Por raro e increíble que parezca, en Japón por lo general no hablas con tus vecinos, y muchas veces ni siquiera sabes quiénes son.
La interacción con ellos es prácticamente nula a menos de que coincidan en las escaleras, elevador, o en camino cada uno a su departamento, casa o dormitorio, en cuyo caso un saludo estilo “buenos días”, “buenas tardes”, “buenas noches” (más de a fuerzas que de ganas) es suficiente. De ahí en fuera se busca evitar contacto para, al mismo tiempo, evitar meterse en problemas. A veces también te toca vivir al lado de una persona que trabaja desde muy de mañana y regresa muy noche y rara vez te la encuentras.
Obviamente no podemos generalizar y existen excepciones, especialmente en algunas zonas de campo japonés. No obstante, durante mi experiencia viviendo en este país, la convivencia con los vecinos sencillamente no ha existido( el estándar que uso para medir esto es lo que recuerdo de mis vecinos en México):
