Y es que no es para menos. Ayer miércoles tembló a las 6:11 am, escala 5 grados richter, y el temblor me despertó y ya no pude dormir. Siguiéndole con las clases de inglés con los niños, luego la universidad. Me acuesto a las 2 am no sin antes intentar llamar por teléfono a casa de mis padres en Gdl para avisarles que estoy bien, y resulta que otra vez no han pagado el teléfono por espacio de más de 2 meses, por lo que ni siquiera pueden recibir llamadas. A las 6:33 am suena el teléfono: Mi mamá desde el celular de mi hermano. Al menos ya se le quitó el pendiente de lo del temblor, pero ya no pude dormir nada. Ahora son las 5:44 pm del jueves y estoy en el laboratorio cabeceando de sueño.
La primera lección que tuve con los chamacos fue como la esperaba: Lenta y hasta cierto punto aburrida. Aunque se aprendieron los nombres en español de juguetes como el trompo, el balero y la loteria, lo cierto es que tuve que ingeniármelas para que medio me pudieran entender. Los que más trabajo me van a dar de esa escuela son sin duda los de 5to. año, ya que son extramadamente apáticos y no falta el típico bufón de la clase que quiere pasarse de listo, y como no les puedo decir nada…
Mañana tengo que ir a otra escuela, pero como será la misma primera lección no me preocupo tanto, solo estoy buscando ideas de como hacer que sea más divertido para los niños, más aún que pasarlos al frente a que jueguen con el balero o las tablitas.
Voy a comer/cenar. Me muero de sueño.