La triste realidad del sexo en Japón – Un documental

Hace poco más de 3 años escribí un artículo sobre Japón y el sexo. En él comentaba la realidad de la actividad sexual en este país.

En días pasados varios amigos me comentaron la existencia de un documental en español al respecto. Lo vi, e inmediatamente pensé compartirlo con ustedes.

El documental es de la televisión española, y es de al menos el año pasado (2012). Las traducciones de lo que dicen los entrevistados son exactas y fieles, no como casos ya comentados aquí con anterioridad.

Preparen un buen café y pónganse cómodos. Dura 53 minutos.

[vimeo]http://vimeo.com/37515238[/vimeo]

 

Mayo, y la otra cara de los 10 años

No es que le tenga un cariño especial al mes de mayo, pero al menos en lo que va del de este año se ha tornado “relajante”.

Cuando menos acordé, ya había terminado abril, y con eso me di cuenta que no había escrito nada en el blog en un buen rato. Cierto es que el escrito de los 10 años me llevó tiempo, y que no voy ni a la mitad de la siguiente entrega de “los años maravillosos”, pero aunque no me desconecté y seguí viendo y respondiendo comentarios, de repente si me di una escapada de la realidad.

Ahora que estuve hospitalizado, me dijeron que básicamente le tengo que bajar al estrés. Lo que no me explicaron fue cómo hacerlo en una sociedad como ésta y en un trabajo como el que tengo… menos con una personalidad como la mía. Verán: me pasa lo que a muchos investigadores les ocurre durante un tiempo: cuando no estás haciendo algo referente a tu área, léase “otro trabajo”, “diviertiéndote”, “saliendo con tus amigos” o simplemente “relajarte”, sientes que es tiempo perdido (en serio) y que podrías estar aprovechándolo en investigar más, en intentar otro experimento, en aprender algo nuevo. Todo con exceso es malo, muy sabias palabras. Por supuesto que me doy mis tiempos y mis escapadas, y tengo mis prioridades, pero últimamente mi deseo de que un día tenga 48 horas como mínimo se ha tornado mucho más grande (y si se cumpliera, seguro no me alcanzaría el tiempo).

En estas 2 semanas que van del presente mes creo que he aprendido y hecho mucho más que desde que llegué a la capital nipona. Falta también muy poco para liberarme por completo de compromisos adquiridos cuando trabajaba en Fukuoka, y siento que vienen muchas oportunidades.

Como saben, he pasado ya una década en esta parte del mundo, y aunque trato de estar al día con lo que sucede en mi país, hay cosas que simplemente se te olvidan porque ya no interactúas directamente con la sociedad; además, siendo Japón un país con una cultura y una forma de vida tan diferente a la de muchos otros países, vivir aquí por tanto tiempo hace que, forzosamente, te acostumbres a moverte al ritmo requerido. Explico:

Para mí ya es común tener siempre la razón cuando voy a un establecimiento o me proporcionan un servicio, simplemente porque soy “el cliente”. Es también normal que el transporte público sea eficiente (y los japoneses pierdan TODO el respeto y pasividad si se trata de subir a un tren repleto de gente con tal de llegar temprano al trabajo) y (lamentablemente) que no haya excusa de “se me fue el camión” cuando uno llega tarde a sus labores.  Asimismo, el hecho de ver gente que su única vida es el trabajo y que no quieren salir de él ni convivir porque muchas veces no saben cómo hacerlo, se ha convertido en algo cotidiano. De la misma manera, ver cómo los padres ocupados envían a sus hijos a la escuela esperando que sean los profesores quienes los eduquen mientras ellos no están, y que gasten un dineral en enviarlos a escuelas vespertinas/nocturnas para que “estudien más” y puedan ser admitidos a las primarias, secundarias y preparatorias necesarias para tener posibilidad de ingresar a una universidad de renombre con lo que asegurarán su futuro aunque salgan sin saber mucho es una imagen que ya no tiene nada de raro (pero con la que no necesariamente concuerdo). También ver cómo el matrimonio es más como “algo que tienes que hacer” en vez de “algo que quieres hacer” y que valga más ser una mujer divorciada a una soltera (o para algunos “quedada”) entra a la mente sin problemas después de una buena bombardeada de publicidad y una buena lavada de cerebro por parte de los medios de comunicación. ¡Ah! Y cómo olvidar el hecho de que es “normal” y “comprensible” que vayas a los lugares donde te ayuden (con dinero de por medio) a sacar tu estrés sexual si no tienes novia…

En fin. El párrafo anterior es para poner en perspectiva lo que uno ve, vive y capta de este lado del mundo. Pero, ¿qué pasa en otros lugares? ¿Han cambiado tanto las cosas en estos 10 años? ¿La sociedad se mueve diferente a como yo la recuerdo en 2003?

Se oye exagerado, pero permítanme ejemplificar lo que intento comunicar:

Hasta 2003, recuerdo que (al menos en mi rancho) todavía censuraban las palabras altisonantes en radio y televisión. Canciones como “Gimme the Power” de Molotov eran editadas para poder ser transmitidas; incluso personajes como Brozo “medían sus palabras”. No, no es que yo sea de la vela perpetua ni que me espante que ahora se diga de todo, pero me intriga saber en qué momento cambió todo.

Como referí arriba, no es que esté completamente perdido ni fuera de la jugada. Sólo me gustaría leer si ustedes han notado cambios en los últimos 10 años, y de ser así, cuáles y más o menos cuándo lo notaron.

Agradezco como siempre sus comentarios 🙂

 

8-puzzle: Implementación sencilla de A*

Hace poco estuve leyendo unas notas de un curso en línea sobre planeación en IA. En una de ellas me encontré con un algoritmo que tenía rato que no veía ni utilizaba, y me dio curiosidad por implementarlo en Scala; me refiero al algoritmo A*.

En vez de explicar qué hace específicamente el algoritmo, un googlazo o una búsqueda en Wikipedia proveen información más detallada al respecto. El problema a resolver era el famoso 8-puzzle, aquel cuadro con números del 1 al 8 en el que hay que ponerlos en orden:

El algoritmo A* aplicado a este problema lo pueden encontrar fácilmente con una búsqueda en internet, pero como yo quería practicar Scala (lenguaje que uso en mis proyectos) me puse a ver qué tal me quedaba. Solamente tuve un problema en el algoritmo: tuve que usar un mutable hashset (horror, lo sé), porque al usar uno inmutable el tiempo de ejecución se hacía muy largo. Si hay alguien por ahí que quiera optimizar el código, adelante. También implementé la solución de forma imperativa nada más para comparar.

Aquí el código. Recuerden que esto no es la mejor implementación, y que por ende, puede mejorar. Los heurísticos implementados son Manhattan Distance (distancia de un estado x a uno meta) Misplaced tiles (contar el número de cuadros que no están en su lugar. El segundo también lleva a la solución, pero tarda más en encontrarla. La función principal (solve) está optimizada como tail recursive para evitar un posible stack overflow. Además, van a ver muchos val quizá innecesarios que puse para darle legibilidad al depurarlo en el caso de que fuera necesario.

Sugerencias y comentarios son bienvenidos:

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Dragon Ball Z – 神と神 (Battle of Gods)

17 años pasaron desde la última película de Dragon Ball. Existiendo Dragon Ball GT y habiendo concluido de la forma en que lo hizo, una película en la línea de tiempo de Dragon Ball Z sería difícil de agregar… o al menos eso pensé.

Lo que sigue es la introducción de la película. Contiene spoilers menores, pero sólo menciono el principio para que entiendan más o menos de que va el asunto.

La historia se realiza después de la batalla de Majin Buu, pero antes de lo que vimos en el final de Dragon Ball Z, ya que Videl está embarazada de Pan. Todo se centra en el despertar de Beers, el dios de la destrucción, ya que destruye planetas como pasatiempo, y desde el principio te hacen ver que es muy, muy, muy poderoso ya que 老界王神 (Rou Kaioushin) y キビト界王神 (Kibito Kaioushin) hablan con 界王様 (Kaiousama) al respecto con un aire de temor en sus palabras. Goku está de visita en el planeta de Kaiousama entrenando, y Kibito hace la aclaración de que Son Goku no debe enterarse de Beers, (a quien ellos mismos llaman Beers-sama, acentuando así que es alguien a quien le tienen respeto) ya que de hacerlo seguramente tendrá interés en él (para pelear). Obviamente Goku se da cuenta y comienza a preguntar quién es el tal Beers, lo que lleva a Kaiousama a explicarle a Goku sobre su origen.

Beers es el dios de la destrucción. Para mantener el balance en el universo, es necesario que haya creación y destrucción, y Beers es el dios que se encarga de lo segundo. Sin embargo, Beers tiene una personalidad relativamente pasiva: le gusta divertirse mientras busca qué destruir, y escuchar lo que dice es gracioso para un personaje de Dragon Ball. Esta vez, Beers despierta de un sueño “corto” de 39 años, durante el cual tuvo una premonición: la aparición de un gran oponente para pelear, llamado “el dios Súper Saiya-jin”. Mientras desayuna, Beers pregunta a Whis, un personaje que parece ser su sirviente, qué ha pasado con Freezer; de esa manera se entera de que Freezer destruyó con éxito el planeta Vegeta, pero después fue derrotado por un Saiya-jin llamado Son Goku, así como de la existencia de lo que es un Súper Saiya-jin, y de que los sobrevivientes de esa raza actualmente se encuentran en la tierra, con excepción precisamente de Son Goku, quien está en el planeta del Kaiou del norte. Beers decide hacerle una visita a Goku para preguntarle sobre el dios Súper Saiya-jin.

Kaiousama presiente que Beers llegará a su planeta y le ordena a Goku esconderse. Cuando Beers llega (obviamente ya sabiendo que Goku está presente), de nuevo se hace notar lo poderoso y venerable que es ya que Kaiousama le habla en lenguaje formal y se comporta de forma totalmente servicial, algo que nunca se había visto en la historia de Dragon Ball. Beers le pide a Goku que salga y le pregunta sobre el dios Súper Saiya-jin. Es curioso ver a Goku intentando guardar la compostura, escogiendo palabras formales para dirigirse a Beers (mientras es regañado por Kaiousama por ser irrespetuoso). Goku responde que sabe lo que es un Súper Saiya-jin, pero nunca ha escuchado hablar de un “dios Súper Saiya-jin”. Beers se decepciona, y decide ir a la tierra a preguntarle directamente a Vegeta, pero Goku saca su personalidad combativa y le pide a Beers que le muestre un poco de su poder, ya que escuchó que es realmente fuerte y a Goku le gustaría pelear con él aunque fuera un poco. Beers acepta, y el combate comienza.

Goku le muestra Beers las 3 fases Saiya-jin, quedándose en la 3 y agregando: “si quiere, me puedo bajar a la 2”. Beers dice que no hay problema, que se quede de esa forma. La batalla es fácilmente ganada por Beers (no sin antes destruir una buena parte del pequeño planeta de Kaiousama), y Goku queda fuera de combate con 2 simples golpes. Después de eso, Beers se dirige a la tierra.

En Capsule Corp., los demás personajes que ya conocemos (Klilyn, Yamcha, Android 18, Ten Shin Han, KameSennin y compañía, – estoy usando los nombres como aparecen en la información oficial de la película) están de fiesta, celebrando en el mega jardín el cumpleaños número ?? de Bulma. Vegeta se encuentra entrenando cuando recibe un mensaje de Kaiousama advirtiéndole que Beers va hacia allá y pase lo que pase no lo haga enfadar, de lo contrario podría ser el fin de la tierra. Después de eso, Vegeta muestra un miedo que rara vez le hemos visto: hasta lo hace temblar. Vegeta se mueve cerca de donde se lleva a cabo la fiesta y espera la llegada de Beers y Whis, la cual se da casi en el acto. Al verlo, Vegeta recuerda que no es la primera vez que lo ve, ya que cuando él estaba chico fue testigo de cómo su padre le servía de banco para los pies mientras Beers disfrutaba de la comida que le habían preparado en su honor. Beers pregunta sobre el dios Súper Saiya-jin, pero Vegeta también responde que no lo conoce. Es aquí cuando comienza la diversión, literalmente hablando: Bulma se da cuenta de que Vegeta está cerca y al ir a reclamarle por no estar presente en su cumpleaños se encuentra con Beers y Whis, a quienes invita a su fiesta para que coman y se divertan. Beers responde que estará encantado de unirse, sobre todo después de haber notado el olor a comida deliciosa. Vegeta no para de temblar pensando que cualquier cosa que lo haga enojar desembocaría en el fin de la existencia en la tierra.

De aquí en delante vemos a Beers y Whis probar diferentes platillos en la tierra, unirse a juegos y, en general, pasándola bien con todos. Vegeta piensa que de esa forma no podría pasar nada malo. Goku, mientras tanto, se encuentra entrenando, pero ve que su esfuerzo es inútil y que es prácticamente imposible llegar al nivel de Beers.

¿Pasará algo que haga a Beers enojar al grado de destruir la tierra? ¿Realmente no hay quien le pueda dar batalla en caso de que eso pase? ¿Descubrirán qué es el dios Súper Saiya Jin? ¿Quién es el más fuerte del universo?

Dragon Ball Z, 神と神 (Battle of gods, título original en inglés), es una historia original de Akira Toriyama, que incluye a muchos de los actores de voces de la serie original. La película es entretenida, pero muestra a los personajes de una forma en la que nunca pensamos verlos. Las batallas son realmente pocas, y hay personajes que de plano no tuvieron absolutamente nada que hacer en ellas (Klilyn, Ten Shin Han, Yamcha. De hecho este último no tiene ni un sólo diálogo). El escenario es el que ya conocemos: enemigo más poderoso que Goku, Goku pierde, los demás no pueden hacer nada. Sin embargo, lo que cambia es quién participa en la batalla final, cómo se da ésta, y el final, que si me memoria no me falla es la primera vez que sucede en una película de Dragon Ball Z. El personaje de Beers es interesante por su personalidad más que por el poder que se le atribuye (que es real, pero lo que lo hace brillar es la personalidad), y la forma en la que vemos como personajes como Vegeta o hasta el mismo Sheng Long se dirigen hacia él refleja el respeto/miedo que le tienen. Quizá en cuanto a golpes y número de batallas la película no sea tan llamativa, pero la última batalla es diferente a lo que le hemos visto a Toriyama hacer en la serie. Como fan, quedé satisfecho y me gustó en general, pero quizá haya quienes esperen mucha más acción y no les llene del todo. Como sea, si les gusta la serie, no se pueden perder esta obra.

Spoilers

A partir de este punto menciono partes de la película que contienen spoilers. Si no quieren saber más allá de la introducción, dejen de leer en este momento.

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Hospitalizado

Desde principios de febrero he tenido un dolor en la parte derecha del estómago. No es punzante, pero ahí está, a veces ligero, a veces más fuerte. Desaparecía por ratos (a veces días), pero regresaba. Decidí ir al hospital.

El doctor que me revisó me hizo estudios (me metieron a una cámara estilo 2001 Odisea del espacio) y me dijo que probablemente estaba estreñido ya que la parte donde empieza el intestino presentaba inflamación y se veía excremento acumulado en esa parte. Me dio unos laxantes y me dijo que volviera en 2 semanas.

Los laxantes apenas surtían efecto. El doctor mencionó que yo tenía que regular la dosis porque el efecto dependía de cada persona. Empecé con un sobrecito… nada; sobrecito y medio… apenas se notaba algo; dos sobrecitos… bueno, esto al menos funcionaba, ya que sí sentía ganas de ir al baño pero no eran diferentes a las que tenía normalmente.

Pasaron las 2 semanas. Nada cambiaba. Volví a ir con el médico y me dijo que lo mejor era que me revisaran en un hospital más grande, con mejor equipo, ya que probablemente necesitaría estudios más específicos. Fue así como vine a este hospital: El hospital de Tokio (東京病院).

Sólo tuve una consulta. Me hicieron examenes de sangre y revisión del área afectada: parece que algo está como hinchado, pero los resultados no reflejan ningún problema. El doctor entonces me sugirió examenes internos: ver el intestino por dentro para ver si encontraban alguna anomalía. Ésa fue la antesala a mi hospitalización. El plan: 2 días hospitalizado. El primero era para controlar la comida y algo de medicina, mientras que los estudios reales se harían el segundo (porque el intestino debe estar perfectamente limpio para no errar el diagnóstico).

Hospital de Tokio

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Vecinos

Por raro e increíble que parezca, en Japón por lo general no hablas con tus vecinos, y muchas veces ni siquiera sabes quiénes son.

La interacción con ellos es prácticamente nula a menos de que coincidan en las escaleras, elevador, o en camino cada uno a su departamento, casa o dormitorio, en cuyo caso un saludo estilo “buenos días”, “buenas tardes”, “buenas noches” (más de a fuerzas que de ganas) es suficiente. De ahí en fuera se busca evitar contacto para, al mismo tiempo, evitar meterse en problemas. A veces también te toca vivir al lado de una persona que trabaja desde muy de mañana y regresa muy noche y rara vez te la encuentras.

Obviamente no podemos generalizar y existen excepciones, especialmente en algunas zonas de campo japonés. No obstante, durante mi experiencia viviendo en este país, la convivencia con los vecinos sencillamente no ha existido( el estándar que uso para medir esto es lo que recuerdo de mis vecinos en México):

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30 de marzo

No es por sacar lo fan aquí… bueno, sí: es por sacar lo fan.

30 de marzo, derechito al cine:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=-f2V4jmo8L0[/youtube]

Cuando leí los manga en México y conseguí las 13 películas de DBZ, soñaba con algún día poder ver una película de DBZ (no de anime, específicamente de esa serie) en el cine. El sueño se cumplirá en unos días.

Kaopan (顔パン), o cómo se tergiversa la información aun en estos días

Quienes estén dentro del mundo de las cosas japonesas ya se van a saber ésta:

Akiba blog (アキバBlog) publicó el 13 de febrero la noticia del inicio de ventas de un libro de fotografías llamado “かおぱん” (Kaopan), en el que se muestra un ambiente hipotético: ¿qué pasaría si las chicas de preparatoria se pusieran pantaletas en la cara? 

 

El libro muestra a las chicas realizando actividades de un día cotidiano (ir a la escuela, actividades escolares, actividades después de clases, regreso a casa y dormir) con pantaletas en su cara… Cada quien sus fetiches, ¿cierto?

Hasta aquí todo bien. El punto tratado aquí es que en algún momento alguien se perdió en la traducción, y algunos medios reportaron que esto estaba de moda en Japón. Yo escuché la noticia en la radio de México, y cuando lo hice inmediatamente solicité la fuente para corroborar que todo era falso. Estar viviendo en Japón por casi 10 años te da una muy buena visión de lo que es la sociedad y de lo que considera tolerante o no.

Kotaku publicó la noticia correctamente: un libro de fotografías, alusión al súper héroe “変態仮面” (Hentai Kamen) y a la salida de la película en abril (abajo anexo el tráiler). De ahí, la noticia se fue a Buzzfeed, y creo que el título de ese artículo fue donde la noticia se comenzó a distorsionar: “Wearing Women’s Panties On Your Face Is All The Rage In Japan”. No obstante, el artículo no menciona que sea una moda. De ahí brincamos a MSN Now, en donde el artículo menciona que es raro ver una tendencia como ésta. Y nada más vean la joya que publicó The Inquisitr. Los comentarios de esa nota inmediatamente desmienten su contenido, pero cuando algo suena llamativo, ¿quién lee los comentarios?

はちま起稿(Hachima Kikou) primero reportó el artículo de Akiba Blog como una noticia más de las que suele escribir, pero después publicó que en el extranjero se reportó que era una moda entre las colegialas usar pantaletas en la cara, y hace mención al artículo de MSN Now. Hachima Kikou solamente hace una mención: “¡Esto no es una moda!“.

La liga que el locutor me pasó como su fuente es una nota en Publímetro. La nota está en español, dice que “lo nuevo en el país asiático es que las mujeres usen calzones femeninos sobre el rostro”. No mencionan ninguna fuente de donde tomaron o se enteraron de la noticia.

¿Qué pienso de todo esto?

Primero que nada, aplausos al locutor por siempre estar abierto a correcciones y mencionar al aire que, efectivamente, esto era un error. Nada que ver con lo que pasó con TV Azteca hace un par de años, con lo del terremoto y tsunami de este lado del mundo.

Segundo, me sorprende que aun en nuestros días todavía se pierda o distorsione información de esta manera. La imagen que se tiene de países diferentes a la patria de cada persona siempre es diferente de la realidad (por algo muchos japoneses todavía se imaginan a México como un gran desierto, con cactus por todos lados, y a todos sus habitantes usando sarapes o ponchos y sombrero), pero con acceso a tanta información es sorprendente que este tipo de cosas sucedan. Más o menos lo mismo que pasó con el artículo “Futoji no Henko: cambio revolucionario“.

Por último, y aclarando que no es ataque sino crítica, este tipo de cosas pueden parecer “divertidas” o “inofensivas”, hasta que desembocan en algo como las traducciones inventadas por TV Azteca en las entrevistas realizadas a damnificados del terromoto/tsunami del 2011. Los medios deben tomar más seriedad al momento de reportar algo, y nosotros como consumidores de esa información siempre debemos mantener una posición crítica ante lo que nos transmiten.

Me despido. Voy a ver si encuentro a una colegiala usando sus pantaletas en la cara 😛

El tráiler de la película HK (Hentai Kamen):

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=NNU83D1r77c[/youtube]

 

Se queman solos – ¿Mal servicio?

Es una noticia que ya tiene tiempo, pero gracias a Alfonso (@ponchobalandra) me di cuenta de ella:

El servicio postal de Japón tiene en su página un aviso respecto a la correspondencia aérea que se envía a México:

 

(Fuente: http://www.post.japanpost.jp/int/information/2011/0128_en.html)

Para quienes no leen inglés: básicamente la oficina de correos japonesa explica que hay retrasos en el envío de correspondencia a México, en todos los tipos y en todas las formas de envío; agrega también que le están pidiendo al servicio postal mexicano que mejore rápidamente esta situación.

Cuando dejé México hace casi 10 años, el servicio postal era malo; lo único que llegaban a tiempo eran los recibos de teléfono, luz y agua, y a veces ni eso. También una buena amiga (Guolquen) me contó una vez que envió una carta de la parte norte del DF a una dirección en el sur y que tardó un mes en llegar. 10 años después esperaba que hubiera alguna mejoría en el servicio (que quizá la haya), pero viendo que hasta en Japón mencionan lo que uno ya sabía desde hace más de una década, no quedan muchas esperanzas.

¿Se valdrá decir que “ojalá que mejoren pronto”, o de plano pido demasiado?