Solamente en México

No cabe duda de que la necesidad hace que uno haga hasta lo imposible…

Comenté en la entrada anterior sobre nuestra visita a Teotihuacán ahora que estuvimos en México. Ahí, los vendedores hacen su mejor esfuerzo con tal de poder ganar algo de dinero: se acercan a ti, caminan contigo, te dicen que te dan buen precio si les compras algo, y hasta te hablan en diferentes idiomas. Esto último no me habría sorprendido tanto de no ser porque uno de ellos se nos acercó, y al ver la negativa de Emi nos dijo, literalmente:

「安いよ!殆どただ!100円ぐらい。」

Escribiéndolo en nuestras letras, lo anterior se lee: “Yasui yo! Hotondo tada! Hyaku en gurai.”, que se traduce como “¡Barato! ¡Casi regalado! Aproximadamente 100 yenes”… Sí, en efecto, el vendedor le hizo la lucha en japonés, y debo decir que, aunque eran pocas palabras, era fluido. Cierto es que bien se pudo aprender lo anterior de memoria, pero de cualquier forma escuchar a un vendedor de artesanías en Teotihuacán hablar en japonés nos sorprendió bastante y nos sacó una buena carcajada.

Pensándolo después con calma, no me extrañaría que, con lo dura que está la situación, también le hagan la lucha en francés, alemán, ruso y hasta chino. Digo, una simple palabra en el idioma natal de un turista puede ser la diferencia entre una compra o un cliente perdido.

¿Solamente en México? 😀