El título es una frase errónea en japonés que se ha convertido en una especie de meme entre los extranjeros que residen en el país del sol naciente cuando quieren expresar, en broma, que no entienden japonés. La frase es gramaticalmente incorrecta, pero se supone que se usa cuando uno quiere fingir que no entiende japonés, sobre todo para evitar interacción innecesaria con gente como vendedores, el “temible” cobrador de la NHK (que ya explicaré después), y en general, cualquier situación en la que no se quiera uno meter que implique escuchar a alguien o alegar algo en específico.
Escogí el título para enfatizar que, a pesar de ya haber cumplido 18 años de vivir en Japón, todavía me falta mucho para poder comunicarme correctamente. Pensarán algunos que estoy siendo modesto, sobre todo por esto:
Para quienes no ubiquen qué es eso, es el certificado que avala que aprobé el nivel 1 de la prueba de habilidad en el japonés, mejor conocida por sus siglas en inglés: JLPT (Japanese Language Proficiency Test). El nivel 1 es el nivel más alto de dicha prueba, y como tal, se caracteriza por ser muy difícil, ya que tienes que entender muchísimas cosas de vocabulario y gramática japonesa, incluso de expresiones que normalmente no se usan en el habla cotidiana.
Entonces, si en 2004 aprobé ese nivel y han pasado 17 años desde entonces, ¿cómo es que digo que no me puedo comunicar correctamente? Ciertamente no tengo problemas para comunicarme en japonés, sea escrito o hablado, pero todavía hay ciertos elementos del idioma que necesito pulir, siendo el más importante, creo yo, la forma de estructurar y expresar las ideas, especialmente cuando se trata de un escrito o de algo mucho más formal. Quienes estén familiarizados con el idioma pensarán inmediatamente en el “keigo”, es decir, la manera más cortés de hablar japonés, pero no, no me refiero a eso. Vamos por partes:
Aquellos que hayan tenido la oportunidad de venir a Japón o de convivir con la comunidad japonesa fuera de Japón sabrán que con decir una frase como “Konnichiwa” o “Watashi wa Manuel desu” es suficiente para desatar una reacción en cadena llena de “¡Oh! Tu japonés es muy bueno” (nihongo jouzu desu ne!), lo cual, dicho sea de paso, es también un meme entre la comunidad extranjera en Japón. Sí, cualquiera se da cuenta de que los japoneses están siendo bastante corteses al decir eso; no es que exageren, sino que tienen la idea de que su idioma es complicado para los extranjeros y les alegra que sepan algo del idioma (y la expresión es genuina en algunas ocasiones). No obstante, en muchos casos genera una sensación de incomodidad en la persona que recibe tales comentarios porque “se sienten” falsos: uno sabe que saber decir “¡Hola!” o “Mi nombre es Manuel” en japonés no es indicio de que uno sea bueno en el idioma o que sepa hablarlo. Pero lo más curioso del asunto es que el verdadero “halago” que uno recibe cuando realmente ya sabe hablar japonés es no recibir halago alguno. Dogen lo resume bien en uno de sus videos, en donde comenta que cuando a uno le preguntan “¿Tienes mucho tiempo en Japón?” es cuando realmente hay que sentir que se recibió un halago:
Si no conocen a Dogen, les recomiendo mucho su canal, sobre todo si están estudiando japonés o tienen interés en el idioma.
Sin embargo, siendo uno extranjero sigue siendo complicado estructurar una idea de tal forma que sea entendible para los oyentes, especialmente en situaciones donde se tiene que transmitir una idea de manera formal. Saber comunicarse en japonés es el primer paso, pero lo que le sigue es encontrar esa estructura correcta (y por ende, el vocabulario correcto) que permita que la idea sea entendida perfectamente, sin hacer que los interlocutores tengan que pensar (o a veces adivinar) el mensaje.
Yo lo entiendo de esta forma:
La razón por la que lo anterior sucede es porque aunque se entienda la gramática y se conozca mucho vocabulario, la forma de expresar una idea compleja se basa en el idioma natal y en la cultura en la que crecimos, además por supuesto de la personalidad de cada uno. En múltiples ocasiones me he encontrado con que sí se transmite lo que quiero decir pero hay mejores formas de hacerlo, sobre todo por escrito. Si quiero escribir algo largo en japonés termino estrucurándolo de la forma en la que lo haría en español. Muchas veces me han corregido escritos a pesar de no tener errores gramaticales o de vocabulario; la estructura es lo que me falla.
Lo anterior podría parecer que es nada más mi caso específico, pero me he encontrado con escritos en japonés hechos por extranjeros, y en varios casos he notado un patrón similar. Hay por supuesto extranjeros que escriben y se expresan muy bien, a los que de plano no hay nada que corregirles, ni siquiera una pizca de entonación. ¿Yo? No, todavía no llego a ese nivel.
Para muchos extranjeros, el nivel 1 de la JLPT es la meta del estudio del japonés. Sin embargo, una vez que llegas a él te das cuenta de que es el mero principio, y que lo aprendiste del idioma es una base muy sólida que te permitirá desarrollarlo con la práctica. De ninguna forma minimizo el esfuerzo que se requiere para poder pasar ese nivel, porque sí hay que invertir mucho tiempo y disciplina en el estudio y la práctica. No obstante, lo que sigue después de eso es todavía largo, aunque ciertamente menos complejo gracias precisamente a esa base que se adquirió.
Escribo todo esto como forma de voltear a ver alguno de mis logros. No es para ensalzarme, ni para ponerme como ejemplo en el estudio del japonés. Es más bien para comenzar a ver de nuevo el camino que he recorrido y lo que he alcanzado durante él, como forma de quitarme pensamientos negativos que me han estado afectando la autoestima durante mucho tiempo. Y sí, tiene que ver con salir del pozo en el que todavía estoy.
Cumplí otro año de vivir en Japón. Seguimos en pandemia. Ojalá que para el año que entra ya estemos globalmente en una situación mucho mejor, porque también el mugre virus ha tenido que ver con mi estado actual. Hay recaídas, sí, pero pian pianito creo, o quiero creer, que ahí la llevo.
Doc, discúlpame que te lo digo así con “jerga “mexicana, como diríamos en México entre cuates “Ya te la comes” jajaja, bueno dejando de lado esas vulgaridades , me impresiona mucho el hecho de que manejes el idioma japonés de ese modo, la verdad he leído yo diría el 80% de entradas de tu blog y se que aunque para ti no es un logro, no hay que quitarle su merito, el japonés es un idioma difícil como cualquier otro pero en particular la escritura y lectura se me hacen super difíciles, yo lo he dejado de lado por cuestiones laborales y por que sabes que en México muchas veces esta primero el trabajo que el estudio pero en cuanto pueda pienso retomarlo, a lo mucho mi nivel es N5, pero me conformaría en algún momento con tener el N2 y por que no el N1 aunque este último solo le encontraría sentido para quienes tengan planes a futuro en Japón, me he dado cuenta que hay extranjeros que incluso viviendo allá no dominan el idioma del todo y es entendible, como siempre mi Doc. , se te manda un saludo desde este lado del charco, esperando estés muy bien al igual que tu familia, saludos y ánimo.
Hola Mario Alberto.
Como siempre, muchas gracias por tu comentario 🙂
Jajaja. Nel. Yo no me la como. No sé si tú te la comas doblada y sin doblar, pero yo nel 😛
Ya en serio, fíjate que sí es importante detenerse a ver los logros, por pequeños que sean o puedan parecer, porque ellos se convierten en combustible para seguir adelante. Como lo mencioné, en extremadamente raras y contadas ocasiones me he ensalzado por saber japonés al nivel que lo sé, pero eso no quiere decir que lo sé todo ni que no tengo nada más que aprender. No obstante, como el uso del idioma es de a diario, de repente lo comienzas a ver como algo “rutinario”, sino como algo más que tienes que hacer para poder llevar una vida “normal” (nota las comillas) en este país. Y siendo extremadamente exacto y hasta rayando en lo pedante, a diario uso tres idiomas en su totalidad: japonés en la vida diaria, inglés en el trabajo, y español con mi hijo y con la gente con la que hablo generalmente. Mi papá, que es taxista en GDL, me ha dicho muchas veces que yo con los puros idiomas “la puedo armar en lo que sea”, pero nunca me he puesto a pensar en ellos como el centro de mis actividades, sino como herramientas que necesito para hacer lo que quiero hacer.
El N1 no necesariamente es para quienes tengan planeado estar en Japón en el futuro, pero entiendo tu punto, y de hecho me gusta la forma en la que mencionas que te lo pondrías como una meta una vez que hayas obtenido el N2. Ése mero es el espíritu, pero cuando lo logres, no hagas lo que yo he hecho durante mucho tiempo y celébralo en grande, porque definitivamente debes celebrarlo.
Te regreso el saludo desde el pandémico Tokio.
Ahhh vaya. El segundo Akimasa que “conozco”. Y para saber si su nombre significa lo mismo. El que conocí fue mi compañero de depa porque vino de intercambio a la Esime, en los dos mil y tantos.
Un abrazo Manuel y un gusto seguir leyéndote.