Terremoto

Afortunadamente, aquí en Kyushu no llegó, pero el terremoto que azotó esta tarde a la parte centro y norte de Honshu estuvo fuertísimo (se habla de magnitudes entre 8.4 y 8.9), y las tsunami que llegaron después estuvieron impresionantes… Es horrible ver como se van llevando todo lo que encuentran a su paso.

Chequen esta liga de la BBC:

http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-pacific-12709850

Muestra la tsunami que llegó a Natori, en Sendai. ¿Para dónde corres? Increíble.

El canal de CitizenTube en Youtube tiene varios videos del momento del terremoto y de cuando llegaron las tsunami.

http://www.youtube.com/citizentube

JR Higashi Nihon anunció que no habrá trenes en lo que resta del dia (11 de marzo). Mucha gente no podrá regresar a casa, y recomiendan comprar comida e ir a un refugio en vez de intentar regresar a casa. El servicio de autobuses (camiones) está funcionando, pero, como imaginarán, la cantidad de gente es impresionante, por lo que es mejor ir a un refugio y estar al pendiente, ya que siempre hay réplicas.

Hasta el momento, los mexicanos que estamos en Japón (que conozco), nos reportamos bien.

Agradezco de todo corazón a las personas que se preocuparon por nosotros y han estado al pendiente de lo que sucede por acá. Aunque en Kyushu estemos “a salvo” (porque uno nunca sabe), estaré al pendiente por lo que pueda suceder en las próximas horas.

Lo que me ha mantenido ocupado

En las últimas semanas, he dedicado la mayor parte de mi tiempo libre a un pequeño proyecto que tiene que ver con las preguntas que me hacen en formspring.

Todavía no está al 100% terminado. Me ha tomado tiempo porque comencé a hacerlo desde cero, en un lenguaje en el que no estaba acostumbrado, y formspring no proporciona en ningún formato las preguntas ya respondidas. Aunque he estado comentando en twitter un poco sobre los problemas y avances que he tenido, los detalles vendrán después, ya que estabilice el código aunque sea un poco

La explicación técnica del proyecto estará en el otro blog tan pronto lo suba al servidor.

También tengo pendientes un par de posts aquí, que espero poder escribir en la semana (aunque sea uno). La quinta parte de los años maravillosos está en el tintero, pero le falta todavía para estar terminada. ¿Que si será la última? Ya se enterarán.

Un poco de paciencia es lo que les pido, por favor 🙂

Lo que puedo adelantar al respecto del proyecto (click para ver de tamaño original):

searchengine image 01Search Engine image 02

Nieve, mucha nieve

Aunque siempre me quejo del frío que hace por acá en invierno, la verdad es que hacía ya varios años que no se sentía tanto como éste.

El último invierno que recuerdo así de frío es el de 2003, el año en que llegué por acá. Era todavía mitad de noviembre y yo me estaba congelando. Fue ahí donde conocí lo que son los kotatsu, los calentadores de queroseno y, ya después, las alfombras y cobijas eléctricas. De hecho, ahora que lo pienso, el kotatsu que en aquel entonces me regalaron es justamente el mismo que uso ahora… es decir que mi kotatsu tiene 7 años conmigo + los que tuvo con el antiguo dueño, ¡y sigue funcionando!

Sé que para muchos el frío no es cosa del otro mundo, pero para mí, que en Guadalajara raras veces bajaba tanto la temperatura, el primer invierno por acá fue muy difícil. Después uno se acostumbra, es cierto, pero eso no hace que me guste. Mi estación favorita del año es verano: me gusta el calor.

El frío es una cosa; la nieve es otra muy diferente. Si va a hacer frío de todas formas, preferiría que nevara más seguido, sin llegar a los extremos como Niigata o Fukui. Pero la nieve se niega a aparecer seguido por esta parte de Japón. Sí, cada invierno nieva, pero en los últimos años eran 1 o 2 al año, y la nieve no se acumulaba (léase: “no se pueden hacer monos de nieve”). No obstante, este año se ha caracterizado por la nieve; ahora sí no ha faltado.

¿Qué puede ser malo en todo esto?

Continue reading “Nieve, mucha nieve”

La flor del vecino es roja

Desde que comencé a interesarme por la cultura japonesa, me he encontrado con muchas clases de personas a las que les gusta Japón. Sus razones son válidas, por pequeñas que a otros les puedan parecer. Y entre esas personas, también hay quienes idolatran a Japón, y lo ven como el paraíso terrenal.

Esta vez me voy a centrar en la opinión mexicana.

Japón, como otros países, tiene su lado bueno y su lado malo. El punto es que muchas personas visualizan la vida en Japón manteniendo la forma de pensar mexicana. Quienes tienen la oportunidad de venir como turistas experimentan uno de los viajes más placenteros e increíbles que se pueden realizar (hay mucho destinos turísticos de ensueño, es cierto, pero Japón tiene un toque mágico para asombrar a los extranjeros). Lo bueno, y malo al mismo tiempo, es que en tan poco tiempo no les es posible conocer Japón lo suficiente como para ver su lado negativo. La idea que queda en la mente es casi unísona: “Japón es mejor que México”.

Es fácil pensar que Japón supera a México en todos los aspectos si se ve desde el punto de vista de “primer mundo” vs. “país tercermundista”. Siendo realistas, sí: Japón sobresale en muchos aspectos en comparación con nuestro país (y con muchas partes del mundo), pero eso no lo convierte inmediatamente en la tierra prometida. La diferencia de culturas es enorme, ya la he comentado, pero sabemos que detrás del orden y el avance que Japón muestra, existe un precio que se paga, y no precisamente con dinero.

Siempre ha sido mi postura hablar de Japón de forma neutral, resaltando los puntos buenos y señalando los que, por pertenecer a una cultura diferente, me parecen malos.

Continue reading “La flor del vecino es roja”

¡Feliz 2011!

usaginenga

Ha comenzado un nuevo año. Muchos pendientes, muchos proyectos, y sobre todo, muchas ganas para que todo salga bien.

Este año, según el calendario chino, es el del conejo, y en kanji se escribe

No olvidemos lo malo que haya pasado el año anterior: aprendamos de nuestros errores  y hagamos de este 2011 uno inolvidable.

Por supuesto, aquí estaremos dando lata.

Un abrazo a todos desde el frío Japón.

El 2010 en un kanji

Continúa la tradición de describir lo que me pasó en el año en un kanji.

El kanji del año en Japón fue (sho), que significa “calor”.

En las versiones pasadas, los kanji no han sido muy emotivos. Ojalá que esta fuera la excepción, pero después de meditarlo mucho, creo que el que escogí denota perfectamente lo que he pasado en este 2010.

Y el kanji de este año es:

muzukashii-kanji


Lecturas: “nan”, “kata”, “gata”, “muzuka-shii”.

Significado: Difícil.

Estos 365 días han sido, en general, pesados. Cierto es que tuve buenas experiencias, como el viaje a México en abril en donde me dieron la oportunidad de dar un par de charlas en 2 universidades, pero he tenido que tomar decisiones muy difíciles, y todavía hay algunas que tengo que considerar. Dicen que eso es parte de crecer y madurar, pero en verdad que me han pegado duro y tupido. Con todo, sé que todo va a mejorar y estoy luchando por ello. Quizá lo que más me dolió es saber que tomará más tiempo del que originalmente tenía planeado.

Sinceramente espero que el próximo año ya pueda poner un kanji más bonito, más alegre, o al menos más lleno de esperanza 爆笑 Le echaré ganas para que así sea.

Reciban un muy fuerte abrazo de mi parte. A todos ustedes que me hacen el favor de leerme, les deseo que el 2011 sea muchísimo mejor que todos los años anteriores. No diré “que sus deseos se hagan realidad” sino: que luchen para que sus deseos se hagan realidad. Si uno no pone de su parte, las cosas no van a caer del cielo. Ténganlo siempre presente. Todo esfuerzo rinde frutos, a veces muy rápido, a veces muy tardado. El chiste es no rendirse.

Nos leemos por aquí el año que entra スマイル

Préambulo de navidad

Con muchas ganas de escribir, pero de repente me salió una oportunidad para meter papeles en un instituto de investigación famoso en Japón, y anduve prácticamente desconectado del mundo por varios días, incluso de Twitter. A ver cómo me va.

Aunque uno no quiera, se va acostumbrando al estilo de la navidad japonesa: es una noche romántica, para pasarla con la pareja, pero no tiene nada de especial en el sentido del espíritu navideño que nos enseñan (o a veces nos fuerzan) a tener en México. Ya lo he comentado en años anteriores: la navidad en Japón es más consumismo que nada. Sí, la “tradición” de los regalos se da en muchos otros países, pero Japón, un país netamente no cristiano, se lleva, a mi gusto, las palmas por sus costumbres navideñas, las cuales se resumen en:

  • Estar con la pareja. Es quizá la noche donde es más difícil encontrar cuarto en los Love Hotel. 

  • ¡Comer pollo frito! Los de KFC hacen su agosto vendiendo cubetotas de pollo, y hay que hacer la reservación a tiempo (de preferencia con un mes de anticipación) porque el mero día (léase 24 de diciembre) se dedican solamente a entregar los pedidos (obviamente uno tiene que ir a recogerlos). ¿Y para los que alcanzaron su pollo KFC? ¡No hay problema! Las convenience store tienen su versión de pollo frito. No importa que no sea KFC ni que sea más caro, el chiste es comer lo que “se debe comer” en navidad. Todos felices.
    Según una de mis alumnas de mi clase de español, los japoneses comen pollo en vez de pavo, porque es difícil encontrar este último por este lado del mundo. Y que yo recuerde, nunca comí pavo en las navidades que pasé en México; creo que el pozole de mi abuela (en paz descanse) era el platillo fuerte ese día.

  • Pastel. ¡Pero claro! navidad =  pastel. Al igual que el pollo, hay que hacer la reservación con tiempo si se quiere comer el 24, pero hay gente más lista que espera a que sea 25 para comprarlos… ¿por qué? Porque bajan increíblemente de precio.

Si Japón no se caracteriza por ser cristiano (o similares), entonces ¿por qué celebrar la navidad? Le hice la pregunta a varios japoneses, y ninguno me pudo dar una respuesta en concreto. Fue de nuevo mi alumna de español la que dijo algo que me pareció coherente: “A los japoneses nos gustan los festivales. Por eso, como en otros lados celebran la navidad, nosotros también de alguna forma queremos celebrarla”. Perfecto, ya tienen un punto.

Triste historia

Alguna vez en nuestra vida hemos cantado (o nos han forzado a cantar) un villancico. Uno de ellos es el que relata la historia de Rudolph (Rodolfo), el famoso reno de la nariz roja, y que recuerdo perfectamente porque le cambiamos la letra (Era Rodolfo el reno… era el reno más puñal ♪… No me juzguen era pequeño y muy travieso… mejor no les digo lo que sigue). En Japón, los villancicos “tradicionales” como ése, noche de paz, Jingle Bells, etc. son conocidos, en su mayoría por gente mayor; los jóvenes también los conocen, pero a ellos les vienen a la mente canciones más recientes y de cantantes más famosos, como “All I want for Christmas is you” de Mariah Carey (1994, si mal no recuerdo). No obstante, el de Rudolph, titulado 赤鼻のトナカイ (Akabana no tonakai, el reno de la nariz roja) , nunca menciona su nombre; todos conocen al reno de la nariz roja, y cómo fue que se convirtió en el guía del trineo del buen Santa, pero prácticamente nadie sabe su nombre porque nunca lo dicen en la canción. Cuando les pregunté a varios por el nombre, nadie me supo decir (al menos por acá en el rancho). La respuesta más común fue “¿eh? ¿Tiene nombre?”.

Pobre Rudolph, tan famoso y tan desconocido al mismo tiempo.

Santa, el niño Dios o similares no va a pasar por la casa este año, en víspera de algo mejor para el que sigue. Y no es que sea un grinch, pero siempre he dicho que me gustaría que el espíritu navideño estuviera presente siempre, en todo momento, y no nada más en una fecha determinada. Después de ver y leer tantas cosas sobre México este año, uno no puede desear más que paz y tranquilidad para la gente que, sin deberla ni temerla, está en medio de una guerra (si tiene sentido o no ya no es tema de este blog). Por lo que, aunque sea en esta época del año, espero de todo corazón que así sea.

Feliz navidad a todos. Echen relajo, diviértanse, pórtense mal si quieren (no se quejen si no hay regalos :P) pero cuídense bien y sean precavidos. Reciban un gran abrazo desde Japón.

Por cierto, éste no es el último post del año 🙂

32 y contando

Séptimo cumpleaños que paso de este lado del mundo. Todavía me parece increíble que haya pasado tanto tiempo desde aquel primer año que pasé solo por acá, en el que juraba y perjuraba que regresaría a México lo más rápido que pudiera.

32 años todavía no son nada. Hay mucho que hacer, falta mucho camino por recorrer. Esos 32 llegan en un momento no tan lúcido, es cierto, y me hubiera gustado que no fuera así, pero todo está tomando más tiempo del que esperaba. No obstante, es un año más de experiencia, un año que trajo muchos retos (algunos todavía están pendientes) y una que otra satisfacción.

¿Presión por la edad? ¡Para nada! La única presión que tengo en este momento es la que yo mismo me he puesto, y no es ningún tipo de “prueba de resistencia” ni mucho menos, sino una especie de proyecto dirigido hacia lo que quiero hacer en el futuro.

Ahí la llevamos.

6 años de “bloguear”

Llegué a Japón en 2003, pero este blog lo comencé en 2004, más por recomendación que por iniciativa propia. Así fue el principio. En aquel entonces, ahora ya lejano septiembre de 2004, sinceramente nunca me pasó por la mente que 6 años después seguiría escribiéndolo.

Mucho ha pasado en mi vida por este lado del mundo; familiares se fueron y no estuve ahí para despedirlos. Otros nuevos llegaron, y cada que voy a México todavía me cuesta trabajo recordar algunas caras; otros más, crecieron; obviamente no serían niños toda la vida, pero una vez que te alejas y regresas después de un tiempo, el cambio te sorprende mucho.

Me volví un dizque maestro y luego un dizque doctor, en medio de un montón de problemas y contratiempos. La falta de apoyo fue casi fatal, pero salí, bien o mal, pero al final salí. Y justamente la premura del anuncio de mi graduación es lo que me puso en donde estoy ahora. No es un secreto que no estoy a gusto en este momento, por eso necesito moverme para no ser atrapado por la rutina y lo monótona que puede llegar a ser la vida acá.

Continue reading “6 años de “bloguear””