Como ya he mencionado antes, el tiempo que tengo para jugar videojuegos se ha reducido notablemente, siendo la ida y el regreso al/del trabajo la mejor oportunidad para hacerlo, dependiendo claro de que me pueda sentar (lo que no sucede tampoco muy a menudo :/)

Celeste es un juego que me atrapó desde el principio por su jugabilidad, pero después su historia terminó de engancharme por completo, sobre todo porque pasaba por un momento difícil y estaba con la incertidumbre de si me darían el trabajo nuevo o no. La verdad es que no tenía muchas esperanzas, pero tampoco las había perdido por completo, y creo que eso lo vi reflejado en Madeline, la protagonista.
El juego es retador, pero es considerado difícil por un gran número de jugadores. Es un juego de plataformas que, en cierta forma, recuerda a Super Meat Boy. La premisa es simple: eres una chica que sufre de depresión y decide que tiene que escalar la montaña Celeste. Las únicas habilidades que tiene son brincar, agarrarse de paredes por un corto periodo de tiempo, y hacer un “dash” , que es como correr pero lo puede hacer en cualquier dirección e incluso en el aire. Es todo. ¿Suena simple? En realidad lo es, pero conforme el juego avanza te obligará a ser mucho más preciso en la ejecución, y más adelante te enseña movimientos que estaban desde el principio pero que nadie te dijo cómo hacer.
En Celeste se cuenta el número de veces que mueres en un capítulo, y vaya que vas a morir un montón. No obstante, el intervalo entre tu muerte y la siguiente oportunidad es extremadamente corto, por lo que no corta en realidad la fluidez del juego. Además, cuando mueres comienzas nuevamente en la pantalla donde perdiste, por lo que no tienes que preocuparte por tener que volver a hacer algo para llegar a donde estabas. Por si fuera poco, el juego te alienta a “morir”, diciendo que el número de muertes indica que estás en proceso de aprendizaje… y así es.
Algunos niveles “extra” presentan una dificultad en realidad elevada. El de arriba, por ejemplo, es la parte final del nivel 7-C. ¿Suelo? ¡Eso sería un lujo!
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