La cultura del “okaeshi” (お返し)

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Nadie puede negar que recibir un regalo despierta un sentimiento de gusto y agradecimiento. Después de todo, ¿a quién no le gusta que le regalen algo? Lo mejor es cuando alguien te regala algo de corazón y no por compromiso, pero un regalo es un regalo, y ya saben que a caballo regalado no se le mira el diente.

Al momento de recibir un regalo en México, al menos ni a mí ni a mis hermanos nos inculcaron que teníamos que “regresar el favor”, es decir, agradecer el regalo con otro regalo. Sin embargo, eso es precisamente lo que se hace en Japón, y ese regalo que se da como agradecimiento por haber recibido uno se llama “お返し” (Okaeshi), que si lo traducimos literalmente sería como “devolución”.

Dar un okaeshi en Japón se considera signo de educación, cortesía y agradecimiento. No obstante, para mí sigue siendo muy raro estar obligado a agradecer un regalo con otro regalo (y de una cantidad determinada). A la tierra que fueres…

Y por cierto, esto no es una cadena interminable: no es que uno le da un regalo al otro, éste le agradece con un regalo, y de nuevo hay que volver a comenzar. Una vez que el que dio el regalo original recibe el okaeshi, ahí terminan las obligaciones.

¿De cuánto debe ser y qué se debe dar como okaeshi?

La cantidad que hay que gastar en el regalo del regalo depende de lo que se haya recibido, así como de la ocasión. Por lo general, el costo debe ser entre un 10 y 20% del costo aproximado del regalo original.

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En cuanto a lo que se debe regalar, lo que es un estándar son dulces tradicionales japoneses, como manju, senbei, youkan o similares. En algunas ocasiones, como cuando recibes algún detalle cuando alguien te visita al estar hospitalizado, dar katsuobushi (鰹節) también es común.

Otro ejemplo de ocasión especial es cuando te casas y alguien a quien no invitaste a la boda te envía un regalo. En ese caso, muchas personas aconsejan comprarle algo a esa persona de un 50 o 60% del costo aproximado del regalo recibido, y ese obsequio debe ser preferentemente algo que la otra persona se alegre en recibir. Sí, la mitad o más…

El okaeshi se debe dar en un lapso de máximo 4 semanas, siendo éste solo un estimado; preferentemente no hay que darlo de forma inmediata, pero tampoco hay que esperar mucho para hacerlo.

Como mencionaba arriba, todavía no me puedo acostumbrar a tener que preocuparme por dar okaeshi al momento de recibir un regalo. Justo ayer anduve en Shibuya buscando el okaeshi que le daría a un compañero de trabajo, un señor ya mayor, que tuvo la amabilidad de regalarme una cuchara de madera que él personalmente hizo para mi hijo, para usarla cuando comenzara a comer. El detalle fue increíble, así que, siguiendo fielmente las costumbres niponas, durante mi hora de comida fui a comprar el regalo de agradecimiento. Terminó siendo una caja con algunos dulces japoneses, que costó 2160 yenes. Todo eso lo grabé en Periscope, y aquí lo dejo para que lo disfruten.

El okaeshi es una de esas tradiciones japoneses que conozco desde que llegué por acá, he vivido y seguido, pero que me sigue pareciendo “rara”. Todos los regalos que he recibido, sobre todo ahora que nació mi hijo, se agradecen profundamente, pero no puedo negar que el hecho de tener que dar okaeshi me parece un poco excesivo.

La costumbre de regalar dulces

Como dato extra, regalar dulces tradicionales no se limita a okaeshi ni a regalos en ocasiones para celebrar. Hay situaciones en las que, por educación, se acostumbra también obsequiarlos:

  • Llegar tarde a una cita. Ya sea que te des cuenta de que vas a llegar tarde, des aviso de ello, y uses un poco de ese tiempo para comprar los dulces, o bien darlos en la siguiente ocasión en la que te encuentres con quien hiciste esperar.
  • Disculparse con alguien por algún error. Por ejemplo, ir a disculparse directamente con alguien de otra empresa por algún error en los negocios o en la forma de comportarse.
  • Cuando nace un niño, llegar con los vecinos a regalar dulces y disculparse de antemano por las molestias que el niño les ocasionará (específicamente llorar por la noche).
  • Ir a consultar a un antiguo amigo, colega o profesor.

Podemos resumir lo anterior como “cuando le vas a causar, o le causaste, molestias a alguien”. De los casos nombrados, solamente el segundo no me ha tocado, pero los demás sí los he vivido personalmente, sobre todo el tercero hace poco. Siendo Japón un país en el que el silencio por la noche se respeta estrictamente, el hecho de tener un bebé que invariablemente llorará por la noche es fuente de molestias para las personas que viven alrededor, así que tuve que ir con mis dulcecitos con los vecinos y con la casera.

Como extranjeros, no hay que preocuparse por este tipo de detalles cuando se está de turista en Japón, pero cuando vives aquí, son de las costumbres que hay que aprender para poder desenvolverte mejor en la sociedad.

8 Replies to “La cultura del “okaeshi” (お返し)”

  1. Muy buenas tardes tengas Manuel (aquí en méxico son las 16:15 hora centro).

    Sí me enteré de tus entradas anteriores sobre algo con un amorío; pero sentí que no era muy educado leer algo de lo que creí algo personal. O sea que sentí que leer sobre tu vida personal era algo no muy educado, sobre todo por ser básicamente desconocidos.
    Pero con lo que leo en esta entrada, lo he considerado y me leeré tus entradas anteriores, pues por algo las publicaste, y las leeré con su debido respeto.

    Fíjate que acá, la educación que me inculcaron mis padres (más que nada mi madre), también se tiene una educación similar, aunque no se les dan regalos, sino se deben disculpar. Si llegas tarde a una cita, al cometer un error, etc., pero estas disculpas deben ser sinceras y no de dientes para afuera. Creo que esta educación igual y la recuerdas o la tienes inculcada.
    Lo de los regalos, en el caso de un bebé, me hizo recordar que “cuenta la leyenda” se regalaban chocolates si nacía niña, o cigarros si era niño.

    Cada vez que leo tus entradas sobre las costumbres niponas, o la educación, me dan más ganas de irme para allá; con esta entrada de que dices respetan el silencio de la noche, ya son más los “puntos” que votan por irme a Japón. Realmente deseo poder dormir tranquilamente por las noches y no me despierten los escándalos de los borachos y/vagos.

    Tal vez yo sí me acomodaría a los Okaeshi, aunque igual y llega a ser molesto con el tiempo.

    Más tarde me veré el video y te comento, ya sea aquí mismo o en Youtube. Por cierto, sí que es caro allá, ¿un melón en mil pesos? ¿es de oro o qué tranza? 😀 (supongo que en las comunidades donde se acostumbra la siembra, será más barata la fruta y todo lo que se cosecha).

    1. Hola Sebastián.

      Muchas gracias por tu consideración respeto a los posts de “Amor en los tiempos del sushi”, pero no te preocupes. Tú léelos 🙂

      Melón: lamentablemente no es de oro. Simplemente es de “buena calidad”. Un melón normalito ronda los 1000 yenes, pero uno “bueno” anda costando lo que viste en el video.
      Extraño las frutas 🙁

      ¡Saludos!

  2. Hmmm, interesante costumbre. A mí también se me hace raro, aunque pienso que quizás, dentro de esa cortesía, va también un sentido de correspondencia y quizás hasta de humildad, en plan “no es que lo merezca todo; mira, aquí está mi correspondencia”, lo cual también puede aplicarse a lo del hecho de llegar tarde o de hacer ruido (“te agradezco que me hayas dado de tu silencio o de tu tiempo, aquí está mi correspondencia”). Así lo entendí, pero al igual que tú, es algo que choca con lo que conocemos, y pues también llega a pegarle al bolsillo.

    ¡Saludos!

  3. Interesante, ya me ha tocado verlo. Otra tradición similar que me parece igual curiosa es cuando alguien va de viaje siempre siempre trae de regreso souvenirs para todos, normalmente dulces del lugar al que fueron, en México también se hace pero solo para la gente mas cercana y solo si quieres, si no, nadie se ofende, pero en Japón como está eso? siempre veo que si es como que obligatorio regresar de tu viaje con algo para todos, ya sean colegas y familiares. En mi caso vine a trabajar por 4 meses nada mas, y me traje artesanías de México para regalar en agradecimiento a todos con los que estoy trabajando y cuando me vaya se los voy a dar, pero es mas por algo que de verdad me nació hacer que porque me haya sentido obligado. Ya cuando te sientes obligado a hacer algo pierde el chiste y el agradecimiento sincero.

    1. A lo que iba, es que estaría chido que hablaras sobre el famoso Omiyage en otro post… Saludos,

  4. Igual que a ti, se me hace raro y hasta incomodo estar como “obligado por educación” regresar algo a quien te dió un regalo.

    Acá tuve broncas con una pareja de suizos por que una vez salimos en grupo ellos y otros colombianos, los suizos pagaron el vino en el restaurant para todos y después ellos esperaban que yo les pagara la comida a toda la bola a cambio, que por que segun ellos asi se hacia en Suiza ( les dije ja!! saquense, mejor te pago mi parte del vino ). Osea en Suiza alguien te invita a su casa por ejemplo, la proxima vez estas como obligado a hacer algo a cambio no importa si te cuesta mas de lo primero que te dieron ( muy abusados los suicitos )

    Pregunta, que pasa o como reacciona la gente en Japón si te vale un soberano cacahuate dar el “okaeshi” ? Te ven muy mal acaso o que ? Saludos

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