¿Sabías que…? – Parte 16

Estoy seguro que en algún post en el blog ya he mencionado brevemente algo al respecto de lo que hablaré aquí, pero nunca le he dedicado un escrito completo.

Como siempre, me gustaría saber si ustedes saben de algún lugar (en México o en cualquier otro país) donde exista algo similar.

¿Sabías que en Japón existen “tiendas” (entiéndase “lugar donde se vende algo”) en donde no hay nadie cuidando ni atendiendo, y los compradores escogen la mercancía y depositan el costo en una caja?

Este tipo de lugares son quizá la mejor forma de explicar lo seguro que es Japón en comparación con muchos otros países.

Aunque por lo general estas tiendas, llamadas en japonés 無人販売所 (mujin hanbai sho, literalmente “Lugar de venta sin personas”), ofrecen verduras y frutas, también las hay de otros rubros, como artículos varios, tofu y otras clases de comida.

Se podría pensar que estas tiendas se encuentran solamente en el campo, pero también se pueden encontrar algunas en zonas urbanas, especialmente en lugares residenciales; la gente que trabaja los campos cercanos pone a la venta sus cosechas en este tipo de lugares para conveniencia de quienes viven por ahí, ofreciendo productos frescos sin que la gente tenga que ir hasta el súpermercado o directamente al campo para poder adquirirlos.

El procedimiento para comprar es simple, y justamente como lo referí arriba: escoges tu producto, ves el precio y depositas el dinero en la caja destinada para ese fin. Esta caja por lo general está cerrada y solamente tiene una apertura para depositar el dinero, algo así como una alcancía. Aquí, supongo que varios de ustedes se preguntan “¿y qué pasa cuando no tienes cambio?“. Hay 2 respuestas:

  1. Aunque son pocos y muy raros, hay lugares en donde la caja del dinero está abierta y se invita a las personas a tomar cambio si es necesario.
  2. Lo más común es que la gente solamente compre si tiene la cantidad exacta. Si por ejemplo no pudieron comprar alguna vez, la siguiente que visiten la tienda ya sabrán que necesitan llevar cambio.

Dicho sea de paso, también existen los estacionamientos sin gente ni máquinas ni barras de seguridad. Tú llegas, estacionas tu carro, y cuando vas de salida depositas la cantidad en una caja. Obviamente tú calculas el tiempo que estuviste estacionado y depositas la cantidad correcta. Este tipo de estacionamientos se denominan 自己申告 (jiko shinkoku, literalmente “Auto-reportar”, “reportar por uno mismo”) y son relativamente comunes en áreas rurales en Japón. En Iizuka yo llegué a utilizar un par, y uno de ellos estaba justo en el área central de la ciudad.

La siguiente pregunta obligada es: “¿no hay gente que se pasa de lista y no paga?“, y la respuesta obligada es: claro que sí, pero son pocos y contados los casos:

  • En lo que respecta a las tiendas sin gente, los compradores entienden que para poder seguir teniendo mercancía es necesario pagar para que el ciclo no se rompa. Si alguien se roba algo, es probable que la tienda deje de vender ese producto, o en el peor de los casos, se cambie de zona y de lugar. Puede sonar tonto para algunos, pero es parte de la honestidad con la que esta sociedad crece.
  • En cuanto a los estacionamientos, es “más común” que haya gente que los use y no pague puesto que no queda evidencia de que se hizo uso del lugar; no obstante, eso sólo lo hacen “los chicos malos”.

Para terminar, hace poco un estudiante de secundaria en la prefectura de Kanagawa hizo un cortometraje respecto a este tipo de tiendas con el objetivo de demostrar que en Japón se vive pacíficamente. No esperen nada del filme en sí, pero para alguien de 13 años es una forma perfecta de demostrar lo que se vive en su país. Este corte fue el ganador en un concurso de cortometrajes titulado “世界に伝えたい日本のいい所” (Las cosas buenas de Japón que quiero mostrarle al mundo”.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=DhTViEm2xIU[/youtube]

Japón: ¿la punta de la tecnología?

Cuando se habla de Japón en el sentido tecnológico, lo primero que imaginamos es un mundo futurista; desde máquinas vendedoras que recomiendan bebidas dependiendo de la persona que esté enfrente hasta trenes sin chofer, el país del sol naciente nos ofrece una visión real de lo que la tecnología puede ofrecernos. Todo es bello,

Sin embargo, por tecnológicamente muy avanzado que Japón pueda ser, resulta realmente increíble el retraso que muchos lugares presentan en el mismo rubro:

  • Aún en esta época donde la conexión ubicua es prácticamente el pan de cada día por acá, el fax es una herramienta ampliamente utilizada por pequeñas y grandes empresas. Incluso en las tiendas de autoservicio se puede enviar fax, por lo que no es necesario tener uno en casa (aunque se siguen vendiendo en las tiendas de electrónicos).
  • Resulta penoso darse cuenta que todavía son muchas empresas, negocios, universidades y dependencias gubernamentales que o todavía no tienen presencia en internet o que la tienen desde hace muchos años y su página se quedó del estilo de geocities, y además con un contenido muy pobre. Basta ver páginas de ayuntamientos, o bien de tratar de encontrar un restaurante y solamente encontrar referencias de él en páginas de recomendaciones, de ésas que los usuarios comentan sobre un lugar y le asignan una puntuación determinada al ambiente, al servicio y a la comida.
  • Mariana, otra mexicana en Japón, labora en una empresa donde la información se guarda en discos de 3 1/2 (y que me late que algunos lectores nunca han usado). Los famosos “diskettes”… ¡Discos de 3 1/2! Poderosísimos 1.44 MB de almacenamiento en la palma de tu mano, y de una caja de 10 era casi un axioma que entre 2 y 4 salieran defectuosos.
  • Me he encontrado negocios (tintorerías, tiendas donde te hacen tu sello, tiendas de recuerdos, entre otras) que para dar notas todavía usan una 486 conectada a un monitor de esos negros con letras verdes, y la impresora es de matriz de puntos.
  • Hasta hace algunos años, el uso de la tarjeta de crédito por acá era limitado. En establecimientos donde en otros países podrías pagar con tarjeta, en Japón no se podía. Esto me consta que ha ido cambiando con el tiempo, pues nunca sufrí tanto para pagar con tarjeta de crédito como me pasó en una tienda de electrónicos de Den Den Town, en Osaka, cuando compré mi primera cámara digital en 2002. Ahora el uso de tarjeta de crédito es más común, y cada vez más establecimientos las aceptan.
  • Los noticieros y programas de variedades en televisión es el colmo de todo esto. Aun teniendo a la mano lo último en tecnología visual, prefieren hacer páneles que los presentadores toman con las manos y que tienen cubierta información con una especie de “post-it”; los presentadores van destapando poco a poco esas parte conforme la noticia se va dando, algo así al más puro estilo de “¿a que no sabían que esto estaba aquí”,  desperdiciando con ello un montón de papel.
Me tardé un buen en encontrar imágenes que ilustraran el punto anterior puesto que no tenía idea de cómo buscarlas. Afortunadamente las encontré acá. Es el blog fotográfico de Tim Arai, al que les recomiendo que se den una vuelta.
Vean bien el panel. La 2 partes inferiores son en realidad “post-it”
¡Ta da!

En serio: existiendo algo tan mísero como Power Point desde hace una eternidad, no me cabe en la cabeza por qué este tipo de paneles se siguen usando. El de arriba es un ejemplo pequeño. Hay paneles de unos 1.5 metros de alto por como 3 de largo. Siempre que los veo pienso en la cantidad de papel que se desperdicia.

Con lo anterior no quiero decir que esté mal usar cosas antiguas que aún sirvan (como las impresoras de matriz de puntos y las 486), pero en el caso de los discos existen infinidad de alternativas más confiables y de mayor capacidad, y en cuanto a los páneles mencionados arriba sinceramente no sé qué pensar. Y de la información en internet y las páginas web de dependencias mencionadas anteriormente de verdad que están para llorar.

Japón podrá ser la meca de la tecnología y para muchos puede parecer un país totalmente futurista. No obstante, existen este tipo de detalles que hacen pensar que una parte de Japón se quedó atrapada en el pasado tecnológico, lo que crea un constraste raro para le gente que ha sido partícipe de la revolución tecnológica de los últimos años.

本音 (honne) y 建前 (tatemae)

Muchos dicen que lo más difícil del idioma japonés son los kanji. Ciertamente el número que hay que aprenderse para poder vivir sin muchos problemas (unos 2000) es muy alto, y se requiere de mucha disciplina para poder recordarlos y usarlos debidamente. No obstante, a lo largo de los años que he estudiado el idioma, me he dado cuenta de que lo más difícil del japonés es entender lo que no se dice; “leer entre líneas” dirían unos.

Un profesor de inglés (estadounidense) mencionó lo siguiente en una conversación que tuvimos:

“En los Estados Unidos, si tú eres el emisor y tu mensaje no se entiende, tú tienes la culpa por no saber expresarte, y tienes que pensar cómo transmitirlo con otras palabras. En cambio, en Japón, la culpa no es del emisor, sino del receptor, por no entender el contexto en el que está el mensaje ni haber captado lo que no se dice.”

Es bien sabido que en Japón no se dicen las cosas de forma directa. Para los que no están enterados, un ejemplo: En Japón nunca se dice “no”, sino que se busca una forma de decirlo sin decirlo. Algo así como mencionaba Polo Polo en su chiste “Día de campo”: “Las mujeres tienen esa don de decirte pendejo sin decírtelo”. La idea es similar. El caso no es no querer decirlo, sino hacer que el interlocutor lo infiera. Algunos dicen que es “cortesía”. Como ejemplo:

Japón y el alcohol

El sake es toda una cultura en Japón

Japón tiene muchas incógnitas para el resto del mundo: su sociedad, sus costumbres, la casa imperial, etc. Una de ellas es sin duda el alcohol, que aunque no es exclusivo de este país, la cultura que lo rodea es totalmente diferente a lo que se está acostumbrado en la mayoría de países del mundo.

El sake (酒), palabra con la que se nombra a toda bebida alcohólica (y que técnicamente hablando es una bebida embriagante creada a base de arroz) es más que parte de la vida cotidiana del japonés: es un modo de vida, una costumbre que la misma sociedad te impone y con la que te bombardea, y por desgracia, es una de las bases con las que se mueve esa misma sociedad.

Legalmente no se puede beber alcohol en Japón hasta alcanzar la mayoría de edad (20 años), y aunque secretamente hay menores que toman, la ley es muy estricta al respecto; cuando un artista o alguien famoso menor de edad es descubierto infraganti tomando alcohol o fumando, es un hecho que será un escándalo y que puede hasta perder su carrera por ese motivo. Suena exagerado, pero así es como el gobierno “trata de poner el ejemplo”… Lo malo es que todo lo demás (publicidad, influencias de los medios y la misma sociedad) no dejan de bombardearte con mensajes referentes al alcohol, a beber moderadamente y a que solo debes beber cuando ya seas mayor de edad. Es decir: Japón te mentaliza para que justo cuando cumplas 20 años estés “listo” para probar la gran variedad de bebidas embriagantes que el país te ofrece… pero te dice que no seas niño malo y que si tienes menos de 20, ni de broma te acerques al sake. ¿Suena contradictorio?

Aquí unos ejemplos de publicidad de bebidas alcoholicas:

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Japón y el sexo

Hace unos días me preguntaron en formspring respecto al sexo en Japón. Intenté responder, pero el escrito me quedó tan grande que mejor decidí ponerlo por acá.

El país del sol naciente tiene doble moral respecto al sexo, y es realmente curioso, interesante, y algunas veces absurdo, analizar el tema.

Aviso desde ahora que lo siguiente puede contener palabras o imágenes no tan aptas para niños. Tengan cuidado por si sus pequeños o sus hermanos(as) pequeños(as) andan por ahí.