Salió Leopard, la nueva versión de MacOS. Se ha hablado mucho de él y tiene algunas funciones interesantes, como la de “Time Machine”, que permite regresar en el tiempo dentro de una carpeta para recuperar archivos borrados, entre otras cosas. Me llama la atención porque quiero saber cómo lo implementaron. Además, visualmente, Leopard es muy muy bueno.
El párrafo anterior describe a la perfección un producto de Apple, con todo lo que se puede esperar de él. Sin embargo, parece que también ya le entró a las prácticas estilo Microsoft:
Quienes nunca hayan usado o visto una Mac de cerca seguramente no tendrán idea de qué es Safari. Es simplemente el navegador de internet default de Apple (también hay, para su desgracia, IE para Mac, y para su fortuna, Firefox para Mac). Pues bien, resulta que salió el **beta** de Safari 3 también para Windows. Y aunque muchos pueden alegar que porque es un “beta” la aparición de errores repentinos es común. Sin embargo, cuando los errores que se comenten son muy básicos a la hora de diseñar browsers, los hackers no hacen más que reirse: Safari para Windows ha tenido un montón de problemas que van más allá de la excusa de un beta: Texto por ningún lado, no se puede instalar bien, y, en el caso de que lo logres instalar, tiene muchos problemas de seguridad muy básicos. De ahí que puse en la imagen un recuadro rojo en lo que dice Apple de Safari en su página. Y todavía de pilón, te tienes que aguantar con el estilo visual que tiene: Uno que está fuera de “onda” en Windows, y no se le puede cambiar, al menos no de momento.
Leopard es casi casi un éxito anticipado para la compañía de la manzana, pero Safari para Windows se ve que necesita mucho trabajo para poder entrar en el gusto de los internautas, quienes se dividen en tantos grupos como browsers hay: Firefox, IE, Nestcape, Mozilla, Opera, etc. Pero por desgracia, ha tenido un comienzo malo, que, al menos yo, espero que no vaya a convertir poco a poco a Apple en una compañía al más puro estilo Microsoft.
