No andaba perdido. Simplemente estaba arreglando el camino a seguir de ahora en adelente.
La semana pasada que me dediqué a desescombrar el cuarto del escritorio (y que gracias a eso ya tengo funcionando la computadora de escritorio con Slackware 14), me encontré con el último cuaderno que usé para estudiar japonés. Y como suele suceder en estos casos, dejé de limpiar por un rato y me puse a revisarlo.
El mensaje que está en la imagen de arriba lo escribí en la primera página el lunes 1 de abril de 2002. En ese entonces no había visitado Japón ni sabía que lo haría en septiembre de ese año, ni tampoco había siquiera metido papeles para la beca de Monbukagakusho. Por mi cabeza sólo rondaba la idea de aprobar el examen de japonés (日本語能力試験), nivel 1; para esas fechas lo había presentado una vez y había fallado por tan sólo unos puntos.
A continuación, la transcripción del mensaje, justo como lo escribí hace 10 años (o sea: con todo y errores), y después su traducción. ¿Por qué ponerlo aquí? Porque aun después de 10 años leer esto me recuerda de dónde vengo y me ayuda a entender mejor a dónde quiero ir y qué tengo que hacer para lograrlo. Y claro, compartir este pensamiento con ustedes quizá a alguien le sea de utilidad. Dicho sea de paso: sí, me avergüenzan los errores cometidos en el escrito, y no pude evitar reir al leerlos ahora que mi japonés ha mejorado (comparado con esa época).
Sin más preámbulos:
2002年4月1日(月)
はじめに
ほかの日本語のノート。これは5番目か6番目かが分かりませんが数える訳がないです。
どうして特にこのノートの第一ページに「はじめに」を書いているんでしょうかと多分今頭の中で考えています。答えは簡単:自分を励ますように。
この中に基礎的な日本語がありません。最初から今にかけてなっている日本語は普通に使われていて、深い説明がありません。日本語の勉強の言葉に言い換えれば「1級だけの表現や慣用句や作文などの事」があります。
この文書を書くときに能力試験に合格かどうか知りません。だけど、受かっても受からなくても今は大切じゃありません。思い切り学んで、決してあきらめいなで。悲し過ぎる時、そして、やめたい時に自分自身の勉強のおかげで習ったことを顧みて、君が大切な人だと思っている人を思い出して、人生を続けて。悪い経験を味わっても「もう懲りる」と言ってもいつも笑顔を見せて精一杯頑張って。
確かに人生はややこしいです。しかし、それこそからとても面白くて楽しいです。未来のことを思うのがいいんだけどこだわるのが良くなくて苦しい。というわけで「今」を生きて、人の困る時に側にいて助けてあげて。
その上、「結婚したい」って夢、そして「緑ちゃん」について思って。どこかに君に愛されたがっていて君を愛したい女はいるから。
夢を叶えるために
マヌエル
Lunes 1 de abril de 2002
Para comenzar
Otro cuaderno de japonés. No sé si éste es el 5to o el 6to, pero no hay razón para contarlos.
Quizá en este momentó me estaré preguntando el porqué escribí especialmente en la primera página de este cuaderno un mensaje “para comenzar”. La respuesta es fácil: para alentarme a mí mismo.
Aquí dentro no hay japonés básico. El japonés que he aprendido hasta la fecha es usado de forma normal y no hay explicaciones detalladas. Diciendo lo mismo en palabras propias del estudio del japonés: aquí hay solamente expresiones, modismos y composiciones de nivel 1.
Al momento de escribir esto no sé si pasé el examen de japonés. Pero apruebe o no, eso no es lo importante ahora: estudia con todas tus fuerzas y nunca te rindas. En los momentos más tristes o cuando quieras dejar de estudiar, voltea a ver todo lo que has aprendido estudiando por tu cuenta; recuerda a las personas que crees que son importantes para ti y sigue adelante. Aunque tengas experiencias malas y aunque digas “ya no puedo más”, siempre muestra una sonrisa y esfuérzate al máximo.
La vida ciertamente es complicada. Sin embargo, es gracias a eso que es interesante y divertida. Es bueno pensar en el futuro, pero aferrarse no es bueno y duele. Por tanto, vive el presente, y cuando alguien esté en problemas está a su lado y ayúdale.
Y además de todo, piensa en tu sueño de casarte, y piensa tambien en Midori, porque en algún lugar hay una mujer que quiere ser amada por ti y quiere amarte.
Para cumplir los sueños
Manuel
El resto del cuaderno son hojas y hojas y hojas de vocabulario y expresiones que preguntan en el nivel 1 del examen de japonés. Todavía veo algunas y, aunque sé cómo se usan, rara vez las digo, y cuando lo hago los japoneses se quedan de “¿cómo sabes eso?”, “eso ni yo lo entiendo”. Y no es ensalzarme: cualquiera que haya aprobado el nivel 1 sabe a lo que me refiero al momento de intentar usar algunas de esas expresiones en el vocabulario diario. NO confundirse: SÍ hay algunas que son comunes, pero otras que sólo verán en libros.
No hay rutas cortas ni fórmulas mágicas para aprender ni para ser exitoso en algo. El trabajo, la constancia y la disciplina son las mejores herramientas para lograr lo que nos propongamos. Y lo mejor es que están al alcance de todos y no cuestan ni un centavo. Depende de nosotros hasta dónde queramos llegar. Hoy, a más de 10 años de haber escrito lo anterior, lo vuelvo a corroborar.
Sin planes de verla el día de su estreno, de pura suerte me tocó ir a ver la nueva película de Evangelion el pasado sábado. Habiendo visto los primeros 6 minutos y medio el día anterior en la TV se me cocían las habas por saber la continuación de la historia a poco más de 3 años de la entrega pasada. Aquí les dejo esos minutos, eso sí, en japonés.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=B0f6cs3OA4k[/youtube]
Quisiera dar mi opinión de la película, pero implicaría revelar un montón de cosas. Cierto es que ya hay un buen de sitios en internet en español que contienen varios rumores, spoilers y teorías formuladas por gente que sólo ha leído esa información. De cualquier forma, no quiero herir suceptibilidades: los párrafos que siguen contienen posibles SPOILERS. No voy a revelar mucho de la trama, pero si no han leído absolutamente nada de ella en ningún otro lado y quieren permanecer así hasta que la puedan ver, ignoren el link de “Leer el resto”. Eso sí: vean de nuevo las primeras 2 películas, puesto que van a necesitar esa información para tratar de comprender la tercera.
Les dejo el video del tema oficial de la película: 桜流し (Sakura Nagashi), interpretado por Utada Hikaru.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=JWLGEU5cfd8[/youtube]
Hechas las advertencias necesarias:
Continue reading “Evangelion 3.0: Q”
Japón nunca me deja de sorprender…
Hace cosa de unos meses, se abrió en Akihabara un establecimiento en donde pagas porque una chica duerma a tu lado… literalmente.
El servicio se llama tal cual Soine-ya (escrito en kanji sería 添い寝屋, pero la tienda pone “Soine” en katakana), que quiere decir exactamente tienda (屋 – ya) para dormir al lado de alguien (添い寝 – soine).
¿Erótico? ¿Sugestivo? Por la imagen de la página oficial así parece, pero la realidad es otra… y el servicio es caro con ganas.
Para comenzar, olvídense de poder tocar libremente a la chica que escojan. Prácticamente cualquier contacto tiene un precio, y por lo que puedes hacer, la verdad conviene más ir directamente a un Soap Land que gastar dinero aquí; y no soy el único que lo piensa: la gente en Nico Nico Douga estuvo comentando lo mismo al ver el siguiente video del servicio. Pongo el video directo de Youtube y dejo la liga al original en Nico Nico Douga:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=aL6VXIOcHB4[/youtube]
Video original: http://www.nicovideo.jp/watch/1348848323
Lista de servicios y precios (en yenes): (http://soineya.net/?page_id=14)
Cuota de designación (escoger a la chica): 1000 yenes (y luego 500 yenes por hora)
Digamos que hasta aquí todo “bien” (si pueden considerar “bien” el hecho de pagar por dormir al lado de una chica sin poderle hacer nada). Ahora viene lo “bueno”:
Opciones:
Se hace la aclaración de que hay chicas con las que no se pueden pedir ciertas opciones.
Estoy viendo que en el menú ya no hay “cachetadas” ni “abrazos”, como muestran en el video de arriba, pero también te cobraban.
El lugar no tiene ni 3 meses que abrió. Al escuchar la noticia, lo primero que pensé es que terminaría quebrando al poco tiempo… Me equivoqué. Según leí, les está yendo muy bien, y ya abrieron una segunda sucursal en Shinjuku.
Cada quien tiene sus gustos y es libre de hacer con su dinero y tiempo lo que mejor le convenga, pero por este tipo de acciones la gente etiqueta como “otaku” por igual a todo aquel que se acerca o disfruta Akihabara.
En lo personal, como ya referí antes: si ya vas a gastar dinero en pasar el rato con una chica, al menos que valga la pena, ¿no? Servicios “sexuales” en Japón sobran (y puedo decir que saldrían más baratos que Soineya)… quizá los clientes de este establecimiento busquen algo más “de fantasía”.
¿Opiniones?
Efectivamente. Todos vamos para allá, pero unos antes que otros (afortunadamente hay quienes van más adelante que yo).
Saquemos cuentas: si llegué a Japón en abril de 2003, quiere decir que… 2+2 son 4… ya. Es mi noveno cumpleaños desde que llegué a este país.
Creo que ni en mis sueños más guajiros me imaginaba en ese entonces que hace 10 años después:
Y muchas otras cuestiones que, de alguna forma u otra, han contribuido a que sea la persona que soy en este momento, y que me encaminan hacia donde quiero llegar.
Uno siempre quiere ser joven (¡y lo soy! Chin chin el que se diga lo contrario (se mancharían muy duro)). Nunca hay que olvidar que la edad es un estado de ánimo, aunque 34 ya suenen muchos (*sniff*).
Por lo pronto, hoy hay que hacer una pausa, respirar profundo, sonreir por lo que tengo y por lo que viene y relajarse aunque sea un instante. Problemas hay siempre, situaciones difíciles también. Hoy, al menos por un día, no existen.
En repetidas ocasiones me he quejado de lo malos que son algunos jefes que me han tocado, pero no en el sentido de “malos” en cuestiones técnicas, sino más bien en su forma de tratar empleados. Entiendo, o mejor dicho, quiero creer que no es “lo normal”, pero parece que es un estándar en todos lados; incluso leía hace unas semanas en… no recuerdo si fue en Techcrunch, en donde comentaban que grandes figuras de los negocios o de la ciencia por lo general tenían mal carácter y trataban a los demás como basura, y justamente mencionan (entre otros) a Steve Jobs.
No obstante, también me pongo a reflexionar del otro lado de la moneda: ¿cómo soy yo como empleado? Para poder hacer una crítica más constructiva, es necesario ver desde diferentes ángulos; eso nos ayuda a encontrar puntos en los quizá debamos trabajar nosotros también.
La conclusión a la que llegué no difiere mucho a lo que originalmente pensaba, pero sí me ayudó a sacar a la luz detalles que he de tomar en cuenta si realmente quiero ser jefe algún día.
Primero que nada: nunca, en mi vida laboral, he tenido a nadie trabajando o haciendo algo bajo mi supervisión; por tanto, carezco de experiencia en ese sentido. Cierto es que en el trabajo que tuve en Fukuoka yo era el que dirigía al jefe y el que le daba el visto bueno a lo que él hacía, pero nada más. No tenía poder de decisión para planear las cosas.
Segundo: sé respetar la autoridad y no me gusta “brincármela”, pero no me cae cuando el respeto no es recíproco. Es un hecho que no me gusta recibir órdenes, pero también sé que debo acatarlas para llevar la fiesta en paz, y sólo las rompo cuando sé que el resultado final va a ser mejor de lo esperado, aunque eso signifique que me tenga que agarrar del chongo por no haber hecho las cosas como me dijeron. Si yo respeto a la persona a la que le tengo que rendir cuentas y trato de entender que su trabajo también es pesado, es lógico que también espero que la otra persona entienda que soy humano, que razono, y que también siento. Jefes como el que tuve en el trabajo pasado existen simplemente para ser olvidados.
Aclaro algo: nunca me ha parecido, ni me parecerá mal que alguien no sepa. Nadie lo sabe todo. El trato a las personas no se mide por estatus social, título o reconocimiento. Puedes ser la personas más rica y poderosa del barrio, ciudad, pueblo o mundo, pero eso no significa que eres más que los demás. A mí me merece el mismo respeto el presidente de la república que el barrendero de la colonia, y quizá el último me caiga mejor por su actitud y su personalidad. Creo firmemente que cualquier persona puede salir adelante si tiene 1) la oportunidad y 2) las ganas de aprovecharla.
Yo de empleado creo exigir lo mismo que me exigen, pero he de reconocer que, por falta de experiencia, mis ojos no veían más allá del proceso existente entre el jefe y yo; las políticas en un lugar (empresa, universidad) existen por algo, y antes de querer romperlas “por mis desos” es necesario ver las consecuencias que eso traerá. Vamos: saber en qué parte de la maquinaria va tu engrane y como afecta si lo cambias por uno con más o menos dientes. Aunque ya tiene tiempo que me di cuenta de esto, la verdad es que todavía me falta mucho por entender si es que realmente quiero ser el jefe que me hubiera gustado tener (que sí los tuve, pero son contados).
Con todo, seguir reglas y aprender a ver más allá del escritorio personal no significa mecanizarse: superarse significa tomar riesgos, aventurarse a hacer algo diferente, proponer y no ser títere de nadie, pero nunca, nunca dejar de escuchar a los demás. Esas son características que veo que les faltan (o les han faltado) a varios de los líderes o jefes que he tenido, y de no haberme dado cuenta es casi seguro que yo también las tendría porque exigiría de la misma forma que lo hacía cuando era empleado (el día que sea jefe, líder, profesor, etc.).
Tratar de entender las dos caras de la moneda es difícil porque cada una tiene sus conflictos, objetivos y metas. No obstante, pienso que es necesario hacerlo no importando de qué lado estemos, seamos jefes o empleados, o profesor y alumno, o maestro y discípulo. Nos ayudará a entender mejor dónde estamos y qué nos hace falta para poder llegar a donde queremos estar. Y si ya están en donde quieren, ayuda a mantenerse en ese sitio.
Lo anterior es un extracto del post que originalmente pensaba escribir justo después del de “Luz“. Lo que sigue después como que perdió rumbo y mejor lo borré. Nótese que andaba muy pensativo 😛
Hace unas semanas estaba medio harto del ajetreo de la ciudad. Me di cuenta de que diario ando corriendo de un lado para otro: para agarrar el tren, para llegar al trabajo, al salir del trabajo, al moverme al lugar donde me haya quedado de ver con alguien. En resumen: siempre a las carreras. Lo malo es que la misma rutina te atrapa y no te das cuenta de ello hasta que tienes un momento para respirar hondo y ver a tu alrededor. Trato de que esos momentos sean muchos, pero con tanta cosa que hacer a veces simplemente se me pasa.
Era sábado. Como siempre, tenía cosas por leer, pendientes de la casa que arreglar, routers que configurar, etc., etc., pero al final la opción lógica ganó: salir de la rutina e ir a conocer algo nuevo. No obstante, no había un destino decidido. No había que pensar en que la opción era la prefectura de Saitama ya que me queda muy cerca, pero tenía que decidir hacia qué lado explorar. Recordé que uno de los trenes que tomo de regreso a casa va con destino a un lugar llamado Hanno. Motivado por la curiosidad, opté por visitarlo.
Aunque como todo lugar Hanno también tiene su historia, voy a omitirla aquí, puesto que mi visita al lugar fue motivada nada más por la curiosidad de ver el lugar a donde llega el tren que generalmente tomo de regreso a casa, y por ver algo que me llamó la atención:
Hanno no es una ciudad súper famosa, pero me llamaba la atención que hubiera una estatua de 鉄腕アトム (Tetsuwan Atom, Astroboy). Cierto: está entre los atractivos para visitar, pero muchos de ellos tienen que ver con la naturaleza debido a que Hanno tiene montañas y ríos, y de hecho se menciona el bosque que sirvió como modelo para la película de Totoro.
La estatua no es muy grande, y está en uno de los costados de un parque, a la vista de todos. La placa que ven arriba, donde se muestra el nombre del personaje, contiene también el nombre de su autor, de su puño y letra.
Según lo escrito arriba, la estatua fue creada en 1983 con motivo del décimo aniversario de la asociación de jóvenes de Hanno. Se menciona también que el mismo Osamu Tezuka asistió a la ceremonia realizada cuando se completó la estatua. También dice que es la única estatua de cobre de Atom en todo el mundo.
Este mensaje es el anhelo de muchos. Traducido queda de la siguiente forma:
“Que las personas y personas, las personas y la naturaleza, y las personas y las máquinas siempre sean muy buenos amigos”
Se nota que fui en un día nublado, jeje.
Cuando llegué al lugar, había una familia jugando escondidas usando la estatua como lugar para contar, por lo que tuve que hacer algunos movimientos para poder tomarle las fotos sin que saliera la cabeza de alguno de los niños presentes.
Por lo demás, Hanno se vislumbra como una ciudad tranquila (después de todo, es el campo japonés). Según leo, en estos días se lleva a cabo el festival de la ciudad.
Fue un buen escape del bullicio que a diario me toca vivir en Tokio.