LaTeX y LyX

Aunque no es requisito escribir la tesis en LaTeX, no está de más practicar un poco, sobre todo porque de ahora en adelante lo voy a usar.

Gracias a Arnoldo, conocí una muy buena herramienta para facilitar la escritura de archivos usando LaTeX: LyX. LyX es simplemente muy bueno si no se quiere aprender todo el formato de LaTeX, y se acerca más al modelo WYSIWYG, aunque ellos modifican la última G por M, dándole el significado de “Mean” (las siglas significan “What You See Is What You Get”).

Sin embargo, no todo podía ser color de rosa: LyX de entrada no soporta texto en japonés. Es más: Ni siquiera lo considera. Intenté escribir algo en japonés y ni siquiera se dignó en ponerme basura. A echarse un clavado en Wiki: En efecto, LyX no soporta japonés de entrada. Para poder soportarlo, necesito bajar el CJK-LyX, que es un style modificado para soportar lenguajes multibyte (coreano, chino, japonés, etc.), pero resulta que la página del proyecto, que por cierto está en Corea del sur, está caída.

Ni modo, era demasiado bello para ser verdad. Seguiré intentando estos días, pero si de aquí al fin de semana no logro nada, tendré que verme en la penosa necesidad de aprender LaTeX en un dia, o de plano mejor todo escribirlo en Word (esto último realmente no me hace nada de gracia).

Sonido arreglado

Después de recibir muchos comentarios sobre lo poco que me escuchaba la gente al momento de hablar en el programa de radio, hacer pruebas de grabaciones y ver que por Skype tampoco me escuchaban bien si no hablaba por el dispositivo BlueTooth, ayer me decidí y compré una tarjeta de sonido. La compra fue una Sound Blaster Audigy 4 Digital Audio. No costó cara, por eso me animé.

Hoy por la mañana la instalé en Windows y funcionó sin problemas. Ya probé el volumen de grabación y ahora sí no me manda ningún problema, por lo que parece ser que de ahora en adelante me podrán escuchar mejor en el programa de radio, sin tener que estar moviéndole al volumen cada vez que hablo y cada vez que mando a música.

La tarjeta de video me estaba dando problemas. Me mandaba un error de falta de energía. Aproveché que abrí la computadora para revisarla, y lo único que hice fue quitarla y volverla a poner y el problema se arregló. A veces la solución “Microsof” también funciona 🙂

No he desayunado nada y ya es casi la 1:30 pm. En lo que se bajan algunas cosas de internet, me alisto para salir a comprar algo, ya que el comedor de la universidad está en horario de vacaciones, es decir, cierra a la 1:30, y ni volando alcanzo a llegar a tiempo.

¡Felices fiestas!



Aunque seguramente todos ustedes saben que en Japón la navidad tiene un sentido más romántico que religioso, nunca está de más volverlo a aclarar.

Siendo Japón una sociedad no cristiana, la navidad no tiene el significado que para muchos de nosotros tiene; no hay ese sentimiento de unión, de paz, de esperanza, ni siquiera algo que se asemeje a esperar a que “el niño Dios” o “los reyes magos” nos dejaran los juguetes en las noches. Claro que, la razón más importante de la navidad, el cumpleaños de Jesús, ni siquiera está en las mentes de los japoneses. Aquí se trata de comer pastel y, si tienes pareja, pasártela bien con ella. Punto.

Mañana es nochebuena, y realmente no tengo planes. Solo sé que tengo sueño, que tengo que levantarme para transmitir el programa de radio y que renté lo que me falta de ver de Saishuu Heiki Kanojo. Incluso me gané una botella de vino blanco en el videoclub, en la ruleta navideña. Ni siquiera he pensado qué me regalaré, pero todo parece indicar que será Kingdom Hearts II. Lo único que tengo seguro para mañana es que hará frío y que estaré muy calientito en mi cama viendo lo que renté y los capítulos anteriores de las series que veo normalmente por TV que, por mi presentación, no pude ver en 2 semanas.

Estos días los estoy tomando de descanso, porque viene lo bueno en enero y febrero, y al menos quiero comenzar el año con todas las ganas, y no con una carota por no haber salido o no haberme divertido. Me quiero graduar, es cierto, pero también tengo vida fuera de lo escolar.

Pásensela muy bien en compañía de sus seres queridos, y que Santa Claus, el niño Dios, o quién sea, les traiga lo que le hayan pedido.

Todo comenzó con la película de King Kong

Antier tuve un día para recordar. Arnoldo (Costa Rica), Gilberto (Honduras) y yo teníamos planes de ir a ver King Kong, pero debido primero a que me retrasé hora y media gracias a mi profesor que me llamó justo cuando nos íbamos a ir, y después por la nieve que hacía imposible cruzar las montañas, decidimos cambiar de cine a uno donde pudiéramos pasar aún con nieve… o al menos eso pensábamos.

Fuimos a función de 8:10 pm. King Kong dura poco más de 3 horas, por lo que salimos después de las 11. Al salir, todo estaba blanco: Las calles congeladas, los carros regresándose porque se resbalaban en el camino… el indicio de que no podríamos regresar a casa. Volteé a ver el camino principal y me di cuenta que los carros estaban pasando, por lo que decidí que nos fuéramos muy despacio hacia el camino, ya que seguramente alguien ya habría esparcido sal y por ende podríamos pasar. Error: Solo avanzamos un par de minutos cuando comenzamos a encontrar carros detenidos y un embotellamiento del demonio. Gracias a una amiga (y a que se pueden enviar y recibir correos a internet desde el celular), nos enteramos que el camino estaba abierto, pero se necesitaban cadenas en las llantas para poder pasar, cadenas que por supuesto yo no tenía.

Estuvimos detenidos ahí por poco más de una hora. Entonces, Arnoldo fue a ver el camino más adelate y encontró una salida, pero era cuesta abajo y por supuesto que estaba congelada. Solo al final había agarre porque el camino daba debajo de dónde estábamos, por lo que estaba relativamente seco. Nos aventuramos a ir, muy despacio, y esperando que el carro no se nos fuera. Sin mayor problema, encontramos un lugar para estacionarnos, y de ahí seguimos caminando, esperanzados en encontrar un karaoke o algún restaurante familiar de esos que están abiertos las 24 horas. La idea original era regresar en taxi a Iizuka, y yo el día siguiente regresar por el carro ya con cadenas, pero después de todo decidimos ver si encontrábamos un lugar para no morirnos congelados.
Un poco más adelante de donde dejamos el carro, encontramos un 7/11. Ahí nos calentamos un poco y preguntamos sobre algún restaurante. Nos dieron la dirección de uno, y antes de ir decidimos que era mejor estacionar el carro en ese lugar, por lo que regresamos por él y lo llevamos hasta allá. Eran cerca de las 2 am.

Salimos en busca del restaurante, y casi enfrente del 7/11, por otro camino, encontramos otra Convenience Store (Poplar), y a mí se me ocurrió que era posible que ahi vendieran cadenas para las llantas. Arnoldo preguntó y nos dieron la dirección de un super que está abierto las 24 horas, pero nos dijeron que estaba a 1 kilómetro de distancia. Decidimos ir, total, no teníamos nada mejor que hacer.

Con una temperatura abajo de 0 grados, nevando y el viento soplando más fuerte que de costumbre, como si le hubiéramos hecho algo y ésa fuera su forma de desquitarse, fuimos ne búsqueda del súper. Ese “kilómetro” resultó ser en realidad 3 kilómetros aproximadamente, pero a fin de cuentas llegamos. De nuevo nos calentamos mientras yo buscaba las cadenas. Pregunté a un policía y ¡oh! ¡Ahí estaban! Nuestro regreso a casa se veía cerca… o eso pensé. Resulta que las cadenas son diferentes para cada tipo de llanta, por lo que hay que saber la medida de éstas para poder comprar las correctas, y… ¿a que no creerían que nunca había sabido la medida de mis llantas?

De nuevo, una amiga nos salvó de hacer una compra inútil, ya que investigó en internet y nos avisó por celular el tamaño de las llantas de mi carro, por lo que la ida fue inútil. Divertida, pero inútil. Gilberto compró una bufanda y yo un gorro, y de nuevo, de regreso al 7/11.

El plan era regresar a ver el carro y de ahí irnos al restaurante a desayunar y perder tiempo. Cuando llegamos al 7/11 eran las 4:20 am, por lo que ya sonaba más lógico ir y perder unas 3 horas dentro del restaurante. Fuimos, lo localizamos gracias a la función de GPS que tiene mi celular, y ahí desayunamos y estuvimos desde las 5 hasta cerca de las 7:30. Ya todo amanecido, de regreso al 7/11.

Por la mañana los caminos estaban mucho peor que por la noche, por lo que era mandatorio tener cadenas si queríamos regresar por la mañana a Iizuka. Llegamos al 7/11 y preguntamos dónde más podríamos comprar llantas. La persona que nos atendió, como todo buen japonés, estuvo investigándonos todo por teléfono, hasta que le dijeron que sí había: Nafco. Nafco es una tienda donde venden material de construcción y cosas para DIY (Do it Yourself), y siendo que abren a las 8 am, era nuestra mejor opción, salvo que Nafco estaba más allá del restaurante del cual apenas acabábamos de regresar. Sin más que hacer, nos encaminamos de nuevo. Pasamos el restaurante y a lo lejos se veía la tienda, pero en la siguiente esquina había otra tienda que parecía que podría tener: Goo. Goo es básicamente una tienda como Nafco, solo que abren a las 10. Estando cerrado, de cualquier forma fuimos a ver debido a que Arnoldo insistió en que sería bueno preguntar, y el trabajador que estaba ahí amablemente nos abrió y nos vendió las cadenas. Para esto, claro que ya había anotado el tamaño de las llantas. Precio de las cadenas: 8500 yen. Caras, sí, pero necesarias, y además se pueden poner sin tener que levantar el carro.

De regreso al 7/11, entre Gilberto y yo pusimos las cadenas sin mayores problemas y de regreso a Iizuka. Llegué a mi casa a las 10:30 am después de dejar a los demás en sus respectivos hogares, y no supe más de mí hasta las 5 pm.

Ciertamente Kong solo necesitaba un poco de comprensión, y nosotros solo necesitábamos un par de cadenas para poder regresar. Arnoldo se cansó de tirarme carrilla por no tenerlas. Gilberto solo se reía a más no poder, pero, con todo y que pasamos la noche sin dormir, caminando entre nevadas y vientos fuertes y a menos de 0 grados, fue una de las experiencias más divertidas que he tenido por acá.

Ahora ya puedo manejar con nieve. Algo más que anotar en mi lista.

Y se hizo justicia al fin.

Por fin es oficial lo que veníamos anticipando desde hace varios meses: A uno de mis mejores amigos, Omar, por fin le dieron la beca a Japón. Ya se había hecho el anuncio previo, pero hoy recibió el correo donde ahora sí es oficial.

Se hizo justicia, porque lo intentó, lo intentó y lo intentó, y a pesar de no lograrlo, de las burlas de sus ex-jefes, y de los comentarios tan sin sentido y llenos más de envidia que de otra cosa de gente que estudió en los mismos salones de clase que nosotros 2 (¡hola ICO2000! *Aclaro*: No todos, gracias a Dios), siguió y siguió hasta que por fin cumplió otro de sus sueños.

¡Claro que se puede! No es fácil lograr un sueño. Se tiene que sufrir y hay que hacer muchos sacrificios, pero el resultado final lo vale.

¡Felicidades Omar! Nos vemos en marzo en Guadalajara y en mayo en Sendai. ¡Échale ganas con el japonés!

A 2 pasos

Hoy por la mañana tuve mi presentación de medio curso. Duré poco más de 40 minutos exponiendo, y fueron cerca de 50 los que el profesor se tardó en decirme lo que me faltó decir, corregir algunas cosas sobre la historia de la traducción máquina, etc.

Para fortuna, todo terminó bien.

Ahora es necesario que decida el título de mi tesis antes del 6 de enero, pero esto sinceramente es lo de menos. Ahora solo es concentrarme en la tesis y en mejorar el sistema lo más que se pueda en el poco tiempo que me queda.

Como ya mencioné en un mensaje previo, la fecha de entrega de tesis es el 2 de febrero, y después de eso el 17 tengo la última presentación, siendo ésta la defensa de mi tesis. Una vez terminados estos 2 pasos, y si todo sale bien, entonces tendré un grado de maestría en ciencias de información inteligente, también conocida como maestría en inteligencia artificial.

Falta poco, pero a la vez, todavía falta mucho. Por lo pronto parece que tendré un fin de año relativamente tranquilo, y me tomaré un par de días libres para descansar al 100% antes de entrar de lleno a la escritura de mi tesis.

El trabajo en las primarias comienza el 18 de enero, por lo que tengo bastante tiempo para avanzar antes de que todo se me venga encima.

Serán 2 meses muy pesados, pero todo sea con tal de graduarme y de poder ir a México en marzo.

Buenas noches.

Programa del 16 de diciembre

¡Hola a todos!

Bueno, es sábado, son las 3:14 am y apenas me voy a acostar. Acabo de llegar a casa y estoy realmente muy cansado.
Mañana sí tengo programado el programa de radio. El problema es que no sé sinceramente a qué hora me levante. Por lo que es muy probable que comience tarde.

Dios mediante nos escuchamos al rato. Por lo pronto a descansar

Blanco será…


Así amaneció Iizuka hoy. Se prevé que las nevadas seguirán hasta pasado mañana. A ver si alcanzo a hacer un mono de nieve antes de que se derrita.

Listo el RSS Feed

Ahora ya pueden añadir el RSS feed de esta página a sus favoritos. Con él podrán revisar los títulos de los temas más recientes sin necesidad de venir a la página a revisar. Esto ahorra mucho tiempo, especialmente a la gente que sigue día con día este blog (¡muchas gracias!).

Para acceder a él, los usuarios de Firefox verán el símbolo de RSS en la esquina inferior derecha de su navegador (deben tener la barra de status visible). Ahí le dan click y les preguntará si quieren agregar “Un mexicano en Japón”. Le dan click y les aparece la ventanita para guardar Bookmarks. Escogen el lugar en donde quieran guardarlo, y listo.

De cualquier forma, la liga directa al feed también la pueden encontrar haciendo click aquí

Endiosado con las diosas

Después de ver los trabajos originales de Kosuke Fujishima para el mundo de Aa Megami Sama, la palabra “endiosado” queda corta: Son simplemente preciosos. El trabajo con la tinta, los colores… en fin.

Para muchos, este evento puede ser de lo más aburrido y sin chiste del mundo, pero para su servidor, que tiene más de una década siguiendo a Belldandy, ver los dibujos originales de los que han aparecido en manga, en la Afternoon, en calendarios, etc., además de ver todos los originales del número de noviembre 2004 de la Afternoon y ver la Afternoon donde por primera vez fue publicada esta historia, es una sensación de placer interno indescriptible, sobre todo por lo que para mí representa Aa Megami Sama y su mundo.

Como podrán imaginarse, las fotografías y el video estaban prohibidos, así que no les puedo mostrar nada de la belleza que vi. Lo que sí puedo comentar es el precio a los que se vendían las copias del original: Entre 262,000 y 298,000 yen. Si comprabas el paquete de 4, te hacían un descuento y solo tenías que pagar 1’100,000 yen, y sí hay gente que los paga. Además, había sistema de pago en abonos, a 24, 48 y 60 mensualidades. Y por si fuera poco, vi la figura de Belldandy tocando la flauta en tamaño natural, sí, aquella que forma parte del juego de 3 que cuestan 1’000,000 yen y que solo se crearon 100 juegos.

Aunque me la pasé enfermo todo el fin de semana y totalmente en cama el domingo pasado, siento un paz interna que no sentía desde hace mucho. Algunos pueden pensar que soy un mega traumado de Aa Megami Sama, pero más que traumado, representa mucho para mí, incluso el hecho de estar en Japón en este momento.

¡A trabajar con la presentación!