Beca de Monbukagakusho sin pasar por la embajada de Japón

Antes que cualquier otra cosa, quiero pedir una disculpa a Vic (mencionado en este escrito) por la tardanza en redactar todo esto. Por una cosa o por otra se fue retrasando, pero al fin aquí está.

Hasta ahora, todo lo que he comentado respecto a la beca del ministerio de educación de Japón (Monbukagakusho) ha sido basado en el procedimiento “estándar”: postular por medio de la embajada de Japón en México. No obstante, hasta hace poco yo también desconocía que es posible postular directamente por medio de universidades japonesas, evitándose todo el papeleo, proceso y sinsabores que puede llegar a ocasionar hacerlo mediante la embajada. Explico:

Varias personas me han comentado (y ya desde hace años), que sienten que el proceso con la embajada no es 100% justo, que hay favoritismos, y en fin, un número considerable de quejas al respecto. Aunque en mi caso no puedo corroborar directamente esas molestias puesto que yo obtuve la beca la primera vez que postulé, el hecho de escuchar opiniones similares de gente no relacionada entre sí y en tiempos diferentes, me hace creer que posiblemente algo ande mal.

De entre todas las opiniones que he escuchado, la de Vic (pseudónimo escodigo directamente por el afectado) ha sido la más documentada y estructurada. Vic explica todo lo sucedido en una entrada de un blog creado específicamente para eso:

BaJapón: Las Dos Caras de la Moneda, Beca Monbukagakusho

Resumiendo el artículo de Vic: siente que le fue muy bien durante todo el proceso y está prácticamente seguro de haber obtenido la beca, pero no lo logra; al ir a preguntar las razones, recibe una respuesta totalmente inapropiada por parte de quien al parecer es quien tiene la última palabra sobre quién gana las becas. Vic está seguro de su capacidad, busca la forma de obtener la misma beca por otros medios y lo logra. Además, recomienda ese proceso en vez de irse por la embajada.

El caso de Vic no es único; de varias personas he escuchado quejas similares hacia la misma persona referida en su artículo, incluso de gente que se ha ganado la beca postulando por medio de la embajada. Insisto que, en lo personal, no tengo queja alguna respecto a la persona en sí, pero sí hay cosas que te manejan de una forma en México y que en realidad son diferentes, y te das cuenta de que lo son una vez que llegas. Hablo de lo que se nos dijo sobre la beca y el proceso cuando postulé, o sea, en el año 2002. Sé que el contenido de la plática informativa ha cambiado con el paso de los años, pero de entre lo que nos dijeron, hay 3 puntos que quiero mencionar:

  • No es posible cambiar el plan de trabajo porque es lo más importante en tu aplicación y debes tratar de seguirlo. Fácilmente un 80% de las personas que conocí becadas de Monbukagakusho de diferentes países tuvieron que, o eligieron, cambiar su plan una vez estando en Japón. Yo soy uno de ellos: mi plan original era estudiar gráficos por computadora y terminé cambiando el proyecto a los 2 meses de haber llegado.
  • No es posible cambiar de profesor ni de universidad. El profesor es tu guía y de él depende toda tu estancia por acá. Lo de que del profesor depende toda tu estancia es TOTALMENTE CIERTO. HÁGANLE CASO A ESO. TATÚENSELO DE SER POSIBLE. No exagero, y lo digo por experiencia. No obstante, es posible cambiar de universidad, y por ende de profesor, cuando extiendes la beca de licenciatura a maestría o de maestría a doctorado. ¿El detalle? Que tienes que ganarte tu lugar en la nueva universidad y convencer al profesor nuevo que te acepte. Incluso sé de casos en los que ha sido posible cambiar de profesor dentro de la misma universidad; raro, pero ciertamente posible. Lamentablemente supe de esto muy tarde, y tuve que aventarme toda la mala experiencia que tuve con mi profesor durante el doctorado.
  • No se puede elegir una universidad privada; las que escojas tienen que ser públicas a fuerzas. Ignoro si esto era cierto y cambió con el paso de los años, o de plano desde el principio era falso, pero estando acá conocí a varios becarios que escogieron y fueron admitidos a universidades privadas.

Asimismo, he conocido otras personas que han obtenido la tan preciada beca a través de universidades en Japón, lo que tiene sus pros y contras. Vic lo menciona en su artículo, pero platicando con más gente que tiene la beca sin haber pasado por la embajada de Japón en México se corroboran los puntos. Lo que sigue son comentarios de esas personas:

  • Las probabilidades de obtener la beca por medio de la embajada son mucho más pequeñas en comparación con postular directamente.
  • Te evitas todos los trámites con la Secretaría de Relaciones Exteriores (México no te recomienda; tú solito te estás “vendiendo”).
  • Evitas también las idas al DF (que son mínimo 2) para pláticas, entrevistas, etc.
  • Si eres realmente bueno, la universidad en Japón a la que mandes tus papeles lo comprobará y ellos mismos te ayudarán a conseguir la beca.
  • Dependes totalmente de ti mismo, de tu habilidad, actitud y conocimientos. No hay intermediarios entre la universidad japonesa y tú.
  • Haces trámites a la universidad como cualquier otro estudiante (japonés), por lo que estás expuesto a los mismos obstáculos a los que ellos se enfrentan. No hay trato preferencial por ser extranjero.

Cabe hacer mención que aunque es la más peleada por todos los beneficios que ofrece, la de Monbukagakusho no es la única beca que se puede obtener para estudiar de este lado del charco; ya estando acá puedes meter papeles para un buen número de becas menores o apoyos que cada universidad ofrece. Muchos de estos apoyos suelen venir de los bolsillos de gente mayor que estudió en esa universidad hace muchos años y de alguna forma quiere contribuir a ello.

Sería una pena que los rumores respecto a favoritismos en la selección de becarios por parte de la embajada de Japón en México fueran ciertos. E independientemente de eso, creo que el proceso debería ser mucho más abierto para que todos tuvieran la misma oportunidad (basado en el desempeño personal, claro está). Con todo, obtener esta beca sigue siendo una tarea difícil (mas no imposible) por el número de personas que lo intentan. Saber que puedes postular a ella de otra manera a la que se ha difundido a lo largo de los años aumenta las probabilidades de lograrlo, y en la lucha por hacerlo, cualquier ayuda o conocimiento extra que puedas conseguir debe ser siempre bienvenida.

Si necesitan información más detallada sobre la obtención de la beca directamente por universidad japonesa, envíenme correo (medinamanuel en hotmail punto com) CON TÍTULO ACORDE A SU PETICIÓN, por favor. Reviso todos los correos, pero es más fácil identificar aquellos que resumen en el título de lo que quieren hablar. Tengan en cuenta de que los canalizaré con aquellos que se han ganado la beca de esa forma para que tengan la informacion de primera mano. De la misma manera, pueden dejarle comentario a Vic en su blog, y seguramente él les podrá responder mejor.

La guía definitiva para ligar japonesas

Debido al gran número de peticiones de “tips para ligarte a una japonesa” recibidas por formspring, correo, chat, Twitter y demás medios, y viendo que siempre respondo lo mismo, decidí mejor hacer una entrada en el blog para así ya tener lugar a dónde dirigir las futuras peticiones similares que seguramente recibiré en el futuro.

Como siempre en este tipo de escritos, las advertencias pertinentes:

  • Esto no es la verdad universal. Todo lo que sigue es opinión meramente personal. Habrá, sin lugar a duda, gente mucho más experimentada que yo que les pueda dar muchos mejores consejos. Si algo no les funciona, no me vean a mí. Les habla alguien que no ha tenido, no tiene, pero ciertamente le gustaría tener, “pegue” con las mujeres.
  • Usen el conocimiento sabiamente.
  • A las chicas: les diría que les debo “la guía definitiva para ligar japoneses”, pero no, no la haré, porque no me pasa por la cabeza la idea de ligarme a un hombre, sea de la nacionalidad que sea. Con todo, las invito a que lean lo que sigue nada más para que vean mis respuestas a la serie de preguntas que he recibido a lo largo de muchos meses.

Oh, las japonesas. Tienen uno no se qué que qué sé yo. Y al parecer ese sentimiento que provocan no nada más tiene efecto en mí, sino en muchos de los lectores de este blog. Por supuesto que yo no me cierro nada más a las chicas de X nacionalidad, pero como acá hay más japonesas que extranjeras, pues 🙂

Durante el transcurso de los años (sí, años, porque esto me lo comenzaron a preguntar desde hace mucho), una de las preguntas más recurrentes es “¿qué necesito para ligarme a una japonesa?” (por generalizarlo de alguna manera), y como al parecer las respuestas que he dado antes no han satisfecho a muchos, aquí hago un breve análisis de “técnicas” que quizá puedan funcionar.

En lo personal, y basado en mi experiencia (y no crean que me las doy de “Don Juan”), todo lo que se necesita se resume en los siguientes puntos:

  1. Sé tú mismo. Tan sencillo como eso. Si llegas de “farol” ante una chica a lo mejor la puedes deslumbrar, pero ese efecto no durará por mucho tiempo, y cuando “le vuelva la vista” a la susodicha, estarás del lado de los que mandaron a volar. En serio: no hay mejor forma de “impresionar” a alguien que ser tú mismo. Conocer tus defectos, apreciar tus virtudes y tener el valor de mostrárselos a alguien te asegura que, si le interesas, no te va a mandar a volar por descubrir que le echaste mentiras.  Confianza en ti mismo es la clave.
  2. Siempre, no importa la situación, di la verdad. Sé sincero con lo que quieres y buscas con una chica, así como con tu situación actual. Si es una relación seria, un “a ver qué sale”, una relación de una noche, lo que sea, así exprésalo desde el principio; si eres soltero, casado, con novia, no lo ocultes. Si mientes, tarde o temprano la chica se va a dar cuenta y es muy probable que termines del lado de los bateados y al mismo tiempo que dejes lastimada a una (o más) persona(s).
  3. Parece obvio, pero se necesita hablar un lenguaje en común para poder comunicarse. Esto no necesariamente implica que tengas que aprender japonés (la chica puede hablar inglés o, si tienes suerte, español), pero el número de japonesas que puedes conocer y con quien puedes establecer comunicación es exponencialmente mayor si puedes hablar su idioma.

¿Sorprendidos con las “súper técnicas”? Las japonesas son mujeres, son humanas. No hay que buscar ser “especial” para llamar la atención de una. No seas el típico extranjero que está en boca de todos porque siempre anda queriendo ligar, porque terminas “quemado” tú, y al mismo tiempo “quemas” a tu país, por la razón que ya he explicado antes aquí de que los japoneses tienden a generalizar todo.

¿Se fijan que para nada he mencionado sobre el físico? Es porque funciona igual que en todos lados: habrá a quien le gustes así, habrá a quienes no les llames la atención así. Es todo. El físico es ciertamente tu carta de presentación, pero en la mayoría de los casos no es lo decisivo para sostener una relación. Lo importante es tener confianza en uno mismo. ¿No te gusta cómo te ves? Haz algo para cambiarlo. ¿Estás contento con tu físico ahora? Lo reflejas en tu personalidad.

Hay quienes me preguntan si tenemos ventaja al ser mexicanos (o latinos, para el caso en cuestión). Bajo esa premisa, la respuesta que puedo dar es: sí, pero no exactamente por ser latinos, sino por ser extranjeros. No obstante, todo depende de si la chica tiene interés por la cultura extranjera. Y aun así, si una relación entre 2 personas del mismo país puede ser complicada, entre 2 personas de diferentes culturas tiene altas probabilidades de complicarse aún más.

No crean que por ser románticos, por dar flores, detallitos, regalos, poemas y demás acciones que solemos hacer para con las mujeres que nos atraen, esto significa que “vamos a traer muertas a las japonesas”; habrá a algunas que les guste, pero casi puedo asegurarles que serán solamente aquellas que hayan vivido en México o latinoamérica o alguna de sus relaciones previas haya sido con algún latino. Por lo general ellas no están acostumbradas a todo lo que nosotros hacemos, y aunque pueden apreciar el detalle, algunas lo llegan a considerar excesivo y sofocante, lo cual produce el efecto contrario de lo que uno quiere. La mayoría de hombres japoneses no hacen ese tipo de detalles, y las mujeres ciertamente no esperan muchos de ellos (es parte de su cultura). Por lo tanto, esa posible “ventaja” radica simplemente en que somos diferentes a lo que ellas viven o han vivido hasta el momento, pero eso no implica que van a aceptar nuestra cultura así nomás. Tengan en consideración esto cada que quieran tener un detalle con ella.

Lo anterior parece simple, pero es parte importante del proceso de una relación con alguien de una cultura diferente, y muchas veces termina confundiendo (y a veces hiriendo) a ambas partes porque ninguna obtiene lo que espera. Y eso no sólo ocurre durante los primeros meses, donde todo es color de rosa: el desarrollo de una relación puede ser completamente diferente entre 2 personas, y si la cultura es diferente, las probabilidades de que esa relación evolucione de la forma en la que ambos quieren pueden llegar a ser muy pequeñas. Simplemente hace falta ver lo que he escrito antes respecto al sexo en Japón y darse una vuelta por google buscando casos similares también puede ser muy revelador. No necesariamente todos van a tener las mismas experiencias, pero si muchos casos son similares es por algo, y es mejor estar informados y saber 1) a lo que uno le tira, 2) a lo que la chica le tira, para no llevarse sorpresas más adelante.

Algunos puntos que vale la pena tomar en cuenta son los siguientes. Recuerden que NO se puede generalizar porque siempre hay excepciones:

  • Muchas japonesas mayores de 25 años comienzan a buscar novio con la idea de que se van a casar con su próxima pareja. Como mencioné antes, sé sincero en lo que esperas de una relación y plantea bien las cosas desde el principio.
  • Aunque parezca mentira, hay japonesas que, además de lo anterior, tienen ciertos “requisitos” para andar con alguien (con vísperas de casarse). Uno de los más comunes es tu salario. En efecto, hay quienes te preguntan cuánto ganas para saber si andan contigo o no. ¿Qué significa esto? Que más que un compañero lo que buscan es un cajero automático.
  • También hay japonesas para las que la felicidad es tener niños (y muchas veces olvidarse del esposo, excepto para el dinero). En japonés existe la palabra できちゃった婚 (dekichatta kon), que quiere decir “matrimonio voluntariamente a fuerzas” (o sea, por quedar embarazadas). El concepto de “vamos a tener al niño pero todavía no nos casamos” es prácticamente inexistente para las japonesas, así que si lo considerabas una posibilidad mejor vete olvidando de eso. No obstante, tampoco es raro que haya parejas que decidan abortar porque no estań preparadas para recibir al bebé.

A pesar de que es cierto que los anteriores estereotipos están disminuyendo, la realidad es que todavía están muy presentes en lo que la sociedad les exige a las mujeres, y la presión social en un país tan homogéneo como éste puede llegar a ser asfixiante. Conozco un buen número de casos de parejas japonesa-extranjero que no han terminado bien porque hubo detalles que no se tomaron en cuenta y que mientras uno daba por hecho el otro ni enterado estaba de que así eran las cosas.

Después de leer todo lo anterior, seguramente habrá quién diga que exagero y que a fin de cuentas no hay que tener nada en cuenta ya que “vienen de turistas”, “no se piensan quedar aquí” o “todo lo que quieren es tirarse a una japonesa”. Y en cierta forma es cierto, pero eso no se limita a viajar a Japón y a las japonesas en general, ya que también se puede hacer dentro de tu mismo país. Después de todo, “farolear”, ligarse a alguien por una noche y demás actitudes son también opciones a fin de cuentas, y si a alguien no le remuerde la conciencia, bien por él. Además, siempre existe la posibilidad de ir a un “soap-land” si todo lo que se busca es “tener la experiencia con una japonesa”. Yo sólo pongo aquí los puntos a considerar tanto al momento de intentar el ligue, como después de conseguirlo.

Tener una relación con alguien de una cultura diferente a la tuya es muy enriquecedor: te ayuda a expandir tu criterio, a considerar y ver el mundo desde otra perspectiva y a conocerte más a ti mismo. No se necesita nada en especial para llamar la atención de una japonesa (ni de ninguna chica de cualquier nacionalidad); con ser tú mismo, tener confianza y decir la verdad es más que suficiente. Por supuesto, habrá a quien no le agrades, pero también habrá a quien sí. Es la apuesta que haces cuando conoces gente de cualquier parte del mundo.