Antes de cualquier otra cosa: sé que no todos los lectores son católicos, y que muchos no están familiriazados con lo que es una misa católica. Si este tipo de contenido los ofende o molesta de alguna forma, por favor ignoren esta entrada.
Como muchos saben, crecí como católico. No es que crea todo lo que la iglesia dice, ni que tampoco tenga mis dudas acerca de muchas aspectos de la religión, pero sí creo en la existencia de un ser supremo.
Estar en Japón como católico puede sonar difícil porque este país es mayormente budista-shintoísta, pero hasta los mismos japoneses reconocen que su sentido de religión es más tradicionalista que creyente, puesto que cuando tienen algún problema le rezan a todo lo que pueden, llámese Jesús, Buda, el dios del altar local, etc. Pero aunque es cierto que el número de iglesias católicas es infinitamente menor que lo que podríamos encontrar en México (y que algunas localidades sencillamente carecen de ellas), en muchas partes se pueden encontrar pequeñas iglesias a las que uno puede asistir. Pero obviamente, todo tiene su toque “japonés”:

