Benriya (便利屋)

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Dicen que para que un negocio tenga éxito hay que ser originales y pensar en ofrecer un servicio que beneficie a muchos de tal forma que estén dispuestos a pagar por él. Sin lugar a duda, las “benriya” (便利屋) en Japón explotan muy bien ese concepto.

En japonés, la palabra “benri” (便利) significa “coveniente”, y el sufijo “ya” (屋) se pone después de un sustantivo para indicar un lugar donde se vende éste. Por ejemplo: panadería = “panya” (パン屋),  florería = “hanaya” (花屋), agencia de bienes raíces = “fudousanya” (不動産屋), etc. Pero los anteriores son sustantivos que representan algo tangible. Entonces, ¿qué pueden “vender” en una benriya? La respuesta es la que están pensando: el concepto de “conveniencia”.

El negocio de estos establecimientos es serte útil de cualquier forma posible (excepto la sexual :P). Puedes llamar a una benriya para prácticamente cualquier cosa en la que necesites ayuda. En la imagen de arriba (que dejaron en el buzón de la casa hace algunas semanas) se muestran ejemplos de sus servicios: recoger cosas que ya no sirven, comprar las que pueden ser reutilizadas, ayuda en mudanzas o en aseo y tareas del hogar. Y hasta ponen los avisos de “Seguramente le seremos de utilidad. Por favor, no tire este papel” y “Consúltenos sobre cualquier cosa. Le demostraremos que podemos serle de utilidad”. Hasta aquí todo bien, pero lo interesante de estos negocios es que en realidad prestan servicios que, en lo personal, no me imaginaba que un negocio pudiera ofrecer (o sea, de todo un poco).

Ejemplos en los que las benriya pueden ser útiles:

  • Quieres comprar la consola de juegos más nueva o quizá quieres ser de los primeros en tener en tus manos el producto más nuevo de Apple (o sea, un ciclo de casi cada medio año, je), pero no puedes/te da flojera irte a formar desde días, quizás semanas antes. ¡No hay problema! Alguien de la benriya puede hacer eso por ti.
  • Te sientes solo y necesitas a alguien que te eche porras para levantarte el ánimo. Sí, les puedes llamar.
  • Necesitas cargar algo muy pesado de un lado a otro. ¿No tienes a quién llamar? Ellos te pueden ayudar.
  • Trabajas en otro estado y tu mamá está sola en casa casi todo el tiempo. Te preocupa que no tenga con quien platicar. Las benriya pueden enviar a una persona a que esté con tu mamá los días y las horas que les indiques.
  • Cortaste con tu novio(a) que era el amor de tu vida. Tienes un montón de objetos en tu casa que te recuerdan a la que se supone era tu media naranja, pero no tienes corazón para deshacerte de ellos. Sí, alguien de la benriya puede ir y tirar/quemar todo por ti.
  • Tienes un cuchillo que quieres mucho, pero ha perdido el filo y no quieres comprar otro. Efectivamente, las benriya pueden afilarlo para que puedas seguir usándolo.
  • Tienes muchas ganas de ir al nuevo restaurante de la zona, pero te da pena ir solo. No hay necesidad de preocuparte. Alguien de la benriya te puede acompañar.
  • Algún asunto personal te preocupa mucho y no tienes a quien platicarle. Llámales, y ellos te enviarán a alguien que te escuche.
  • Trabajas en una compañía y cometiste un error que le afecta a uno de tus clientes más grandes (otra compañía). El jefe del departamento de la compañía cliente exige que lleves a tu jefe contigo para disculparse por tal acto (no tan raro en Japón), pero te da miedo de que si tu jefe se entera que cometiste un error te castigue (o termine corriéndote). En lo que se da cuenta, llámale a una benriya y ellos se encargan de llevarte a una persona que estará feliz de arrodillarse y pedirle perdón al cliente (caso verídico visto en TV).
  • Cualquier otra cosa que se les ocurra que no implique: sexo, daños a animales y daños a terceros.

¿Que si estos lugares son confiables? Sí. Son negocios perfectamente establecidos. En la página web http://benriyasan-navi.com/ se puede encontrar una lista de benriya en todo Japón.

¿Son caros los servicios?

Depende mucho de la agencia, del servicio prestado y del tiempo. Generalmente cobran por horas, y sus tarifas pueden ir desde unos miles de yenes hasta varias decenas de miles. Por ejemplo, el sitio http://otasuke365.com/ ofrece tarifas que comienzan a 3150 yenes por hora. Algunos servicios como deshacerse de un panal de avispas tienen un costo de 45000 yenes (visto en http://www.attoman-bs.com/ryoukin.html). Por lo general, los consultas por teléfono, les explicas lo que necesitas y con base en ello te cobran.

Mi pregunta es: ¿hay agencias o negocios similares en México? De ser así, ¿cuánto cobrarán?

Cuando vivía en Gdl, recuerdo a un señor que vendía garrafones de agua que también la hacía de plomero, albañil, cargador, etc. Muy buena persona, y sobre todo, muy alegre. Sé que este tipo de personas existen, pero nunca he escuchado de una agencia o negocio que se encargue de administrarlos.

Misa

Antes de cualquier otra cosa: sé que no todos los lectores son católicos, y que muchos no están familiriazados con lo que es una misa católica. Si este tipo de contenido los ofende o molesta de alguna forma, por favor ignoren esta entrada.

 

Como muchos saben, crecí como católico. No es que crea todo lo que la iglesia dice, ni que tampoco tenga mis dudas acerca de muchas aspectos de la religión, pero sí creo en la existencia de un ser supremo.

Estar en Japón como católico puede sonar difícil porque este país es mayormente budista-shintoísta, pero hasta los mismos japoneses reconocen que su sentido de religión es más tradicionalista que creyente, puesto que cuando tienen algún problema le rezan a todo lo que pueden, llámese Jesús, Buda, el dios del altar local, etc. Pero aunque es cierto que el número de iglesias católicas es infinitamente menor que lo que podríamos encontrar en México (y que algunas localidades sencillamente carecen de ellas), en muchas partes se pueden encontrar pequeñas iglesias a las que uno puede asistir. Pero obviamente, todo tiene su toque “japonés”:

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600 millones de yenes por una chica

Parece el inicio de un escrito romántico, de esos de final feliz en donde el galán al final se queda con la doncella; donde no cuentan las hazañas, los peligros ni el dinero gastado durante el proceso. Lamentablemente, no es así.

Fue noticia el años pasado en Japón, Yo supe de esto hace aproximadamente 6 meses. Trataré de resumir el relato tanto como sea posible.

El protagonista de esta historia es un hombre llamado Moritoshi Kurita (栗田守紀), de ahora 34 años. Un empleado serio, introvertido, tímido, sin mucha suerte con las mujeres. Un buen día fue con sus compañeros de trabajo a lo que en Japón se le llama キャバクラ (Kyaba Kura), que es un lugar donde se puede beber en compañía de chicas atractivas que lucen vestidos de noche, a las que por cierto no puedes tocar (porque no es un servicio “sexual”). Ahí fue donde Kurita conoció (y prácticamente se enamoró) de una de ellas: Ayako Kinoshita (木下彩子, nombre falso). Kinoshita usó sus técnicas para agradarles a los clientes en Kurita, haciéndole a éste creer que estaba especialmente interesada en él (técnica común para hacer que los clientes regresen o que se queden a beber más tiempo, generando más ingresos para el negocio). Kurita cayó rendondito.

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En los Kyaba Kura puedes pedir que una chica en específico sea la que te atienda, lo que se le conoce como 指名 (shimei, literalmente “designación”). Hacerlo te cuesta cierta cantidad de dinero. Las Kyaba jou (キャバ嬢, chicas que trabajan en esos lugares) que tengan más “designaciones” y que promuevan más consumo de los clientes son las que se hacen populares; la mejor se convierte en la celebridad del lugar. Además, no es raro que los clientes se “enamoren” de las chicas y les den regalos caros, como collares o brazaletes de diaamante, carros último modelo, etc. Obviamente ellas aceptan todo sin tener ninguna obligación de por medio. Es su trabajo vender fantasías.

Con lo anterior, ya saben para dónde va la historia en cuestión.

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