El segundo del año.

Lo único que no me gusta del verano japonés es el hecho de que siempre llegan tifones. A principios de julio se acercó uno, y aunque aquí no dejó muchos destrozos, en lugares como Kagoshima, Miyazaki y en general el sur de Kyushu, sí: Casas destrozadas, gente en albergues, inundaciones, etc.

Hoy 2 de agosto por la noche y hasta el 3 en la tarde/noche, va a llegar el segundo tifón de la temporada. Aquí, los tifones se nombran por número. Éste es el número 5.



Va a pegar de lleno en la prefectura de Oita. Esperemos que no haya desgracias materiales.

Debido al tifón, es muy probable que se cancelen los festivales planeados para hoy. Eso incluye los fuegos artificiales de Iizuka. De ser así, el evento se realizaría el próximo 6 de agosto (al parecer).

Hablando de retrasos



Había comentado en varias ocasiones que una de las desventajas de estar de este lado del mundo es que las películas tardan mucho en llegar. Como ejemplo, apenas sale esta semana “Ratatouille”, de Di$ney y Pixar. “The Fountain”, del director de “Requiem for a dream” llegará en septiembre. El laberinto del fauno sale en noviembre, y así me puedo seguir.

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La película de los Simpson tampoco es la excepción. Según la fecha de la página oficial, será en algún momento de 2008. Sin embargo, aquí sí les justifico un poco el retraso: Los Simpson simplemente no “pegaron”. No cuadran con el estilo de vida japonés. Incluso las versiones dobladas al japonés, con todo y su buen trabajo de traducción, no son suficientes para que el público entienda bromas y humor negro, dado que éstos no están dentro de su cultura. Es más: Contaba alguna vez que quise contar un chiste y lo traduje todo al japonés. El chiste comenzaba con “Había una vez 3 hombres caminando por el desierto…”, y cuando dije eso, los que escuchaban me detuvieron de repente para preguntarme: “¿Por qué los hombres están el desierto?”, “¿Cómo llegaron ahí?”, “¿Tenían agua?”, “¿Quién los va a rescatar”?, etc. Sobra decir que no continúe con el chiste, y desde entonces nunca me he esmerado a contar alguno salvo en muy contadas situaciones.

Los Simpson hacen reir de muchas formas, aun en las últimas temporadas que han estado medio sosas, pero mucho del humor que transmiten está implícito en muchos detalles que, por desgracia. los japoneses no conocen y no se van a poner a conocer en los meses que quedan antes del estreno.

Cuando mucho le auguro 2 semanas en cartelera. 300 duró exactamente eso y nunca pude ir a verla. Shrek 3 subtitulada estuvo un par de semanas, y ahora solo la encuentras doblada a cualquier parte a donde vayas.

Me gustaría decir que BitTorrent es mi amigo, pero sinceramente en este caso no, porque tuvieron que pasar 18 años para que los Simpson tuvieran película, y como tal quiero verla en el cine, así sea el churro más grande de todos los tiempos.

Verano 2007

Por fin terminó la temporada de lluvias, dando inicio a lo que es realmente el verano japonés. Y con él, muchos eventos son realizados.



Los festivales de verano tienen como principal atractivo los fuegos artificiales. Gente vestida de Yukata o Jinbei, tratando de aminorar el calor con un ”uchiwa”, tomando un ”kakigoori” y viendo el cielo tornarse de mil colores.

En las casas, el sonido de los “fuurin” alegran el día, dando la sensación de frescura dentro del sofocante calor que permanece hasta mediados de septiembre.

Últimamente, las chicas más jóvenes prefieren este tipo de yukata con minifalda, llamadas lógicamente “mini yukata”, ya que además de ser más frescas las hace ver más sexys.

Y claro, no puede faltar la ida al mar. Con excepción de Okinawa, en Japón solo se puede ir al mar en estas fechas, es decir, como mes y medio. Claro, me refiero a ir y meterse a nadar. Si soportan un poco el agua fría, quizá hasta finales de septiembre aguanten, pero después, se convierte en un refrigerador enorme.
Aunque nunca fui a muchas playas en México, las chicas de por acá sí se ponen bikini, aunque siempre tienen el complejo de que están gordas.

Hay mucho que decir sobre Japón y el verano, pero para mí, lo más lamentable del asunto es no tener vacaciones, tener que estar en el laboratorio y no poder ni siquiera tocar mis videojuegos. Tengo muchas ganas de ir al mar, y es posible que, en uno de esos arranques, me vaya de mochilazo a algún lugar interesante, ya sea de ida y vuelta el mismo día, o si no, aunque sea quedarse una noche.

Mientras tanto, sigo tratando de sacar ideas para otro artículo…

梅雨 (Tsuyu, época de lluvias)



Junio ha llegado, y con él, la época de lluvias, la antesala del calor intenso en Japón.
Aunque pudiera creerse que con la lluvia el calor no se siente tanto, la realidad es que debido a la humedad, es a veces sofocante. Simplemente hoy con los niños en la escuela: Ventanas abiertas y aún así sudando. Y para fortuna o desgracia, las escuelas de Japón no tienen aire acondicionado en los salones, solo en los especiales, así que hay que aguantarse.

Con el calor y el verano llega también la época de ir al mar. El otro día fui nomás a relajarme y termine metiendo los pies de tan rico que se sentía el agua. Me refrescó por un momento. Este año planeo ir a varios lugares, aunque todos ellos relativamente cerca.

Además, llega también la época de vestir Jinbei y Yukata. ¿Qué son?

Yukata:



Jinbei (generalmente solo para hombres):



Si alguna vez han salido del baño con una toalla bien amarrada a la cintura (trayendo o no ropa interior) y no les causó problema o incomodidad, entonces es probable que puedan usar una Yukata sin problemas. En otro caso, un Jinbei es la mejor opción, aunque si lo vemos con ojos mexicanos, parece una pijama.

Si es que la curiosidad no los deja dormir, tengo Yukata y Jinbei. La primera es azul marino y el segundo es gris claro. Me he puesto los dos.

¡Ah! Algo que también me gusta del verano japonés es que… ¡no lavo calcetines! Salvo un hecho especial, siempre ando con sandalias debido al calor. Es mucho más cómodo y más rico 😀

No todo es miel sobre hojuelas

Aunque muchos ya lo saben, estar en Japon para mi es un suen~o, y tambien creo que muchos comprenden que no todo es miel sobre hojuelas. De cualquier forma, para los que si comprenden y para los que no, esta entrada la quiero dedicar para describir algunos de los peores momentos que uno puede pasar por aca. Dedico tambien esta entrada a alguien que en este momento la esta pasando muy mal, y que necesita apoyo, pero por respeto no dire ni su nombre, ni su nacionalidad. Solo me tomare la libertad de explicar su situacion.

– **Los primeros 6 meses**. El clasico “homesick”. Todos pasamos por eso. Una vez que se recupera uno de ese estado es cuando realmente se comienza a disfrutar la estancia.
– **El idioma**. Si no hablas japones, estas destinado a depende siempre de alguien, y a que ese alguien(generalmente japones) siempre te diga que no puede o haga las cosas de mala gana. Hay excepciones, claro.
– **Las costumbres**. Saber japones es una cosa, pero conocer como se mueve la sociedad japonesa es otra, y es aqui donde casi todos los extranjeros chocan: Algunas cosas parecen muy exageradas, y otras, que para uno normalmente no serian realmente importantes, resulta que tienen mucho peso. El respeto a los mayores, por ejemplo, es entendible cuando te diriges a un sen~or o a tu profesor, pero no cuando alguien de 23 an~os con 10 meses se dirige a alguien de 23 an~os con 10 meses y 1 dia, y no exagero. Conocer y poner en practica las costumbres puede salvarte de grandes verguenzas y hablar bien de ti, pero equivocarte puede ser desde insignificante o hasta caso de vida o muerte.

Hasta aqui todo parece bien, pero hay una en especial que nos “aqueja” a los becarios de Monbukagakusho, seamos de la nacionalidad que seamos: **La relacion con tu profesor.**

Hace ya un buen rato, a un muy buen amigo le fue muy mal con su profesor, tanto, que tuvo que cambiarse de universidad, y fue un viacrucis que lo lograra, porque obviamente el profesor tiene que dar su consentimiento, algo que no es tan facil como suena. La relacion entre mi amigo y su profesor era tan mala, que cuenta que el mismo “profe” le decia que no lo queria volver a ver. Muy grueso el asunto. La razon? Simplemente que muchas veces no tenemos libertad de accion y tenemos que hacer lo que el “sensei” quiere, aunque no sea exactamente lo que queremos estudiar. Esto ultimo me paso a mi, le esta pasando a Omar, y le ha pasado a muchos becarios que conozco.

Mas recientemente, otro buen amigo tuvo problemas con su profesor, y tambien muy fuertes, tanto, que lo han afectado sobremanera. Parece ser que el profesor obliga a la gente a estar en el laboratorio hasta los fines de semana, y en una de esas que mi amigo no estaba porque se habia salido “temprano” (lease 3:30 pm, de estar desde la man~ana) un dia de un fin de semana, le llamaron de su laboratorio para que regresara, y, segun me conto, tuvo una discusion muy fuerte con su profesor, tanto, que hasta tiene miedo de que lo corran del laboratorio.

Tu profesor es la persona que, en teoria, se hace cargo de ti y vigila que estes haciendo las cosas bien. Sin embargo, en la practica las cosas pueden variar. En mi caso, por ejemplo, puedo decir que tengo “buena” relacion con el, solo que es dificil acercarsele porque siempre esta ocupado, y por lo mismo, no te revisa tan seguido como tu quisieras.
Tambien en teoria, a tu profesor le tienes que dar santo y sen~a de a donde vas, cuanto tiempo, etc., porque si algo te pasa el es el primero que debe responder por ti. En la practica, solamente cuando piensas salir de Japon es cuando todo mundo le avisa. Pero lo que si es cierto es que, una vez que uno te ha aceptado, tu reputacion es tambien parte de la de el, de ahi que algunas veces tenga que ser estricto… solo que a algunos se les pasa la mano.

Es muy facil caer en la trampa de los japoneses de “el que esta mas tiempo en el laboratorio es el mejor estudiante”. Mientras estes bien con tu trabajo, no hay necesidad de hacerlo siempre. Pero los japoneses tienen la idea de que “si el jefe esta, yo tambien tengo que estar”, y de hecho es dificil que un japones salga de su trabajo a la hora de salida, porque el jefe todavia esta trabajando y uno, siendo un humilde trabajador, no puede permtir que su jefe lo vea salir antes… Por supuesto que esto aplica a las vacaciones tambien. Inclusive hay hasta tacticas de como y cuando tomar las vacaciones para que no quedes mal ante tu jefe y la empresa.

Si tienes buena relacion con tu maestro, tu investigacion, tu maestria y tu doctorado seran dificiles, pero llevaderos. Pero si ademas de eso te tienes que preocupar porque tu maestro no anda de buenas, te grita y te tiene como esclavo, o peor aun, olvidado, el motivo principal de estar en este pais comienza a hacerse pesado, y el estres en serio hace su aparicion.

Como ven, no es solo tener ganas de hacer las cosas, es tambien un poco de suerte con el profesor que te acepte. Claro, hay unos muy buenos, que comprenden bien la situacion actual, y son estrictos, pero te dan muchas libertades. Pero si te toca uno que no sea tan tolerante, la universidad bien puede convertirse en un infierno.

En mi caso, tengo una pequen~a depresion porque nomas no puedo terminar mi primer paper aun cuando me falta muy poco, y me urge porque mi profesor se retira en marzo, y debo tener al menos 2 papers para tener la oportunidad de graduarme a tiempo. Todavia hay oportunidad y le estoy tirando a todo con ella, pero me gustaria que mi profesor se tomara un poco mas de tiempo, no solo para mi, sino tambien para sus otros estudiantes, porque sin guia, esta dificil poder terminar.

Para terminar, solo quiero expresarle a mi amigo, aunque no creo que lea este mensaje, que no se de por vencido, y que, si algo pasa, no queda flotando, puesto que la reputacion de su profesor tambien esta en juego.

Ojala que todo salga bien.

La importancia del contexto

En el lenguaje natural, el contexto es una parte importante, ya que determina el entendimiento de lo que se está expresando. Éste es quizá el punto más complicado de resolver cuando se analiza el lenguaje por medio de una computadora.

Si un mensaje no se entendió, puede deberse a muchas causas, una de ellas es la falta de análisis de contexto de ese mensaje por parte del emisor o del receptor. Uno de los ejemplos más simples de entender es cuando una palabra tiene varias acepciones, no importa el idioma que sea. Por ejemplo:

上がる (Agaru):

– (verbo intransitivo) Subir. (値段が上がる – Nedan ga agaru: Los precios suben).
– (verbo reflexivo) Subirse. (机に上がる – Tsukue ni agaru: Subirse al escritorio).
– (verbo reflexivo) Ponerse nervioso. (人の前で話す時にいつも上がる – Hito no mae de hanasu toki ni itsumo agaru: Siempre me pongo nervioso cuando hablo al frente de un grupo).

Ahora bien, un tatami es una especie de estera que se pone en los cuartos tradicionales japoneses. En Wikipedia hay mucha información al respecto:

¿Qué es un tatami?

Con la información anterior, ¿a que no adivinan por qué me reí cuando vi la siguiente imagen?



A veces la falta de entendimiento del contexto provoca ciertos errores… otras, como ésta, definitivamente provocan risa.

Imagen tomada de Engrish.com

Y ganó Japón



Siempre me han gustado mucho las japonesas, ya que, en su mayoría, son muy femeninas, y contrario a un gran número de amigas que tengo, a ellas sí les gusta ponerse falda 😀 (claro, es porque aquí no se las acaban con las leperadas clásicas del mexicano).

Obviamente habrá quien piense diferente a mí, pero por lo pronto los jueces del certamen de belleza más… err… cómo lo diré, “comprado”, o bueno, “popular” del mundo escogieron a Riyo Mori, la representante japonesa, como la nueva Miss Universo.

La nena tiene 20 años, es originaria de Shizuoka, y, contrario a lo que dice la prensa mexicana, mide 1.75 m, no 1.79 m como algunos periódicos han escrito. Comenzó a estudiar baile desde los 4 años y cursó la preparatoria en Canadá.

La representante mexicana no estaba mal tampoco (hay que ser honestos).

De cualquier forma, siendo o no Miss Universo, me gusta la chica 🙂

Docencia en Japón, o lo que es lo mismo: “Enseñar en nipolandia”

Cuando fui estudiante en México (desde primaria hasta la universidad), siempre me imaginaba cuál sería el maestro perfecto y la clase perfecta. Y aunque no se puede hacer una idea clara al respecto, al menos se crea una de qué maestro y qué clase son definitivamente malos desde cualquier lado por el que se les vea.

La docencia es una carrera loable, para la que hay que tener vocación, pero con todo y el respeto que les tengo a todos los que se dedican a ella, esa vocación tiene que ser realmente grande cuando se trata de enseñar en México. ¿Por qué? Sencillo: Mucha friega, mucho estrés, **un sueldo miserable**. Admitámoslo: A menos de que te conviertas en profesor de universidades estilo Tec de Monterrey o investigador en algo como el Cinvestav o similares, siendo profesor rara vez sales de pobre en México. Sí, la carrera es bonita, se siente bonito enseñar a las nuevas generaciones, de acuerdo, pero si no se tienen influencias dentro del mundo de la docencia, alcanzar un puesto en donde se comience a remunerar el trabajo que se haya hecho hasta esa fecha es poco menos que imposible (sus excepciones habrá).

Siempre he respetado a los profesores en general, pero nunca me imaginé estar del otro lado… Y ahora que lo pienso, es algo que parece ser que estaba previsto y me estaban preparando para ello: El padre de mi primera novia es profesor de la Universidad de Guadalajara. Por fortuna, le va bien y eso me da gusto. Una anécdota curiosa referente a él que tengo muy presente aún en este momento es que un día, platicando en la sala con mi entonces novia, hablábamos precisamente sobre convertirse en profesor, a lo que yo respondí: “¡Nombre! Imagínate, ¿estudiar tantos años para terminar nada más enseñando?”. Lo malo es que el papá estaba en la sala, a tan solo unos 2 metros de distancia… Quizá debo agradecer no haber sido golpeado en ese momento 🙂 . Y además de él, varios amigos también se dedican a la docencia de una u otra forma. De pilón, Emi es profesora también. He aquí donde comienza el punto importante de esta entrada (después de una larga, muy larga y aburrida introducción 😛 )

Cuando decidí seguir con el doctorado por acá, mucha gente me preguntó que si me iba a dedicar a la docencia, a lo cual siempre respondía con un rotundo “no”, porque traía en la mente la imagen del profesor en México (mucho trabajo, sueldos muy bajos, poca gente realmente valora lo que haces). Pero mi forma de pensar fue cambiando poco a poco al ir conociendo el puesto de docente en Japón: Bien pagado, extremadamente respetado, pero con un gran problema: Trabajas como esclavo.

Las responsabilidades de un profesor en Japón son muchísimas, hasta el grado de decir “exageradas”. Nada más imagínense: Trabajar de lunes a viernes de 8 am a 7 u 8 pm (diario), y si eres profesor de primaria, secundaria o preparatoria, seguro tendrás que ir los fines de semana “un rato” (de 8-9 am a 4-5 pm) porque tendrás a tu cargo una actividad cultural o deportiva, y como entre semana los chicos estudian, pues solo los fines de semana se pueden organizar torneos, festivales, partidos amistosos, conciertos, etc. Tienes prácticamente un día de descanso cada 2 semanas (si bien te va), y de pilón, hay que aguantarles casi todo a los estudiantes porque saben que, al menos en primaria y secundaria, no importa qué hagan, **siempre** aprobarán, puesto que en Japón no se puede reprobar a nadie en estos niveles, no importa que tan bajo sea su conocimiento. Es más, la escuela se decide con la edad, y si llega alguien del extranjero de digamos 14 años a vivir a Japón y su conocimiento es suficiente para entrar a la preparatoria, simplemente será enviado a 2do. de secundaria, porque es el grado que le corresponde de acuerdo a su edad. Creo que ahora pueden imaginarse lo que sufre un maestro de secundaria cuando trata de enseñarle a dividir a un chico de 3er. año.

Cuando de recién me ofrecieron el trabajo de medio tiempo que tengo ahora, lo pensé mucho. Justo en ese tiempo mi mamá andaba por acá y platiqué con ella, y ella me dijo que era buena oportunidad, y que si me lo habían pedido era porque sabían que podría hacerlo. Acepté un poco dudoso, y los primeros 7 meses fueron eternos: No se les puede pegar a los niños (ni siquiera un poco) porque hay padres que se oponen a eso; otros creen que la escuela debe enseñarles TODO a los niños, y que ellos de padres no tienen esa obligación; hay también niños que sufren de algún trastorno, o que siempre son molestados por otros (los típicos bravucones que se creen valientes). En fin, ustedes pónganle. Todo suena controlable y pasable hasta que voltean y vienen a pedirte consejo, auxilio, o simplemente a platicar: Eres el maestro, la persona que está al frente de todo (de ahí la palabra “Sensei” 先生, quien ha vivido antes que ellos, y por tanto, sabe más), y por ende te ven como alguien que tiene el poder para hacerlo o solucionarlo todo… El problema no es que te pidan consejos, el problema comienza cuando no sabes ni qué decir.

Yo soy ALT (Alternative Language Teacher, creo), y voy a las primarias a enseñar inglés contratado por una empresa, lo que significa que por supuesto no tengo ni la más mínima idea de cómo tratar con estudiantes, más si son niños. Podrán ser enfadosos, gritones, mal educados, etc., pero siempre está el “sensei” a su lado, y es cuando comienzas a sentir responsabilidad y cuando te preocupas más por la comuniación profesor-alumno que por el tema que tienes que dar en clase, y en mi caso, es cuando comienzas a entender el por qué ser profesor necesita de mucha vocación y por qué es tan respetado en esta sociedad. Necesitas aprender a relacionarte con tus estudiantes, sin ser su amigo, pero tampoco sin convertirte en un maestro refunfuñón que de todo respinga. Los estudiants tienen que saber qué no pueden jugar contigo y que eres una persona que te puedes enojar si no responden como quieres, pero al mismo tiempo que eres alguien a quien pueden acudir en busca de plática, consejos o ayuda.

Gracias a Emi y a su experiencia, poco a poco he ido aprendiendo el lado bueno de ser profesor, y que, después de todo, no es tan mala idea convertirse en uno (no está en mis planes, pero ya lo puedo considerar). Lo malo es que también he visto como su trabajo se los come enteritos y no tienen tiempo ni para ellos mismos. La responsabilidad es mucha, cierto, pero también hay que saber descansar, y, aunque no lo crean, Japón padece de eso, de que la mayoría de la gente no sabe realmente cómo descansar.

Desahogo

Si de algo tengo que quejarme respecto a mi trabajo es que, por muy enojado que estés con los niños, siempre tienes que tener un límite de tolerancia precisamente porque son niños… Pero todo tiene un límite, y hoy llegué al mío.

Creo haber comentado que, entre las escuelas en las que enseño, tengo un grupo que es realmente “especial”: Muy difícil de manejar, no tienen respeto ni por mí (lo cual realmente no me importa) ni por su maestro (un problema muy grave, especialmente en Japón). En mi clase prácticamente nadie responde, algunos se la pasan hablando todo el rato y otros hasta se duermen. Si fuera una universidad, no hay ningún problema: Sigo con mi clase me tomen en cuenta o no, termino normalmente y nos vemos en el examen. Pero estamos hablando de escuelas primarias, y por mucho que sean niños de 6to. año, deben saber que hay un límite para todo.

¿Qué pasó?

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De México para el mundo



Cuando uno está en México y ve comerciales en TV en donde anuncian que Corona está presente en no sé cuántos países del mundo, uno siempre se reserva el derecho de opinar debido a que, con tal de vender, las empresas hacen hasta lo imposible.

Aunque desde la primera vez que vine a Japón (septiembre de 2002) había visto una Corona en un Seven/Eleven, nunca había puesto una fotografía aquí ni comentado al respecto.

Ignoro cuál sea el precio en México, pero aquí cuesta 260 yenes, es decir, unos 26 pesos.

Otro de los regalos de nuestro país para el mundo.