La tempestad sigue, aunque, para ser sinceros, ha mejorado un poco.
Se resolvió lo de la computadora del laboratorio. Me compraron una Core 2 Quad con 4 GB de RAM, que es lo mínimo que necesito para correr algunos programas y herramientas con las que pienso trabajar. Por supuesto que el que la compró no fue mi profesor, sino el profesor del laboratorio en donde estoy (larga y complicada historia).
Anduve la semana pasada en Kyoto-Nara en un taller de las herramientas arriba mencionadas… Hacía mucho, mucho que no trabajaba a un ritmo tan acelerado como esos días. No se perdía ni un minuto; las discusiones eran buenas; las presentaciones eran impecables y los comentarios eran acertados. Aprendí mucho. Sin embargo, creo que salió a relucir la falta de supervisión que mis proyectos han tenido. En fin, no tiene caso llorar por eso. No tuve ni tiempo de comprar recuerdos, aunque ya había ido a Kyoto y Nara hace 6 años, pero me hubiera gustado ir a visitar al menos un templo. Ni modo: trabajo es trabajo.
Estoy lleno de cosas que hacer, pero trato de estar tranquilo. Hay cosas que no cambian, como un chino tosiendo. Le di una oportunidad, el mono sigue dando lata, ahí acabo la paz. En cuanto pase el open campus de este fin de semana en la universidad, me cambio para el otro cuarto y adiós chino inútil. En serio: desespera con solo verlo. Hoy le di un golpe al escritorio cuando comenzó a toser, y brincó del susto. He de reconocer que el monito “trata” de que su tos no sea tan escandalosa… pero falla miserablemente. Además, ya cayó de mi gracia. Sí, sé lo que se están preguntando, y la razón por la que puse la máquina en mi escritorio es porque no hay ningún otro lugar para ponerla. Pero la semana próxima voy a sacar cada milímetro posible en el otro cuarto y me paso para allá.
Termino cansadísimo todos los días, y ahora que está el campeonato de verano de béisbol de escuelas preparatorias de Japón, y en 2 días comienzan las ya accidentadas olimpiadas de Beijing (por lo de los atentados que ha sufrido la ciudad), pienso que no voy a dormir entre investigación y eventos deportivos.
Mil gracias por todos sus comentarios. Tengo buen material para otros posts respecto a Japón, así como algunos temas para el podcast. Solo necesito tiempo, pero irán saliendo poco a poco.
Sigo vivo, pero con mucho que hacer.
Por cierto, hoy se cumplen 63 años del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima, hecho muy lamentable. Si algún día van a esa ciudad, no pueden dejar de visitar el parque de la paz. Sale uno llorando del museo.
