La gente se va

Todo lo que es la última semana de marzo en Japón significa época de despedidas: graduaciones, gente que se va a vivir a otros lugares, gente que regresa a sus países. El invierno termina y la gente se prepara para el inicio del nuevo año fiscal (a partir del 1 de abril).

Hoy se regresó a su país mi amigo Arif. Originario de Bangladesh, pasó 5 años por acá para poder obtener su doctorado. Le sufrió en serio. Estuvo becado por Monbukagakusho durante 3 años (tiempo que normalmente dura el doctorado por acá), pero por diversas razones (nacimiento de su hijo, su familia de visita por 6 meses y la falta de apoyo del asesor), no pudo hacer nada durante ese tiempo. A partir del 4to. año la beca se le terminó y tuvo que trabajar para poder mantenerse él, mantener a su familia y pagar la escuela. Su familia (esposa e hijo) se regresaron a Bangladesh y él quedó solo de nuevo por acá, y sin nada todavía comenzó su 5to. año.

Quién sabe cómo le hizo, pero en un año sacó lo que le faltaba para graduarse (artículos técnicos, journals, conferencias, presentaciones). Trabajando y estudiando, enviándole dinero a su familia cada semana y absteniéndose de muchas cosas, por fin vio frutos de su trabajo.

Cuando nos despedimos, él no pudo evitar llorar; me dio las gracias por todo y me extendió la invitación para ir a Bangladesh, en donde me dijo que no tenía que preocuparme por casa ni comida. Se fue contento, y espera poder seguir en contacto conmigo, ya que se convertirá en profesor de universidad en su país, y me ha pedido que dé algunas videoconferencias a sus próximos estudiantes.

El mundo es un lugar tan grande y al mismo tiempo tan pequeño. Ayer dormiste en un país y hoy duermes en otro. Será que ya me acostumbré mucho a los cambios, pero sigue siendo curioso recordar todo lo que viviste en un lugar, y que de la noche a la mañana estés en otro totalmente diferente (sea tu país o no). No hay duda de que Arif se lleva a Japón, y concretamente a Kyushu, en su corazón. Es un hecho que no nos veremos en un buen rato, pero estoy completamente seguro de que volveremos a reunirnos. ¿Dónde y cuándo? No lo sé.

Ahora, ¿por qué mencionar a Arif? Porque me enseñó mucho de su mundo: el Islam, Bangladesh, la situación política y económica de su país, sus sueños. Platicar con él era como ver a un niño diciéndote que de grande quiere ser astronauta y hasta hace los efectos de sonido imitando a un cohete despegando. Mi mamá lo conoció en persona, y aunque la primera impresión no fue muy buena, se le quitaron los prejuicios gracias a la sencillez de él, su esposa y su hijo.

Así como él, el chino toselón se regresa a China el 31 de marzo. Es muy poco probable que lo vuelva a ver, pero sinceramente no voy a extrañar nada de él. Que le vaya bien con su tos. No es mala persona, es de esos que ves que siempre están ahí, pero que no mueven ni un dedo a menos que sea sumamente necesario. De la misma manera, Omar regresa a Mëxico el 30 de este mes, con su esposa esperando su primer hijo. Se terminan ciclos en la vida de cada uno, pero comienzan nuevos retos.

Felicidades a todos los graduados, y buen viaje de regreso a su tierra.

Mudanza – Parte 1: Costos

Como lo he mencionado brevemente en otras entradas, tengo que mudarme antes del 1 de abril.

Vivo en un conjunto habitacional que el gobierno de Iizuka destinó a los estudiantes extranjeros. Son 16 casas ya viejas, pero por dentro fueron totalmente remodeladas. Esta casa tiene 3 cuartos: 4.5 tatamis, 4.5 tatamis y 3 tatamis. En Japón, los cuartos se miden por tatami, en donde uno mide 180 cm x 90 cm x 5 cm. Como podrán imaginarse, el lugar no es muy grande, pero al menos es lo suficientemente espacioso como para vivir a gusto. No me quejo realmente, ni siquiera porque mi baño es realmente una letrina (sí, no me equivoqué. En esta parte de la ciudad no hay drenaje y todo cae a un pozo; una compañía viene cada mes a vaciarlo). Digamos que es un pequeño sacrificio que hay que pagar por vivir en un lugar donde la renta es la más barata de toda la prefectura (y posiblemente de las más bajas en Japón). Como voy a dejar de ser estudiante, tengo que dejar este lugar y mudarme a un departamento (o casa) común y corriente, lo que significa claro pagar más de renta.

Mudarse nunca es fácil debido a toda las cosas que tienes en tu casa; si a eso añadimos el factor “Japón”, la dificultad se dobla. Primero, el hecho de ser extranjero hace que a fuerzas necesites tener un aval, y éste tiene que ser japonés. Si eres estudiante, la universidad tiene un sistema para convertirse en aval de los estudiantes, pero una vez que egresas, te rascas con tus propias uñas. Lo del aval es lo primero que te preguntan en cualquier inmobiliaria. Acto seguido, te ven con cara de alien, te preguntan los datos de tu trabajo, y por lo general no te atienden como lo harían con un cliente japonés hasta no tener cierta “confianza” de que realmente puedes pagar, tienes el respaldo de un aval y hablas japonés. Si es una inmobiliaria que no está acostumbrada a los extranjeros, definitivamente no es una experiencia placentera.

Después de que te muestran las casas (yendo directamente a cada una de ellas) y decides en cuál quieres vivir, lo que sigue son los costos. Todos conocemos el famoso depósito; aquí también existe, bajo el nombre de 敷金 (Shikikin). Pero contrario a lo que podría ser al menos en México, en Japón, al momento de hacer el contrato de vivienda, salen a la luz las demás cuotas:

  • El depósito es por lo general de 3 meses de renta. Al dejar la casa, te regresan lo que haya sobrado de él después de arreglar los desperfectos que le hayas ocasionado. En el caso del departamento donde vivía antes, me regresaron más o menos la mitad.
  • La cuota de “agradecimiento”. Llamada en japonés 礼金 (Reikin), es por lo general de 1 mes, y sirve precisamente para agradecerle al dueño del inmueble por permitirte vivir ahí. Nunca volverás a ver este dinero.
  • La cuota de la inmobiliaria. Negocios son negocios. La inmobiliaria te cobra 1 mes de renta por sus servicios.
  • La renta en Japón se paga por adelantado 1 mes antes. Así que si entras a la casa en abril, te cobran al instante la renta de abril y la de mayo.
  • Seguro contra incendios. Obligatorio. El precio depende del lugar, pero ronda los 16,000 yenes por 2 años.
  • Seguro contra terremotos. Opcional. Es un agregado al seguro contra incendios. No cuesta gran cosa (después de pagar 16,000 yenes, pagar otros 5,000 realmente no duele tanto).

Saquemos cuentas:

Depósito (3 meses) + Agradecimiento (1 mes) + Cuota de la inmobiliaria (1 mes) + 2 meses de renta = 6 meses + aproximadamente 22,000 yenes de los seguros.

Supongamos que encuentro un departamento de 40,000 yenes al mes (que es más o menos el presupuesto que estoy considerando):

40,000 x 6 = 240,000 + 22,000 = 262,000 yenes, a pagar al momento de hacer el contrato.

Y eso es porque vivo en Kyushu. Si quisiera vivir en una zona cercana a Tokyo, el costo de la renta por un departamento de más o menos las mismas dimensiones y número de cuartos fácilmente se duplicaría (mínimo). También hay que mencionar que hay lugares en donde no se necesita pagar la cuota de agradecimiento, lo cual reduciría el pago inicial (algo es algo).

Si consideran que el 17 de marzo me voy a Hong Kong a presentar otro artículo técnico y que todo el viaje corre por mi cuenta, entenderán porque no me calienta el sol en estos días. Y claro que no voy a contratar a una agencia de mudanza, porque sería todavía más gasto.

Ahora ya saben: si quieren vivir en Japón, es mejor que ahorren para la vivienda o que vivan en algún cuarto compartido.

El proceso para entender Japón

Ayer estuve en un panel de discusión sobre cultura internacional, en donde participaron otros extranjeros, gente japonesa que ha vivido en el extranjero y gente interesada en el tema. Básicamente se trataba de crear grupos y discutir lo que para cada uno significaba “entendimiento internacional”, es decir, comprender a la gente que viene de fuera, hablar de las experiencias personales en el extranjero y dar una conclusión.Se formaron 5 grupos. En general la plática fue interesante, así como las conclusiones presentadas por cada grupo. Entre ellas, hubo una que me gustó mucho porque creo que refleja exactamente por lo que todos pasamos al vivir en un país diferente al nuestro.

Etapa 1: La luna de miel

Todo es bello, novedoso, no hay ningún defecto. Esta etapa se da cuando recién se llega a Japón.

Etapa 2: La batalla

Se comienza a hacer notoria  la diferencia de culturas. Salen a la luz detalles que no se veían antes. Se entra en conflicto por forzar la cutlura propia en una diferente. Comienza a partir del 3er. o 4to. mes de estar viviendo en Japón.

Etapa 3: Los prejuicios

Quizá la más larga y peligrosa. Todo Japón se ve malo. Todo lo malo que nos sucede es por culpa de Japón y porque no nos acepta “como somos”. Cualquier problema, por pequeño que sea, lo hacemos más grande de lo que realmente es. Se siente pesadez y cansancio por estar en este país y se comienza a añorar lo que uno tenía (o tiene) en su país. Es la más larga porque comienza alrededor del año de haber llegado a Japón, y puede tomar al menos otro para salir de ella. Y al mismo tiempo es la más peligrosa porque a estas alturas uno ya tiene un lugar dentro de la comunidad donde ha vivido, y un momento de tristeza o ira desmedida puede poner en contra a todos los que conoces. Quienes no pueden salir de ella terminan por regresarse a su país (independientemente de si tienen que regresar o no; ésa es otra historia).

Etapa 4: Aceptación

Por fin se comienza a comprender lo que es el entendimiento mutuo y el respeto al prójimo. Se da uno cuenta de que, en efecto, hay diferencias, pero que éstas no son por “nuestra culpa”; que no estamos en casa y tenemos que “jugar” con la reglas que el dueño pone. Se es capaz de ver lo bueno y lo malo del país, y con base en ello se puede tomar una decisión más sensata sobre quedarse, irse a otro lugar o regresar al país de origen.

Cierto es que podrían entrar otras categorías en medio de las arriba mencionadas, pero en general creo que esas 4 etapas resumen casi a la perfección el proceso de adaptación no solo para Japón, sino para cualquier país al que vayamos y sea diferente al nuestro.

¿Están de acuerdo?

Chocolaaaates

¡Oh sí! El día de San Valentín. Otra festividad inventada por la mercadotecnia. ¿A alguien le hace sentido expresar sus sentimientos un día en particular?

En este día, los que están sin pareja tienen que lidiar con comerciales, anuncios, folletos y cuanta publicidad exista sobre lo bonito que es el amor… y lo importante que es expresarlo comprándole algo (cuanto más caro, mejor) a esa persona especial en la vida de cada uno. Sí, claro. Todo es color de rosa… y las vacas vuelan seguramente 😛

Japón no es la excepción de la regla, y aunque ya he comentado antes sobre la tradición japonesa este día (las mujeres le regalan chocolates a los hombres que les gustan, como señal de “¡Oye tú! ¿Así o más claro que me gustas?”), y del compromiso que los hombres adquieren para el white day (el 14 de marzo). Sin embargo, y no conformes con seguir una tradición iniciada por una chocolatería por allá por los 50s, ahora resulta que hay diferentes tipos de chocolates, pero no me refiero a los sabores o precios, sino al “significado” que conllevan. Sabía de la existencia del 義理チョコ (Giri Choco, abajo explico qué es), pero este año sí me sorprendieron.  ¡Ojo chicas, para que sepan qué y cómo regalarnos chocolates! (sí claro, je je).

Veamos:

  • 本命チョコ (Honmei choco, también conocido como “Hon choco”). El chocolate “de a de veras”. Este chocolate debe darse a la persona que realmente te gusta. Por lo general se trata o de chocolates de marca exclusiva (y cara), o de chocolate hecho por uno mismo.
  • 義理チョコ (Giri choco). Para que los hombres que no tienen pareja o que no reciben “Hon choco” no se queden con las manos vacías. “Giri” significa “obligación”, por lo que este chocolate es el que dan las mujeres a los hombres con los que conviven. Por ejemplo, en el lugar de trabajo, a los compañeros, superiores y jefes.
  • 友チョコ (Tomo choco). “Tomo” significa “amigo”. Es el chocolate que le das a tus amigos. Nada de otras intenciones. Amistad ante todo.
  • 逆チョコ (Gyaku choco). ¡Viva la liberación masculina (lo que sea que signifque eso)! “Gyaku” significa “contrario”. Este chocolate lo dan los hombres a las mujeres el 14 de febrero, por si hay alguien que no se pueda esperar a declararle su amor a esa chica de ensueño.
  • Invente usted su propio “choco”…

Los japoneses saben que esta “tradición” solo se sigue en su país, y también están enterados de que fue un simple invento de una chocolatera para vender más. Dicho sea de paso, las empresas buscan cualquier excusa para imponer nuevas “tradiciones” con el único objetivo de aumentar sus ventas. Así, tenemos por ejemplo el 11 de noviembre (el día 11 del mes 11), que ahora salieron con que es el día del “Pocky”, ya que es 11/11, y la fecha se “asemeja” a un Pocky.  Por tanto, se supone que ese día hay que comer Pocky… Para quienes no sepan qué es uno, consultar la siguiente imagen:

Entre estudiantes el giri choco es nada más para los profesores. Por tanto, los chicos más populares son quienes reciben más chocolates el 14 de febrero. Las mamás esperan ansiosas que sus hijos regresen a casa con muchos chocolates, para así poder “presumir” lo popular que es su hijo. Obviamente existe el otro lado de la moneda: los que no reciben nada.

En lo personal, obviamente esta pseudotradición ni me va ni me viene. Sin embargo, es lindo deleitarse la pupila con los comerciales que las chocolateras lanzan, ya que siempre hay chicas lindas. Este año, Masami Nagasawa y Nana Eikura salieron en uno del chocolate “Ghana”, de la compañía Lotte. Es corto, pero me gusta ver cómo ha crecido Masami-chan. ¿Que cuántos chocolates voy a  recibir? JO JO JO. Ninguno… Dejen voy a buscar las galletas de animalitos para comenzar a cortarme las venas de la tristeza que siento 😀

¡Feliz 2009!

Y comenzó el 2009, el 21 de la era 平成 (Heisei). Según el calendario chino, éste es el año de la vaca (el toro, el buey, como gusten llamarlo). Vaca en japonés se dice “Ushi”, y normalmente el kanji que se usa es , pero si se refiere al calendario chino, “Ushi” se debe escribir

El año comenzó con una cena de fin de año en Fukuoka. Íbamos en grupo: un hondureño con su novia de Rumania, un matrimonio de cubanos, un hindú, Emi y yo. Para no perder la tradición, fuimos a la comida mexicana. Comí unos ricos tacos al pastor de 100 pesos por 2 tacos. De ahí, a un antro a la fiesta de fin de año. Hubo música variada, incluyendo latina, y todo salió bien… hasta que Emi se sintió mal y tuve que separarme del grupo y salir. Nos quedamos en un café internet que estaba a unos cuantos metros, y ahí, en lo que ella dormía, nos amanecimos.

Aprovechando que estábamos en la ciudad, fuimos a la 初売り (hatsu uri, la primera venta del año), y como era de esperarse, estaba lleno. Afortunadamente, el hindú y los cubanos se habían formado desde antes, y como el hindú no compraría nada, me cedió amablemente su lugar. Como le había dado mi cámara digital a mi hermana ahora que estuve en México, aproveché para comprar una nueva. Sobra decir que salió muy, pero muy barata.

Estuvo nevando desde las 5 am, y algunos camiones no salían porque no había paso por las montañas. Nosotros regresamos a Iizuka en el camión de las 2:10 pm, y llegamos alrededor de las 3:15 pm. Había nieve todavía, y de pilón siguió nevando hasta muy entrada la noche.

Espero que todos sus deseos se cristalicen este 2009. Hay que echarle muchas ganas. Como regalo, les dejo una 年賀状 (Nengajou, postal de año nuevo) con Maruko y Tamae jugando 羽根つき (Hanetsuki). Hacer click en la imagen para abrirla de tamaño completo.

Cómo NO hacer una tesis

Vamos pues hablando de temas que tengo en el tintero.

Desde hace tiempo había escrito que me gustaba decir siempre cómo estaban las cosas, ya fuera bien o mal. Hay quienes me dicen que no debería escribir las malas en el blog porque podrían hundirme en el futuro… Si no puedo expresar lo que siento, creo que tampoco puedo expresar lo que realmente quiero. He aprendido a no quedarme callado, pero también a saber cuándo hablar. Escribí aquí cómo fue mi renuncia del último trabajo que tuve en México, y también he escrito la “atención” que tuvo mi ex-asesor conmigo aquí en mi postgrado. Lo que sigue es como la “segunda parte” de la película.

Hace poco más de un mes estuve en México. Mi objetivo principal era ir a presentar un artículo en una conferencia internacional, y el segundo, aprovechando la visita al país, era ver a mi familia y amigos, puesto que tenía 2 años y medio de no verlos. Cuando se decidió que iría (el momento en el que mi artículo fue aceptado), planeé el viaje pensando en que no me podría quedar un mes completo en mi patria, pero al menos sí quería pasar un par de semanas allá. No serían suficientes para todo lo que quería hacer, pero el simple hecho de ir ya era una ventaja. Esto fue por ahí de agosto.

Hice todo el plan, acomodé fechas, todo con mucho tiempo de anticipación por cualquier cosa que pudiera presentarse. Hablé con mi nuevo asesor sobre el viaje y, con su autorización, hice la reservación del boleto y planeé la estancia en México por 3 semanas: 1 completa para la conferencia, y el resto para estar con mi familia. Sabía que regresaría a Japón para mediados de noviembre. En ese entonces (agosto), ni siquiera me pasaba por la cabeza la idea de poderme graduar a tiempo, porque me hacía falta otra publicación además de la que presentaría en México.

Llegó la fecha y partí a mi destino. Encontré México igual en muchos sentidos, pero muy cambiado en otros. Recordé lo que es el servicio al cliente en latinoamérica, y hasta extrañé el té y la comida japonesa. Dos buenos amigos me ofrecieron hospedaje, uno en la ciudad de México y otro en Guadalajara (el por qué no me quedé con mi familia es otra historia y debe ser contada en otra ocasión… y sí, me gusta mucho Michael Ende, je je). Presenté mi artículo, estuve con los amigos y la familia, me atasqué de tacos, tunas, guayabas, tortillas y tortas ahogadas. En fin, un viaje para recordar. La pasé muy bien.

Regreso a Japón el 18 de noviembre por la noche. El 19 fui a la universidad, y apenas estaba comenzando a sentir el efecto del jetlag, cuando llega la noticia de mi asesor: entregar la tesis de doctorado para el 1 de diciembre. Yo con cara de “oiga, sí me quiero graduar a tiempo, pero no se pase de lanza”. Y no era para menos: aunque sé que es posible graduarte con 2 artículos solamente, también sé que no es fácil y que cono mínimo se recomiendan 3. Por tanto, ni siquiera tenía un borrador, ni había pensado los capítulos, ni nada. Lo único que sabía era que tenía 11 días para escribir una tesis Y AL MISMO TIEMPO sacar el tercer artículo. Sabía que tendría 11 días larguísimos.

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¿Y la navidad?

¿Qué es la navidad para los japoneses? Un día como cualquier otro. ¿Y la nochebuena? Una noche para comer pastel y, si tienes pareja, pasarla con ella. De ahí que sea tan fácil hoy irte a un antro, ligar a una chica y pasar la noche con ella (sí, con todo lo que eso conlleva). Hoy nadie quiere estar solo.

Lejos de “el niño Dios”, del significado que tiene para la comunidad cristiana el 25 de diciembre (sí, se dice que es solo una fecha representatitva, ya que no se sabe con exactitud cuándo nació Jesús) y de las posadas, la navidad en Japón es época de… hmm… lucecitas adornando parques y casas, y claro, regalos. No podía falta el factor $$$ siendo ésta una sociedad consumista por naturaleza y necesidad.  ¿Por qué necesidad? Porque las jornadas de trabajo aquí son por lo general tan desgastantes, que la gente trabaja, gana dinero, pero no tiene tiempo de disfrutarlo. Así, es necesario que se creen fenómenos mercadológicos para que la gente “se sienta bien y  tenga en qué gastar su dinero”: pasteles en navidad, las rebajas de año nuevo (las tiendas se atascan el 1 de enero), chocolates el 14 de febrero, chocolates blancos para las mujeres el 14 de marzo (el famoso white day), y así le podemos seguir. Digamos que gastando dinero se liberan de algunas  tensiones.

Hay japoneses (hombres y mujeres) que son más astutos, y pasan el 24 de diciembre en compañía de varias parejas. Hacen su agenda y desde la mañana hasta la noche se ven con 3 o 4 personas distintas. ¿Cómo hacerle? Fácil: decir que tienes trabajo. Como el 24 y el 25 son días comunes y corrientes, es normal que la gente tenga trabajo. Por tanto, a las de la mañana les dices que tienes que ir a ttrabajar en la noche, y a las de la noche que por la mañana estarás en el trabajo. Simple, y funciona. ¿Qué ganan con esto? ¡Adivinaron! Más regalos. Generalmente son los más jóvenes los que se prestan a esta plática, pero tampoco quiere decir que todo mundo lo haga.

Las series de animación japonesa también tienes sus especiales de navidad en donde se refleja el significado que para el pueblo japonés tiene la navidad. Vean el caso de Love Hina, I’s, Ranma, por solo nombrar algunas. Es divertido verlas, cierto, pero si he de escoger una en especial, sería la historia de Aa Megami Sama, las OVAs. Y es precisamente lo que voy a analizar a detalle:

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Japanophobia

Esta es una entrada larga, con la que no pretendo herir susceptibilidades. Solo quiero analizar en forma un fenómeno que se da entre los extranjeros (no todos) en Japón: la fobia a Japón (valga la redundancia).

Cada quien habla de la feria como le fue en ella. Eso sucede en todos lados, no importa el país ni la región. Es normal y no le veo nada de malo, puesto que cada quien es libre de expresar lo que siente, ya sea para dejar salir el estrés de lo incómodo de una situación o para alabarla y recordar lo bien que se sintió la experiencia.

Tomemos el caso malo, el que siempre se analiza a detalle. Es perfectamente válido, y necesario, quejarse cuando se está inconforme con algo. Si lo hacemos de la forma debida con la persona adecuada, puede que, además de sacar lo que traemos, obtengamos una respuesta a nuestra inconformidad. El problema comienza cuando alguien siente que se le está tratando de forma diferente y comienza a quejarse hasta de las situaciones más minúsculas.

Es bien sabido que en Japón todavía los extranjeros son extranjeros, y que aunque el trato que se les da está cambiando, ese cambio todavía no es visible en muchas áreas. En algunos casos y lugares, los extranjeros son tratados como cualquier otra persona, mientras que en otros, sí se siente el trato diferente, para bien o para mal. Hay muchas situaciones en las que por ser extranjero uno tiene ciertas desventajas de este lado del mundo. ¿La razón? Realmente hay muchas, pero mencionaré solo algunas. Primero analicemos algunas de esas situaciones:

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¿Y el grito?

Será de dolor o frustración, porque nanaís de grito de independencia por acá. Últimamente mucha gente me pregunta acerca de, me comenta sobre, o me recomienda dar el grito de independencia por estos lares.

Cuando estaba en México y me daba curiosidad por ir al grito, mi papá no me dejaba por lo peligroso que él dice que es. Después, sencillamente le perdí las ganas y cuando pude ir, ya no me llamaba la atención. Llevo 5 años y medio por acá, y no he dado ni una sola vez el grito por este lado. Tomar en cuenta también que la embajada de México ni siquiera me tiene registrado como que estoy por acá (larga historia, pero el cónsul se portó de forma “muy mexicana”), así que no me llegan los correos sobre eventos con referencia a México o que implican a mexicanos.

Al principio si me sentí mal, excluído, pero después, sinceramente perdí el interés, y mejor así le dejé. Hay mexicanos en Fukuoka, pero solo conozco a dos: Carlos (Lost in Japan) y Eduardo, y a este último lo veo cuando mucho una vez cada año y medio. ¿Los demás? En algún lado que conozco. Vivir en el campo no deja nada bueno en cuando a relaciones con otros paisanos, pero ciertamente hace que tu nivel de japonés suba día con día, porque o hablas o sufres (nadie habla inglés por acá).

Eso de “perder el interés” muchas veces se malinterpreta como “malinchismo”, y llueven los comentarios y bromas del tipo “ya eres japonés”,“tú que eres casi japonés”, “¿te acuerdas qué son los frijoles?”. Lo sé: todo es en broma y en el más sano de los ambientes, pero siempre me queda la pregunta: ¿de dónde se basan para decir esto? Lo analicé detenidamente y creo que es por el nivel de adaptación que tengo en este país, y eso que siento que me falta muuuucho para sentirme “adaptado”. Incluso me han llegado a preguntar si yo crecí en Japón, y para nada: el choque cultural es muy fuerte y a mí también me pegó durante unos meses; no toda la comida me gustaba; no me gustan algunos aspectos de cómo los extranjeros son tratados por este lado (aunque tampoco es para decir que nos odian o no nos quieren); no estoy de acuerdo con muchas políticas y costumbres de la sociedad japonesa y me molesto de vez en cuando por situaciones al respecto. Creo que más que nada se trata de tolerancia. Claro que cada quien tiene una opinión distinta, y todas son aceptables.

Recuerdo por ejemplo el caso de mi amiga (mexicana) X, aquella que tuvo problemas aquí en su trabajo en Iizuka y renunció a los 8 meses. Quedó “curada de espantos” y casi casi odiando Japón… y ¿a que no adivinan en dónde está ahora? En Tokyo… Entonces, ¿cuál era el verdadero problema? El lugar (campo), el idioma (no poder expresarse como ella quería) y la falta de personas que hablen inglés. La última vez que hablé con ella se veía mucho más contenta por estar en la capital.

En fin, MySQL no volvió a funcionar en Gentoo. Ando abriendo la ventana para tirar la recién resucitada laptop desde el 5to. piso.

56 segundos…

Pues ya vi el programa y… ¿qué les puedo decir?

Aquí están los súper 56 segundos de las Yumeki Angels en TV japonesa.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=YMBRr8FSmvo[/youtube]

¿Qué dijeron? Básicamente lo siguiente:

“Una plaza cualquiera. Parece que algo está a punto de comenzar.
¿Un concierto?
¿Qué es lo que comenzará?
Un grupo de chicas hermosas que cantan los hits de Japón bajo el lema de “Kiyoku, Tadashiku, Utsukushiku”
“Y quienes las apoyan son…
Los fieles fans…
Hay algunos que, de la emoción, les sale sangre por la nariz.
Les preguntamos a qué idol intentan parecerse:
“Sakai Noriko”
“Iwai Yukiko”
“Marina Watanabe”
“Marina Watanabe”
“Kiyoku, Tadashiku, Utsukushiku, las chicas de Yumeki Angels quieren lograr el sueño idol”

Idols de antaño. Una muestra:

Sakai Noriko:

Noriko Sakai

Iwai Yukiko (Yuuyu)

Yukiko Iwai

Marina Watanabe

Marina Watanabe.

Las fotos son de sus años mozos. Todas ellas están rondando los 40 años de edad…

El programa en sí trata de japoneses que casi no se conocen en Japón, pero que en otros países son extremadamente famosos. En la emisión de hoy 1 de septiembre los países que mencionaron son Francia, India, México y Polonia. Y en México el top 5 de japoneses famosos es:

  1. Toshiro Mifune. Su actuación en la película “Ánimas Trujano” dicen que es excelsa. Todo el español de la película, sus diálogos y demás se los aprendió de memoria. Si yo la veo, pensaría que no es japonés.
  2. Señorita Cometa (Yumiko Kokonoe). No necesita más explicación.
  3. Kunishige Kamamoto. Un futbolista japonés que en la olimpiada de México 68 se llevó el título de goleo y contribuyó a que Japón le ganara la medalla de bronce a México. Según esto, en México es recordado porque era muy rápido a pesar de ser grande.
  4. Bárbara Mori (por su descendencia japonesa)
  5. Último dragón (el luchador)

Y ya. La participación de las Yumeki Angels fue, junto con la fama de las sopas Maruchan en México, una especie de introducción de cómo cosas o conceptos japoneses son conocidos fuera de Japón…

Para concluir, aquí está lo que escribieron en la página oficial del grupo respecto al contenido del programa (previo a que fuera transmitido):
Ya está el anuncio del programa de TV Tokyo que incluye un segmento de Yumeki Angels, el cual se transmitirá por TV Tokyo Digital 7 el próximo lunes 1 de septiembre a las 8:00 p.m. hora local de Tokio.

El programa “Sekai de hisokani major kyuu! Sugoi Nihonjin 3” 世界で密かにメジャー級SUGOI☆日本人3 (Clase importante sobre secretos del mundo, 3 japoneses fabulosos) es un programa de variedad que se centra en mostrar 5 aspectos relacionados con Japón en cada país.

En el caso de México, harán un recorrido por varios temas, empezando por un actor japonés que vivió en México y conquistó Hollywood (Toshiro Mifune, segun nos indicó la producción de tvtokyo), una reseña sobre la serie de los 60s japonesa “Señorita Cometa” y su popularidad en México (sin confirmar), un segmento sobre fútbol y lucha libre, una entrevista a una artista mexicana de ascendencia japonesa (Barbara Mori o Hiromi de La Academia -sin confirmar-), un segmento sobre “el último dragón” y finalmente un segmento sobre “las AKB48 de México (Yumeki Angels) las idols mexicanas en Sailor Fuku” y un análisis sobre la Sopa Maruchan y su popularidad en México.

Ustedes tienen la última palabra.