AI07 – Día 6

El gran día llegó.

Se suponía que tenía que estar a las 9 am en la ceremonia de apertura, pero llegué tarde debido a que me tomé mi tiempo haciendo preparativos. Me levanté antes de las 7 am, me bañé, me cambié, hice todo lo que tenía que hacer, pero nunca me fijé en la hora. Afortunadamente el autobús pasó rápido y llegué a las 9:15 am (mexicano tenía que ser).

Fui testigo de una gran presentación sobre vehículos aéreos inteligentes. Duró 1 hora, pero creo que es de las pocas presentaciones de 1 hora a las que les he puesto verdadera atención. Vaya que tienen buenos resultados, pero evidentemente les falta mucho por recorrer, como ellos mismos lo mencionaron.

Después, a preguntar sobre la sesión de posters. A la 1 pm tenía que estar en el 4to. piso. Entré a algunas conferencias. Algunas interesantes, algunas no tanto, pero en general, todo bien. 

Hora de la comida.

Quería comer rápido para tener mi póster listo y poderme concentrar en las conferencias que faltaban. Buscaba Kebabs (que, como dijo Arnoldo, son excelente fuente de nutrición para backpackers), pero terminé comiendo en "Hungry Jack". Ya pondré una foto del lugar, pero básicamente es el nombre de la franquicia de Burger King en Australia. La nena que me atendió me recordó de nuevo que Japón es el paraíso en lo que servicio al cliente se refiere: Traía cara de que no la habían satisfecho la noche anterior, gritaba para todo y casi aventaba el dinero. Para colmo, mi hamburguesa nomás no salía, y ella solita se dio cuenta. Le pregunté tranquilamente: "Oye, ¿cuánto se tardará?". Y me dijo "No sé". Y es aquí cuando se muestra el fruto de estar viviendo en Japón: Sonríe, ten paciencia y no reclames tan pronto. Eso hice. Mi hamburguesa llegó, la chica me sonrió, se disculpó, me deseó buen día y hasta papas me regaló (yo solo había pedido la hamburguesa). Volví al tradicional rito de comer sentado en algún lugar de la calle, compré una botella de agua, y de regreso a la conferencia.

4to. piso. Estaba los organizadores vueltos locos porque todavía no terminaban de acomodar el lugar. Un chica de Malasia estudiante de la universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y yo éramos los únicos que esperábamos. Después de una breve plática y 5 minutos después, ya pudimos poner nuestros pósters en su lugar. Ya solo era cuestión de esperar.

4:30 pm.

La hora había llegado. Sinceramente, después de escuchar las presentaciones, me volví a dar cuenta de que no sé nada, y de que me falta mucho, pero mucho por recorrer. Eso me había puesto mucho más nervioso de lo que ya estaba…

Se anunció el inicio de la sesión, pero antes hubo una mini presentación de un sujeto que no recuerdo su nombre, pero lanzó algunos acertijos lógicos interesantes (que escribiré aquí luego). A las 5 pm, la sesión estaba ya en su punto.

No sé cuántas veces expliqué mi póster, pero fácil fueron 10, y lo más curioso es que tuve la oportunidad de explicar en inglés, japonés, ¡y hasta en español! Una española andaba por ahí, así que me aproveché e hice todo en mi idioma. Sin embargo, fue en el idioma en el que más trabajo me costó explicar todo, quizá porque nunca lo había hecho y mucha de la terminología siempre la manejaba en inglés o en japonés.

No me cuestionaron mucho, hasta eso. Lo malo es que tampoco hubo quien me diera buenas ideas. El japonés, al que le expliqué en japonés, me comentó que él conoce a mucha de la gente que trabaja en procesamiento de lenguaje natural en Japón, y casi está seguro de que nadie ha hecho o está haciendo lo que yo. Me comentó que si tenía éxito me iba a ser millonario, a lo que solo pude responder: "Ojalá".

A espaldas de mi póster estaban 3 chicos de la universidad de Hokkaido, por lo que pude hablar en japonés con ellos. Eso me hizo más llevadera la sesión.

Todo terminó sin problemas. Y en cuanto estuve fuera del hotel, me vine a escribir lo que tenía pendiente, si no, me pasa lo que al autor, o por mencionar a alguien más cercano, a Omar.

7:48 pm. No alcanzo la BBQ del hostal… ¡pero no importa! Lo más pesado pasó. Comenzaré a trabajar duro en cuanto regrese a Japón, pero mientras tanto… ¡A disfrutar Australia! 

Sea World – Día 5

Lunes, día libre. Un día antes de la presentación. Tenía que aprovecharlo. Considerando que el hostal está a tan solo 10 minutos (caminando) de Sea World, me sacrifiqué y fui.

La entrada no es nada barata: 66 AUD. De hecho, llegué a las 10:45 am y solo traía 80 AUD en la bolsa. Sabía que tenía que comer dentro del lugar, por lo que 20 AUD no era buena señal, así que me regresé al hostal, y 20 minutos después estaba de nuevo en la entrada de Sea World, ya con un poco más dinero (lo esencial para comer). Una vez dentro hice mi plan y me fui a ver un show de focas, algunas atracciones, recorrer el parque caminando, comer, ver más shows, subirme al teleférico y al monorriel y comprar un recuerdo.

Les diré: El lugar está bonito y los espectáculos son entretenidos, pero no creo que valga los 66 AUD. El horario es de 9 a 5. Yo entré a las 11 am, y aun con las esperas en las atracciones más populares, para las 3 ya había visto todo lo que había que verse y hasta comprado mi recuerdo. Ya pondré fotos.

Llegué al hostal, y como era temprano, decidí ir al centro de nuevo (y usar el pase de una semana que compré para el autobús). Ahí fui primero a una atracción llamada "Infinity", y es otra onda: Es un laberinto de espejos, pero todo oscuro, solo un juego de luces que crean ambientes, a veces extraños, a veces muy llamativos. Lo único que tienes para guiarte son los guantes y los calcetines que te dan, ya que brillan en la oscuridad. Por ejemplo, lo primero que tienes que hacer es encontrar la salida en un setting de una tarjeta madre de una computadora, y les quedó muy bien. En verdad sientes lo que es un electrón. Después, hay algunos cuartos interesantes, un puente que, supuestamente, cruza un abismo sin fondo (creado con el reflejo simultáneo de 2 espejos), y la típica foto del recuerdo.

De ahí, me fui a Minus 5°, un bar en donde todo está hecho de hielo: Asientos, paredes, estatuas, la barra y hasta los vasos en los que tomas. Está caro (30 AUD por 30 minutos, 1 bebida incluída), y también es pequeño, pero si vas en bola puede ser un lugar divertido para pasar el rato. Ahí, hablé con el bartender, y como era también estudiante universitario, fue fácil entablar conversación. Por supuesto que le pregunté dónde había Tekken, y me dijo de un lugar, al que después fui y sí, en efecto, estaba Tekken… 4. Sin palabras.

Los lunes en el hostal son "noches de películas". Rápidamente regresé y llegué a tiempo para ver… "El código da Vinci". Bueno, sin nada que hacer, y para ahorrar dinero, fue una buena opción.

Terminando la película me directamente a dormir. El martes era el gran día, así que tenía que estar despierto a tiempo. 

Surfers Paradise – Día 4

Si me preguntaran en dónde quiero pasar las siguientes vacaciones que tenga, o cuál es la playa que más me gusta, sin lugar a dudas respondería: ¡Surfers Paradise, Gold Coast, Australia!

Este lugar es simplemente increíble: La playa es enorme, y créanme cuando digo enorme. A donde voltees, solo ves playa y más playa, sea para la izquierda o para la derecha. Las olas enormes, perfectas para quienes quieren surfear, el clima no puede ser mejor, las chicas en bikini y algunas en topless tomando sol. Y fuera del mar, las tiendas, centros comerciales, bares, antros, night clubs, parques de diversiones, tours, etc., hacen de este lugar algo mágico. Insisto: Jamás he ido a Cancún, así que no me digan malinchista (a lo mejor Cancún está más chido).

Así como andaba (todo sudado, sin peinar, con short y el jersey de la selección de México) me fui al Holiday Inn para ver qué onda con las actividades de la conferencia, y cuál va siendo mi sorpresa que ya estaban registrando gente a esa hora. Sin otro remedio, me formé y así me registré. Me dieron una mochila con todo lo que necesitaría para la conferencia, incluído el valiosísimo libro de los "Proceedings" de la conferencia, es decir, un libro que contiene todos los papers que fueron aceptados. Eso es lo que me cuentan en la universidad. Acto seguido, me fui al hostal.

Después de hacer el checkin, bañarme y cambiarme, era hora de conocer los alrededores. Ya había caminado mucho ese día, así que decidí subirme a un autobús. Los amables choferes tuvieron el poder de recordarme a mi adorado México: Manejan como locos. Eso sí: Respetan las paradas y sí son amables con la gente, pero nomás arrancan y parece que van jugando carreras. En fin, para no andar sacando dinero a cada rato, y considerando que el hostal está lejos del centro, y por ende lejos del lugar de la conferencia (Holiday Inn Surfers Paradise), decidí comprar un boleto por una semana, que da acceso a todos los autobuses de la ciudad. Me costó 42 AUD, pero los vale. Me subí al autobús, y de regreso al centro.

Básicamente ese día la pasé solo recorriendo toda la zona principal de la ciudad. Pensaba agarrar un tour de esos de medio día, pero estaba tan cansado que mejor opté por irme al hostal, jugar con el PSP un rato y quedarme dormido. Las actividades de la conferencia comenzaban hasta el martes, así que el lunes tenía que disfrutarlo de alguna forma, y creo que lo hice. Pero eso va en otra entrada.

Por cierto: Ningún koala ni tampoco ningún canguro todavía. A ver si voy al zoológico el viernes. Ahí le tomaré foto a uno especialmente para Guolquen 😀

Omar: Escribo esto desde cafés internet que me encuentro. El promedio son 3 AUD por hora, y son SÚPER ADSL (extraño la conexión de mi casa).