Si de algo tengo que quejarme respecto a mi trabajo es que, por muy enojado que estés con los niños, siempre tienes que tener un límite de tolerancia precisamente porque son niños… Pero todo tiene un límite, y hoy llegué al mío.
Creo haber comentado que, entre las escuelas en las que enseño, tengo un grupo que es realmente “especial”: Muy difícil de manejar, no tienen respeto ni por mí (lo cual realmente no me importa) ni por su maestro (un problema muy grave, especialmente en Japón). En mi clase prácticamente nadie responde, algunos se la pasan hablando todo el rato y otros hasta se duermen. Si fuera una universidad, no hay ningún problema: Sigo con mi clase me tomen en cuenta o no, termino normalmente y nos vemos en el examen. Pero estamos hablando de escuelas primarias, y por mucho que sean niños de 6to. año, deben saber que hay un límite para todo.
¿Qué pasó?
