Primero las bases

El otro día, después de una acalorada y fuerte discusión amena plática con mi esposa, me hizo reflexionar sobre algo que es muy simple, y sin embargo de repente se me va el avión al respecto.

Caso en cuestión: mi hijo por lo general tiene la costumbre de guardar sus juguetes cuando termina de jugar, pero esa costumbre es intermitente, y mi esposa (y yo, para tal efecto) le indica que tiene que guardar sus cosas cuando no las va a usar. Esta vez en concreto fue una de ésas en las que hizo las cosas a medias, es decir, dejó algunos juguetes tirados. La cuestión es que eran pocos, y en un rincón en los que sinceramente no estorbaban, así que me pareció un poco exagerado que le dijera que tenían que ser todos, y que a fin de cuentas no causaba mayor problema que dejara esos fuera. Error, y no porque ella se enojara al respecto, sino porque estaba dejando pasar algo muy obvio.

Mi idea en sí era que no era completamente necesario recoger todo si no estorbaba; a fin de cuentas, podía hacerlo al siguiente día y nada cambiaría, pero las palabras que mi esposa mencionó retumbaron en mi ser:

Sinceramente, hasta yo creo que podía haber dejado los juguetes ahí, pero la diferencia es que sí habría afectado en algo: el niño todavía no sabe evaluar si algo es suficiente o no; para nosotros es fácil, pero para él no, por tanto primero tiene que aprender a hacer todo como debe de ser. Nosotros somos los maestros ahora, y cuando te toca ser maestro, tienes que enseñarle a los alumnos las cosas como se deben hacer, no a medias, y los alumnos, una vez que comprendan, serán capaces de discernir cuando pueden “tomar atajos”.

Lo dicho: muy obvio,  lo sé. Pero eso me recordó que prácticamente he recomendado eso siempre, y me extrañó no poder aplicarlo en mi hijo de primera instancia. Aunque son analogías algo diferentes, recuerdo que cuando alguien me pregunta cómo estudiar japonés, le digo que lo primero que tiene que hacer es no aprender, leer o escribir, con romaji, por los vicios que eso crea. Sí, el avance es más rápido al inicio, pero llegará el punto en el que el romaji se convertirá en un obstáculo, y si no se libró desde el principio, será mucho más difícil hacerlo después. Igual que cuando alguien me pregunta cómo aprender a programar: normalmente se les cuecen las habas por sentarse enfrente de una computadora, abrir un IDE y comenzar a teclear en algún lenguaje en concreto (últimamente mencionan mucho C#), pero mi primera recomendación es agarrar papel y lápiz, aprender lo que es secuenciación, selección e iteración, y crear algoritmos en papel para resolver problemas matemáticos, primero simples, y después complicados. Uno de los primeros programas que yo hice fue una versión propia (y rarísima) de calcular el factorial de un número: hice un while, y hacía los brincos de 2 en 2; ignoraba qué es la recursividad, así que tenía que salir adelante con lo que sabía.

No es la primera vez que olvido que primero se tiene que aprender lo básico para después poder comenzar a “jugar” con la cosas: la primera vez que intenté estudiar Support Vector Machines yo sentía que era nada más sentarme un ratito a leer y entender el concepto; hasta compré el libro oficial de su creador, según yo para tener la fuente real y comprender a la perfección… y me fui para atrás cuando me di cuenta que no entendía nada, pero nada al respecto, y que para hacerlo tenía que dar marcha atrás a aprender los conceptos básicos que me permitirian entender qué diantres estaba pasando, qué es un kernel, y cuál es la belleza de las SVM (eran tiempos en los que todos creíamos que las SVM iban a salvar al mundo).

Sí, llegará el momento en el que me hijo decidirá dejar sus cosas y su cuarto tirados y evaluará que no le afecta a nadie en ese momento, pero si no aprende que ésa es la excepción y no la regla, entonces la falla será completamente de nosotros, como padres, y en caso concreto de esta ocasión, mía.

Escritos como estos sí me hacen pensar como papá pitufo…

3 Replies to “Primero las bases”

  1. Lo primero de todo disculparme por que lo que voy a preguntar no tiene nada que ver con este post.
    Una pregunta, en que eres doctor? He estado leyendo el blog desde hace unos días y no lo encuentro.
    Muchas gracias!

    1. Nada de qué disculparse. Gracias por tu comentario 🙂

      Soy doctor en… está raro, porque:
      – Mi título dice “Doctor of Engineer”.
      – Si traduzco literalmente lo que estudié, sería “información inteligente” o “ingeniería de la información”
      – Una traducción más exacta sería “ciencias de la computación”, pero no soy del todo “computer scientist”.
      – Gran parte de la maestría y el doctorado se enfocaron en inteligencia artificial, concretamente en el área de procesamiento de lenguaje natural.
      – Actualmente tengo tiempo haciendo más aprendizaje máquina (Machine Learning), pero sigo sin considerarme un experto.
      – Me encanta la programación funcional. Scala es mi lenguaje favorito.

      Así que de ahí saca tus conclusiones, jeje.

  2. Quizá ella sea especialmente pulcra en ese aspecto del orden, al menos en latinoamérica sería un caso en un millón que una madre se tome el trabajo de pulir la conciencia moral de sus hijos a partir de ejemplos y comportamientos simples. Uno se pregunta si esto ocurrirá a menudo en Japón… y no digo que en latinoamérica no, pero hay diferencia en que te importe la educación de tus hijos pero no muevas un dedo al respecto, y que te importe y pongas manos a la obra con paciencia y madurez por ellos en el día a día, quizá sea una diferencia de países… el aspecto práctico de la formación.

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