El 2015 en un kanji

Kanjis de los años anteriores.

Continuando con la tradición de este blog, ha llegado el momento de expresar en un kanji lo que el año significó para mí.

El kanji de esta ocasión prácticamente había sido decidido desde el año pasado, pero tomó mucha más fuerza a mediados de mayo. Obviamente hubo sucesos malos, pero nada puede sobrepasar a lo que este año me obsequió:

2015kanji

Muchos de ustedes conocerán este kanji, pues es de los más básicos que hay que aprenderse. Su lectura es “chichi”, y significa “padre”, “papá”.

Los últimos años de este lado del mundo han sido una gran prueba a muchas de mis habilidades, entre ellas la paciencia. Venía de una racha de sucesos que prefiero olvidar, pero el año pasado se presentó una luz de esperanza, que se cristalizó en mayo con la llegada de mi primer hijo.

Nunca he dejado de tener sueños, y de luchar por seguir mis ideales, pero mi hijo vino a recargarme las pilas y a presentarme una serie de sueños y retos nuevos, a los que con mucho gusto les voy a entrar.

Si he de ser sincero, nunca me imaginé que ser papá sería una experiencia tan agotadora pero tan reconfortante al mismo tiempo. Definitivamente uno de los mejores sucesos que me han ocurrido en la vida.

Este año también tuve la gran dicha de conocer a mucha gente nueva, en especial a muchos lectores de este blog que se dieron la vuelta por acá y que amablemente se ofrecieron en traerme cosas de México, o simplemente expresaron su interés por conocerme en persona. Aunque no lo crean, para mí significó mucho conocerlos personalmente y poder platicar con cada uno de ellos, así como de guiarlos, en la medida de lo posible, durante su estancia en este país.

Quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes, los lectores. Su ayuda para mantener este blog en línea fue bien recibida. No tengo palabras para expresar el agradecimiento que siento por su contribución y por sus palabras de aliento. Amigos, conocidos, y hasta desconocidos: muchas, muchas gracias.

Especial mención de dos de mis mejores amigos allá en México: el panda y Omar. Al primero tengo años de no verlo, pero está presente; al segundo tuve la oportunidad de verlo en agosto, y de ir juntos a FujiQ Highland 😀

También quiero hacer mención de los demás mexicanos en el extranjero, no solamente en Japón, sino en todo el mundo: gente en Canadá, Noruega (neta, ¿qué hacen allá? 😀 ), Alemania, Estados Unidos, Francia, y un buen de lugares. No nada más yo, sino todos los que estamos fuera de la patria, le echamos ganas mientras extrañamos la calidez de nuestra gente… y la comida, no olvidemos la comida.

Antes de terminar, hay que hacer mención del kanji del año en Japón: 「」, que tiene diferentes significados dependiendo del contexto. Sus lecturas principales son やす(yasu) y あん(an). Existen varias razones por la que este kanji fue seleccionado, pero todas son con referencia a la lectura あん:

  • El debate sobre el plan de seguridad nacional de Japón (全保障法案), con el cual las fuerzas de defensas japonesas tienen la opción de participar en actividades armadas en caso de que uno de los aliados lo solicite. Hubo un tremendo debate por esto, y la opinión se dividió de forma extraordinaria. Hay gente que todavía sigue peleando porque esto no se lleve a cabo, argumentando que va en contra de la constitución japonesa, la cual marca que Japón no puede ni iniciar ni participar en ningún tipo de guerra.
  • El terrorismo que ocurrió alrededor del mundo, especialmente lo relacionado con el estado islámico. Esto es porque hizo que la gente se sintiera preocupada (不, fuan). Recordar que 2 japoneses fueron ejecutados.
  • Problemas que hubo con irregularidades de viviendas en Japón, lo que hizo que la seguridad (全) de las personas estuviera en juego.
  • La frase 「心してください。穿いてますよ」(“Anshin shite kudasai. Haitemasu yo!” literalmente: “No se preocupe, sí los traigo puestos (los calzones)”), que se escuchó por todo el país gracias al comediante とにかく明るい安村 (Tonikaku Akarui Yasumura). Se presenta solamente en ropa interior, y su rutina se basa en tomar poses que hacen parecer que está desnudo, pero cuando le preguntan si lo está, responde con la frase de arriba. Aquí dejo un video de él.

https://www.youtube.com/watch?v=5CXtWLk_PAA

El 2016 viene con todo. Vamos a ver si todavía puedo sacar algunas sorpresas, o si de plano ya estoy chocheando y me siento en una mecedora a comer una concha con chocolate abuelita, mientras les digo a los niños que no pisen mi jardín 😛 Como sea, será un deleite ver a mi hijo crecer.

Nos vemos el siguiente año. Todavía hay mucho que contar.

Competencia y superación

Creo que nunca lo he comentado directamente aquí, pero una buena parte del conocimiento que adquirí durante la universidad y el tiempo que trabajé en México y Estados Unidos antes de venir a Japón, fue gracias a que había alguien con quien competir, de forma sana. Nunca se trató de ver quién ganaba o perdía, ni de superar al “rival” sabiendo más qué él, sino tener las mismas “armas” y que todo lo decidiera la habilidad de cada uno al momento de aplicarla.

Me gustaba estar en ese ambiente porque si algo no entendías del todo y las otras personas sí, te explicaban y ponían ejemplos para ponerte al corriente. Eso generaba un deseo de superación, y si ya de por sí me gustaba el estudio, hacerlo con el fin de poder transmitir tus conocimientos le daba un sentido todavía más divertido. No es que no pudiera estudiar ni aprender por mi cuenta (lo había hecho desde hacía muchos años atrás), pero la sensación era diferente.

Omar, si es que algún día lee esto, no me dejará mentir con lo anterior.

Buenos tiempos…

En los últimos días he recordado lo arriba escrito debido a que he experimentado totalmente lo contrario: estar trabajando con gente que no quiere ver más allá, que encuentra imposible tomar iniciativa, y que de alguna manera te quiere jalar hacia esa posición, la cual no voy a negar que se ve cómoda, pero simplemente no me cuadra.

Con todo y la mala experiencia que tuve en el trabajo anterior, traté de sacar algo bueno de ahí, y definitivamente creo que lo logré: entré sabiendo punto menos que nada sobre Scala (lenguaje de programación),  y salí muy motivado a aprenderlo gracias a un colega que era muy bueno en él, pero muy malo en programación funcional en general. Sentía que estaba súper retrasado por no entender código en ese lenguaje y porque, aunque sé que hay muchos mejores que yo, sé que puedo programar de forma decente. El resultado de todo eso se sigue viendo en la actualidad, cuando uso Scala como mi lenguaje de programación principal, y porque aprendí lo que eran los Monads después de la desesperación que sentí de no entender mucho la primera vez que leí al respecto.

Aunque sigo con mi costumbre de leer y aprender algo nuevo cada que se puede, no ayuda mucho tener compañeros de trabajo que, a pesar de que pueden mejorar mucho y hacer su trabajo de forma más eficiente, eligen no hacerlo solamente por mantener la pantalla que prevalece en Japón: el empleado que más tiempo pasa en la oficina es el más dedicado, el más trabajador, aunque su productividad sea muy muy baja. Aquí valoran más que obtengas buenos resultados después de verte sufrirle un rato, quedarte tarde y hacerlo notar a cuanta gente puedas para que hablen de lo “duro” que estás trabajando, en vez de obtener los mismos resultados en un lapso de tiempo mucho menor, lo que permite que termines a tiempo y te puedas ir a tu casa a la hora de la salida y no 3 o 4 horas después.

Algunos dueños de empresas ya han comenzado a ver las ventajas de tener a empleados felices y perfectamente descansados. Incluso uno ha mencionado que “las largas jornadas de trabajo en las últimas décadas han estropeado a Japón”.

Mi principal “competencia” siempre seré yo mismo, eso no cambia, pero sería mucho mejor si la gente que veo diario (porque no puedo decir que convivo con ellos del todo) tuviera deseos de conocer más y no de superarse por pantallazos, verbos y adulaciones.

A la tierra que fueres, haz lo que vieres, reza el dicho… ¿será?

Ya viene Navidad y yo ni enterado

Este mes ha sido una prueba al aguante y paciencia, en diferentes aspectos. El más difícil, pero gratificante, ha sido ver crecer a mi hijo. Apenas cumplió 7 meses, pero al igual que sus primeros dientes, el carácter se le ha comenzado a formar, y vaya que es enojón 🙂

Entre el trabajo, la casa y la familia en México, apenas me di cuenta de que ya Navidad es esta semana. Eso de que no se sienta el espíritu que pulula en México hace que se te olvide que en algún momento estas fechas fueron especiales, y es cuando más extrañas a tu rancho.

De este lado del charco, mucha gente me pregunta si voy a regresar a México para la Navidad o el año nuevo, y tristemente tengo que responder con un “no”.  De que me gustaría ir, ¡claro!, pero hay otras cosas que hay que tener en cuenta por acá y que hacen difícil que emprenda el viaje, aunque sea por pocos días. De hecho, en el caso de que hubiera podido ir, habrían sido realmente pocos días: 5 para ser exacto. Creo que tengo que acostumbrarme a que en Japón viajan así: tienen apenas 3 o 4 días libres y se lanzan a Europa… que realmente lo disfruten es otra historia.

La situación se tornó más “bonita” este año porque a los de esta empresa se les ocurrió que la reunión de fin de año (a la que la asistencia es voluntariamente a fuerzas) fuera realizada justamente el 25. Para los que no sepan, en Japón se trabaja normalmente hasta por ahí del 28 o 29 de diciembre, y dan de descanso entre 6 y 9 días (dependiendo de cómo se acomoden los días en el calendario). 6 días, para estándares japoneses, es mucho, y mi súper jefe en la empresa anterior así lo consideraba; ¿9? ¡Vamos a dar la vuelta al mundo! Extraño tener 2 semanas de vacaciones 🙁 Pero seré sincero en algo: esta semana prácticamente no hay mucho que hacer en el trabajo, por lo que el estrés estará, en teoría, leve.

Con todo, este año la Navidad y el año nuevo serán muy especiales: son las primeras fiestas que pasaré con mi hijo 😀 Creo que eso hace que todo valga la pena. ¡Ah! Y hay que dar gracias de que el emperador cumple años el 23 de diciembre, porque es día festivo nacional.

Por cierto, anunciaron al premio a las palabras o frases “de moda” este año:

  1. 爆買い ”Bakugai”. Literalmente “compras explosivas”, se refiere a cuando se realizan compras al por mayor. Se puso de moda por la cantidad de turistas chinos que vienen a Japón y compran de jalón un montón, pero un montón de cosas, que van desde electrónicos hasta maquillaje.
  2. トリプルスリー. “Triple three”. Mucha gente nunca la había oído, y cuéntenme como otro que ni sabía que existía. El término se usa en béisbol cuando un jugador obtiene en una temporada:

    – Porcentaje de bateo entre 0.3 y 0.4
    – 30 hits
    – 30 bases robadas

    El término fue elegido porque este año fueron 2 jugadores los que lograron la hazaña, que al parecer no se había presentado en Japón desde 2002.

Pero dejemos de lado todo lo arriba escrito y discutamos sobre el tema realmente importante de esta semana: ¡se acabó En Familia con Chabelo! …

Y no vi el último programa 😛

De cosas que pasan que no puedo comprender

Desde que me convertí en padre, me he vuelto muy sensible en lo que a niños y su cuidado se refiere. Soy de los papás que quiere llevar a su hijo al hospital si éste estornuda. Me aterra pensar que le puede pasar algo.

Por lo mismo, simplemente no puedo tolerar ni comprender acciones como la que sucedió en la prefectura de Yamagata hace tan solo unos días.

Una niña de 16 días de nacida murió por asfixia. ¿La razón? Los papás, el hombre de 23 años y la mujer de 17, querían jugar en el smartphone y la niña no dejaba de llorar, por lo que la metieron en un bote de basura y le pusieron otro bote de basura encima. Después de jugar por hora y media, la mamá llamó a la ambulancia para decir que su bebé no respiraba y estaba fría. 2 horas después se confirmó la muerte de la niña, pero el hospital tenía sospechas de la causa, llamaron a la policía, se inició una investigación, y la verdad salió a la luz.

Perdonen el anglicismo, pero WTF?????

Siendo yo alguien que creció con videojuegos y que estos me han ayudado mucho en diferentes etapas en mi vida, no me cabe en la cabeza lo que estos sujetos pensaron para llegar a la conclusión de que meterla en un bote de basura y taparlo con otro bote era una decisión sabia.

Sí, yo también tengo muchas ganas de jugar, de hacer speedruns como antes, pero es mucho más importante mi hijo, y el tiempo que paso con él ahora es invaluable, aunque a veces no deje de llorar y no deje dormir. Pero eso no significa que lo voy a encerrar en algún lado solo para tener tiempo para jugar. Ya llegará el día en que pueda hacerlo como antes, y lo mejor, junto con él (aunque su mamá diga que solo nos permitirá jugar una hora diaria cuando mucho. JOJOJO).

Según las notas, los papás no trabajan, y en la misma casa viven más miembros de la familia, pero como estos sujetos estaban en otro cuarto, no se dieron cuenta de lo que había sucedido.

Es cierto que este lamentable suceso puede pasar en cualquier lado, no solamente en Japón, pero el hecho de que sea aquí, de que tenga que ver con juegos y con la actitud de los jóvenes (y de los papás para tal efecto) como que me afecta más; y el pilón es que, como siempre, por sucesos como este los medios ven a los juegos como “lo malo”, y todos los que los disfrutamos quedamos etiquetados aunque ni la debamos.

Pobre Misao-chan…

Fuentes: