Súper hombre II: de vuelta al mundo mortal

Hoy fui a grabar un programa de radio que se transmitirá en Love FM (Fukuoka) el próximo lunes de 11 pm a 12 am. El programa se trata de hablar sobre tu país de origen y sobre tu vida en Fukuoka, y se titula “Fukuoka Global Partners“.

Quizá sea porque estuve mucho tiempo haciendo radio en Guadalajara, pero esta vez no me puse nervioso y logŕe superar la prueba de decir alguna barbaridad (como los ya memorables 30 minutos de dominadas). En general el director fue muy amable y la locutora se equivocaba, pero sabía corregir sus frases. Hablé sobre Guadalajara, el mariachi y su feria internacional, el tequila, la romería de la virgen de Zapopan y las posadas. Nos faltó tiempo para hablar de otras cosas que llevaba preparadas, pero creo que los de la estación quedaron satisfechos.

De la misma manera, sobre mi vida en Fukuoka comenté sobre las clases de inglés que di en primarias, sobre el trabajo que tengo de ir a presentar la cultura mexicana a diferentes partes de Fukuoka, mi pasión por los videojuegos y el cine, y sobre todo, los problemas a los que se enfrentan a diario los estudiantes extranjeros, tanto por la diferencia de lenguajes y de cultura.

Me pidieron que llevara 4 canciones que me gustaran porque las van a poner en el transcurso del programa. Después de pensarlo por un par de horas, mi selección fue:

  • Melodies of Life (Shiratori Emiko, Final Fantasy IX)
  • Mujeres divinas (Vicente Fernández… Tenía que llevar algo de México y ésta canción es de lo poco que escuchaba de música mexicana)
  • 関白宣言 (Kanpaku Sengen, de Sada Masashi). Una canción que refleja la relación hombre-mujer en el Japón antiguo. Me da risa la letra.
  • Invierno (Vivaldi, 4 estaciones). Una de mis piezas clásicas favoritas.

Después de haberme convertido en el mejor futbolista del mundo (por unos instantes, en mi mundo ficticio), al menos ya “limpié” un poco mi imagen… o al menos eso quiero creer.

Últimamente he tenido mucha actividad extraescolar en el centro internacional de intercambio cultural de Fukuoka: la semana pasada con el panel de discusión que mencioné en el post pasado; hoy con lo del radio; el próximo sábado con una mini clase sobre cultura japonesa (enfocada a extranjeros), y ya me pidieron que dé una entrevista a los de la TV que van a ir a hacer reportaje del evento. Lo único malo de todo esto es que no he tenido tiempo de ir a jugar Tekken como debe ser.

¡Ah! Mi presentación en Hong Kong es justamente el 18 de marzo, es decir, el primer día de la conferencia, lo que me da mucha más libertad de movimiento para poder turistear un poco más. Digo, yo voy a ser el que pague los viáticos, de menos tengo que aprovechar, ¿no?

El proceso para entender Japón

Ayer estuve en un panel de discusión sobre cultura internacional, en donde participaron otros extranjeros, gente japonesa que ha vivido en el extranjero y gente interesada en el tema. Básicamente se trataba de crear grupos y discutir lo que para cada uno significaba “entendimiento internacional”, es decir, comprender a la gente que viene de fuera, hablar de las experiencias personales en el extranjero y dar una conclusión.Se formaron 5 grupos. En general la plática fue interesante, así como las conclusiones presentadas por cada grupo. Entre ellas, hubo una que me gustó mucho porque creo que refleja exactamente por lo que todos pasamos al vivir en un país diferente al nuestro.

Etapa 1: La luna de miel

Todo es bello, novedoso, no hay ningún defecto. Esta etapa se da cuando recién se llega a Japón.

Etapa 2: La batalla

Se comienza a hacer notoria  la diferencia de culturas. Salen a la luz detalles que no se veían antes. Se entra en conflicto por forzar la cutlura propia en una diferente. Comienza a partir del 3er. o 4to. mes de estar viviendo en Japón.

Etapa 3: Los prejuicios

Quizá la más larga y peligrosa. Todo Japón se ve malo. Todo lo malo que nos sucede es por culpa de Japón y porque no nos acepta “como somos”. Cualquier problema, por pequeño que sea, lo hacemos más grande de lo que realmente es. Se siente pesadez y cansancio por estar en este país y se comienza a añorar lo que uno tenía (o tiene) en su país. Es la más larga porque comienza alrededor del año de haber llegado a Japón, y puede tomar al menos otro para salir de ella. Y al mismo tiempo es la más peligrosa porque a estas alturas uno ya tiene un lugar dentro de la comunidad donde ha vivido, y un momento de tristeza o ira desmedida puede poner en contra a todos los que conoces. Quienes no pueden salir de ella terminan por regresarse a su país (independientemente de si tienen que regresar o no; ésa es otra historia).

Etapa 4: Aceptación

Por fin se comienza a comprender lo que es el entendimiento mutuo y el respeto al prójimo. Se da uno cuenta de que, en efecto, hay diferencias, pero que éstas no son por “nuestra culpa”; que no estamos en casa y tenemos que “jugar” con la reglas que el dueño pone. Se es capaz de ver lo bueno y lo malo del país, y con base en ello se puede tomar una decisión más sensata sobre quedarse, irse a otro lugar o regresar al país de origen.

Cierto es que podrían entrar otras categorías en medio de las arriba mencionadas, pero en general creo que esas 4 etapas resumen casi a la perfección el proceso de adaptación no solo para Japón, sino para cualquier país al que vayamos y sea diferente al nuestro.

¿Están de acuerdo?

Problemas actualizando Fedora 10

Hoy por la mañana prendí la computadora para anotar unas direcciones de casas que quiero ir a ver debido a que me tengo que mudar. Hasta ayer por la noche todo funcionaba bien, pero de repente la computadora se quedaba en una pantalla negra y no me dejaba avanzar.

Después de buscarle un poco, me di cuenta de que el problema era que los drivers de mi tarjeta de video (Nvidia) no estaban sincronizados con la versión del kernel. Fedora hizo no sé qué cosas, y terminó rompiendo las dependencias de los paquetes. Así, tenía 2 cosas diferentes, fuera de sincronía, y no podía arrancar.

Reinicié en modo texto y, con la laptop, busqué información en internet. Efectivamente, el problema era el driver de Nvidia, pero la cuestión es que esos drivers salen junto con cada nueva versión del kernel, por lo que algo me estaba faltando. Ejecuté un yum update y vi, después de una hora de buscarle, el problema: el repositorio de livna no respondía, y eso hacía que los demás repositorios no se actualizaran del todo.

Moví el archivo .repo a un directorio temporal, otra vez ejecuté un  yum update, y, como lo esperaba, todo se actualizó normalmente. Reinicié en runlevel 5 y GNOME se carga a la perfección.

Me divertí, como siempre lo hago con estos problemas, sin embargo, con eso de que traigo el tiempo encima para mudarme, esa hora que me tomó resolver esto la voy a tener que reponer en el laboratorio al rato. Ni modo, a ver si con esto aprendo a respaldar bookmarks 😀

Chocolaaaates

¡Oh sí! El día de San Valentín. Otra festividad inventada por la mercadotecnia. ¿A alguien le hace sentido expresar sus sentimientos un día en particular?

En este día, los que están sin pareja tienen que lidiar con comerciales, anuncios, folletos y cuanta publicidad exista sobre lo bonito que es el amor… y lo importante que es expresarlo comprándole algo (cuanto más caro, mejor) a esa persona especial en la vida de cada uno. Sí, claro. Todo es color de rosa… y las vacas vuelan seguramente 😛

Japón no es la excepción de la regla, y aunque ya he comentado antes sobre la tradición japonesa este día (las mujeres le regalan chocolates a los hombres que les gustan, como señal de “¡Oye tú! ¿Así o más claro que me gustas?”), y del compromiso que los hombres adquieren para el white day (el 14 de marzo). Sin embargo, y no conformes con seguir una tradición iniciada por una chocolatería por allá por los 50s, ahora resulta que hay diferentes tipos de chocolates, pero no me refiero a los sabores o precios, sino al “significado” que conllevan. Sabía de la existencia del 義理チョコ (Giri Choco, abajo explico qué es), pero este año sí me sorprendieron.  ¡Ojo chicas, para que sepan qué y cómo regalarnos chocolates! (sí claro, je je).

Veamos:

  • 本命チョコ (Honmei choco, también conocido como “Hon choco”). El chocolate “de a de veras”. Este chocolate debe darse a la persona que realmente te gusta. Por lo general se trata o de chocolates de marca exclusiva (y cara), o de chocolate hecho por uno mismo.
  • 義理チョコ (Giri choco). Para que los hombres que no tienen pareja o que no reciben “Hon choco” no se queden con las manos vacías. “Giri” significa “obligación”, por lo que este chocolate es el que dan las mujeres a los hombres con los que conviven. Por ejemplo, en el lugar de trabajo, a los compañeros, superiores y jefes.
  • 友チョコ (Tomo choco). “Tomo” significa “amigo”. Es el chocolate que le das a tus amigos. Nada de otras intenciones. Amistad ante todo.
  • 逆チョコ (Gyaku choco). ¡Viva la liberación masculina (lo que sea que signifque eso)! “Gyaku” significa “contrario”. Este chocolate lo dan los hombres a las mujeres el 14 de febrero, por si hay alguien que no se pueda esperar a declararle su amor a esa chica de ensueño.
  • Invente usted su propio “choco”…

Los japoneses saben que esta “tradición” solo se sigue en su país, y también están enterados de que fue un simple invento de una chocolatera para vender más. Dicho sea de paso, las empresas buscan cualquier excusa para imponer nuevas “tradiciones” con el único objetivo de aumentar sus ventas. Así, tenemos por ejemplo el 11 de noviembre (el día 11 del mes 11), que ahora salieron con que es el día del “Pocky”, ya que es 11/11, y la fecha se “asemeja” a un Pocky.  Por tanto, se supone que ese día hay que comer Pocky… Para quienes no sepan qué es uno, consultar la siguiente imagen:

Entre estudiantes el giri choco es nada más para los profesores. Por tanto, los chicos más populares son quienes reciben más chocolates el 14 de febrero. Las mamás esperan ansiosas que sus hijos regresen a casa con muchos chocolates, para así poder “presumir” lo popular que es su hijo. Obviamente existe el otro lado de la moneda: los que no reciben nada.

En lo personal, obviamente esta pseudotradición ni me va ni me viene. Sin embargo, es lindo deleitarse la pupila con los comerciales que las chocolateras lanzan, ya que siempre hay chicas lindas. Este año, Masami Nagasawa y Nana Eikura salieron en uno del chocolate “Ghana”, de la compañía Lotte. Es corto, pero me gusta ver cómo ha crecido Masami-chan. ¿Que cuántos chocolates voy a  recibir? JO JO JO. Ninguno… Dejen voy a buscar las galletas de animalitos para comenzar a cortarme las venas de la tristeza que siento 😀

Todo un arte… ¿o un deporte?

Sinceramente creí que algo me estaba sucediendo. Pensé que estaba perdiendo la habilidad para los videojuegos que tanto trabajo me costó obtener. Y no, no hablo de las arrastradas que me ponen en Tekken (sigo en proceso de aprendizaje), ni de los retos maníacos de Megaman 9. Hablo de Mirror’s Edge.

Pensé mucho antes de pedir este juego (fue un regalo). Había leído las críticas y decían que era bueno, pero muy corto. Las calificaciones que le daban en varios lugares eran regulares. Decidí, a final de cuentas, escogerlo, y la verdad no me arrepiento.

El concepto de free running es, a mi gusto, genial. El juego es realmente corto, pero es perfecto para que no te vuelvas loco la primera vez que lo tocas. Todo está bien, pero cuando llega la hora de los speedrun, comienza la verdadera fiesta. Un speedrun es simplemente jugar contrarreloj; tratar de pasar un capítulo del juego en el menor tiempo posible. El prólogo + 9 capítulos. No suena tan difícil… pero todo cambia a la hora de estar intentándolo.

Un error te cuesta la vida, lo cual no duele tanto después de que, cuando lo juegas normalmente, ves morir a Faith tantas y tantas veces antes de poder realizar el movimiento exacto para pasar determinada área. Lo que duele es que esa muerte te quita tiempo, y tienes un límite. Lo mejor es reiniciar la carrera… lo malo es que el juego tarda en cargar y eso te desespera a la 4ta. o 5ta. vez que te equivocas.

Aunque parecería lógico pensar que el speedrun más difícil es el último capítulo, nada podría ser más diferente que la realidad. El del capítulo 2 es… horrible. Increíblemente difícil. Es realmente un arte, o quizá un deporte, poder realizarlo. El tiempo límite es 11 minutos, y aunque el récord mundial en Playstation 3 es de 8 minutos 11 segundos, terminar en menos de 11 minutos es endiabladamente difícil. Pensé yo que era quizá todo el tiempo que no estuve jugando por causa del doctorado, y que había perdido habilidad, pero después de leer los innumberables comentarios al respecto de este speedrun, me doy cuenta de que no es así, y que es en verdad muy difícil.

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Y hablando de resultados

Todavía no me dan la respuesta oficial. Y mientras no la reciba, no puedo cantar victoria todavía.

Se supone que la votación debería haberse llevado a cabo el 28 de enero, pero como no se juntaron todos los profesores, se pospuso. La fecha que se maneja ahora es 10 de febrero. Ya veo el resultado un poco más claro, pero, como mencioné antes, hasta que no sea oficial, no voy a pensar que ya soy doctor (me podría pasar lo de los 30 minutos dominando el balón…).

Por lo mismo, todavía no puedo escribir los planes que tengo si recibo respuesta positiva. Si es negativa, entonces tendré que trabajar en otro artículo de aquí a mayo.

Faltan 5 días (ya es jueves).

Por otra parte, mi profesor, como siempre, se está haciendo pato con el artículo que me aceptaron en Hong Kong. Hay que enviar la versión final a más tardar el 6 de febrero (o sea, mañana), y no he recibido ningún comentario al respecto. Me late que todo va a depender de mí otra vez (de nuevo, como siempre).

Necesito ir a las aguas termales…

Súper hombre…

Es lo que todos los que vean la TV en Fukuoka mañana van a pensar de mí una vez que vean la entrevista que me hicieron.

Ayer tuve una reunión con presidentes del comité de estudiantes extranjeros de otras universidades de Fukuoka. Vinieron también 3 chicos de Sendai, uno de ellos colombiano, y claro que conoce a Omar (¡qué pequeño es el mundo!). Total que después de que se terminó todo (por ahí de las 2:30 pm) decidí aprovechar e ir a Tenjin (el lugar más popular y concurrido de Kyushu) y ver si había buenas retas en Tekken. Lo malo fue que, como era muy temprano, no había nadie. Pensé en ver una película pero había que esperar casi 2 horas para la siguiente función… no sabía qué hacer. De repente, 2 personas me abordan; se presentan como staff de un programa de TV (que sí conozco) y me dicen que están entrevistando a extranjeros sobre Japón y que si les concedía una entrevista. No teniendo prisa accedí.

Todo iba bien: me preguntaron desde cuándo estoy en Japón, qué me gustaba del país, qué me había sorprendido más (claro que todo en japonés). Sin embargo, llegó la fatídica pregunta: “Dinos algo en lo que seas bueno”. No sé por qué, pero de repente se me ocurrió decir: “Futbol”. Ciertamente, y como casi cualquier mexicano, he jugado desde que era un niño, y aunque no soy malo, realmente no soy muy bueno tampoco. Digamos que “me sé defender”. Total que de repente el diálogo siguió así:

Staff: “¿Cuántas dominadas seguidas puedes hacer?”
Yo: “Realmente nunca las he contado”.
Staff: “¿Nunca? Hmm.. bueno, ¿cuánto tiempo más o menos duras dominando el balón?”.
Yo (Chequen nada más la respuesta que di): “Si estoy pensando en algo y no le pongo mucha atención a que estoy dominando el balón, unos 30 minutos (Nota para mí: “¿sí mijo? ¡Cómo te pondrías!). Si en cambio me concentro en que estoy dominando el balón, no hago ni 5 seguidas.

La entrevista luego tomó el rumbo de los juegos; hablé de Tekken, SF, y de cómo en general los juegos me han ayudado en mi vida. Pero, ¿díganme de dónde y por qué diantres dije semejantes palabras? Es cierto que sí puedo dominar el balón más o menos y que si no me concentro en ello duro un rato, a lo más unos 2 minutos y si bien me va. ¿Pero 30 minutos? Yo creo que hasta podría competir en dominadas contra Ronaldinho…

Lo he analizado desde ayer. ¿Por qué dije eso? La mejor respuesta que me puedo dar es que la cámara, el staff, y la gente que estaba de curiosa alrededor, me pusieron nervioso, y quizá quise decir 3 y me salió un 30… Lo peor hubiera sido que alguien trajera un balón de futbol en ese momento, puesto que el entrevistador dijo: “Lástima que nadie trae un balón de futbol… nos encantaría ver cómo dominas el balón”.

La entrevista saldrá al aire mañana por la tarde dentro del programa “Mentai Wide”, y si sacan la parte esa del futbol, quién sabe dónde me voy a meter, porque seguro que si alguien de alguna escuela a las que voy a presentar sobre México ve eso, me van a pedir que les muestre mi súper técnica para hacer dominadas…

Emi simplemente se rio cuando le conté y exclamó: “¡Qué bueno que nadie traía un balón!”.

No me quita el sueño todo esto. Al contrario, me da mucha risa darme cuenta que todavía los nervios me pueden traicionar. Pero que por favor no lo hagan cuando me entrevistan para un programa que ve toda la prefectura…

Ni modo. Tendré que practicar en serio a ver cuántos siglos me toma llevar a cabo lo que, por un error, dije que podía hacer.

Inocencia (como deberían ser las cosas)

Aunque ya tengo un poco más de tiempo para mí, últimamente he estado ocupado en actividades extraescolares que me consumen gran parte del día. No obstante, me he dado tiempo para responder a las personas que me han enviado correo. Recuerden tener un poco de paciencia. Leo todo lo que me llega, solo que a veces no puedo responder tan rápido como quisiera.

Hace como una semana estaba platicando en línea con un tío. Me comentaba que había encontrado un video de 1994 donde salgo yo (es el cumpleaños de un primo), y que quería enviármelo. Según lo que me decía, el video dura alrededor de 50 minutos, y por lo que me comentaba, todo indicaba que quería enviarlo como archivo adjunto en un correo a hotmail.

Le expliqué que posiblemente el archivo era muy grande y que habría que codificarlo, pero que aun así no creía que se pudiera enviar por hotmail. No sé si no me entendió o quiso demostrarme que sí se podía, pero días después recibí un correo en donde “me enviaba” el video… Sobra decir que lo que me mandó fueron archivos .ifo, y en general archivos de, a lo mucho, 170 kb. ¿para un video de 50 minutos? Tomando en cuenta que un capítulo de animación de 30 minutos, codificado con DivX o Xvid mide unos 150 MB en promedio, creo que no necesito decir que no me mandó nada.

Le escribí otro correo explicándole lo que había pasado y lo que habría que hacer para que el video me llegara, a lo que él me respondió con un “gracias por el consejo”, visiblemente molesto por mi explicación. Al leer su respuesta, de nuevo recordé (aunque nunca lo he olvidado) lo complicado que puede ser para muchas personas manejar una computadora, y al mismo tiempo, cuál es el trabajo que nosotros los profesionales en este campo tenemos para poder satisfacer a esos clientes, a la gente que no pasa su vida enfrente de un monitor, y para quienes abrir una carpeta o hacer un doble click puede ser toda una hazaña de la que se sienten orgullosos. La inocencia de estos usuarios es la pauta que marca el reto al que nos enfrentamos al hacer un sistema: muchas veces el usuario no sabe realmente lo que quiere, y como ellos no conocen los límites les es fácil pedir muchos detalles (algunos de ellos complícadísimos o de plano imposibles).

Debo reiterar también que ciertamente la necesidad es la madre de la invención, y que mi hermana, que no sabe NADA de computadoras, haya podido ejecutar como súper usuario un fsck -A para reparar un problema que le salió en el disco duro, prueba que, esa “inocencia” es a veces “flojera”. Bueno, gracias a eso los de soporte técnico tienen trabajo. Al final, creo que todos quedamos contentos.

¿Y el video? Cuando lo reciba, lo subo para que todos vean mis años mozos… eso claro si es que lo recibo 😀