  1. Aunque son pocos y muy raros, hay lugares en donde la caja del dinero está abierta y se invita a las personas a tomar cambio si es necesario.
  2. Lo más común es que la gente solamente compre si tiene la cantidad exacta. Si por ejemplo no pudieron comprar alguna vez, la siguiente que visiten la tienda ya sabrán que necesitan llevar cambio.

Dicho sea de paso, también existen los estacionamientos sin gente ni máquinas ni barras de seguridad. Tú llegas, estacionas tu carro, y cuando vas de salida depositas la cantidad en una caja. Obviamente tú calculas el tiempo que estuviste estacionado y depositas la cantidad correcta. Este tipo de estacionamientos se denominan 自己申告 (jiko shinkoku, literalmente “Auto-reportar”, “reportar por uno mismo”) y son relativamente comunes en áreas rurales en Japón. En Iizuka yo llegué a utilizar un par, y uno de ellos estaba justo en el área central de la ciudad.

La siguiente pregunta obligada es: “¿no hay gente que se pasa de lista y no paga?“, y la respuesta obligada es: claro que sí, pero son pocos y contados los casos:

  • En lo que respecta a las tiendas sin gente, los compradores entienden que para poder seguir teniendo mercancía es necesario pagar para que el ciclo no se rompa. Si alguien se roba algo, es probable que la tienda deje de vender ese producto, o en el peor de los casos, se cambie de zona y de lugar. Puede sonar tonto para algunos, pero es parte de la honestidad con la que esta sociedad crece.
  • En cuanto a los estacionamientos, es “más común” que haya gente que los use y no pague puesto que no queda evidencia de que se hizo uso del lugar; no obstante, eso sólo lo hacen “los chicos malos”.

Para terminar, hace poco un estudiante de secundaria en la prefectura de Kanagawa hizo un cortometraje respecto a este tipo de tiendas con el objetivo de demostrar que en Japón se vive pacíficamente. No esperen nada del filme en sí, pero para alguien de 13 años es una forma perfecta de demostrar lo que se vive en su país. Este corte fue el ganador en un concurso de cortometrajes titulado “世界に伝えたい日本のいい所” (Las cosas buenas de Japón que quiero mostrarle al mundo”.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DhTViEm2xIU[/youtube]




¡Feliz 2013!

El año de la serpiente

Ha comenzado un año nuevo; bajo el calendario chino, este 2013 es el año de la serpiente (en japonés: 巳年,みどし midoshi).

Se fue el año del dragón, uno de los más difíciles que he tenido desde que recuerdo. Comienza una nueva aventura. ¡Y no se acabó el mundo! 😛

2013 representa una fecha especial ya de entrada: hace 10 años, en abril de 2003, llegué por segunda vez a tierras japonesas. Faltan unos meses para el “aniversario”, pero vaya que haber llegado hasta aquí es algo que nunca había pensado.

¿Cómo recibí el año? En casa, con mi familia por acá, viendo TV. En Japón hay un montón de programas especiales estos días. El que vi por completo fue ガキの使い, aquel en donde los que salen no deben reirse, sin importar lo que pase. En Youtube hay un montón de videos como éste:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=a-y62fO3Z8A[/youtube]

Recibí el año de forma tranquila, la mejor manera de iniciar un periodo de tiempo que traerá nuevos retos.

De mi parte, reciban un fuerte abrazo y mis mejores deseos para estos 365 días. Y como siempre, muchísimas gracias por leerme.

Para terminar, les dejo a Miku-chan, en su versión del año de la serpiente:

Tierna como siempre




El 2012 en un kanji

Ha llegado ese momento en el que describo cómo fue mi año usando un kanji.

Este año hice propósitos. En lo personal, creo que los cumplí, aunque no en el nivel que quisiera. Al menos sí subió mi nivel en Tekken, e hice lo posible por escribir al menos 2 posts por mes. Pero entre los logros más importantes de este año hay 2 que destacan:

Por supuesto que otro sueño se cumplió este año 😀

El balance en general fue mucho mejor de lo que yo pensaba; la situación hace un año estaba realmente mal y buscaba desesperadamente una salida. Gracias a los acontecimientos acaecidos, para agosto/septiembre de este año ya tenía decidido qué kanji escogería para reflejar cómo me fue:

 

El kanji tienes las lecturas よみがえ(yomigae) y そ(so). El significado es “resucitar”, “volver a la vida”, “resurgir”. El verbo completo es 蘇る(よみがえる, yomigaeru).

Hasta el año pasado, se habían repetido kanji que expresaban que me había ido mal. Ciertamente este año también tuvo sus altibajos, pero el balance general fue, como ya lo he expresado, mucho mejor de lo que pude haber imaginado. Y en lo que respecta a los sinsabores del año que termina, lo que hay que hacer es tomarlo como experiencia. Como diría un buen amigo panameño: “Todo esto es escuela”.

Por cierto, el kanji de este año en Japón fue (きん,kin). Significa “oro”, “dorado”, “dinero”. Se supone que el kanji refleja el aspecto de la vida de la nación y de lo más importante y relevante ocurrido durante ese año. En 2011 fue 絆, (kizuna, “unión”, “liga”), en relación al sentimiento de todo el país ante el terremoto del 11 de marzo. En 2010 fue 暑, (atsu, sho, “calor”) debido a las altas temperaturas registradas. Entonces, ¿por qué 金?

  • La cantidad de medallas de oro obtenidas por Japón en las olimpiadas de Londres es la más grande en la historia del país. Medalla de oro = メダル
  • El premio nóbel de fisiología o medicina obtenido por Shinya Yamanaka por el descubrimiento de que células maduras pueden ser convertidas a células madre. Un trabajo excepcional que deja resultados sorprendentes se dice 字塔 (kinjitou).
  • El eclipse anular de sol del 20 de mayo. Eclipse anular de sol en japonés es 環日食 (kinkannisshoku).
  • La finalización y apertura del Tokyo Skytree (la torre más alta del mundo), el aumento al impuesto al consumidor (lo que sería el I.V.A en México) y varios acontecimientos mayores que tienen que ver con movimiento de dinero.

La tradición de “el kanji del año” comenzó en 1995. Ésta es la primera vez que un kanji repite, ya que en 2000 también 金 fue elegido. Como agregado cultural, aquí está la lista de kanji que han sido escogidos cada año.

Se acaba el año del dragón (辰年, tatsu-doshi), y está por comenzar el de la serpiente (巳年, mi-doshi). Vendrán cosas mejores, estoy seguro. Por lo pronto: ¡a celebrar la llegada del nuevo año!

 




Esta noche es nochebuena

Miku-chan les desea feliz navidad

24 de diciembre.

Seguramente en México ya están todos listos para celebrar (y algunos quizá ya comenzaron los festejos desde antes) la Navidad de este año; y si se portaron bien, Santa Claus, el niño Dios, los reyes magos, <inserte aquí su personaje típico de navidad> quizá los visiten y les traigan lo que hayan pedido. Después de todo, fueron niños buenos, ¿no es así? 😛

Este año será una navidad diferente para mí. Si de por sí la fecha ya es importante (sin meter mercadotecnia, regalos o similares), la de este año tiene un sabor especial. Cierto es que a todos nos gusta recibir obsequios este día, pero conforme pasan los años, y el dinero ya no te ajusta, valoras mucho más el hecho de estar rodeado de gente que te quiere, te apoya y está ahí para ayudarte cuando lo necesitas.

El año pasado les comentaba el significado de la navidad por estos lares. Justo comentaban en Twitter hace rato que los japoneses en estos momentos andan deseando feliz Navidad a todos pero en año nuevo van a ir a visitar el templo budista/shintoísta. Si le preguntan a los japoneses respecto a eso, la mejor respuesta que van a recibir es que “a los japoneses les gusta festejar lo que sea”, y cualquier situación es buena. Bueno, mientras se la pasen bien (y las parejas mucho mejor esta noche :P) cada quien sus creencias.

Ayer, en una plática que terminó durando poco más de 3 horas, relataba algunos de los sucesos que viví en Navidad cuando estaba chico. Dicen que recordar es vivir, y aunque hay algunos pasajes que no recuerdo con tanta alegría, por lo general todos los años eran especiales, más aún porque siempre las reuniones eran en la casa de mis abuelos maternos (q.e.p.d.) y el árbol que solía adornar la sala en donde mi abuela se sentaba a tejer mientras veía la tele era, en ese entonces, algo majestuoso para mí.

He de confesar que nunca fui afortunado con los regalos. Recuerdo una vez que unos tíos llegaron con un carrote (de juguete) de regalo para uno de mis primos. Tendría yo unos 6 años cuando mucho. Al ver que a él le daban y que yo no recibía nada, solté el llanto. Quién sabe cuánto lloré, que lo siguiente que recuerdo es que alguien le dio dinero a mi mamá para que me llevara a la farmacia cercana (que era el único lugar abierto ese día a esa hora) a comprarme algo para que no me sintiera mal. Ni se diga en los pocos intercambios que hubo. Sí sí: se supone que el sentimiento es lo que cuenta, pero a esa edad cuando das un “sentimiento” que te costó una buena parte de tus mesadas, esperas algo similar a cambio. Sinceramente, le perdí el gusto a los intercambios… tengo mucho que no participo en uno.

Una vez en la secundaria entré, voluntariamente a fuerzas, a un intercambio entre varios grupos. Al niño que me tocó regalarle le compré unos Walkman (obviamente no de marca, pero sí me costaron justo lo de la cantidad estipulada). ¿Qué recibí a cambio? Nada. Se equivocaron en los papeles y pusieron a alguien 2 veces… yo nunca estuve en la lista y los compañeros no eran de lo más generoso que hay en este mundo…

En otra ocasión, ya en uno de mis trabajos formales mientras estaba en la universidad, hubo también intercambio en la oficina (de a wiwi). Si mi memoria no me falla, a la persona que me tocó le compré una mega agenda que casi casi quería para mí, sabiendo de antemano que era algo que esa persona necesitaba y quería comprar. ¿Qué me tocó a mí? Una fantabulosa hebilla. Resulta ser que “le toqué” a un recién ingresado a la oficina, y como buen samaritano, nunca se le ocurrió preguntarle a nadie qué tipo de cosas me gustaban. Una simple pregunta le hubiera generado un montón de respuestas del estilo “videojuegos”. Ya si me hubiera regalado, no sé, el título más malo que había en ese momento, al menos la intención habría contado. Huelga decir que nunca la usé, ni siquiera una vez, y no porque no me gustara, sino porque el tipo de fajo que tenía en ese entonces no era de hebilla intercambiable, y nunca he sido tampoco alguien que le gusta estar comprándose ropa o accesorios cada que tiene oportunidad.

Ya. Me siento más tranquilo habiendo sacado esas “espinitas” 😛

Con todo, sigo con la firme idea de que el sentimiento que se abriga en estas fechas debería estar siempre presente en cada uno de nosotros.

En fin. Mientras las familias japonesas disfrutan su pollo de KFC y su pastel, yo me preparo para ir mañana al trabajo. Unos días más y tendré una semanita de vacaciones, en la cual no saldré a ningún lado, pero tendré un poco de tiempo para ponerme a jugar un par de títulos de PS3 que compré cuando todavía vivía en Fukuoka y todavía ni los toco. ¿El estudio? Sí, ahí está, pero creo que, al menos por una semana, puede esperar.

メリークリスマス!

 




Actualización – diciembre 2012

Como ya he comentado en el escrito anterior, no estaba perdido.
Con eso de que falta muy poco para que “se acabe el mundo”, estaba “haciendo preparativos”. Lo malo es que no especifican si el 21 de aquí o el 21 de la tierra maya. 😛

Dejando las bromas de lado, estas últimas semanas he estado tomando las cosas con mucha calma. Mi situación laboral no es mala, pero ciertamente podría ser mejor; aprendo a controlar eso. Luego, estuve en ese periodo en el que al llegar a la casa lo último que quiero hacer es prender la computadora. Llegaba a leer algo, a intentar descansar, y de vez en cuando a jugar en Tekken en la PSN. Sin embargo, el jueves pasado me asusté porque, después de una sesión de poco más de una hora en el PS3, al ir al futón e intentar leer algo, por primera vez en mi vida veía las letras borrosas y me costaba trabajo enfocarlas. Pensé: “Así que va siendo hora de usar lentes…”. No es que me espante usarlos, simplemente es un objeto que nunca he necesitado, y por ende me salió el “orgullo” de querer quedarme así como estoy. Pero todo volvió a la normalidad después de un buen descanso.

Asimismo, en este tiempo he recibido varias preguntas respecto a viajar o trabajar en Japón. Sé que debo responderlas y me disculpo ante quienes las formularon, pero después de meditarlo un poco creo que es mejor contestar esas preguntas para todos y no nada más para sus autores. De esa manera, la información queda disponible para tratar de ayudar a quienes en un futuro tengan la misma incógnita. En corto: actualizaré la páginas de “preguntas frecuentes”.

Hace 2 semanas tembló por acá; a mí me agarró en el trabajo (5to. piso de un edificio), y como duró un buen rato, yo ya estaba agarrando mi kit de emergencia y metiéndome abajo del escritorio. Algunos pensarán que exagero, pero cuando sientes que todo se mueve y no para, uno hace preparativos para lo que pueda suceder. Lo que nomás no termino de asimilar es que en medio del temblor llega una de las jefes con la persona sentada enfrente mío y le dice “pues disculpa que venga mientras está temblando, pero necesito que a este documento le hagas esto, y esto, y le cambies aquí, por favor”. Yo me quedé con cara de WTF! Lo primero que te dicen que hay que hacer en caso de un terremoto es resguardarte para evitar heridas por los objetos que se puedan venir abajo, pero la realidad es que los japoneses se quedan con la idea de que no va a pasar nada y le dan prioridad a otras cosas. No recuerdo si ya lo comenté en el blog, pero en el trabajo anterior (del que hablé en “Luz” y al que me ha dado por nombrar “el infierno“) me dijeron que cuando ocurrió el temblor en marzo del año pasado, lo que hicieron muchos fue agarrar sus monitores para que no se cayeran del escritorio… Simplemente increíble.

También durante estas semanas de ausencia en el blog tomé un tiempo para reflexionar un poco. Leí una entrevista que le hicieron a Larry Page en donde menciona que “es su personalidad nunca estar satisfecho con nada”, y aunque sé que no es la única persona que piensa así, ver su opinión en ese momento reafirmó que soy de la misma calaña. No es fácil ser así, y siempre hay momentos en donde pones las cosas en perspectiva y te preguntas si vale la pena seguir viendo hacia adelante en vez de sentarte a disfrutar lo que tienes en ese momento. Cierto: hay “trade-off”, y quizá lo más difícil para mí ha sido tener que bajarle a algunas cosas (y en lagunos casos desprenderme de otras) para darle prioridad a lo que creo que lo merece. No me arrepiento de las decisiones tomadas hasta el momento, pero siendo sincero, sí extraño ese tiempo que solía tener para dedicarle a asuntos que me llaman la atención.

Hay algo que sí me molesta mucho: que te quieran imponer una serie de actividades y que te quieran obligar a dejar muchas otras solamente por tu edad; porque “no va contigo”. Especialmente de este lado del charco esa tendencia es muy marcada, y para nada comulgo con ella. Por mucho que nos parezcan raros los gustos y las actividades de una persona, nadie tiene la facultad de juzgar a otro solamente por no entrar en los estándares, algo que en Japón es el pan de cada día debido a su homogeneidad. Sí, tengo 34 años ya, pero eso no quiere decir que tenga que dejar de ver cosas que me gustan ver o de escuchar cosas que me gustan escuchar sólo porque “ya tengo cierta edad” o porque “ya estoy grande”.

En fin. A mis 34 primaveras y con nuevos bríos, sigo mi camino. No voy a decirles que no me preocupa lo que el futuro pueda traer y los giros que mi vida vaya a tener de ahora en adelante, pero ya con un poco más de calma y casi totalmente recuperado de la fatídica experiencia del infierno, poco a poco vuelvo a ser el mismo de antes: miedo no, sentimiento de aventura sí. Y vaya que necesitaba recuperar eso.

¡Ah! Antes de que se me olvide: ya se pueden “suscribir” a los comentarios de un post, por si preguntan algo y respondo directamente puedan darse cuenta.

Ya se termina el año y ya ha comenzado el maratón Guadalupe-Reyes. Hay mucho por qué echarle ganas 😀 Y por si ya no puedo poner nada antes del 21 diciembre:

¡Feliz fin del mundo! 😛




Mensaje a mí mismo, hace 10 años

 

La semana pasada que me dediqué a desescombrar el cuarto del escritorio (y que gracias a eso ya tengo funcionando la computadora de escritorio con Slackware 14), me encontré con el último cuaderno que usé para estudiar japonés. Y como suele suceder en estos casos, dejé de limpiar por un rato y me puse a revisarlo.

El mensaje que está en la imagen de arriba lo escribí en la primera página el lunes 1 de abril de 2002. En ese entonces no había visitado Japón ni sabía que lo haría en septiembre de ese año, ni tampoco había siquiera metido papeles para la beca de Monbukagakusho. Por mi cabeza sólo rondaba la idea de aprobar el examen de japonés (日本語能力試験), nivel 1; para esas fechas lo había presentado una vez y había fallado por tan sólo unos puntos.

A continuación, la transcripción del mensaje, justo como lo escribí hace 10 años (o sea: con todo y errores), y después su traducción. ¿Por qué ponerlo aquí? Porque aun después de 10 años leer esto me recuerda de dónde vengo y me ayuda a entender mejor a dónde quiero ir y qué tengo que hacer para lograrlo. Y claro, compartir este pensamiento con ustedes quizá a alguien le sea de utilidad. Dicho sea de paso: sí, me avergüenzan los errores cometidos en el escrito, y no pude evitar reir al leerlos ahora que mi japonés ha mejorado (comparado con esa época).

Sin más preámbulos:

2002年4月1日(月)

はじめに

ほかの日本語のノート。これは5番目か6番目かが分かりませんが数える訳がないです。

どうして特にこのノートの第一ページに「はじめに」を書いているんでしょうかと多分今頭の中で考えています。答えは簡単:自分を励ますように。

この中に基礎的な日本語がありません。最初から今にかけてなっている日本語は普通に使われていて、深い説明がありません。日本語の勉強の言葉に言い換えれば「1級だけの表現や慣用句や作文などの事」があります。

この文書を書くときに能力試験に合格かどうか知りません。だけど、受かっても受からなくても今は大切じゃありません。思い切り学んで、決してあきらめいなで。悲し過ぎる時、そして、やめたい時に自分自身の勉強のおかげで習ったことを顧みて、君が大切な人だと思っている人を思い出して、人生を続けて。悪い経験を味わっても「もう懲りる」と言ってもいつも笑顔を見せて精一杯頑張って。

確かに人生はややこしいです。しかし、それこそからとても面白くて楽しいです。未来のことを思うのがいいんだけどこだわるのが良くなくて苦しい。というわけで「今」を生きて、人の困る時に側にいて助けてあげて。

その上、「結婚したい」って夢、そして「緑ちゃん」について思って。どこかに君に愛されたがっていて君を愛したい女はいるから。

夢を叶えるために

マヌエル

 

Lunes 1 de abril de 2002

Para comenzar

Otro cuaderno de japonés. No sé si éste es el 5to o el 6to, pero no hay razón para contarlos.

Quizá en este momentó me estaré preguntando el porqué escribí especialmente en la primera página de este cuaderno un mensaje “para comenzar”. La respuesta es fácil: para alentarme a mí mismo.

Aquí dentro no hay japonés básico. El japonés que he aprendido hasta la fecha es usado de forma normal y no hay explicaciones detalladas. Diciendo lo mismo en palabras propias del estudio del japonés: aquí hay solamente expresiones, modismos y composiciones de nivel 1.

Al momento de escribir esto no sé si pasé el examen de japonés. Pero apruebe o no, eso no es lo importante ahora: estudia con todas tus fuerzas y nunca te rindas. En los momentos más tristes o cuando quieras dejar de estudiar, voltea a ver todo lo que has aprendido estudiando por tu cuenta; recuerda a las personas que crees que son importantes para ti y sigue adelante. Aunque tengas experiencias malas  y aunque digas “ya no puedo más”, siempre muestra una sonrisa y esfuérzate al máximo.

La vida ciertamente es complicada. Sin embargo, es gracias a eso que es interesante y divertida. Es bueno pensar en el futuro, pero aferrarse no es bueno y duele. Por tanto, vive el presente, y cuando alguien esté en problemas está a su lado y ayúdale.

Y además de todo, piensa en tu sueño de casarte, y piensa tambien en Midori, porque en algún lugar hay una mujer que quiere ser amada por ti y quiere amarte.

Para cumplir los sueños

Manuel

El resto del cuaderno son hojas y hojas y hojas de vocabulario y expresiones que preguntan en el nivel 1 del examen de japonés. Todavía veo algunas y, aunque sé cómo se usan, rara vez las digo, y cuando lo hago los japoneses se quedan de “¿cómo sabes eso?”, “eso ni yo lo entiendo”. Y no es ensalzarme: cualquiera que haya aprobado el nivel 1 sabe a lo que me refiero al momento de intentar usar algunas de esas expresiones en el vocabulario diario. NO confundirse: SÍ hay algunas que son comunes, pero otras que sólo verán en libros.

No hay rutas cortas ni fórmulas mágicas para aprender ni para ser exitoso en algo. El trabajo, la constancia y la disciplina son las mejores herramientas para lograr lo que nos propongamos. Y lo mejor es que están al alcance de todos y no cuestan ni un centavo. Depende de nosotros hasta dónde queramos llegar. Hoy, a más de 10 años de haber escrito lo anterior, lo vuelvo a corroborar.