Confesiones “otaku”

Prepárense, porque este post está lleno de declaraciones que quizá pocos sabían (y muchos no querían saber) sobre mi lado de aficionado a “monas chinas” y videojuegos.

Me subí al tren del 豆 en Twitter (aunque muy tarde, lo reconozco) en el que por cada “like” que le den al tweet que dice que me subo, hay que escribir una “confesión” que tenga que ver con ser “otaku”. Sí: odio ese término porque sé la connotación real, y NADA tiene que ver la que le quieren poner fuera de Japón. No obstante,  debo reconocer que es más fácil de identificar, por eso así la dejé.

No llegué a todos los “like” que recibí (más de 70), pero creo que sí dije lo más importante.

Sin más preámbulos, pásenle a leer:

Y aquí está cumplido lo último que dije 🙂

 

8 Replies to “Confesiones “otaku””

  1. En el 49.3 mencionaste que te robaron. ¿Cómo acabó el asunto? ¿Has sufrido más robos en Japón?
    Como siempre es un gusto leerte.

    1. Gracias por tu comentario 🙂

      En efecto. Una vez que regresé a México de repente me mandaron un correo mis amigos en Fukuoka y me dijeron que habían encontrado mi carro abierto. Cuando regresé a Japón lo revisé y encontré forzada (y rota) la chapa de la puerta del copiloto. Me robaron nada más mi colección de CDs que tenía ahí.

      Fui a poner la denuncia a la policía y fueron a revisar. Tomaron huellas, mis datos y me preguntaron más o menos cuánto valía lo que me habían robado. Después de darles toda la información me dijeron que me llamarían si sabían algo. Nunca me llamaron.

      No. Es la única vez que me ha pasado eso en Japón. Ni siquiera en Tokio cuando dejo la mochila en una mesa para apartar lugar y voy a comprar de comer.

      Saludos.

  2. Cuanto material y cuanto anime, cuántas cosas. Cuando fui por primera y única vez a japón, mi amigo japonés que me recibió tenía cargados un montón de versiones del ending de Evangelion, mismos que escuchábamos mientras visitábamos los alrededores de Nagano.
    De las series que mencionas, aparte de Evangelion, comparto el gusto por Aa Megami Sama. Junto con Serial Experiments Lain, o Perfect Blue, fue de lo que más añoro que vi de anime en los 90’s. Claro que antes ya había visto otras cosas siendo niño, como Mazinger o Candy Candy.
    Llegué a ver Sailor Moon, Dragon Ball, Naruto, Los Supercampeones y las Guerreras Mágicas , pero otras como Ranma o Los caballeros del zodiaco no y nunca me llamaron la atención. Lo último que me tocó ver y a fue a Haruhi Suzumiya, cuyo interés vino
    De manga, es tan poco lo que llegué a leer que mejor lo dejamos ahi. De Doramas he visto varios pero a veces hace falta tiempo para el día a día .
    Finalmente, mi gusto por estas cosas nunca dio para que se me pegara nada de japonés.

    1. Gracias por tu comentario.

      Sí, vi todas las que mencionas. Buenos tiempos. Últimamente claro que hay muchas obras buenas, pero la falta de tiempo hace difícil seguirlas a todas. La única que estoy viendo ahora es Megalobox.

      Sobre tu último párrafo: mucha gente cree que porque te gustan las “monas chinas” es razón suficiente para que te guste el japonés, pero no necesariamente es así. Aunque el gusto por la animación y cómics japoneses es una razón válida para estudiar el idioma, para muchas personas no es así y también es perfectamente válido.

      ¡Saludos!

  3. Al leer tus mensajes de confesiones, me afirmas que no era un “otaku” como me decían que era; yo siempre dije que sólo me gustaba leer manga o ver animes, pues no iba a convenciones (aunque me gustaba ver cosplay), ni tampoco me interesaba grupos de música o doramas. Sólo escuchaba y veía algo que me fuera interesante.

    Creo que mi interés por Japón, eran sus chicas; desde que tuve acceso al Internet (por allá del 95, mediante la escuela particular), conocí a Hoshino Aki. De ahí mi interés por aprender de Japón y el japonés, pues algún día iría a conocerla en persona. Cuando llegara el día, quería demostrar que sabía mucho de Japón.
    Lo más cercano fue hace unos 4 o 5 años (creo que ya te lo había mencionado en tus entradas de aquél entonces), fue una chica Japonesa que vivía en el fraccionamiento donde trabajaba. Tanto ella como yo ya eramos adultos y era difícil poder toparnos para platicar; sólo nos saludábamos.

    ¿Qué tanto apego tengo al anime o manga? no mucho, el trabajo, la escuela y mi hijo apenas me deja tiempo de poder leer mis feeds como el de tu blog. Otros feeds mejor los borro porque no podré leerlos algún día.

    ¿Se te puede contestar a los twits? me gustaría hacerte comentarios en ellos.

    Saludos desde Querétaro.

    1. Holas.

      Interesante tu comentario. ¡Muchas gracias por compartirlo!

      A decir verdad yo nunca me sentí como un “otaku” en toda la expresión de la palabra, y ciertamente estaba muy lejos de ser lo que son los verdaderos otaku de acá. Simplemente encontré algo que me gustaba y a lo que le dedicaba tiempo y dinero, pero no era mi único pasatiempo: juegos de rol, fútbol, lectura. ¡Ah! Añoro esos tiempos en los que tenía tanto tiempo para hacer muchas cosas y ahora pues ni cómo :/

      ¡Claro que puedes responder a los tweets!

      Saludos.

  4. La verdad es que a mi ya me toco el internet con servios de streaming ilegales y poco tiempo después los legales. Por un lado creo que es genial tener una disponibilidad tan grande de anime y que ya no te vean (tanto) como un bicho raro, pero parece que en su tiempo aunque hubiera mas dificultades había cierta magia que a mi ya no me toco

    1. Parte de esa “magia” era que la animación japonesa en general era un mundo nuevo que estaba siendo descubierto en México. Era más difícil conseguir cosas, pero por lo mismo, apreciabas más lo que obtenías y lo que veías. Añorábamos un servicio como Crunchyroll o Netflix donde fuera fácil (y legal) ver series de animación a la par con Japón; conseguir los VHS con algún capítulo recién transmitido en Japón (apenas una o dos semanas atrás) era un triunfo, y ya ni se diga de conseguías una película de tu serie favorita.

      Por lo que mencionas, a ti te tocó ya la época en la que ver animación japonesa ya era relativamente común y no te señalaban por ver caricaturas aunque ya no fueras niño. Editorial Vid le entró fuerte a la publicación de manga en México, pero saturaron el mercado, y para entonces, según me cuentan, ya no era tanta la novedad, lo que quiere decir que los fans ya eran más selectivos y compraban solamente lo que les interesaba y no cualquier cosa en la que pudieran poner sus manos, puesto que ya era mucho más fácil conseguir material de las series que les gustaban. De ahí que no entiendo esos comentarios que dicen que todavía hoy es difícil conseguir algo de X serie en México… Las opciones existen. Que muchos fans se hayan dado cuenta (por fin) de que las “monas chinas” no es un pasatiempo barato es harina de otro costal.

      Saludos.

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