Semana dorada y ETC

En Japón estamos en la semana dorada: varios días festivos se juntan y se hace un descanso de aproximadamente una semana. Es, por tanto, temporada alta en cuestión de viajes, así que cuesta mucho más ir a cualquier lado.

ETC son las siglas de “Electronic Toll Collection System”. Como su nombre lo indica, permite cobrar las tarifas de las autopistas de forma automática, sin tener que detenerse en la caseta a pagar, lo que agiliza el tráfico. El sistema consiste en un lector que se instala en los carros y una tarjeta que es en donde se hacen los cargos. Esta tarjeta tiene muchos diseños, ya que lo que importa es el chip que traen dentro.

Con los 2 términos ya explicados:

Hace pocos meses el gobierno japonés aprobó una ley en la que la tarifa máxima que se cobra en ETC es de 1,000 yenes, pero solamente los sábados, domingos y días festivos. 1,000 yenes, todo lo que uno quiera recorrer. Así, es posible ir, por ejemplo, de Fukuoka hasta Tokyo por tan solo 1,000 yenes (y muchas horas de camino, claro está). El cambio afectó, como se esperaba, a los trenes y a los ferris, provocando una baja global en los precios, puesto que 1,000 yenes es una cantidad que cualquiera paga para ir a cualquier lugar, lo que decrementaría el número de pasajeros de otros medios de transporte. No obstante, con el descuento también se generan problemas. El principal: los embotellamientos.

Si en semana dorada normalmente la gente sale a disfrutar de los días festivos y ya se hacían embotallamientos en años anteriores, con la entrada del nuevo descuento éstos aumentan exponencialmente. Hablamos de lugares con colas de carros de hasta 65 km. Sí, la espera es de como hora y media mínimo. ¿Saldrían o no? Muchos optan por el “no”, pero este tipo de días de descanso continuo es raro en Japón, así que el “no” cambia a “no queda de otra”.

Otro problema fue la escasez de lectores de tarjetas. Tan pronto como la ley fue aprobada, la gente voló a los centros comerciales y tiendas de autopartes a conseguir el suyo, y esto provocó que se acabaran por completo en todo el país desde un mes antes de la semana dorada. Muchos se quedaron con las ganas. Los lectores volverán a estar disponibles en algunos meses, y seguramente desaparecerán en pocos días.

En mi caso, puse el lector de ETC desde hace un par de años. Las tarjetas son fáciles de obtener, así que me hice de una también en ese entonces, y desde ahí siempre que salgo la uso. Así, los cobros se hacen directamente a la tarjeta de crédito, hay descuentos en muchos otros caminos también, y no se pierde tiempo en las casetas. Esta vez el destino fue Hiroshima: 3 horas y media de distancia.

Espero subir las fotos (no son muchas) en estos días.

Influenza y chismes

Como mexicano viviendo en el extranjero, creo que es necesario expresar mi opinión ante todo lo que ha sucedido con esto del nuevo tipo de influenza.

Primero, sinceramente me cansé de leer escritos donde se menciona alguna de las siguientes teorías:

  • La influenza es una mentira. Es un plan para desprestigiar a <inserte aquí a su político más odiado>
  • Todo fue obra de un ataque bioterrorista, y Obama fue a México a sellar el pacto con Calderón.
  • Es un plan de Estados Unidos para reducir la población mundial, y México era el trampolín perfecto (yo me pregunto: ¿de dónde?).
  • Fue necesario distraer a la población mexicana mientras se aprobaban leyes que atentan contra la privacidad de las personas.

En serio: me llegaron un montón de correos en donde, a grosso modo, se explica con lujo de detalle alguna de las razones arriba expuestas. Que “no habían dicho el nombre del medicamento con el que se cura la enfermedad”; que “no habían dado el nombre de ningún enfermo”… y mejor no le sigo.

No soy doctor, así que no me voy a poner a dar detalles de la influenza porque puedo estar mal. Lo que sí puedo comentar es que hay mucha gente paranoica. Si esto fuera un complot, no tendría por qué verse tanta acción por parte de la comunidad internacional para evitar, en la medida de lo posible, la expansión de una nueva enfermedad. No es lo mismo influenza que gripe, y algún tiempo, hace mucho, yo así lo creía. Somos mexicanos, y, para bien o para mal, nos educan con la idea de que el gobierno es malo, corrupto, de que no hay que creer en las autoridades. Es cierto: el gobierno es malo y hay mucha corrupción dentro de él, y no se puede confiar en las autoridades mexicanas, por desgracia. Sin embargo, ¿alguien se ha puesto a pensar que nosotros mismos somos parte del problema y que no aportamos mucho para resolverlo? ¿Quién paga realmente una multa, bien merecida, cuando va a exceso de velocidad? ¿Quién no conoce al amigo de alguien influyente, y cuando tenemos un problema comenzamos a mover todas las palancas que tenemos para no nos vaya tan mal? ¿Quién realmente cree que una chica está en una buena posición en un trabajo, ganando bien, y todo gracias a su esfuerzo? (seguramente se hablaría de “se acostó con fulanito”). En fin: estamos tan necesitados de todo esto que, sin querer, muchas veces criticamos lo que todos somos. Es raro que confiemos en alguien, y ante una situación como la que se presentó en México, nos gana la paranoia porque no sabemos “a quién irle”.

Cierto es que es triste ver tantas imágenes de mi país en TV japonesa, pero que tengan que ser referentes a la influenza. Pero las imágenes, las noticias y fotos reflejan la falta de información en la que vivimos, y por la que estamos tan hambrientos de chismes, de complós, de teorías fumadas, y todo para sentir que sabemos más que los demás y que tenemos la razón. Vi por ejemplo la forma en la que la gente usa los cubrebocas: eso y nada es lo mismo. Leí lo que muchos piensan respecto a este tipo de influenza, y fueron realmente pocos y contados los mensajes (en foros de internet y correos cadena) que realmente sabían lo que decían. Hay gente que cree que todo esto se va a acabar el 6 de mayo, y seguramente van a dejar de tomar precauciones como lavarse las manos puesto que la influenza “ya pasó”. La economía está paralizada, cierto, pero poco a poco se va a estabilizar. Esto no significa que “el virus ya se acabó”.

¿La imagen de México en Japón? Salvo algunos japoneses paranoicos, no ha cambiado. A mí me llamaron por teléfono varias personas para preguntarme por mi familia. Los conocidos me saludaban y me preguntaban si todo estaba bien con la familia y amigos por allá. El gobierno japonés suspendió temporalmente la exención de visas a mexicanos, lo que quiere decir que, hasta nuevo aviso, todo mexicano que quiera entrar a Japón necesita visa (normalmente uno como mexicano puede estar en Japón 6 meses sin visa), todo con el fin de tratar de contener la entrada del virus a Japón, aunque ya hubo algunos casos sospechosos. Repito: la medida es temporal. Si tienen planeado venir al país del sol naciente en esta época, vayan previendo los trámites de la visa japonesa.

Cuidense por favor. Sé que son pocos los fallecidos por causa de este tipo de influenza, pero hace falta ver la tasa de mortalidad para entender si es tan letal como se pensaba.