Ya tenía escrita una buena parte de esto y el buen Blogsy se encargó de borrarlo. Bien ahí…
Planear… A todos nos dicen que es importante, y en mayor o menor medida lo hacemos día con día, aunque hay que reconocer que no en todo lo aplicamos… bueno, al menos yo. Además, sabemos que algunas cosas salen mejor si no se planean.
¿Qué tal Japón?
La planeación y organización son actividades que se realizan sobremanera por acá. Es como el sello de la casa. Todos los detalles deben ser previstos para poder actuar rápidamente sin importar lo que acaezca. En muchas situaciones esto es, más que deseable, necesario para que cualquier proyecto (de cualquier escala) tome forma y sea llevado a buen puerto. En contraste, existen ocasiones en que eso sale sobrando y termina por afectar más que auxiliar.
Pensemos por ejemplo en una fiesta. Como buenos latinos, siempre que nos dicen que va a haber “pachanga”, nos anotamos, ya que cualquier pretexto es bueno para reunirse con los amigos y pasarla bien. Nos dicen “va a ser de traje” y nosotros felices. Lo último en lo que pensamos es si el lugar va a estar repleto de gente al grado de que no habrá dónde sentarse o si la comida va a ajustar. Para nosotros “hay mucho suelo” y “vamos a comprar bebidas o algo de comer” es totalmente válido y hasta lógico. Sin embargo, para la mayoría de japoneses esos son detalles que también se tienen que cuidar, si no, mejor que no se haga nada.
Hace varios años participé en una actividad para acercar a los japoneses y a los extranjeros. El japonés que estaba en mi mesa había tenido la oportunidad de ir a Bahamas por 2 años, y contaba la experiencia que tuvo con el festival deportivo de la comunidad donde vivía: el primer año, vio que todo era un “desastre” ya que los eventos no tenían un horario fijo, los participantes se decidían en el momento, y, en general, la administración del tiempo hacía que todo durara mucho más de la cuenta. Por tanto, se ofreció como voluntario para organizar y administrar el festival el siguiente año. Así lo hizo: planeó los tiempos de cada evento e hizo que los participantes se registraran con anticipación, creyendo que con eso el evento por fin tomaría forma…
El resultado obtenido no fue el esperado. Cierto: los eventos se llevaban a cabo en el horario establecido, por lo que la duración del festival se redujo notablemente. Pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que nadie se divertía, y que la alegría que reinaba hacía apenas un año brillaba por su ausencia. La gente fue directamente a reclamarle, argumentando que, debido a lo estricto de los tiempos, no había oportunidad de bailar ni de convivir con los demás, objetivos que eran más importantes que el festival en sí. El japonés comprendió por primera vez que no todo era “forma” y “presentación”.
“Diferencia de culturas”, algunos podrán mencionar. Y aunque es un argumento difícil, sino es que imposible, de refutar, lo cierto es que muchos de los japoneses con los que me llevo bien y a quienes les he cuestionado lo anterior refieren que muchas de las veces a ellos tampoco les importa la forma, pero se sienten obligados a cumplir con ella para evitar el “qué dirán”, lo cual los podría aislar del grupo o comunidad al que pertenecen, y eso en Japón es muy grave, ya que aquí todo se trata de ser miembro de una comunidad.
A final de cuentas, creo que todo se resume en: “Nada con exceso, todo con medida”. Actuar por impulso algunas veces trae buenos resultados; algunas veces organizar también trae buenos resultados. Pero dejarse llevar siempre por uno u otro lado definitivamente no es bueno. Quizá lo más difícil es encontrar ese balance, sin importar de qué cultura provengamos.
RT @medinamanuel: Nuevo post en ¡Un mexicano en Japón! 「Organización y apariencia」: http://t.co/0c9eFhCi
Hola, muy buen post. Yo pienso igual en el sentido de que hay que establecer reglas o estándares para organizar algo para que haya un orden. También depende del anfitrión o del organizador, por que tengo una tía que igual organiza meticulosamente las reuniones y a veces no es tan divertido. Y efectivamente se preocupa por que dirán jeje. ¡Saludos!
Por lo que publicas me imagino que los japoneses han de ser muy duros con su sociedad como para que se preocupen demaciado por “el que diran” hasta por una festividad. Si bien sea que a lo mejor mi panorama esta más allegado a que soy mexicano y que como dices… estamos más acostumbrados a echar relajo.
¡Saludos!
Hola, yo soy de República Checa y cuando me fui a México, estaba super-sorprendida de lo cuando se deciden a ir a una fiesta, que nunca saben nada de su futura, nunca planean y así… Pero soy solo de Europa, aquí sí es algo en el centro… Japón y sus maneras son el segundo extremo! Tiene que ser difícil para un Mexicano allí y igualmente para un Japonés en América!
Es parte del proceso de adaptación y del choque cultural al que uno se enfrenta. No obstante, siento que es más fácil que un japonés se adapte al estilo mexicano que un mexicano al estilo japonés. Imposible no es, pero vaya que toma tiempo.
Acabo de leer tu este post y el de “Luz” tenia bastante tiempo de no visitar tu sitio, dejame decirte que me sorprende enormemenete que sin importar las grandes diferencias culturales que pueda haber entre paises, compruebo que las personas tienen los mismos defectos y virtudes en todas las latitudes, actualmente soy consultora en México y me toca tratar con muchos tipos diferentes de personas y justo hace 2 años tuve un cliente igual a tu jefe anterior y me sorprende que la descripción de las circunstancias sea practicamente identica, una persona dura que pasa sobre la autoestima de quien se deje y la raíz de este tipo de comportamineto también es la misma, pocisión de poder con una enorme inseguridad e ignorancia que tratan de tapar con exigencias e intransigencias. Sufrí muchisimo esta etapa de la vida pero no sin dolor debo reconocer que también aprendí mucho, aprendí a darle más importancia a mi autoestima y a evaluar los juicios hacia mi persona dependiendo de la fuente, no siempre es confiable y muchas veces es necesario desestimarla. Me alegro que igual que yo hayas sobrevivido a ese trago amargo y que se te haya presentado una salida satisfactoria. Que sigas alcanzando todas y cada una de tus metas. Saludos desde México.
Hola Manuel soy estudiante de segundo semestre de diez semestres de economía de cu de la unam, me interesa en un futuro estudiar una maestría en Japón. Te hare unas preguntas que espero que me puedas contestar: ¿Conoces algún economista Mexicano que este o haya estado estudiando un posgrado en Japón becado?, ¿De la mayoría de personas que he escuchado que son becados son ingenieros estoy en desventaja por ser economista?, ¿Empecé a estudiar este semestre japonés en el CELE de cu pero no estoy muy convencido también me han recomendado el Instituto Cultural Mexicano Japonés y Academia Mexicana Japonesa TOKIYO TANAKA, A.C. conoces alguno de estos 3 y que opinión tienes de estos?, ¿4.5 o 5 años son suficientes para alcanzar un buen nivel de japonés según tu experiencia?, ¿se puede trabajar una vez graduado de la maestría en el sector financiero , bancario , o como economista?, ¿también me interesan otros países de Asia para trabajar como Hong Kong o Singapur un titulo de posgrado japonés es bien visto en Asia?. Gracias por tu tiempo se que es muy largo y que no es tu rama de estudio así que entiendo si no me puedes contestar.
Seee… Los alemanes también tienen que planear y prever todo, pero son bastante más abiertos en ese sentido que los japoneses. En experiencia propia, los japoneses parecen aliviados y hasta liberados cuando se dan cuenta que en México no tienen que planear o preparar mucho para hacer las cosas.