Todavía hay de estos…

Damas y caballeros, les presento algo que pensé que ya no existía en México. Fue escrito en el tema Clamp in Wonderland 2:

Tsubi

Pues amigo eres un idiota. :???:

TRC, Kobato y XXXHOLIC son muy buenas series. :razz:

Si no te gustan puedes salir del universo CLAMP cuando quieras. :mad:

Ojalá mejore tu buen gusto algún día. :?: :?:

Adios

:arrow:

Dec 25, 4:11 PM

Por supuesto que no iba a bannear un comentario así, que se presta a muchas, pero muchas cosas. Si alguien quiere agregar algo a mi comentario, bienvenido.

Querido (a) Tsubi:

Muchas gracias por leer mi blog. Me da gusto que hayas encontrado una entrada en la que hayas participado. Sin embargo, sinceramente no sé cómo reaccionar ante tu comentario. Y no es porque me hayas llamado "idiota", sino porque es totalmente vacío. ¿A qué me refiero? A que en tu pequeña mente vives en el país fantástico de la felicidad que tú inventaste, y crees que lo hay ahí debe ser regla universal. Es derecho de cada uno decidir qué le gusta y que no, y en mi caso, no me gustan los últimos trabajos de CLAMP. ¿Qué me salga del universo CLAMP? ¡Ah jijo! ¿Estaba adentro? Las CLAMP son simplemente otro estudio de animación. Me gustan algunos de sus trabajos, pero no me corto las venas si alguien dice que no les gusta, ni siquiera los llamo idiotas. Por gente como tú, a todos nos tachan de otakus, frikis y demás. ¿Tú te sientes orgulloso de eso? ¡Bien por ti! Nada más no creas que vamos en el mismo barco. Si para ti solamente CLAMP es de buen gusto, supongo que no tiene caso hablar de Freedom, Paprika, Toki o kakeru shojo, es más, ni siquiera de Doraemon o Sazae-san, obras que reflejan el ayer y hoy del mundo del manga y la animación japonesa, porque creo que están fuera de tu alcance.

Si quieres discutir sobre animación japonesa, estoy a tus órdenes, nada más que tienes que tener un pensamiento neutro y aceptar que no todos pensamos igual, si no, tendría más sentido hablar con una pared.

Un saludo desde tierras japonesas.

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Normalmente no respondo a este tipo de comentarios, pero en serio, creí que este tipo de aficionados ya era escaso (recuerdo el caso de los Narutards). ¿Todavía hay muchos? Lo de que me llamó idiota realmente no lo tomé mal, de hecho me dio risa y me divertí escribiendo la respuesta.

Opiniones aceptadas 

¡Feliz navidad!

Por este lado del mundo ya es 26 de diciembre, sin embargo, nunca es tarde para desearles a todos la mejor de las navidades. Espero que se la pasen con sus seres queridos, y que el niño Dios les haya traído todo lo que le hayan pedido.

Un abrazo muy fuerte desde Japón. 

Akihabara y fin del viaje – Día 15

A las 7 am estaba ya arriba, desayunando y preparado para pasar el día en Tokyo. La misión era simple: Ir a la estación de Shinagawa, dejar todas las maletas en lockers, y de ahí irme a Akihabara a buscar electrónicos y entrar a los centros de juegos. Pero el día no me ayudó mucho: Hacía mucho frío y estaba lloviendo. El cambio de temperatura fue brusco: El día anterior en Cairns, 32 grados. Ese día en Tokyo, 8 grados.

El primer tren fue la faena más difícil de día: Día laboral, hora en la que todo mundo va al trabajo. Todo esto combinado da como resultado que la gente vaya como sardinas en el tren, y no, ni el metro de la ciudad de México me sorprendió como lo hicieron los trenes de Tokyo. Estoy completamente seguro de que, con investigación seria, alguien podría demostrar que ahí dentro 2 cuerpos pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Sería una teoría nueva totalmente fascinante. Y yo con la mochilota… Mejor omito esta parte. Solo de recordarla ya me dolió la cintura otra vez.

Una vez que hube llegado a Shinagawa, dejé el equipaje en un locker (600 yenes, 60 pesos por un día) y solo me llevé lo necesario… o al menos eso pensé: Cuando cerré el locker, me acordé del paraguas… Ni modo, me mojaría.

Era hora de ir al buen Akihabara.

Por fin pude poner mis manos en Tekken 6, pero además, vi muchísimas tiendas y entré por callejones que no había tenido oportunidad de recorrer antes debido a la presión del tiempo. Compré algunos utensilios electrónicos que necesitaba, y, debido a lo barato que estaba, exprimí la cartera y compré 2 GB de memoria RAM para la PC de mi casa: 170 pesos cada DIMM de 1 GB. Si no funcionaba, el gasto habría sido menor, pero si funcionaba, con tan poco dinero tendría 3 GB de RAM. Valía la pena el riesgo.

Y como siempre, Akihabara siempre sorprendiéndome. Aquí una foto de un "Caza monos" muy peculiar. A más de alguno seguramente le encantaría probar suerte: Solo 100 yenes (10 pesos):

Todavía hay consolas para éstos

 Después de pasar el día en este lugar, me dirigí por mis cosas a Shinagawa y de ahí a Haneda.Tampoco me dejaron llevar la mochila en el avión, pero no me importaba. Era el último esfuerzo antes de que todo concluyera.

Llegué al aeropuerto de Fukuoka a las 8:25 pm, como estaba previsto. Esperé a que Emi llegara por mí, y de ahí de regreso a casa.

Este viaje me enseñó mucho, no solo sobre lo académico, sino también sobre mí y sobre la gente que me rodea. Aunque es más fácil acostumbrarse a Australia que a Japón, como que extrañé un poco el idioma, mi casa y mi tatami al momento de dormir. Regresé cargadísimo de trabajo, pero al menos estos días voy a tratar de estar relajado, porque entrando el próximo año comienza la batalla final entre la escuela y yo.

El regreso – Día 14

Último día en Australia

No tenía tiempo para ver nada más. El vuelo salía a las 12:05 pm, pero ya ven que hay que llegar temprano. Había reservado un shuttle para que llegara por mí a las 8:45 am, pero resulta que la mona del hostal nunca hizo la reservación. Afortunadamente, los otros miembros del staff realmente son amigables y me dieron ride hasta el aeropuerto (10 minutos en carro).

Como lo había pensado, ahora sí la mochila no me la dejaron llevar dentro del avión (iba repleta), así que la documenté, y conmigo me llevé la bolsa en la que traía las compras del día anterior y el póster. Al menos pasaría 2 horas sin estar cargando tanto.

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De compras – Día 13

El último día que tendría tiempo. Había decidido comprar los recuerdos hasta el final debido a que mi equipaje todo el camino fue el póster y la mochila y no quería cargar nada mientras viajara dentro de Australia.

Fui a Cairns Central, el centro comercial más grande del lugar (y casi casi el único). Cairns es una ciudad pequeña, que vive principalmente del turismo. Este centro comercial solo abre de 10 a 5, así que tenía que moverme temprano si quería tener tiempo de escoger.

Caminé fácil unas 5 veces todo el lugar antes de decidirme por lo que tenía que comprar. También tenía que pensar en el dinero. Total que terminé comprando todo en 3 tiendas, y en una de ellas, atendida por japonesas, solo hablé japonés. Sinceramente lo extrañaba, así que aproveché la oportunidad para conversar un poco en ese idioma mientras compraba los recuerdos de ley que, por tradición japonesa, tienes que llevar cuando viajas.

Comí un Subway de atún. Esos sandwiches me encantan. Lástima que no hay en Japón. Y como tenía tiempo libre, me metí al centro de juegos y sí había Tekken 5 DR y también reta, por lo que estuve ahí un par de horas, a veces ganando, a veces perdiendo.

Regresé al hostal temprano, hice las maletas, lavé la ropa que me quedaba sucia y por la noche me fui a cenar al café que estaba al lado del hostal. Muy rico todo. Recuerdo las últimas palabras de uno de los miembros del staff cuando me vio tirado en uno de los sofás del lugar: "Tomorrow at this time you will be far far away from that couch". Y así era. Tenía que prepararme mentalmente para el regreso al imperio del sol naciente, primero porque ya implementaron el mismo sistema que hay en Estados Unidos al momento de entrar al país (toma de huellas digitales y fotografía), y segundo porque andaría cargando todos los tiliches en Tokyo hasta que encontrara lockers.

El día terminó tranquilo. 

Gran barrera de coral – Día 12

El día que más había estado esperando llegó.

Este tour fue lo último que reservé cuando estaba planeando el viaje. Sinceramente lo pensé mucho, porque no es nada barato (165 AUD), pero después de un rato, decidí apretarme la tripa y pagarlo, ya que posiblemente sea la única vez en mi vida que vaya a Australia.

El tour se llama Ocean Freedom, y es una especie de yate que te lleva a bucear / snorkelear a la gran barrera de coral, y después te lleva a una pequeña isla, pero realmente pequeña, en medio de la nada, rodeado por el mar azul y el coral que en él habita, a volver a realizar la misma actividad.

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