Surfers Paradise – Día 4

Si me preguntaran en dónde quiero pasar las siguientes vacaciones que tenga, o cuál es la playa que más me gusta, sin lugar a dudas respondería: ¡Surfers Paradise, Gold Coast, Australia!

Este lugar es simplemente increíble: La playa es enorme, y créanme cuando digo enorme. A donde voltees, solo ves playa y más playa, sea para la izquierda o para la derecha. Las olas enormes, perfectas para quienes quieren surfear, el clima no puede ser mejor, las chicas en bikini y algunas en topless tomando sol. Y fuera del mar, las tiendas, centros comerciales, bares, antros, night clubs, parques de diversiones, tours, etc., hacen de este lugar algo mágico. Insisto: Jamás he ido a Cancún, así que no me digan malinchista (a lo mejor Cancún está más chido).

Así como andaba (todo sudado, sin peinar, con short y el jersey de la selección de México) me fui al Holiday Inn para ver qué onda con las actividades de la conferencia, y cuál va siendo mi sorpresa que ya estaban registrando gente a esa hora. Sin otro remedio, me formé y así me registré. Me dieron una mochila con todo lo que necesitaría para la conferencia, incluído el valiosísimo libro de los "Proceedings" de la conferencia, es decir, un libro que contiene todos los papers que fueron aceptados. Eso es lo que me cuentan en la universidad. Acto seguido, me fui al hostal.

Después de hacer el checkin, bañarme y cambiarme, era hora de conocer los alrededores. Ya había caminado mucho ese día, así que decidí subirme a un autobús. Los amables choferes tuvieron el poder de recordarme a mi adorado México: Manejan como locos. Eso sí: Respetan las paradas y sí son amables con la gente, pero nomás arrancan y parece que van jugando carreras. En fin, para no andar sacando dinero a cada rato, y considerando que el hostal está lejos del centro, y por ende lejos del lugar de la conferencia (Holiday Inn Surfers Paradise), decidí comprar un boleto por una semana, que da acceso a todos los autobuses de la ciudad. Me costó 42 AUD, pero los vale. Me subí al autobús, y de regreso al centro.

Básicamente ese día la pasé solo recorriendo toda la zona principal de la ciudad. Pensaba agarrar un tour de esos de medio día, pero estaba tan cansado que mejor opté por irme al hostal, jugar con el PSP un rato y quedarme dormido. Las actividades de la conferencia comenzaban hasta el martes, así que el lunes tenía que disfrutarlo de alguna forma, y creo que lo hice. Pero eso va en otra entrada.

Por cierto: Ningún koala ni tampoco ningún canguro todavía. A ver si voy al zoológico el viernes. Ahí le tomaré foto a uno especialmente para Guolquen 😀

Omar: Escribo esto desde cafés internet que me encuentro. El promedio son 3 AUD por hora, y son SÚPER ADSL (extraño la conexión de mi casa). 

De Sydney a Gold Coast – Dia 3

El checkout del hotel era a las 10 am, y el tren salía a las 4:20 pm. O sea que tenía mucho tiempo que perder. La idea era ver Beowulf en Imax 3D, pero la función comenzaba hasta las 2:30 pm, así que la idea quedó descartada. Me fui al acuario de Sydney, donde, de nuevo, valió la pena ser estudiante: De 28.90 AUD pagué solo 18, y el lugar sí los vale. Creo que, junto con el de Okinawa, es el mejor acuario que he visto.

Sí había Nemos, pero no les tomé foto. Solo tomé unas cuantas con el celular, especialmente de los "Platypus" (ornitorrincos). En general la pasé bien y perdí como hora y media bobeando ahí adentro. Lo que nunca supe, hasta que salí de Sydney, fue que al lado hay como un parque de vida salvaje. Ni modo, me lo perdí.

De ahí me fui a las máquinas otro rato. Salió mejor reta que el día anterior, pero de todas formas el entrenamiento con los nipones en Tekken ha dado resultado.

Regresé al hostal por mis maletas, estuve una hora sentado sin hacer nada, y cuando dieron las 3:10 pm, fue hora de decir adios definitivo a Sydney.

La estación está cerca de donde me quedé, y como tenía todo reservado y pagado, fue nada más llegar a revisión y volver a esperar. Y déjenme decirles que la maldición de los niños en el avión también se extendió al tren: 4 me tocaron alrededor. Lo bueno fue que ninguno a mi lado, si no, habría terminado jugando a "Kick the baby!" con él.

Hasta ese momento, el lugar a mi lado estaba solo (me tocó ventana), y rogaba porque me tocara un buen acompañante, de ser posible una chica. Y antes de que piensen mal, no, no para ligarla, simplemente es bien sabido que me desenvuelvo mejor con las féminas. Creía que me lo merecía ya: Entraron como 5 "aussies" que estaban muy bien… pero no se sentaron al lado. El tren arrancó. Pensé: "Mejor solo que mal acompañado, así tengo 2 lugares para mí", pero ¡oh no! El chiste era complicarme el trayecto de 14 horas que me esperaba, y a la siguiente estación se subió una señora de unos 55 años, con una bandana en la cabeza visiblemente cubriendo el hecho de que estaba perdiendo el cabello, y por más que pedí "¡al lado no! ¡al lado no!", ¿a que no adivinan cuál era su asiento?

Hasta eso, no discrimino gente y comencé a platicar con ella… lo cual fue un grave error, porque la "ñora" me sacó la historia de su enfermedad, de por qué se divorció de su esposo y de que estaban intentando volver a estar juntos, y hasta el porqué es discriminada solo por usar una bandana. La señora, hasta eso, era dulce, pero quería ser el centro de atención durante todo el camino, y no había forma de cortarle la plática, y si toman en cuenta de que ya traía el PSP colgado al cuello listo para proyectar Resident Evil Extinction, pues la ansiedad era mucha, pero me la aguantaba. Cuando la señora se levantó al baño, aproveché para hacer lo mismo, terminé más rápido que ella y regresé a mi asiento a comenzar a ver la película. El plan tuvo éxito, pero aquí entró el segundo problema con la "ñora": Su tamaño. En serio: No me molesta que alguien esté gordo, pero si a leguas ves que no cabes en un asiento, compra otro para ti. Dejar a la señora en el lado del pasillo fue el peor error que pude cometer en el viaje puesto que se durmió, y no había forma de brincarla, pasar por debajo o aventarla fuera del asiento para poder pasar; y lo peor: Cada que se movía el tren, la señora, dormida, temblaba, exclamando un grito de susto. Y, con todo respeto para ella y para todas las personas obesas que leen este blog: Dormía como vaca. Se movía de lado a lado, y como no cabía en su asiento, pues a mí me tocaban los golpes, las encimadas y demás. La "ñora", para que se den una idea, casi perdía el aliento por ir por un café (caminar a lo mucho 20 pasos). Regresaba respirando muy agitadamente, como si acabara de tener una sesión maratónica de sexo después de 20 años de inactividad. Tan así era que tuvieron que darle nebulizadores para que pudiera respirar.

"Afortunadamente", la "ñora" se bajó del tren como 3 horas antes que yo, lo cual me dió las pocas 2 horas de sueño que he tenido este día.

Pero eso no fue todo: Al llegar a Brisbane, tenía que cambiarme de tren para Gold Coast. Así lo hice, pagando los 10.10 AUD respectivos, y al estar esperando en la plataforma, me dio sed. Fui a la máquina de refrescos, metí 2.20 para comprar una botella de agua y nada: Ni botella, ni me regresó el dinero, y tuve el tino exacto para comenzar a comprar cuando el tren había llegado. Ni modo. Es más: Ni al baño pude entrar.

Ignoraba cuánto tiempo haría hasta Surfers Paradise (mi destino final), por lo que no podía dormir nada. La travesía en tren duró 1 hora y 5 minutos, y después hay que cambiarse a un autobús, en donde toma otros 25 minutos. Hasta que me bajé en la última estación fue cuando pude responder al llamado de la naturaleza, y, sin darme cuenta, estaba a unos metros de la playa más chida que haya visto en mi vida (no he ido a Cancún, para que no digan que soy malinchista). Pero lo malo todavía no acababa: Pensé que el hostal estaría cerca… ¡AJÁ! 45 minutos caminando del lugar de la conferencia hasta donde me voy a quedar las próximas 6 noches.

Llegué muerto, pero lo mejor: El checkin es hasta la 1. Estoy perdiendo tiempo.

Fotos, ya que regrese a Japón.

Manly – Dia 2

El segundo dia fue algo asi como el espacio cultural. Tenia planeado ir a las Blue Mountains, pero como me levante tarde, no me ajusto el tiempo, asi que decidi hacer lo primero que encontrara.

Justo cuando termine el post pasado, la recepcion del hostal anuncio un tour en barco a un pequen~a isla cerca de Sydney, tentenpies gratis e historias y presentaciones sobre los aborigenes. Ni tardo ni perezoso acepte (25 AUD), y salimos casi inmediatamente.

El tour estuvo mas informativo que otra cosa. El barco estaba decente (un bote con capacidad para unas 15-20 personas), y si tomamos en cuenta que los unicos en el tour eramos 5 huespedes del mismo hostal (los otros 4 eran de Inglaterra), pues fue atencion 100% personalizada. Durante el trayecto nos contaron historias de lo que ibamos viendo (edificios, islas, etc.), y al final llegamos a una pequen~a isla, donde las historias continuaron (algunas muy interesantes). Acto seguido, caminamos por toda la isla (5 minutos, no es broma), y despues hubo una presentacion sobre los aborigenes: Un hombre se vistio como es natural en su tribu, conto mas historias, y toco un poco el digeridoo.  

De regreso nos dejeron en el muelle, cerca de la Opera House. El grupo se separo (cada quien por su lado), y aproveche para tomar un ferry hacia Manly, un suburbio de North Sydney. El ferry hizo 30 minutos, y al llegar, hice la tipica caminata por el lugar.

La historia del lugar la pueden leer en cualquier lado, por eso no profundizo en ella aqui. Sin embargo, he de mencionar que el lugar es muy pintoresco. Tome algunas fotos de edificios, la playa principal y las vistas que ofrecian los miradores. Por cierto, mi comida fue un Subway de atun. 

De regreso en Circular Quay, tome el tren hacia la estacion central para regresar al hostal. Lave la ropa sucia y me fui a jugar Tekken a las arcadias cercanas. Vaya que me han entrenado los japoneses: Gaste solo 2 AUD (2 juegos) y me fui 6 y 9 wins respectivamente. Xiaoyu demostro su poder en "Down Under".

Pero, sin duda, lo mejor del dia fue lo ultimo que hice: Me comi un kebab de pollo con una fanta de naranja… sentado en la banqueta… a media noche. A lo mejor no suena tan llamativo, pero senti una paz interior indescriptible, quiza porque en Japon no lo habria disfrtutado tanto (se puede hacer, pero en donde vivo no hay lugares asi que esten abiertos a media noche).

Me dispongo a hacer checkout. El tren hacia Brisbane sale a las 4:20 pm, asi que tengo como 5 horas libres, las cuales aprovechare en el mercado que hay cerca y en el acuario de Sydney.

Fotos hay muchas, pero no las puedo subir aqui. Sean pacientes por favor.

Por lo pronto: Adios Sydney. Quien sabe cuando vuelva por aca. 

Manly