“Marranez”

Ustedes disculparán que utilice una palabra inexistente, pero en verdad creo que ninguna de las que están en el diccionario puede describir la situación en la que me encontraba. Noten el tiempo verbal usado en “encontrar”.

Para ponerlos en contexto, permítanme presentarles al protagonista y causante de todo:

Saben buenísimos

“Pota Pota Yaki”, un senbei (como una galleta) sabor azúcar y salsa de soya.

El año pasado estos fueron mis fieles compañeros durante mis momentos más difíciles. Sea cual fuera el pretexto, diario estaban conmigo después de la comida, y me llegaba a comer hasta 12 o 15 al día. Cada uno contiene 30.5 calorías, así que saquen la cuenta. Eso, más estar sentado todo el día (porque ni ejercicio hacía), más las 3 comidas diarias es la receta perfecta para estar más o menos así:

Does whatever a spider pig does ♪

Si bien antes de la depresión no estaba realmente en forma, el medicamento, el sedentarismo y la ansiedad se combinaron para implantar un nuevo récord en mi nivel de marranez: 98.8 kg.

Estoy casi seguro de que en algún momento llegué (o incluso rebasé) los 100 kg., pero no solía pesarme. Esos 98.8 son “oficiales” porque fue lo que pesé en mi revisión médica anual, la cual fue en noviembre de 2021, pero de ahí a enero de este año, cuando decidí ir al médico más bien forzado a hacerlo por tener el ácido úrico alto (entre otras cosas que no salieron muy bien en los estudios que me hicieron) es casi un hecho de que había subido de peso. Pero desde el momento que decidí que, una vez saliendo de la clínica me iba a poner en serio a ver cómo diantres bajaba de peso, no me quise pesar… por miedo a ver un número de 3 cifras en la báscula.

Pero he de confesar algo: justo antes de entrar a la clínica atravesé la calle para ir al 7/11 a comprarme un “melon pan” (acento omitido intencionalmente para que lo lean como se pronuncia メロンパン, que “nada más” tiene como 500 calorías. Fue mi último gusto antes de dar el siguiente paso.

Parecen conchas, pero no saben igual

A partir de ese día a mediados de enero, hice una serie de cambios que, si bien pueden parecer simples, la verdad es que no lo son; y no es por vanagloriarme, sino que realmente cuesta mucho trabajo la transición: primero decidirse a hacer algo, luego ponerlo en práctica, y después mantenerse firme en la decisión tomada. Nunca de los nuncas me burlé de nadie que estuviera siguiendo una dieta, pero tampoco entendía el gran esfuerzo que requiere hacerlo.

¿Cuáles fueron esos cambios?

  • Minimizar los carbohidratos. Adiós pan, arroz al mínimo. Ni pensar en comprar tortillas
  • Caminar al menos 4 km diarios. Me recomendaron 10,000 pasos al día, pero trabajando desde casa y con el tiempo contado, me he acostumbrado a caminar entre 4 y 5 km diarios, que ronda entre los 7 y 8 mil pasos.
  • Comer tantas verduras como pueda. Cambié los tazones de arroz de cada comida por ensaladas.
  • Huelga decirlo, pero dejar los dulces, galletas y similares. Para combatir la ansiedad me compré un bote de chicles y siempre lo tengo al lado. 2 calorias por chicle.

Ya. No voy a gimnasios, ni tengo un régimen de entrenamiento “pesado”. Me gusta mucho hacer ejercicio, pero decidí llevármela tranquila y confiar en que lo anterior diera resultados. Además, el hecho de caminar diario me ayudó a descubrir otro pasatiempo que realmente pensaba que no era para mí: los audiolibros. Ya escribiré más detalladamente al respecto, pero he “escuchado” una gran cantidad de obras durante todos estos meses.

Pero sobre todo, la motivación más grande era sentirme bien.

Emi decía que parecía que tenía una pelota en la panza. Mi hijo mayor decía que estaba gordísimo. Yo hacía oídos sordos a los comentarios…o eso quería creer. La realidad es que sí me comenzó a afectar el hecho de que los demás me percibieran así… pero lo más sorprendente (para mí) fue que realmente NUNCA pensaba que estaba gordo. Me veía al espejo, incluso completamente desnudo, y me decía “es que la verdad no me veo tan gordo”. Les juro que así me veía y así pensaba. Pero el “bajón” a la realidad fue cuando vi los resultados del examen médico. Los números no mienten. Mi autopercepción podía ser complaciente, pero los datos ahí estaban, y si continuaba de esa forma, estaba aumentando las probabilidades de contraer alguna enfermedad grave (o crónica).

Entendí lo que dicen: te llega el momento de decir “voy a cambiar”, pero no influenciado por opiniones o comentarios de terceros, ni por impresionar a alguien más. Es por ti, para ti, y solamente para ti.

No les miento: el primer mes fue muy difícil. Las verduras siempre me han gustado, así que por eso no había problema, pero quedarse con la sensación de “todavía quiero comer, pero ya no debo” es una tentación enorme. Y todavía lo fue más ahora que estuve en México en mayo. Imagínense lo que es querer atascarse de todo lo que no puedo comer de este lado del charco y tener que limitarse, y en algunos casos hasta abstenerse, de degustar algo de la rica gastronomía mexicana.

Todo, sin embargo, rinde frutos si se es constante. Y hoy les quiero compartir, o si quieren hasta presumir (aquí sí voy a ser presuntuoso por un momento), lo siguiente:

Me peso cada semana

La primera meta que quería cumplir era tener un 7 en las decenas de mi peso. Mido 1.73 metros, por lo que mi peso ideal será entre 73-75 kg, pero lo que quería llegar a ver primero era ese mágico 7, al que no veía desde hace… quizá más de una década.

Pero aquí no termina todo. Si bien sería excelente llegar a mi peso ideal (y mantenerlo), la siguiente meta es 76 kg. Y ahora tengo una motivación extra, que hago pública aquí:

Al llegar a los 76kg, me voy a aventar del Bungee Jump por primera vez en mi vida

Hasta planeo tomar video y hacer transmisión en vivo cuando lo haga. ¿En dónde? No sé. ¿Cuándo? Tampoco sé. No tengo prisa. Siempre he querido aventarme del Bungee para experimentar esa sensación, pero Emi me decía que, por mi peso, no quería que lo hiciera. Así que le dije “Bueno… entonces ahora que estoy bajando de peso, si llego a 76 me voy a aventar”, a lo que comentó que estaba bien, porque era algo que yo quería hacer y sería una buena excusa para seguir bajando de peso.

Así que… la aventura todavía no termina 😀 Estén al pendiente. Avisaré con tiempo cuando haya llegado el momento, porque la verdad, o mejor dicho, la neta, sí quiero compartir ese momento con quien quiera verlo.

10 Replies to ““Marranez””

  1. Muchas felicidades Doc, yo baje casi 60 kilos entre Agosto 2021 y Agosto 2022, aunque actualmente tengo desde julio que no cambiaba mi peso, me dieron medicina para la presión porque en mi empresa son muy nenas aunque solo se pasaban unos cuantos dígitos ya sabes como son aquí, el resultado, bajón de presión y después de un mes de tomarlo, síntomas de impotencia por el bajón repentino, así que pues deje esa medicina y no he subido mucho ando en unos 120~125/50~70, según leí, esas medicinas también son diuréticas así que hoy a la semana de dejarla, he subido casi 6 kilos pero pues, ni pa que me agüito, ando feliz porque me compré pantalones, pasé de ser 8L(ya a reventar) a ser 5L justos, el plan es obviamente seguir bajando así que mañana que cumplo años lo tomaré como nuevo inicio y lo que pese mañana será mi arranque, ya de aquí a mi cumple del 2023 veremos cuánto bajo.

    Nos vemos pronto Doc.

    1. Está bien chido tu progreso. ¡Felicidades!
      Yo tengo ya 3 semanas que me mantengo igual, pero no me agüito. Poco a poco, y con el esfuerzo diario, esos kilos van a bajar.
      A seguirle echando ganas. Ya verás que en el 2023 vas a ver grandes resultados.

      Un gran abrazo.

  2. Hola Manuel. Muchas felicidades por ese logro. Te leo desde … 2012 y con interrupciones sigo tus aventuras en Japón (inclusive una de tus publicaciones me inspiraron un proyecto de maestría). Espero que estés muy bien, así como tu familia. Saludos desde Saltillo, Coahuila.

    1. ¡Muchas gracias!

      Órale. Me llama la atención eso que mencionas de tu proyecto de maestría. ¿De qué trata?

      ¡Saludos hasta Coahuila!

      1. Hola Manuel. Fue para un proyecto de una materia en una maestría en Derecho y buscábamos soluciones para evitar o disminuir los accidentes de conductores que salen de bares, antros y discotecas los fines de semana. Me acordé que en una de tus publicaciones pusiste sobre las consecuencias que hay en Japón contra las personas que manejan en estado de ebriedad, que incluso abarcan a los pasajeros del auto e inclusive a los encargados de los establecimientos de donde salieron las personas.

      2. ¡Órale!
        Estaría muy bien implementar algo así en México, pero también depende de que la ley se apliquem y no se quede en las tradicionales “mordidas”.

  3. Muchas felicidades Doc.

    Cómo dato, pensé que eras más bajo de estatura y mido lo mismo que tú 1.73m jajaja. Yo también tengo sobrepeso, llegué a pesar 120kg. Problema de sedentarismo y mala alimentación cuando era estudiante.

    Ahora estoy en los 80kg. Solo siguiendo una dieta normal de decirle no a ciertas comidas y hábitos que tenía y obviamente caminar mucho. Nunca he ido a un gimnasio, siempre se me ha hecho un poco difícil por cuestiones de tiempo y tal vez disciplina por el mero hecho de ser una gimnasio jajaja. Pero aprovecho mucho las distancias que hay donde consigo provisiones para estar activo a diario.

    En mi caso cuando me hice unos análisis con el tema del sobrepeso salió a la luz el ácido úrico y el colesterol. Tengo compañeros que se dedican a los mismo (programación) e igual el ácido úrico siempre está presente en los resultados de sus estudios es como una constante. Tal vez sea algo del lugar donde resido actualmente.

    Pero bueno, retomando el post. Espero que consigas tu meta y sobre todo sea para mejorar tu calidad de vida.

    Saludos.

    1. Medimos lo mismo 😛

      ¡Muy bien! Sí: cambiar los hábitos alimenticios es el punto más importante para bajar de peso. Me da gusto que lo hayas logrado.
      Fíjate que lo del gimnasio sí es disciplina, pero también lo es abstenerte y saber decir no a las comidas. Lo importante es, como mencionas, mantenerse activo.

      Ya veremos. Ahorita llevo 3 semanas sin bajar (bueno, bajé 500 gramos), pero estoy seguro que voy a conseguir aventarme del bungee.

      Saludos, y muchas gracias 🙂

  4. Hola amigo Manuel, me alegra que te encuentres mejor. Ya me he actualizado con tus artículos en el blog y pronto lo haré con tus vídeos de youtube.

    Te voy a regalar mi nuevo libro, que espero puedas leer, y me des tu opinión en ciertos temas allí tratados que están algo relacionados con tu profesión… Link del libro: https://mega.nz/file/hgJ0wZIZ#fdUF9uAHSMmrKUv_wb_THVtcUGvUyAt5HnXc-JzIKCY

    También te voy a adjuntar un trabajo realizado por personal de Microsoft, que sería interesante que leyeras después de leer el libro y que en cierta forma es la base y respaldo científico de algunos temas allí tratados. Link del trabajo: https://arxiv.org/pdf/2104.03902.pdf

    Por último, amigo Manuel, quizás el ending 15 de Bleach pueda simbolizar un poco aquella época de tu vida de la que ya estás saliendo y superando, me refiero a la época no de la carverna, sino del pozo: https://www.dailymotion.com/video/x3701hg

    Y quizás el opening 9 de Bleach pueda significar el aspecto contrario, tu salida de la caverna, del pozo: https://fb.watch/fs9vC67bhX/

    Aquí te esperamos en Venezuela si te decides venir a vivir aquí… 🙂

    1. Muchas gracias por tu mensaje.

      Libro bajado. Lo voy a leer 🙂

      Oh, interesante. Bleach lo seguí en anime durante un tiempo, pero lo dejé de ver, y ni me acuerdo por qué.

      Saludos hasta Venezuela. Es un país que me gustaría visitar 🙂

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