Ahora que de nuevo estoy escribiendo (porque han de saber que uno de mis pasatiempos era escribir, pero simplemente no tenia inspiracion), una amiga me mando un poema de su cosecha, que me tomare la libertad de usar en el momento indicado, porque esta mas que chidisimo. Ella se baso en uno de los “Cien sonetos de amor”, escritos por Pablo Neruda, y aqui lo pongo como referencia. Es el XCIII:
Si alguna vez tu pecho se detiene,
si algo deja de andar ardiendo por tus venas,
si tu voz en tu boca se va sin ser palabra,
si tus manos se olvidan de volar y se duermen,
Matilde, amor, deja tus labios entreabiertos
porque ese último beso debe durar conmigo,
debe quedar inmóvil para siempre en tu boca
para que así también me acompañe en mi muerte.
Me moriré besando tu loca boca fría,
abrazando el racimo perdido de tu cuerpo,
y buscando la luz de tus ojos cerrados.
Y así cuando la tierra reciba nuestro abrazo
iremos confundidos en una sola muerte
a vivir para siempre la eternidad de un beso.
Por respeto a mi amiga, no publicare su escrito aqui, pero solo quiero mencionar que, por como me siento, hizo que se me salieran las lagrimas.
Y para los que se pregunten que diantres esta pasando, la respuesta es: Todavia nada, y muy posiblemente nada vaya a pasar (sin sonar pesimista), pero el hecho de volver a abrigar un sentimiento como este es simplemente hermoso. Hace que hasta el dia mas nublado parezca soleado.