Isla de salsa 2009

Isla de salsa es un evento de música latina que se realiza año con año en Fukuoka. Esta vez fue el 13avo aniversario, y como es fin de semana y el clima al fin cooperaba, asistí en compañía de otros amigos de la universidad. Tenía 2 años que no iba.

Hasta el último año en el que fui, el evento se llevaba a cabo en la isla llamada Nokonoshima.

mapa

EDIT: Porquería de Inline Google Maps. Nomás no quiere funcionar :/ Al menos dándole click al link, verán el mapa. Perdón por las molestias.

Sin embargo, y por causas que aún desconozco, a partir del año pasado se realiza en Jigyohama (地行浜), en el área de Momochi (百道), en Fukuoka, lo que significa que ya no hay que pagar ferry para asistir 😀

El ambiente se puso muy bien. Faltaban muchas horas para que el invitado de honor, Juan Luis Guerra, apareciera en el escenario, pero aun así los japoneses se dieron abasto de música y actitud latina y se pusieron a intentar bailar como casi nunca lo hacen.

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Momento de relax

ACTUALIZACIÓN: Los de Sony fueron rápidos y en un día Youtube quitó los videos que había puesto aquí. De momento edito la entrada y la dejo sin videos hasta que los encuentre en otro lugar.

La música de Yui tiene un no-sé-qué que me llama la atención. Su más reciente sencillo, titulado “Again”, me gusta mucho y es de hecho la siguiente canción que quiero cantar en el Karaoke.

Video borrado en Youtube

Yui es originaria de Fukuoka. La nena apenas tiene unos 22 años, pero ya probó las mieles del éxito. Otra de las canciones que me gustan de ella es “Cherry”:

Video borrado en Youtube

Una también reciente es “Summer song”:

Video borrado en Youtube

Un poco de lo que escucho de música por acá, sobre todo hoy que ando programando.

El niño y sus diabluras: inundaciones y boda

Actualizando un poco por acá.

Hace casi un par de semanas el cielo prácticamente se cayó en la parte norte de Kyushu y también en Yamaguchi. En una noche llovió el equivalente a 3 meses. Sobra decir que la situación se puso fea.

Ese viernes por la noche fuimos a cenar a un restaurante. Ya estaba lloviendo fuerte al momento de salir de casa. Sin pensar mucho en la lluvia, tenía que ir a entregar unos CD que había rentado, así que me dirigí al videoclub. Al salir e intentar tomar el camino de regreso, mi sorpresa fue grande al dar la vuelta a la izquierda: el agua prácticamente tapaba las llantas. Un señor ya mayor estaba empapado fuera de su casa, ya inundada, y hacía su mejor esfuerzo por indicarle a los automovilistas que se regresaran, pues no podrían pasar. Me tuve que echar en reversa y buscar alternativas.

La lluvia no cesaba, y para donde me moviera las calles estaban llenas de agua, y amenazaban con ponerse peor. Pensé en irme por otro camino, uno que es completamente de subida, creyendo que sería todo más fácil… grave error.

Manejé unas calles hasta llegar al lugar arriba mencionado. La calle estaba inundada, pero no tanto como la primera, así que me animé y di la vuelta a la izquierda, solo para encontrar unos 5 carros detenidos  delante de mí. No avanzaban. Toda la corriente venía de bajada y hacía de ese lugar una especie de alberca. Las aceras ya no se veían. Lo primero que se me ocurrió fue subirme a una acera y parar el carro ahí (había un par de negocios con estacionamiento), pero con lo estresante de la situación (al menos para mí) nunca recordé que las aceras no se veían, por lo que le di un golpe al carro en la parte baja de la defensa, nada grave hasta eso. Con todo, lo gré subir. Un carro intentó hacer lo mismo que yo, pero ése sí de plano no se pudo subir. Al ver que la situación no iba a mejorar y que pasara lo que pasara el agua llegaría también hasta donde estaba, opté por mover el carro por la acera para salir de ahí y buscar otra ruta, o de menos un lugar en donde pudiera dejar el carro sin tanto temor a que se inundara.

Avancé por una calle relativamente grande, pero tenía que ir justo por en medio, que era donde todavía se veía el camino. Hice un rodeo enorme, pero al fin encontré una calle en donde podría doblar a la izquierda y no había tanta agua. Esa calle poco a poco hace subida y termina justo en la parte alta de la primera calle que había intentado tomar. Después de avanzar con cuidado, por fin pude seguir el rumbo a la casa.

Un trayecto de 7 minutos me tomó 45. Hasta me pasó por la cabeza la idea de tener que dejar el carro y regresarme caminando.

La lluvia no cesó, y en la TV comenzaron los avisos de evacuación. Caminos cerrados, los trenes y autobuses detenidos, derrumbes y deslaves en carreteras y montañas, personas desparecidas, ya incluso muertos. Y aunque mi casa (y la de todos ustedes) está en un lugar alto, la posibilidad de ser evacuado seguí latente por la cercanía con un pequeño bosque/montaña.

Llamé por teléfono a mi familia en México avisándoles de la situación, ya que sé que luego que les llega la información por allá no les llega bien y se preocupan.

Al día siguiente era la boda del tico, y sinceramente pensé que no íbamos a poder llegar. De hecho el tico había venido a Iizuka para arreglar unos asuntos de la universidad y tuvo que pasar la noche en su laboratorio porque no se pudo regresar a Fukuoka. El día de la boda y el novio no iba a estar presente.

A la mañana siguiente el tico me llamó a las 6:30 am preocupadísimo porque no había manera de ir a Fukuoka desde Iizuka. La boda era a las 3 pm. Uno de sus compañeros de laboratorio investigó y parecía que había manera de ir a Fukuoka, pero haciendo un rodeo enorme. Lo malo es que la estación de tren en Iizuka no estaba en servicio por la lluvia, así que tenían que ir a tomar el tren hasta otra estación. Me pidió que si lo podía llevar a dicha estación (en carro son como 30 minutos). Obviamente accedí.

Ni qué decirles de los caminos: muchos lugares cerrados, muchos ríos a punto de desbordarse. Afortunadamente el tico pudo tomar el tren y llegar finalmente a Fukuoka. Faltábamos nosotros, los invitados 😀

Los 2 caminos principales para ir de Iizuka a Fukuoka estaban cerrados, pero el de paga fue abierto a eso de las 12:30 pm, así que corrimos con suerte. Hubo boda y fiesta, y después la seguimos en un salón de baile latino hasta eso de las 11 pm.

Solo pude tomar un par de fotos de las inundaciones con el celular. Muy mala calidad porque no había acomodado las opciones. Las tomé mientras esperaba la luz verde en un semáforo, después de llevar al tico a tomar su tren el sábado por la mañana.

¿Y por qué lo de “El niño”? Porque es por culpa de ese fenómeno por lo que las lluvias terminaron 1 mes después de lo normal, por lo que ha llovido intensamente en todo Japón, y por lo que el verano prácticamente está pasando desapercibido ya que no hace tanto calor como siempre. Apenas ayer por la tarde se anunció oficialmente el fin de la temporada de lluvias en Kyushu… el anuncio más tardío en toda la historia. Creo que ni hace falta mencionar los daños a los campos y huertos. Va a haber escasez de arroz, los vegetales ya están más caros, en fin. El niño hizo de las suyas este año por acá, y debido a ello creo que no podré disfrutar tanto el verano como otros años. La experiencia de manejar entre calles inundadas fue ilustrativa, puesto que nunca me había tocado conducir en una situación similar, ni siquiera en Guadalajara, donde es bien sabido que por Plaza del Sol nada más llueve y hay que sacar la lancha para poder moverse.

Mameshiba en Fukuoka

Mameshiba aparece afuera de un centro de juegos en Fukuoka y no podía faltar la foto:

Para quienes no conozcan a estos personajes, Mameshiba son una serie de granos (Mame 豆 = grano, frijol) que aparecen en diversas situaciones (generalmente inoportunas) y dicen algún dato curioso, de ese tipo de conocimiento “inútil” que quizá puede servir en trivias (豆知識 Mame chishiki = conocimiento genera, no indispensable), haciendo que la gente pierda interés en lo que está haciendo. Aquí un video con varias cápsulas. Tienen subtítulos en inglés.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=QpRBkhipQOs[/youtube]

El chat sobre la beca – ¡Éxito!

El día llegó. El pasado 12 de julio llevamos a cabo el chat sobre la beca y Japón. Digo llevamos porque fue un esfuerzo conjunto de varios becarios, varios interesados y el panda que estuvo ayudándonos con los detalles técnicos.

Lo bueno: mucho orden. Cero problemas. Gracias a ello pudimos aprovechar las 2 horas y media ( menos el tiempo que tomé para beber té :P). Todo transcurrió sin problemas.

Lo malo: el tiempo no fue suficiente. Como adoptamos la política de una pregunta por persona, quedaron muchos pendientes, por lo que decidí que habria una segunda parte, titulada “The becarios strike back”, y si es necesario nos podríamos aventar la trilogía.

El log del chat, pulido por Abraham (Maharba), lo pueden encontrar en las siguientes direcciones:

El log completo, sin pulir, lo pueden obtener haciendo click aquí. El panda también guardó una parte en su cuchitril.

Muchas gracias a las siguientes personas por todo su apoyo. Un agradecimiento extra a los demás becarios por levantarse temprano en domingo para estar presentes 😀

La segunda parte del chat se llevará a cabo muy pronto. Yo les aviso faltando un día oportunamente 😀

Android En Japón

El próximo mes sale a la venta en Japón el primer teléfono que incluirá Android en este país. Las expectactivas que ha creado Android son muchas; se han visto los resultados en Estados Unidos, se ha comprobado que se puede instalar en Netbooks, cualquiera puede desarrollar en él (el API está en Java). Sin embargo, el terreno de los celulares en el país nipón es mucho más exigente de lo que se sabe fuera de él.

Sabemos las razones por las que el iPhone no fue un súper éxito aquí como lo fue en muchos otros países. Quizá lo del dinero y los planes ya se haya resuelto (o al menos ya no están tan estrictos como antes), pero las desventajas que el iPhone, Android y cualquier Smartphone tienen en Japón son remarcables. Sí, tienen sus seguidores, pero distan mucho de ser mainstream.

Lo que los expertos dicen al respecto del tema es algo que ya sabíamos: si Android o el iPhone quiere triunfar por acá, van a tener que japonizarse. La falta de servicios que ofrecen los teléfonos celulares tradicionales en Japón es sin duda una herida mortal para los OS, y a fin de cuentas para las compañías que los quieren comercializar. Lo que el iPhone y los teléfonos con Android tienen que implementar es:

  • One Seg. Televisión para dispositivos móviles. Es tan común ya, que solamente los modelos de teléfonos viejos o muy austeros no tienen. La gente que va a trabajar los usa para ver en especial eventos de interés popular, como el WBC (mundial de béisbol), partidos de futbol de la selección (japonesa, por supuesto :P), entre otros.
  • Osaifu Keitai. Es decir: dinero electrónico. Hay varias compañías de este dinero (yo conozco 3), y vaya que es conveniente poder pagar con tu celular. Si no traes cambio/dinero, simplemente le pones crédito a tu cuenta de dinero electrónico por medio de tu tarjeta de crédito y pagas en muchos lugares. Y por raro que parezca, en muchos de ellos no aceptan pagos con tarjeta de crédito. Este servicio es muy usado por los japoneses, por lo cambiar a un teléfono que no lo implementa es algo que simplemente no consideran.
  • Acceso a red WAP. El internet para celulares en Japón es muy popular. Muchos servicios solo pueden ser accedidos por ese medio (Tekken-net es uno de ellos). Si bien se pueden instalar o configurar navegadores en Android y Smartphones para que se conecten a la red WAP, no compensa el hecho de que no se puede suscribir a ninguno de los servicios que se ofrecen ahí debido a que dependen del hardware (el teléfono en sí).

Parece trivial, pero los 3 puntos anteriores son lo que frenan al iPhone, a los Smatphone, y próximamente a Android, de ser populares. La compañía que implemente estos servicios en uno de sus teléfonos es la que se va a ganar al mercado. ¿Apple? Es la menos probable, debido a que el servicio de dinero electrónico y la TV dependen directamente del hardware (concretamente de unos chips), lo que implicaría que tendría que crear un iPhone exclusivo para Japón. Se le ve más futuro a Google en ese sentido gracias a la disponibilidad que existe en Android.

En fin. Me va a tocar jugar con uno de estos teléfonos pronto. Sin duda habrá aplicaciones interesantes, pero se duda (y me incluyo) que, así como están las cosas, vayan a dominar el mercado de este país.

El chat sobre la beca – Ya casi

El panda anda ocupado esta semana, pero tanto él como yo le hemos movido a varias cosas sobre la infraestructura que usaremos para la charla. Yo sinceramente quería hace todo este fin de semana, pero parece que no terminaremos a tiempo, por lo que la charla tendrá lugar a más tardar la segunda semana de julio. Aquí les aviso.

En lo personal, estuve probando alternativas de clientes de IRC que se pueden poner en una página web. Había considerado clientes en Java, pero como no todos tienen el plugin, mejor opté por algo en php. Los resultados fueron satisfactorios, pero hay detalles que tengo que afinar, así como sincronizarme con el panda para que ya todo quede.

Por lo pronto, recuerden leer los posts sobre la beca (maestría o licenciatura, según sea el caso) y el de preguntas frecuentes. Con ello podrán resolver algunas dudas básicas y quizás les dé ideas de qué preguntar el día de la charla.

Verano

Oficialmente estamos en verano. Esto quiere decir que podemos olvidarnos por un rato del frío, de la nieve y de los onsen, y en su lugar podemos pensar en playa, chicas en bikini, nieves raspadas (raspados, minutas), chicas en bikini, fuegos artificiales, chicas en bikini, chicas en yukata y, por supuesto, chicas en bikini.

¿Mencioné chicas en bikini? Eso espero, porque el taco de ojo que te echas en las playas y ,en menor medida, en la ciudad (las chicas andan con muy poca ropa por el calor) dura solo un par de meses, y cuando uno menos lo piensa ya están las ventas otoño-invierno. Lo curioso de todo esto es que las japonesas promedio no quieren broncesarse. En pocas palabras: la piel blanca es sinónimo de belleza. Por tanto, las chicas que van a la playa se untan prácticamente todo el bloqueador solar y evitan a toda cosa estar en el sol… sin contar con que van a la playa maquilladas y no se quieren meter al mar porque se arruina el maquillaje y el peinado… No se puede generalizar, cierto, pero la mayoría cae en esta categoría.

También hacen su aparición los “fuurin” (風鈴, literalmente “cascabel de viento”), que son las campanitas que se ponen en las ventanas para que suenen cada vez que el viento sopla. En Japón esto es símbolo de frescura entre tanto calor.

He mencionado en años anteriores que el verano es mi estación favorita en Japón. A las 5 am ya está todo claro, y es riquísimo andar en sandalias (que por cierto mi familia no me bajaba de hippie cuando las usé en Guadalajara el año pasado). Lo malo es que ahora no tengo tanto control de mi tiempo (por el (O&%&”#)/#%”(/ trabajo) y tengo que andar de traje entre semana de 9 am a 6 pm. ¡Ah! pero sin corbata porque es verano (que sí es un alivio). Así que ignoro cuántas veces pueda ir a la playa este año, pero si no tomo mi ración anual de sol (le da piel a mi color) casi casi voy a explotar en invierno. No me tengo que quejar mucho, puesto que en Hokkaido solo tienen 2 semanas para ir a la playa (es mucho más frío que Kyushu).

Junio no tiene días festivos, y en julio solo hay uno: el día del mar. Este año es el 20, lunes, por lo que, y lean bien lo siguiente, añoro un fin de semana de 3 días. El trabajo no es tan pesado como era estar en el laboratorio, pero el protocolo y la rutina (aunado con andar de traje en medio del calor) hacen que la semana se torne monótona (de 9 a 6), y 2 días a la semana no son del todo suficientes para poder descansar. Para colmo, resulta que tengo sinusitis, y he estado yendo al hospital cada sábado desde hace como 2 meses; el problema fue que en el hospital general nunca me revisaron la nariz y siempre recibía medicina para el resfriado. Opté por acudir a un otorrinolaringólogo, y en cuestión de 7 minutos (después de esperar mi turno por una hora y veinte) el doctor me tomó radiografías, me revisó y dio su diagnóstico. Deberían ver la cantidad de medicina que tomo después de cada comida, sobre todo por la mañana y por la noche. Cada que voy a tomarla creo que me parezco más a:

En fin, trataré de disfrutar el verano lo más que se pueda.

¿Batalla ganada?

A medias diría yo, pero al menos ambas partes externamos nuestras inquietudes y se llegó a un acuerdo relativo: le bajaron la cantidad de tiempo de exclusividad a menos de la mitad.

Como empresa, ellos tienen el derecho de proteger su propiedad intelectual; sin embargo, eso no quiere decir que uno tiene que someterse a que le dirijan la vida aun cuando ya se está fuera de la compañía.

Por lo menos vamos a llevar la fiesta en paz al menos hasta marzo del año próximo. No obstante, el día que decida irme de esta empresa voy a tener que torear ciertas cosas para poder encontrar un mejor trabajo. Por lo pronto a hacer alcancía.

Mil gracias por sus palabras de ánimo. En serio. Estas cosas son de las que quisieras comentar y esperas encontrar una respuesta, pero sabes que a fin de cuentas todo depende de ti. Me sentí realmente apoyado 😀

Ahora a seguirle con los preparativos de la plática.

Y salió la sopa

Hoy en el trabajo por fin se dio la discusión que esperaba desde hace más de una semana.

Todo se debe al dichoso “juramento” de exclusividad que te hacen firmar (derechos de autor y similares); precisamente por eso no puedo escribir detalladamente de qué se trata todo esto, pero sí puedo comentar que se están manchando en uno de los puntos.

Por supuesto que todavía no lo he firmado. Entiendo a la perfección todos lo que se especifica, pero no estoy de acuerdo en un punto que casi casi dice que si no eres de ellos, no eres de nadie. La discusión tomó más de una hora, con el resultado de que no firmé, que el dueño de la empresa acabó entre preocupado y molesto, que mi jefe inmediato dice que “entiende los 2 puntos de vista” (el de la empresa y el mío) y que mañana vamos a volver a hablar. Por mi parte, no tengo más que leer ni revisar: no me muevo de mi decisión, lo cual puede significar que hasta me dan gas en estos días.

No es que uno esté contra el sistema, es simplemente hacerles saber que no eres japonés, no te riges por sus costumbres y, por ende, no quieres terminar como propiedad de algún lugar (o al menos, de uno que no te paga lo justo).