5 años 5

No. El título no es error 😀

Obviamente no soy el único al decir que nunca pensé que estaríamos en medio de una pandemia en mayo 2020. Los planes de prácticamente todo el mundo, así como la forma de vivir, han cambiado drásticamente debido al coronavirus… y parece que falta mucho para que se vea la luz al final del túnel.

No obstante, hasta enero de este año todo estaba en relativa normalidad (al menos en Japón), y me pude dar el gusto de llevar a mi hijo a México a que conviviera con su familia de allá en épocas navideñas. Es quizá la memoria más grata que tengo de todo este año que pasó. Parece mentira que fue hace un año cuando pensaba cómo iba a cambiar mi hijo con el kínder. El tiempo simplemente pasó volando.

Entre infinidades de salidas a pasear juntos, una ida al mar en verano que me tomó casi 8 horas de manejo EL MISMO DÍA (gracias tráfico de Tokio), múltiples sesiones de videojuegos, juegos de mesa, juguetes (con las reglas de mi hijo acomodadas de tal manera que él nunca va a perder), regaños y situaciones en las que es inevitable tener que ponerme el sombrero de papá, y ahora con otro hijo al que cuidar y atender, no me cabe la menor duda (y realmente nunca he dudado) que convertirme en padre ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en la vida, incluyendo las desveladas, vomitadas, baños de pipípopó al cambiar pañales, y lo mejor, poder hablar en español con mi hijo, que hoy, justo en el momento en el que esto es publicado, cumple 5 años de haber venido a complementar mi vida de un sentimiento que realmente no entendía hasta que lo tuve en mis brazos.

Lo único que sí lamento no haber podido hacer, aunque me queda la conciencia tranquila de que en realidad sí lo tenía planeado y sí me comencé a mover para que se realizara pero el coronavirus vino a deshacer todo, es que todavía mi hijo no sabe andar en bicicleta :/  Bueno, al menos ya sabemos qué va a pasar cuando todo vuelva a la normalidad, porque estoy seguro que de va a volver… en algún momento.

¡Feliz quinto cumpleaños hijo! Quizá nunca vayas a leer esto, pero me siento súper orgulloso de ti por todo lo que eres y por todo lo que sé que serás en el futuro.

Relatos de cuarentena en Japón

Como suele suceder, apenas tengo un respiro y me doy cuenta que otro mes se termina. Estamos en cuarentena (no obligatoria), y aunque no he dejado de trabajar tampoco he salido de casa más que para lo necesario, por lo que se supone que los días tendrían que pasar lentamente… pero no es así.

En los últimos días he pensado mucho en la situación actual y cómo nos está afectando a nosotros como familia y a mí como persona. Creo que el que más la está llevando de perder es mi hijo mayor. Le hace mucha falta el kínder, salir, correr, jugar, ensuciarse, mover el cuerpo… Él de plano no se aburre, pues mientas yo estoy trabajando, mi esposa está atendiendo a mi segundo hijo y mi suegra nos ayuda con labores de la casa, mi hijo mayor se la pasa entre viendo a sus Youtubers favoritos, jugando videojuegos, sacando sus juguetes, y en menor medida, estudiando y haciendo actividades que le han mandado del kínder. El único problema verdadero que tengo con él en este momento es que no se le acaba la pila y hacerlo que se duerma es difícil. Al menos cuando se rinde me pide que leamos algún libro, y hemos estado leyendo historias de Charles Dickens, así que hay fantasmas de por medio y eso hace que le entre una interesante muestra de curiosidad y miedo que hace que al final se quede dormido rápidamente… definitivamente no es cansancio.

Mi esposa se pregunta, al igual que creo que todo el mundo, cuándo se irá a acabar, o más o menos normalizar, todo esto. Japón parece que está jugando a algo porque sus medidas han sido criticadas, y con eso de que el estado de emergencia se acaba el 6 de mayo (en teoría), la gente está pensando si de verdad la próxima semana ya podrá regresar a sus actividades normales. Lo interesante de esto es que hay muchos escépticos, y el gobierno ha estado lanzando indirectas de que el mencionado estado podría alargarse… Incluso se ha estado mencionando la posibilidad de comenzar el año escolar en septiembre, argumentando que, además de esperar que para ese entonces la situación respecto al coronavirus ya esté un poco más estable, sería un paso importante en la globalización de Japón al comenzar el ciclo escolar igual que otros países (los noticieros hacen la comparación directa con Estados Unidos). Pero definitivamente no la tiene fácil: si bien es cierto que esto ayudaría a que los estudiantes no perdieran estos meses en los que no hay clases, la realidad es que habría que cambiar mucho más dentro de la sociedad japonesa para que esto funcione. Un ejemplo directo es el inicio del año fiscal y la época de contrataciones de recién egresados. Se necesitarían muchos cambios de logística para que no hubiera períodos en blanco, porque cambiar el año escolar sin las contrataciones en empresas significaría que los recién graduados tendrían que esperar hasta 8 meses para comenzar a laborar.

El bebé… es el bebé. Llorando, creciendo. A él lo que le importa es estar a gusto y con la panza llena de leche materna 😀

En cuanto a mí…

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