El último título del género que jugué en forma fue el fatídico Final Fantasy XIII. He de reconocer que soy más fan de esa franquicia que de Dragon Quest, aunque recientemente los títulos de ésta última me han llamado mucho la atención (sobre todo ahora que se anunció el XI oficialmente). No obstante, aun siendo fan de los RPGs desde que estaba chico, me tomó mucho tiempo decidirme a jugar FFXIII… y quedé decepcionado. No he jugado el XIII-2 ni el Lightning Returns, pero dejemos eso de lado. Cierto, más recientemente jugué Final Fantasy Type Zero, pero a ése lo considero más Action-RPG que RPG puro.
Aunque parezca increíble, una de las razones por las que me distancié de los RPG (y concretamente, de los J-RPG) fue el idioma. No que no pudiera leer japonés, pero sí me daba un montón de flojera porque, aunque no me cueste trabajo, no puedo negar que la información que leo en japonés se procesa un poco más lento que la que leo en inglés o en español, lo que significa que me lleva más tiempo leer algo en japonés que en los otros dos idiomas. El entendimiento del idioma nunca lo he considerado un problema para jugar un título, y eso desde hace mucho, incluso desde que estaba en México.
En mi tierra me tocó jugar varios títulos en japonés directamente. Mi primera novia me regaló el juego de Escaflowne de PSOne en japonés; conseguí un título de Magic Knight Rayearth que también disfruté por un rato. Con todo, el primer título que realmente jugué en japonés de principio a fin (y sí, en México) fue Brave Fencer Musashiden.
Continue reading “Mi reencuentro con los RPGs”



